Nº 31, Septiembre 2010 - Centro de Estudios Garrigues

ExpresARTE
Retrato de Giovanna.Ghirlandaio RX comparativa con luz visible UV general con lineas de composición
Todo hace augurar una vida plena
de felicidad, bienestar y prosperidad
que, sin embargo, se vería prematuramente
destrozada por la muerte de
Giovanna, a los diecinueve años y embarazada
de su segundo hijo. Entonces
Lorenzo, su joven e inconsolable
marido, encarga a uno de los grandes
maestros del momento y gran amigo
de su familia, Domenico Ghirlandaio,
un retrato que le sirva para recordar y
honrar para siempre la memoria de su
amada esposa, pidiéndole que además
mostrara no solo su belleza exterior
sino también la interior. Así lo invoca un
“cartellino” que Ghirlandaio escribió en
el mismo retrato, rodeándola también
de algunos de sus objetos personales,
como su bellísimo Libro de Horas. Trágico
destino tuvo esta pareja de jóvenes,
hijos de dos de las familias más
poderosas de la Florencia de los Médici;
sus vidas fueron cortas pero intensas.
Los conflictos internos de la época
acabaron con la muerte por decapitación
de Lorenzo, en 1497, ordenada
por el propio Piero de Médici.
El retrato de Giovanna, icono de la
colección Thyssen-Bornemisza adquirido
por el propio marqués a unos banqueros
alemanes, es, sin duda, uno de
los mejores ejemplos de retrato femenino,
género en auge en la Florencia del
siglo XV. Sigue un modelo basado en la
Antigüedad clásica y en la medallística.
De riguroso perfil, indica una voluntad
clara de idealización y dignificación de
la persona representada en todo su
conjunto, por lo lineal de la figura, su
largo cuello y sus perfectas facciones,
todo ello en consonancia con el carácter
póstumo de la obra.
Gracias al perfecto estado de conservación
de la tabla, podemos apreciar
el gran esmero con que fue ejecutada:
las manos, el rostro, los ropajes y todos
los objetos que rodean a la retratada
indican la delicadeza y el esmero que
puso el pintor en este encargo de la familia
Tornabuoni, tan vinculada al artista
y en la que vertió lo mejor de su arte.
Ninguna boda florentina de finales
del siglo XV está mejor documentada
que la de Lorenzo y Giovanna Tornabuoni.
Fue tan fastuosa que aún se hablaba
de ella un siglo más tarde y son
muchas las obras de arte relacionadas
con esta ceremonia, especialmente las
que se hicieron para decorar y amueblar
las habitaciones de los nuevos
esposos. Cuatro de estas obras podemos
ver en esta exposición, reunidas
por vez primera desde hace 500 años.
Una de ellas es el magnífico tondo La
Adoración de los Reyes, obra maestra
de Ghirlandaio, prestada excepcionalmente
para esta ocasión por la Gallería
degli Uffizi de Florencia.
De entre las obras escogidas para
ilustrar este recorrido, cabe destacar
La Virgen con el Niño.Antonio Rossellino
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