plan de acción de medio ambiente y desarrollo ... - Uruguay Educa

cipalmente al sector privado y a partir de la ley forestal se
genera una serie de beneficios para promover esta clase
de cultivos:
Exoneraciones impositivas:
Las áreas ocupadas por bosques artificiales de Rendimiento
o Protectores (Naturales o Artificiales) en áreas
declaradas de prioridad forestal, están exoneradas de todos
los impuestos que gravan la propiedad inmueble rural
(Patrimonio y Contribución Inmobiliaria) y de las rentas
provenientes de las mismas. Esto rige por un plazo de
doce años a partir de la implantación de los bosques. Por
otro lado se exoneran diferentes tributos y tasas correspondientes
a importaciones de insumos y bienes de capital
destinados a la producción, manejo de cosecha y
transformación de madera de producción nacional, por un
total de quince años desde la promulgación de la ley.
Reintegro:
Los bosques de rendimiento y protectores implantados
reciben por una sola vez y por hectárea forestada un reintegro
del equivalente al 50% del costo ficto por forestación,
aplicable según el género y densidad de la población.
Este reintegro es percibido por los titulares a los dos
años de implantado el bosque.
Créditos:
El Banco de la República Oriental del Uruguay apoya la
actividad forestal mediante líneas de crédito para la implantación
de los distintos tipos de bosques. Aporta hasta
el 80% del Plan de Inversiones presentado con un tope
máximo. Los prestamos son en dólares americanos y el
plazo de amortización es entre 12 y 15 años.
El total de beneficios fiscales por los conceptos antes
mencionados hasta 1997, ascendían aproximadamente a
52,7 millones de dólares (Pérez-Arrarte & Etchevers
1997). Actualmente existen controversias en esta tema
con posiciones opuestas al gobierno que indican la necesidad
de eliminar los beneficios otorgados a este sector.
Áreas con manejo forestal
De acuerdo con la Ley Forestal, para gozar de los beneficios
tributarios y financiamientos señalados, se deberá
presentar un plan de manejo y de ordenación para las labores
de explotación y regeneración de bosques; este
plan, deberá ser aprobado por la Dirección Forestal. De
las explotaciones relevadas y que presentaron plantaciones,
el 71,6% presentó apoyo de la Ley Forestal (MGAP
2000).
Nebel (2003), señala que el plan de manejo del bosque
nativo se encuentra dentro de la “Gestión de Conservación
del Monte Nativo” de la Dirección Forestal. Como objetivos
persigue la conservación del bosque nativo, el
aprovechamiento sostenido de las especies, la preservación
de la diversidad genética y el mantenimiento de los
procesos ecológicos y sistemas vitales esenciales. Plantea
establecer planes de manejo del bosque nativo, desarrollo
de capacidad institucional, desarrollo de sistemas de
protección y control, promover investigación en técnicas
de manejo y niveles de producción y fomentar el financiamiento
de la gestión de conservación del bosque nativo
a través de la asistencia internacional. Esta gestión incluye
el plan de manejo y aprovechamiento. Se inicia con la
realización de un informe por parte del productor sobre el
manejo que será objeto el bosque. La DF le dará su autorización
y extensión de guías de tránsito para los productos
y aprovechamientos. Posteriormente se realizan los
controles e inspecciones de terreno. En 13 años de gestión,
existen 1.114 productores rurales dueños de 123.325
ha. de bosque nativo que poseen planes de manejo autorizados
en diferentes estados de ejecución. Se pretende
un 80% bajo manejo (protección del monte y extracción
prohibida) y el restante 20% con objeto de corta. A partir
de controles (96 / año a establecimientos y 140 / año a
barracas) existen sanciones económicas.
El uso sustentable del bosque natural de acuerdo con
Nebel (2003) se observa en que 1.114 planes de manejo
producen una comercialización anual de 35.000-40.000
Tn. de leña que son transportadas con guías en 2500-
2700 viajes de camión. Esta cifra se ha estabilizado sugiriendo
una colmatación de mercados y una menor presión
a los bosques nativos. La cosecha de madera nativa, sólo
está permitida en bosque sujetos a planes de manejo, fiscalizándose
los canales de comercialización y transporte.
Certificados de explotaciones forestales
Uruguay tiene cerificadas más de 100.000 ha. por sellos
internacionales (Ligrone 2004). Bajo la certificación del
Forest Stewardship Council (FSC), se encuentran 75.094
ha. de plantaciones correspondientes a tres grupos de inversores
forestales (FSC 2004).
Principales causas de la deforestación
Extensión y pérdidas de las de las áreas
boscosas
La década de los 80, se caracterizó por una tala abusiva
del monte nativo y la presencia de bosques artificiales con
escasa cobertura a nivel nacional (Nebel 2003). A partir
de la política de fomento forestal (Ley Forestal 1987), en
trece años (1990-2003) se logra incorporar al manejo sostenible
120.000 ha. de bosque nativo, que representa un
20% del total nacional. No se detectan niveles significativos
de deforestación y se redujo considerablemente la
degradación forestal. El área total ocupada por bosque
nativo se incrementó de 610.000 ha. (1968) a 740.000 ha.
en 2003 (Ligrone 2004, Nebel com.pers.). Se observa una
reversión de la situación con una recuperación del monte
nativo y su utilización racional y sustentable. Esta recuperación
de áreas se le atribuye a beneficios fiscales y legales.
De acuerdo con la Dirección Forestal, en el país no
existiría deforestación sino manejo forestal controlado del
bosque nativo (Nebel 2003). La Ley forestal prohíbe la
corta y cualquier operación que atente contra la supervi-
Araucaria XXI
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