plan de acción de medio ambiente y desarrollo ... - Uruguay Educa

peviento, con una función subsidiaria respecto del aprovechamiento
ganadero. Excepcionalmente los productores
han recurrido a estas plantaciones para la producción
de madera, en volúmenes reducidos y destinada a leña,
fabricación de piques para alambrado y/o tablas para aserraderos.
Existen tres casos particulares de empresas nacionales
que escapan a estas características y realizan
explotaciones forestales con diversos objetivos previos a
la aplicación de la Ley Forestal en el país (Caffera et al.
1991).
A partir de la década de los años 60, el desarrollo de la
actividad forestal en el país comienza a visualizarse como
viable y con posibilidad de dinamizar el medio rural (Ligrone
2004). Actualmente la Ley Forestal Nº 15.939 (del
26 de diciembre de 1987), sustituye a la Ley Nº 13.273
(Ley Forestal inicial del 16 de diciembre de 1968) ofreciendo
un marco de referencia general para la actividad
del sector forestal en el país. Esta ley declara de interés
nacional la defensa, el mejoramiento, la ampliación, la
creación de los recursos forestales, el desarrollo de las
industrias forestales y de la economía forestal. Los dos
objetivos principales de la política forestal son la conservación
del bosque nativo en base a planes de manejo que
aseguren sostenibilidad y la ampliación del área forestada
a través de plantaciones forestales con especies exóticas
de prioridad forestal (Eucaliptus sp. y Pinus sp. principalmente)
en zonas de menor competitividad relativa con
otras producciones agropecuarias (Ligrone 2004).
Se procura el ordenamiento en el ámbito territorial intentando
compatibilizar la mejor aptitud forestal con la menor
interferencia frente a actividades agrícolas y pecuarias.
Define a los bosques como asociaciones vegetales en las
que predomina el arbolado de cualquier tamaño, explotado
o no y que estén en condiciones de producir madera u
otros productos forestales o de ejercer alguna influencia
en la conservación del suelo, el régimen hidrológico o en
el clima, o que proporcionen abrigo u otros beneficios de
interés nacional. Es un modelo exportador con políticas y
planes de promoción con asociaciones públicas-privadas,
donde el órgano ejecutor de la política forestal es la Dirección
Forestal del Ministerio de Ganadería Agricultura y
Pesca.
El volumen de madera cosechada, para las plantaciones
de 1989-1994, corresponde un 10% al género Pinus sp. y
90% a Eucaliptus sp. Los primeros se manejan con finalidad
de aserrado, mientras que para Eucaliptus sp., el
70% se destinará a madera para pulpa de celulosa y el
30% para aserrado.
El gran volumen de
madera será utilizada
como madera para celulosa
(Pérez- Arrarte
& Etchevers 1997),
para las cuales
existen planificadas
en el país dos plantas
de celulosa, en etapa de evaluación de impacto ambiental,
a instalarse en la zona litoral oeste del país.
El saldo de madera se exportará como madera en bruto
bajo rollizos y transformada en chips. El monto de la producción
cosechada, en precios promedio de exportaciones
nacionales y precios de mercado internacional, evolucionará
de 76 millones de dólares a en 1997 a 604 en
2004 que a partir de ese año se comenzará con la producción
de celulosa (Pérez- Arrarte & Etchevers 1997).
En los últimos trece años las exportaciones forestales se
observa esta tendencia con un incremento de 13 a 86 millones
dólares anuales (Ligrone 2004). Específicamente
en los últimos cuatro años se observa un incremento en
las exportaciones de productos forestales con un promedio
de exportaciones de 83.764 miles de dólares (período
1999-2002), un mínimo de 78.075 (1999) y un máximo de
86.578 (2002) miles de dólares (no se incluyen exportaciones
por concepto de derivados del papel) (DGF 2003).
De acuerdo con Ligrone (2004), se esperan ingresos
anuales cercanos a los 400 millones de dólares y empleo
directo de 25.000 personas.
Con referencia a la visión del desarrollo forestal por organizaciones
no gubernamentales, se indica que el modelo
está basado en monocultivos a gran escala de especies
exóticas de muy rápido crecimiento que afecta los principales
recursos del país (suelos, agua, flora, fauna) y que
ha llevado a una creciente concentración de la tierra, muchas
veces en manos extranjeras, en amplias zonas del
país. La generación de empleos en el sector fue realizadas
a expensas de los perdidos en actividades que se
sustituyeron. La forestación genera menos empleos permanentes
que la ganadería extensiva y la calidad de la
mayoría de los empleos generados son iguales o peores
de los empleos que sustituye (Guayubira 2004). Pérez-
Arrarte (1997), indica que en el área ganadera la forestación
tenía un impacto significativo en el empleo demandado,
en particular se destacaba la importancia de las actividades
de transformación más que el efecto de las plantaciones.
Las explotaciones forestales empleaban 1,4 trabajadores
cada 100 ha., siendo frecuente la participación
de la mujer en el trabajo de los viveros y una disminución
en el número de empleos al aumentar la mecanización de
las tareas y el tamaño de los predios. Igualmente se indica
la necesidad de dignificar el trabajo forestal, con condiciones
de vida adecuadas. Durante el reciente censo
agropecuario (MGAP 2003) se indica que durante el año
de las encuestas, existieron 6.951 personas empleadas
con un promedio de siete empleados permanentes cada
mil hectáreas forestadas.
Instrumentos legales, fiscales y económicos
Uno de los objetivos que persigue la Ley Forestal (Nº
15.939), es la conservación del bosque nativo; posteriores
Decretos (22/993 y 24/993) establecen la protección del
bosque indígena, regulación de su corta y explotación.
Igualmente otros decretos (23/990, 24/9939, 330/993), refieren
a la protección de este ecosistema, mecanismos de
solicitud de autorización para la corta y extracción de productos
del monte indígena y guías para su traslado. Es
importante mencionar que el 97% de la tierra en Uruguaya
presenta un régimen de propiedad particular, por lo
que el tema de conservación del bosque nativo, surge entre
la interacción de los propietarios rurales, la legislación
vigente y el Estado (Nebel 2003).
La Ley Forestal (Nº 15.939) estableció políticas de fomento
a la forestación con especies exóticas a través de financiamiento,
incentivos económicos y tributarios (Ligrone
2004). Esta ley clasifica a los bosques como Protectores
(Naturales o Artificiales), de Rendimiento y Generales.
La propiedad de la tierra y de los bosques pertenece prin-
Araucaria XXI
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