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ciembre del 2003), Uruguay ratifica el Convenio de Estocolomo, siendo el punto focal la DINAMA. En Uruguay, no hay programas de monitoreo de sustancias tóxicas peligrosas, solo se controlan los productos agrícolas de exportaciones para detectar residuos de plaguicidas y las evaluaciones toxicológicas y ecotoxicológicas tienen escaso desarrollo y sólo se han llevado a cabo en la Universidad (PNUMA 2002). Sin embargo, en el marco del Convenio de Estocolomo, desde setiembre 2003 se realiza un proyecto que permite evaluar la situación actual del país respecto a los contaminantes orgánicos persistentes (COP), que actualmente integran la lista inicial del mencionado convenio. Este proyecto está en el marco del Plan Nacional de Implementación (NIP- Uruguay) y en estos momentos se está realizando la etapa de inventarios que incluye el diagnóstico de los COP con un enfoque del ciclo de vida (uso del producto, matriz que identifique vacíos de información, importaciones, cadenas de distribución, normativa). Incluirá medidas de prevención y mitigación, determinando las mejores prácticas ambientales, para prevenir y disminuir el impacto de estos compuestos sobre el ambiente y la salud humana. Incluye la participación de los sectores gubernamentales, académicos, sociedades civiles y productores agropecuarios. Los primeros resultados del mencionado proyecto estarán disponibles a partir de octubre 2004 (Álvarez com.pers.). Araucaria XXI Uruguay 20

Bosques De acuerdo con la FAO la definición de bosques abarca todo territorio con árboles de por lo menos 5 metros de altura y una cubierta de copa de más del 10 por ciento en una superficie superior de 0,5 ha. Incluye a los bosques naturales y las plantaciones forestales. Esta definición no está de acuerdo con la perspectiva de organizaciones no gubernamentales como la WRM (Carrere 1999) donde se considera que el bosque contiene numerosas especies de árboles y arbustos de todas las edades, gran cantidad de otras especies vegetales y enorme variedad de especies de fauna, formando parte de los bosques las comunidades humanas que allí habitan. Por otro lado, señalan que las plantaciones comerciales a gran escala se componen por unas pocas especies de árboles no nativos de rápido crecimiento, plantados en bloques homogéneos de la misma edad, muy escasas especies de fauna y flora que logran instalarse en las plantaciones; requieren preparación del suelo, selección de plantas de rápido crecimiento y con las características tecnológicas requeridas, fertilización, eliminación de malezas con herbicidas, plantación a espacios regulares y cosecha en turnos cortos sin formar parte de ellas las comunidades humanas. Actualmente en Uruguay existen aproximadamente 1.250.000 ha. de bosques (MGAP 2000) correspondiendo al bosque natural el 3,5% e implantado el 4% del total de la superficie del país. Existen discrepancias entre la sociedad civil (ONG´S, sector académico) y la Dirección Forestal (DF, Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca) referente al estado actual del monte nativo. Por otra parte, en los últimos 13 años se observa un incremento de las plantaciones forestales debido a una política forestal del Estado que incluye beneficios fiscales y exenciones impositivas. En general estas plantaciones son percibidas de manera diferente por la sociedad civil y la DF, debido a los impactos ambientales y socio-económicos que ocasionan. El presente trabajo considera ambas clases de asociaciones vegetales (bosques nativos y plantaciones), principales características y la evolución temporal de la cobertura boscosa en Uruguay durante los últimos años. Importancia socio-económica de los bosques en el país El bosque natural (denominado en Uruguay monte indígena, nativo o autóctono) es una asociación heterogénea de árboles y arbustos que se desarrollan sin la intervención humana. Su composición florística es variable, tanto a nivel nacional como dentro de un mismo monte, debido a factores climáticos, edáficos o hídricos. Está compuesto por unas 100 especies arbóreas y otras tantas arbustivas, en su mayoría de hoja perenne (Carrere 1990 a). Actualmente ocupa un total de 710-740.000 ha. (Nebel, DF, com. pers), representando un 3,5% del territorio nacional. Estas estimaciones no concuerdan con el censo agropecuario (MGAP 2000) donde se indica que la superficie ocupada por bosques naturales es aproximadamente 590.000 ha., resaltando bosques mayores a 200 ha. que representan el 47% y entre 20-200 ha. el 42%. Estas diferencias pueden explicarse a problemas metodológicos de estimación de cobertura de los bosques realizados por los técnicos de la DF y personal de los diferentes establecimientos agropecuarios relevados. Igualmente Carrere (1990 b), señala que existen discrepancias entre las tres mediciones realizadas sobre la cobertura del monte indígena en el país (Censo Agropecuario 1980, DF 1967 y Ministerio de Industria y Energía); estas discrepancias pueden deberse a problemas metodológicos para evaluar la cobertura boscosa y su densidad. El relevamiento más fehaciente de los tres correspondería al realizado por la DF en cuanto a la superficie de cobertura del monte indígena. Los departamentos con mayor cobertura total de los diferentes tipos de bosque nativo son Tacuarembó, Artigas, Cerro Largo, Rivera, Maldonado y Río Negro. Por debajo de la cobertura promedio del país (3,4%), se encuentran departamentos urbanizados como Canelones y Montevideo (Carrere 1990 b). En Uruguay existen cinco tipos de montes nativos: fluviales, serranos, de parque, de quebrada y palmares, dispuestos en diversas zonas del país y asociados con Ríos, zonas de sierra o quebradas (Unidad 1). Otra clase de monte no incluido en esta clasificación, debido a su presencia en algunos relictos, corresponde al monte asociado a los arenales costeros del sur del país o monte psamófilo; según Carrere (1990 b, 1993), estos montes se encontrarían en peligro de desaparición. Desde el arribo de los primeros colonos al país estos bosques cumplen diversas funciones, que se pueden agrupar en producción de bienes “tipo extractivo” (leña, carbón, postes) y provisión de servicios (protección de suelos, cuencas hídricas, fauna, otros). Estos valores tradicionales de uso contrastan con los potenciales usos del mismo y aún no desarrollados, como la provisión de materias primas para la industria de la madera, medicamento, química alimentación, fruticultura y apicultura; desde el punto de vista de servicios las funciones de conservación de cuencas y suelos, biodiversidad, protección de fauna autóctona, valor paisajístico y cultural (Carrere 1993). De acuerdo con este autor, para un uso racional de este recurso es necesario la investigación que desarrolle sus potenciales usos de una forma sustentable así como la valorización de este ecosistema por la sociedad. El interés de los productores rurales por la forestación con especies exóticas, estuvo tradicionalmente limitado a la instalación de montes de abrigo, sombra y cortinas rom- Araucaria XXI Uruguay 21

ciembre <strong>de</strong>l 2003), <strong>Uruguay</strong> ratifica el Convenio <strong>de</strong> Estocolomo,<br />

siendo el punto focal la DINAMA.<br />

En <strong>Uruguay</strong>, no hay programas <strong>de</strong> monitoreo <strong>de</strong> sustancias<br />

tóxicas peligrosas, solo se controlan los productos<br />

agrícolas <strong>de</strong> exportaciones para <strong>de</strong>tectar residuos <strong>de</strong> plaguicidas<br />

y las evaluaciones toxicológicas y ecotoxicológicas<br />

tienen escaso <strong>de</strong>sarrollo y sólo se han llevado a cabo<br />

en la Universidad (PNUMA 2002). Sin embargo, en el<br />

marco <strong>de</strong>l Convenio <strong>de</strong> Estocolomo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> setiembre<br />

2003 se realiza un proyecto que permite evaluar la situación<br />

actual <strong>de</strong>l país respecto a los contaminantes orgánicos<br />

persistentes (COP), que actualmente integran la lista<br />

inicial <strong>de</strong>l mencionado convenio. Este proyecto está en el<br />

marco <strong>de</strong>l Plan Nacional <strong>de</strong> Implementación (NIP-<br />

<strong>Uruguay</strong>) y en estos momentos se está realizando la etapa<br />

<strong>de</strong> inventarios que incluye el diagnóstico <strong>de</strong> los COP<br />

con un enfoque <strong>de</strong>l ciclo <strong>de</strong> vida (uso <strong>de</strong>l producto, matriz<br />

que i<strong>de</strong>ntifique vacíos <strong>de</strong> información, importaciones, ca<strong>de</strong>nas<br />

<strong>de</strong> distribución, normativa). Incluirá medidas <strong>de</strong><br />

prevención y mitigación, <strong>de</strong>terminando las mejores prácticas<br />

ambientales, para prevenir y disminuir el impacto <strong>de</strong><br />

estos compuestos sobre el <strong>ambiente</strong> y la salud humana.<br />

Incluye la participación <strong>de</strong> los sectores gubernamentales,<br />

académicos, socieda<strong>de</strong>s civiles y productores agropecuarios.<br />

Los primeros resultados <strong>de</strong>l mencionado proyecto<br />

estarán disponibles a partir <strong>de</strong> octubre 2004 (Álvarez com.pers.).<br />

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