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producimos conocimiento desde una práctica que ya es teórica y contiene<br />

teoría; la tarea es hacer explícitos esos conocimientos. Al mismo tiempo,<br />

la definición afirma que la sistematización es producción colectiva de<br />

conocimiento, es responsabilidad de grupos o comunidades, en un<br />

proceso donde el sujeto está involucrado y el enfoque es “con él“, como<br />

parte del proceso, en una actividad que es no sólo colectiva sino también<br />

intersubjetiva (más de un narrador y más de una perspectiva narrativa) y<br />

donde el conocimiento se crea desde dentro. En este sentido, la<br />

sistematización recupera la tradición etnográfica del enfoque “émico”, o de<br />

ponerse en el lugar y en los patrones culturales del grupo que se está<br />

investigando (Geertz, 1997; 1994). Desde la sistematización educativa se<br />

fortalece la idea de un maestro investigador de su propia práctica, al igual<br />

que el enfoque de investigación “desde la experiencia” (Messina, 2011).<br />

Desde los ochenta hasta el presente han pasado más de treinta años, en<br />

el transcurso de los cuales se han dado grandes cambios en la situación<br />

social, laboral, económica y política del mundo, y también en el campo de<br />

la educación, de la educación popular y de la sistematización educativa. El<br />

enfoque neoliberal en educación ha arrasado, promoviendo reformas que<br />

combinan equidad con calidad y que reivindican la eficiencia, la eficacia y<br />

los resultados. En última instancia, la educación como procedimiento<br />

estandarizado para asegurar una cada vez más esquiva “inserción<br />

laboral”. El enfoque educativo por competencias se ha multiplicado en<br />

consonancia con lo anterior, haciendo decir a algunos pedagogos que su<br />

fuerza ha sido arrolladora y ha llevado a una mecanización del<br />

aprendizaje.<br />

Por su parte, la educación popular ha estado sujeta a cambios<br />

importantes. En la educación de jóvenes y adultos se ha creado y<br />

conservado un espacio de organización y reflexión que nuclea a<br />

numerosas organizaciones de la sociedad civil y ha crecido<br />

significativamente la presencia de las ONG, así como su capacidad de<br />

gestionar y desarrollar proyectos educativos y sociales.<br />

La sistematización también se ha transformado, desde los primeros<br />

enfoques descriptivos que daban cuenta de la experiencia y que buscaban<br />

su reconstrucción, hasta enfoques fenomenológicos, que se centran en el<br />

sentido de la experiencia. Finalmente, se arriba a enfoques<br />

hermeneúticos, que buscan la interpretación intersubjetiva y a enfoques<br />

deconstructivos (Derrida, 1989), que aspiran a hacer “estallar” los<br />

conceptos, en nombre de una indagación más libre y abierta a la<br />

experiencia del sujeto y las comunidades. En estos últimos enfoques el<br />

relato, tanto oral como escrito, adquiere un estatus central. La<br />

sistematización emerge como un espacio que, ante procesos educativos<br />

complejos que se resisten a la simplificación, propone respuestas<br />

inconclusas y reivindica una vez más el diálogo de saberes (Ghiso y<br />

190 Aportes conceptuales de la educación de personas jóvenes y adultas

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