AL [independencia] - Archivo Chile

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más tarde Rodríguez- presidente de una junta secreta de conspiradores. Denunciados por un traidor y hechos blanco de las iras del Capitán General, logré sustraerme a las persecuciones y a la muerte, porque ya embarcado en el puerto de La Guaira en un buque norteamericano, y antes de darnos a la vela, supe que muchos de mis compañeros habían sido pasados por las armas sin juicio previo y sin capilla" ( 92 ). Durante el proceso incoado por la Real Audiencia se pudo comprobar que los venezolanos comprometidos directamente en el conspiración pasaban de cincuenta, sin contar a los criollos influyentes que lograron eludir la condena, especialmente sacerdotes y militares. El plan de Gual, encargado de las operaciones militares, contemplaba realizar ataques simultáneos en Caracas, Coro, Valencia, puerto Cabello, Maracaibo y Cumaná. Pero la conspiración fue descubierta. El 13 de Julio de 1797 y el gobernador español ya sabía los pormenores de la insurrección por confidencias de comerciantes y curas. De la lectura de las memorias del fiscal de la Audiencia, Level de Goda, se deduce que la burguesía criolla colaboró con el estado colonial ofreciendo milicias y actuando como delatora: "Tan pronto como el capitán General aceptó la oferta de los mantuanos, se constituyeron dos compañías del cuerpo de nobles de la ciudad, que montaron guardia frente a la sala capitular para seguridad del orden. Era aquella una prueba de fidelidad dada por el conde Tovar, el conde de San Xaviere, el conde de La Granja, Manuel Felipe Tovar el marques del Toro (...) quienes llamándose a sí mismos "humildes vasallos del rey" constituían las figuras más notables de la oligarquía esclavista de la colonia" ( 93 ). Picornell había propuesto adelantar la fecha del levantamiento, pero Gual se opuso por considerar que ni había preparación suficiente. Se organizó la fuga de Picornell y otros presos a Curazao y de Gual y España a Las Antillas. José María España retornó a Venezuela en forma clandestina, siendo apresado después de varios meses de actividad revolucionaria y condenado a la horca en 1799. Manuel Gual aguardó ansioso el momento del retorno, pero murió en Trinidad envenenado por un espía español el 25 de octubre de 1800. Un año antes había escrito una bella carta a Francisco de Miranda: "Si por mal que le han pagado a usted los hombres, si por amor a la lectura y a una vida privada, no ha renunciado usted a estos hermosos climas y a la gloria pura de ser el salvador de su patria, el Pueblo Americano no desea sino uno: venga usted a hacerlo, Miranda. Yo no tengo otra pasión que la de ver realizada esta hermosa obra, ni tendré otro honor que de ser un subalterno de usted". ( 94 ) El llamada a la lucha unitaria del pueblo americano fue uno de los ejes centrales del movimiento de Picornell, Gual y España. En el documento "Ordenanzas- Constituciones", Picornell planteaba una patria organizada en base al sistema republicano, federal y democrático. Bregaba tanto por la igualdad legal como étnica: "Entre blancos, indio, pardos y morenos, reine la mayor armonía, mirándose todos como hermanos de Jesucristo. " ( 95 ) Las principales reivindicaciones económicas eran el libre comercio, la siembra y venta libre del tabaco, la abolición de los impuestos de alcabala y otros. Uno de los puntos más notables del programa estaba relacionado con las reivindicaciones para los indígenas: "queda abolido el pago de tributo de los indios naturales con que denigrativamente los tenía marcados y oprimidos el gobierno tirano que se lo impuso sobre las tierras que les usurpó, y será uno de los cuidados del nuestro darles la propiedad de las que poseen, o de otras que les sean más útiles, proporcionándoles medios para que sean tan felices como los demás ciudadanos". ( 96 )Picornell planteó también un punto señero en el proceso de la lucha igualitaria de la mujer, exigiendo un riguroso castigo para quién las ofendiera. El programa de Picornell, Gual y España proponía en el punto 34 la abolición de la esclavitud: queda desde luego abolida la esclavitud como contraria a la humanidad. En virtud de esta providencia, todos los amos presentarán a la Junta Gubernativa de sus respectivos pueblos cuántos esclavos tuviere con una razón jurada en su nombre, patria, edad, sexo, oficio, coste que le yuvo y años que le sirve, con más de una nota de su conducta y achaques si los hubiere, para

que en su visita de la Junta General se determine y mande abonar a sus respectivos dueños de los fondos públicos lo que merezcan en justicia." ( 97 ) Picornell, Gual y España combinaron las reivindicaciones políticas separatistas con la igualdad social, postulando la unidad del "pueblo americano". Picornell nunca dejó de luchar por esta concepción unitaria. Fugado de la cárcel venezolana, estuvo en Curazao y otras islas antillanas, donde redactó un manifiesto introductorio a la constitución francesa de 1793, dirigido a los "americanos de todos los Estados, profesiones, colores, edades y sexos" en el que planteaba con sencillez los postulados igualitarios. En Curazao, conversó largamente con los hermanos Piar, también perseguidos políticos. Viajó a París donde se recibió de médico, pero luego retornó a su querida América. Enterado en Martinica del levantamiento independentista de Caracas, regresó a Venezuela de inmediato para ponerse al servicio de la República, pero sus méritos no fueron reconocidos ni su capacidad adecuadamente empleada. Un tanto amargado, salió para Curazao y de allí a Nueva Orleans donde se casó. Luego estuvo en la capital de la primera República Negra, Puerto Príncipe, donde curaba enfermos, actividad que siguió haciendo en Cuba en el pueblo de San Fernando de Nuevitas, donde murió en 1825 a la edad de 66 años, quizá con la esperanza de ver a Cuba libre de esclavos y de la dominación colonial. Así se acababa la vida de este mallorquí revolucionario, a quien tanto deben los Latinoamericanos por su consecuente y visionaria concepción de la unidad del continente. Francisco de Miranda no sólo fue precursor de la independencia sino pionero de la unidad latinoamericana. Por eso, fue el hombre más buscado en Europa por el espionaje español. Miranda era considerado por los gobiernos europeos como el representante de los latinoamericanos en el exilio, que luchaban por el término de los lazos coloniales. No sólo era visitado por los exiliados sino también por la mayoría de los hombres avanzados de América que viajaban a Europa. Fue, en síntesis, el indiscutible precursor de la Independencia. Hijo de un comerciante canario, nació en Caracas en 1750. A los 21 años viajó a España para enrolarse en el ejército. Luego combatió por la independencia norteamericana, junto a Jorge Washington, reafirmando allí su compromiso de luchar por la libertad de su América Latina. Regresó a Francia en vísperas de la gran Revolución, apoyando al ala girondina y participando en las campañas militares bajo el mando de Dumouriez. Pronto Napoleón dirá de Miranda que "es un Don Quijote, con la diferencia de que éste no está loco; este hombre tiene fuego sagrado en el alma" ( 98 ). Miranda mantuvo un estrecho contacto con jesuitas expulsados de Hispanoamérica, quienes le informaron detalladamente sobre la situación de cada una de las colonias. De este modo Miranda pudo conocer, de primera fuente, la especificidad de cada región del continente. El jesuita Clavijero, autor de la "Historia Antigua de México", le hizo conocer Nueva España por dentro. Otros, como los padres Alegre, Caro y, sobre todo, el peruano Juan Pablo Vizcardo y Guzmán, le enseñaron a Miranda los principales motivos de descontento en las diferentes colonias. También entrevistó al abate Raynal, gran conocedor de los problemas americanos. Estos antecedentes le permitieron evaluar mejor los movimientos de rebelión, como el de los comuneros de Colombia, el del negro Chirino, el de Picornell, Gual y España; aquilató la insurrección de Túpac Amaru como una advertencia sobre la potencialidad de lucha de los indígenas, fenómeno que influyó en su ulterior planteamiento sobre un incanato para el continente, Miranda hizo difundir por América la famosa carta del jesuita Vizcardo Guzmán, llamada "Carta a los españoles americanos", el más importante documento de propaganda anticolonial, escrito en un lenguaje accesible. Se ha criticado a Miranda por sus acuerdos puntuales con los gobernantes ingleses en su afán de obtener ayuda militar. Ofreció a Inglaterra "status" de nación favorecida en cuanto a lo comercial, una vez que se lograra la independencia, pero "sobre la base inquebrantable de nuestra autonomía política (...) ni por un minuto consentiría yo que una fuerza extranjera

más tarde Rodríguez- presidente de una junta secreta de conspiradores. Denunciados por un<br />

traidor y hechos blanco de las iras del Capitán General, logré sustraerme a las persecuciones y a<br />

la muerte, porque ya embarcado en el puerto de La Guaira en un buque norteamericano, y antes<br />

de darnos a la vela, supe que muchos de mis compañeros habían sido pasados por las armas sin<br />

juicio previo y sin capilla" ( 92 ).<br />

Durante el proceso incoado por la Real Audiencia se pudo comprobar que los<br />

venezolanos comprometidos directamente en el conspiración pasaban de cincuenta, sin contar a<br />

los criollos influyentes que lograron eludir la condena, especialmente sacerdotes y militares.<br />

El plan de Gual, encargado de las operaciones militares, contemplaba realizar ataques<br />

simultáneos en Caracas, Coro, Valencia, puerto Cabello, Maracaibo y Cumaná. Pero la<br />

conspiración fue descubierta. El 13 de Julio de 1797 y el gobernador español ya sabía los<br />

pormenores de la insurrección por confidencias de comerciantes y curas. De la lectura de las<br />

memorias del fiscal de la Audiencia, Level de Goda, se deduce que la burguesía criolla colaboró<br />

con el estado colonial ofreciendo milicias y actuando como delatora: "Tan pronto como el<br />

capitán General aceptó la oferta de los mantuanos, se constituyeron dos compañías del cuerpo<br />

de nobles de la ciudad, que montaron guardia frente a la sala capitular para seguridad del orden.<br />

Era aquella una prueba de fidelidad dada por el conde Tovar, el conde de San Xaviere, el conde<br />

de La Granja, Manuel Felipe Tovar el marques del Toro (...) quienes llamándose a sí mismos<br />

"humildes vasallos del rey" constituían las figuras más notables de la oligarquía esclavista de la<br />

colonia" ( 93 ).<br />

Picornell había propuesto adelantar la fecha del levantamiento, pero Gual se opuso por<br />

considerar que ni había preparación suficiente. Se organizó la fuga de Picornell y otros presos a<br />

Curazao y de Gual y España a Las Antillas. José María España retornó a Venezuela en forma<br />

clandestina, siendo apresado después de varios meses de actividad revolucionaria y condenado a<br />

la horca en 1799. Manuel Gual aguardó ansioso el momento del retorno, pero murió en Trinidad<br />

envenenado por un espía español el 25 de octubre de 1800. Un año antes había escrito una bella<br />

carta a Francisco de Miranda: "Si por mal que le han pagado a usted los hombres, si por amor a<br />

la lectura y a una vida privada, no ha renunciado usted a estos hermosos climas y a la gloria<br />

pura de ser el salvador de su patria, el Pueblo Americano no desea sino uno: venga usted a<br />

hacerlo, Miranda. Yo no tengo otra pasión que la de ver realizada esta hermosa obra, ni tendré<br />

otro honor que de ser un subalterno de usted". ( 94 )<br />

El llamada a la lucha unitaria del pueblo americano fue uno de los ejes centrales del<br />

movimiento de Picornell, Gual y España. En el documento "Ordenanzas- Constituciones",<br />

Picornell planteaba una patria organizada en base al sistema republicano, federal y democrático.<br />

Bregaba tanto por la igualdad legal como étnica: "Entre blancos, indio, pardos y morenos, reine<br />

la mayor armonía, mirándose todos como hermanos de Jesucristo. " ( 95 )<br />

Las principales reivindicaciones económicas eran el libre comercio, la siembra y venta<br />

libre del tabaco, la abolición de los impuestos de alcabala y otros. Uno de los puntos más<br />

notables del programa estaba relacionado con las reivindicaciones para los indígenas: "queda<br />

abolido el pago de tributo de los indios naturales con que denigrativamente los tenía marcados y<br />

oprimidos el gobierno tirano que se lo impuso sobre las tierras que les usurpó, y será uno de los<br />

cuidados del nuestro darles la propiedad de las que poseen, o de otras que les sean más útiles,<br />

proporcionándoles medios para que sean tan felices como los demás ciudadanos". ( 96 )Picornell<br />

planteó también un punto señero en el proceso de la lucha igualitaria de la mujer, exigiendo un<br />

riguroso castigo para quién las ofendiera.<br />

El programa de Picornell, Gual y España proponía en el punto 34 la abolición de la<br />

esclavitud: queda desde luego abolida la esclavitud como contraria a la humanidad. En virtud de<br />

esta providencia, todos los amos presentarán a la Junta Gubernativa de sus respectivos pueblos<br />

cuántos esclavos tuviere con una razón jurada en su nombre, patria, edad, sexo, oficio, coste que<br />

le yuvo y años que le sirve, con más de una nota de su conducta y achaques si los hubiere, para

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