INFORME DE DDH ALERTA ARGENTINA - Maristella Svampa
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habían ido en días distintos a realizar tal diligencia. Luego ante preguntas<br />
formuladas comenzaría a contradecirse para terminar diciendo que fueron al<br />
reconocimiento del álbum fotográfico el mismo día solo que él fue a la tarde. Este<br />
dato puntual permitió evidenciar que tanto Toni como Casaña vieron la foto antes<br />
del reconocimiento en rueda de personas y que fue esto lo que les permitió<br />
identificar a Roser en dicha diligencia.<br />
Finalmente culminó su declaración con idos acto fallidos, el primero al decir que<br />
Toni nunca le hablo de Rosi, dato que no es menor ya que es la forma en que Toni<br />
se refiere a Roser en su declaración ante el Fiscal, y el segundo al decir que no<br />
sabían que era Roser el que habían implicado en la causa.<br />
Comentario aparte merecen los funcionarios policiales de la Comisaría Sexta. En<br />
primer lugar quienes en ese momento se desempeñaban como personal de calle,<br />
no pudieron verter datos que permitieran esclarecer como Gabriel Roser había<br />
llegado a la investigación, esto es, explicar de qué tareas investigativas surgió el<br />
nombre de Roser como uno de los autores del robo. La realidad es que lo que no<br />
podían decir es que el nombre estaba junto a la foto, que todos los datos fueron<br />
aportados por ese instrumento de estigmatización con que cuentan las comisarías<br />
de la provincia y que fue a partir de esos datos que comenzó a funcionar la<br />
maquina de armar causas.<br />
Por otro lado, indagados sobre cuales eran los criterios para detener a personas<br />
por averiguación de identidad, no dudaron en responder que se trata de criterios<br />
subjetivos, esto es la imagen que en el funcionario que procede genera la persona<br />
a detener. Así se dijo que la vestimenta, la cara, la forma de moverse, lo lugares<br />
de reunión, eran parámetros a tener en cuenta. Esto que solo parece un<br />
condimento, es trascendental ya que es reflejo de lo que constituye el conocido<br />
“olfato policial”, ese olfato en el que comienza la maquinaria represiva del estado y<br />
que en la mayoría de los casos es la base del armado de causas.<br />
Finalmente, en relación a la forma de llevar los libros de “Modus Operandi”, fueron<br />
contestes en decir que son una herramienta habitual de las comisarías, que no<br />
tienen un orden sistemático que permita ubicar a personas de similares