Nº 34, Septiembre 2011 - Centro de Estudios Garrigues

COLABORACIONES
María José Rodríguez Rojas
Directora de proyectos de IMPULLSA. Antigua Alumna Máster en Asesoría Jurídico Laboral 2007-2008.
Impulsando la igualdad en el
camino hacia la excelencia
empresarial
En los últimos años nuestra normativa
y tejido empresarial han
ido incorporando la igualdad de
oportunidades entre mujeres y hombres.
No obstante, aunque la normativa
prohíbe las discriminaciones directas e
indirectas, perviven las desigualdades
basadas en estereotipos de género.
Las estadísticas son concluyentes: las
mujeres se enfrentan a un mayor índice
de desempleo y a mayores trabas
de acceso al mismo. Cuando trabajan
por cuenta ajena lo hacen en peores
condiciones, con mayor temporalidad
y contratación a tiempo parcial y peor
retribuidas que sus homólogos. Encuentran
mayores obstáculos a su desarrollo
profesional, sufren segregación
vertical y horizontal, y carecen de referentes
femeninos en la alta dirección y
el empresariado.
Todas las empresas están obligadas
a respetar la igualdad de trato y de
oportunidades en el ámbito laboral y a
adoptar medidas que eviten cualquier
discriminación laboral entre mujeres
y hombres. Además, las que poseen
plantillas superiores a 250 personas están
obligadas a elaborar e implantar un
plan de igualdad. No hacerlo se sanciona
con multa de 6.251 a 187.515 euros.
Aún queda mucho por hacer: ser
una empresa que incorpora la igualdad
entre mujeres y hombres a su gestión
o socialmente responsable desde la
perspectiva de género NO es “tener
una plantilla con igual o superior número
de trabajadoras que trabajadores”.
Las empresas pueden incorporar
la igualdad a su gestión elaborando
e implantando planes de
igualdad, conciliación y prevención
del acoso sexual, utilizando
lenguaje e imágenes inclusivas y
sin estereotipos en su comunicación,
adaptando sus productos o
servicios a las necesidades de
ambos sexos, formando y concienciando
a su personal. Posteriormente,
es de vital importancia
que lo comuniquen, soliciten acreditaciones
y distintivos empresariales,
y presenten candidaturas a premios en
igualdad y conciliación.
Las empresas que incorporan la
igualdad a su gestión obtienen los siguientes
beneficios:
– Al cumplir la normativa evitan sanciones
de hasta 819.780 euros.
– Optimizan los recursos humanos,
aprovechando todo el potencial de
trabajo de hombres y mujeres. Atraen
y retienen talento, reducen el absentismo
y aumentan la satisfacción de
su personal, creando un buen clima
laboral con una plantilla motivada y
comprometida.
– Incrementan la productividad y aumentan
la satisfacción y fidelización
de su clientela, con un impacto positivo
en la cuenta de resultados.
– Quienes diseñan sus productos o
servicios con perspectiva de género
satisfacen mejor las necesidades de
su clientela, encuentran oportunidades
de negocio y detectan nichos de
mercado.
– Obtienen mayor reputación, mejor
imagen y posicionamiento empresarial
al ofrecer una imagen externa de
mayor responsabilidad social, más
actual, comprometida y valorada que
atrae clientela e inversión, incrementa
su valor como colaboradoras o adjudicatarias
de concursos públicos, y
contribuye a la excelencia empresarial.
– Se anticipan y adaptan a un entorno
cambiante al introducir nuevos métodos
de gestión empresarial que facilitan
la modernización e introducción
de cambios.
En definitiva, hablar de empresas
pioneras en igualdad es hablar de empresas
líderes del mercado.
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