Número 1 - EII al dÃa
Número 1 - EII al dÃa
Número 1 - EII al dÃa
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
ior a la de la población gener<strong>al</strong> (14-17) . No está indicada<br />
la re<strong>al</strong>ización de técnicas de imagen específicas para<br />
descartar la existencia de abscesos de forma sistemática<br />
en pacientes con EC de debut o en los brotes de<br />
actividad, exceptuando aquellos casos en los que la<br />
sintomatología o curso evolutivo lo aconsejen (p.ej.:<br />
fiebre persistente, dolor abdomin<strong>al</strong> loc<strong>al</strong>izado, masa<br />
abdomin<strong>al</strong>). En el caso de la enfermedad perian<strong>al</strong>, sí<br />
se considera recomendable una correcta ev<strong>al</strong>uación<br />
(mediante exploración bajo anestesia, ecografía<br />
endoan<strong>al</strong> y/o RMN pélvica) para descartar la existencia<br />
de abscesos antes de decidir la estrategia terapéutica.<br />
El tratamiento de los abscesos, independientemente<br />
de su loc<strong>al</strong>ización, siempre se basa en su drenaje y el<br />
tratamiento antibiótico asociado.<br />
Infecciones bacterianas en relación <strong>al</strong> tratamiento<br />
inmunomodulador<br />
Esteroides. El uso de esteroides se ha asociado a un<br />
aumento significativo de infecciones en cu<strong>al</strong>quier contexto.<br />
En el caso de la <strong>EII</strong> ha sido poco an<strong>al</strong>izado y quizás<br />
sólo es destacable un aumento significativo en la<br />
incidencia de complicaciones sépticas postoperatorias<br />
(18-19) . Se considera que el riesgo de infecciones<br />
aumenta en relación a la dosis (> 10mg/día de prednisona)<br />
y <strong>al</strong> tiempo de utilización de los esteroides (≥ 2<br />
semanas) (20) . Los estudios controlados en los que se ha<br />
comparado budesonida or<strong>al</strong> frente a placebo, no han<br />
demostrado un aumento en la incidencia de infecciones.<br />
Un aspecto importante en relación <strong>al</strong> uso de esteroides<br />
en pacientes con <strong>EII</strong> y el desarrollo de infecciones,<br />
es su posible interferencia en las manifestaciones<br />
clínicas; es conocido que el uso de esteroides sistémicos<br />
puede enmascarar la sintomatología propia de la<br />
infección (p.ej.: fiebre) o del proceso séptico subyacente<br />
(p.ej.: irritación peritone<strong>al</strong> por perforación intestin<strong>al</strong>),<br />
por lo que, en este contexto la v<strong>al</strong>oración clínica<br />
debe ser extremadamente cuidadosa.<br />
Tiopurinas. Aunque por su mecanismo de acción las tiopurinas<br />
pueden ser causa de neutropenia y linfopenia<br />
y, por tanto, facilitar la aparición de infecciones graves,<br />
fuera de los casos con mielotoxicidad grave asociada no<br />
se considera que estos fármacos aumenten de forma<br />
notoria la incidencia de infecciones bacterianas. Desde<br />
un punto de vista práctico, y a diferencia de lo que ocurre<br />
con los esteroides (de los que todavía existen dudas<br />
sobre un posible efecto favorecedor de complicaciones<br />
sépticas en la EC de patrón penetrante), las tiopurinas<br />
se consideran un fármaco seguro y efectivo en pacientes<br />
con complicaciones penetrantes/perforantes de la<br />
EC. Asimismo, estudios recientes parecen indicar que su<br />
utilización no incrementa la incidencia de complicaciones<br />
sépticas posquirúrgicas (18) .<br />
Datos provenientes de series asistenci<strong>al</strong>es amplias no<br />
han mostrado un especi<strong>al</strong> riesgo de infecciones bacterianas<br />
durante el tratamiento con tiopurinas incluso<br />
cuando éstas se utilizan a largo plazo (21) . Hay que recordar,<br />
sin embargo, que <strong>al</strong>rededor del 0,3% de la población<br />
presenta un déficit completo de actividad TPMT,<br />
lo que conlleva un elevado riesgo de aplasia medular.<br />
Por tanto, su determinación antes de iniciar el tratamiento<br />
con tiopurinas constituye una de las únicas<br />
medidas preventivas para evitar infecciones graves<br />
asociadas <strong>al</strong> tratamiento con azatioprina/6-mercaptopurina.<br />
Por otra parte, una actividad TPMT media o<br />
elevada no excluye la posibilidad de desarrollar mielotoxicidad,<br />
por lo que son obligados los controles de<br />
recuento y fórmula leucocitarios de forma periódica<br />
independientemente del tiempo de tratamiento (22) .<br />
Ciclosporina. El mecanismo de acción de los fármacos<br />
antic<strong>al</strong>cineurínicos (ciclosporina, tacrolimus) implica la<br />
supresión de la respuesta inmunológica de tipo celular.<br />
En el contexto de la <strong>EII</strong>, la utilización de ciclosporina se<br />
encuentra limitada casi de forma exclusiva a los<br />
pacientes con CU resistente a esteroides. Por tanto, los<br />
pacientes que reciben este fármaco se encuentran<br />
habitu<strong>al</strong>mente en una situación clínica de gravedad, a<br />
menudo asociada a m<strong>al</strong>nutrición energético-proteica,<br />
han recibido (y reciben) dosis <strong>al</strong>tas de prednisona (1<br />
mg/Kg/día) y, en caso de buena evolución, recibirán<br />
azatioprina posteriormente. Las series asistenci<strong>al</strong>es<br />
publicadas suelen incluir un limitado número de<br />
pacientes; sin embargo, todo parece apuntar a un<br />
especi<strong>al</strong> riesgo para el desarrollo de infección pulmonar<br />
por Pneumocystis carinii, con una elevada tasa de<br />
mort<strong>al</strong>idad asociada. Este hecho ha motivado que<br />
<strong>al</strong>gunos autores recomienden la profilaxis con trimetoprim/sulfametoxazol<br />
de forma rutinaria mientras se<br />
administre ciclosporina (23) . Una <strong>al</strong>ternativa que parece<br />
ser igu<strong>al</strong>mente eficaz para inducir la remisión de<br />
forma mantenida reduciendo el riesgo de infecciones<br />
oportunistas, es la planteada por nuestro grupo, evitando<br />
el uso de ciclosporina or<strong>al</strong> como puente hacia el<br />
mantenimiento con azatioprina y, por tanto, la triple<br />
terapia inmunomoduladora (esteroides + ciclosporina<br />
+ tiopurinas) (24) .<br />
Metotrexate. El uso de metotrexate en la <strong>EII</strong> es todavía<br />
limitado, probablemente por el escaso número de<br />
estudios controlados que lo apoyan, los resultados<br />
heterogéneos obtenidos hasta el momento y la limitada<br />
tolerancia del fármaco. Por tanto, los datos acerca<br />
de la seguridad a largo plazo provienen en su mayoría<br />
de series de pacientes con patología reumatológica, en<br />
las que el uso del fármaco no parece asociarse a un<br />
riesgo elevado de infecciones bacterianas (25) .<br />
Infliximab. Las infecciones suponen, probablemente,<br />
el mayor problema asociado <strong>al</strong> uso de infliximab. En<br />
series asistenci<strong>al</strong>es se ha comunicado una incidencia<br />
de infecciones del 8-10% de los pacientes tratados,<br />
con 3- 5% de infecciones consideradas graves, siendo<br />
en <strong>al</strong>gunos casos la causa de muerte (3-4) . Por este motivo,<br />
gran parte de las medidas destinadas a ev<strong>al</strong>uar los<br />
pacientes antes de iniciar el tratamiento están encaminadas<br />
a la prevención de complicaciones infecciosas<br />
(Tabla I). Sin lugar a dudas, la infección bacteriana<br />
asociada <strong>al</strong> uso de infliximab que ha creado una<br />
10 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 5 - Nº. 1 - 2006