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CUADERNOS DE BDSM - nº 15
¿ N O S V A M O S D E C O M P R A S ?
U T E N S I L I O S P A R A A Z O T A R : E L L A T I G O
P o r A m a L e n a
Es habitual ir a una tienda o comercio Sex shop y encontrar diversos juguetes para
azotes, desde palas de madera a látigos de raros materiales.
Aparte de la mano, instrumento insustituible, los látigos, paletas, azotes, gatos, y casi
cualquier superficie plana es válida para esos usos. Todo será cuestión de saber qué
utilidad y cuánto tiempo queremos disfrutarlos.
En algunos comercios, intentarán vender los empaquetados, que están bien para juegos
suaves o partes muy sensibles del cuerpo, pero si lo que queremos es un látigo de
verdad, estas cosas hay que saberlas:
Partes del Látigo:
- Cracker o Popper (el "chasqueador", la punta final intercambiable)
- Fall (la parte entre el cracker y el cuerpo trenzado del látigo)
- Thong (el cuerpo en sí...)
El grosor, vendrá dado por el alma y sus tiras:
De 4, 8, 12. 14, 16… y hasta 24.
Bueno, en teoría los de 12 hebras son más flexibles, pero en la práctica no siempre, ya
que al tener hebras más delgadas el trenzado resulta más duro. Ambos funcionan muy
bien cuando están "asentados", es decir, usados.
Los de 12 hebras tienen una apariencia más fina al ser las tiras de cuero más delgadas,
pero los de 8 al tener las tiras más gruesas tienen la ventaja en durabilidad sobre
terrenos abrasivos. Por esto, son muy indicados para trabajo duro o para principiantes,
ojo, practicar sobre un cuerpo no tiene nada que ver con las prácticas y el coger
experiencia sobre un árbol o madera…
El “alma” puede ser de madera, al igual que el mango, textil, son los habituales en
tiendas de productos para equitación, incluso hay quien, de forma inteligente, la va
haciendo con los hilos del trenzado, lo que hace que sea flexible y a la vez resistente.
Pueden ser de varias pieles, de canguro, de vaca, de toro (vergajo).
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