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CUADERNOS DE BDSM - nº 15
- ¿Qué pasó entonces?
S: Nuestro miedo era no pillarnos nadie los dedos porque era algo que nunca se había
hecho. La idea era que el Festival pondría los equipos de música, las luces, toda la
infraestructura y los productos del bar. Y nosotros pondríamos los camareros. Si al final
hubiese beneficios nosotros ganaríamos y si no mala suerte. Yo dije que muy bien pero
que no era justo que las personas que iban a estar allí todo el día y que tenían que actuar
debían cobrar. Entonces se aseguró un mínimo para Foxy y otro para Zara. A partir de
ahí se organizó y fue un éxito.
- ¿Entonces la idea es de Ponce?
S: Sí. Es Ponce quien propone el nombre de Fetish Café.
DZ: Pero es algo que ya existía en el extranjero.
S: Lo que pasó es que al año siguiente Ponce ya no organizo el Festival. Nos lo
propusieron a nosotros y dijimos que no nos interesaba. Pero sí lo organizamos en el
año 2000. Entonces lo que yo hice fue registrar el nombre de Fetish Café, para no
pillarnos los dedos.
- Seguro que muchos han oído hablar del Fetish pero mucha gente en realidad no
sabe qué es o qué se pueden encontrar.
DZ: Un sitio agradable lleno de cosas y parafernalia, un ambiente de mucho respeto,
donde puedes jugar y utilizar las instalaciones y materiales. A cambio colaboras con una
consumición mínima (de 15 euros en las fiestas mensuales y 12 en el resto de eventos).
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