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CUADERNOS DE BDSM - nº 15
El sumiso experimenta una sensación de placer
inacabado, convirtiéndolo en una máquina
inagotable de procurar placer.
Algunas personas de condición sumisa tanto
hombres como mujeres usan el cinturón de
castidad para procurarse placer. Esto puede
considerarse: “autodominación” y puede
conseguirse con este instrumento pues para
poder liberarse hay que poseer “la llave”.
La llave que abre el candado del cinturón de castidad, pertenece al amo, o simplemente
al dueño de la llave, que en inglés se denomina Keyholder. En algunos casos el sumiso
busca alguien, que bien a sabiendas de lo que se le ha confiado, o bien ignorante de lo
que se le ha entregado, puede guardar la llave de algún amigo/a, que use un cinturón de
castidad. Esta puede estar contenida en un paquete grande de tal forma que nunca
llamaría la atención. Y el paquete podría contener como excusa cualquier otra cosa.
También puede confiarse la llave de tal forma que puede entregarse a alguien con la
condición de que la guarde y sólo la devuelva después de un tiempo determinado,
Podrían ser horas o días.
En otras ocasiones el encargado de guardar la llave puede tenerla sin saber lo que
guarda, esta puede estar metida en un sobre con instrucciones exactas del momento en
que debe devolverse el mismo.
Para usar un cinturón de castidad no hace falta el dueño de la llave.
También existen cajas de seguridad las cuales cuentan, además de la combinación
necesaria para abrirlas, con un temporizador. Este temporizador puede ser de horas o
días igualmente. De esta forma el usuario del cinturón de castidad puede condicionar su
libertad al paso de un tiempo, sin ninguna otra forma de obtención de la llave. Así que
en el momento que cierra la caja fuerte con la llave dentro, queda completamente a
merced del paso del tiempo.
Otra forma guardar la llave por el mismo usuario/a del
cinturón es dentro de un molde metálico lleno de azúcar.
Si se procede a poner el azúcar a fuego lento, esta se
solidifica con la llave dentro.
Para sacar la llave es necesario poner de nuevo este molde
a fuego lento, para que el azúcar se derrita, o bien en agua,
pero debiendo esperar bastante tiempo hasta que el agua
diluya el azúcar. De cualquier forma la obtención de la
llave no puede conseguirse en cualquier lugar, lo que a su
vez dificulta la apertura del cinturón pero por otra parte da
cierta seguridad por si le ocurriese algo inesperado,
porque el mismo usuario del cinturón de castidad, es así
mismo dueño de la llave. Pero sin posibilidad en un corto
plazo de tiempo ni con facilidad de utilizarla.
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