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la confusión <strong>de</strong> los íntimos respecto al inicio <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> predicación <strong>de</strong> Jesús<br />
<strong>de</strong> Nazaret nos tenía preocupados. Unos señalaban el bautismo en el Jordán<br />
como el arranque <strong>de</strong> dicho ministerio. Otros, en cambio, hablaban <strong>de</strong>l célebre<br />
y misterioso «milagro» <strong>de</strong> Cana. El resto lo asociaba a la muerte <strong>de</strong>l Bautista.<br />
En suma, un rompecabezas...<br />
Finalmente, arriesgándonos, elegimos la propuesta <strong>de</strong>l Zebe<strong>de</strong>o. El anciano<br />
<strong>de</strong> Saidan nunca habló <strong>de</strong>l comienzo <strong>de</strong> la vida pública. Eso también era cierto.<br />
Basándose en lo dictado por el propio rabí, él estimaba que, antes <strong>de</strong>l periodo<br />
<strong>de</strong> predicación, Jesús <strong>de</strong>dicó unos meses a «otras activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> gran interés<br />
y trascen<strong>de</strong>ncia». Aquello, lógicamente, nos intrigó. En los textos <strong>de</strong> los<br />
evangelistas no hay mención alguna a esas «otras activida<strong>de</strong>s». Tampoco era<br />
<strong>de</strong> extrañar. En el <strong>de</strong>sastre <strong>de</strong> las narraciones evangélicas podía esperarse<br />
cualquier cosa...<br />
Lo averiguaríamos. El reto nos entusiasmó. ¿Qué sucedió en esos meses<br />
previos al ministerio público? ¿Por qué el Zebe<strong>de</strong>o los calificó <strong>de</strong> «especialmente<br />
importantes»? Y si así fue, ¿por qué los escritores sagrados (?) lo silenciaron?<br />
Decidido.<br />
De mutuo acuerdo, Eliseo y quien esto escribe fijamos la fecha: «agosto <strong>de</strong>l<br />
año 25».<br />
Por cierto, ya que lo menciono, sigo sin saber qué hacer con la valiosa documentación<br />
que me facilitó el anciano Zebe<strong>de</strong>o. ¿La incluyo en este diario?<br />
¿La entierro <strong>de</strong>finitivamente? ¿Por qué dudo? ¿Es que lo acaecido en esos<br />
años «secretos» escandalizaría hoy a las personas <strong>de</strong> buena voluntad?<br />
Pero no <strong>de</strong>bo distraerme. Lo <strong>de</strong>jaré en «sus manos»..., como siempre.<br />
¡Año 25!<br />
Eso significaba un seguimiento <strong>de</strong> más <strong>de</strong> cuatro años...<br />
La misión -así lo <strong>de</strong>terminamos- finalizaría, inexorablemente, en febrero o<br />
marzo <strong>de</strong>l 30. De lo contrario nos hallaríamos <strong>de</strong> nuevo ante el peligroso<br />
fenómeno <strong>de</strong> la «ubicuidad».<br />
Eliseo, inasequible al <strong>de</strong>saliento, se felicitó ante lo prolongado <strong>de</strong> la aventura.<br />
Este explorador, en cambio, más cauto, guardó silencio. Por supuesto que me<br />
fascinaba. La sola i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> vivir junto al Hijo <strong>de</strong>l Hombre durante tanto tiempo<br />
me hizo vibrar. Pero la misión <strong>de</strong>bía ser contemplada también en su conjunto.<br />
No todo aparecía tan claro y prometedor. Aunque lo intenté, aunque procuré<br />
olvidarlo, en la memoria <strong>de</strong>stellaban implacables los preocupantes sucesos<br />
vividos como consecuencia <strong>de</strong> las sucesivas inversiones <strong>de</strong> masa. Aquella<br />
amenaza podía arruinarnos, acabando en un instante con el dorado sueño. Y<br />
en mi cerebro, como <strong>de</strong>cía, con una fuerza inusitada -como si <strong>de</strong> un aviso se<br />
tratase-, fueron <strong>de</strong>sfilando los informes <strong>de</strong> Curtiss, mostrados a estos exploradores<br />
poco antes <strong>de</strong>l segundo «salto». En ellos, como ya mencioné, los<br />
expertos <strong>de</strong> la base <strong>de</strong> Edwards recomendaban la inmediata suspensión <strong>de</strong>l<br />
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