26.10.2014 Views

Caballo de Troya 6 - IDU

Caballo de Troya 6 - IDU

Caballo de Troya 6 - IDU

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Sonrió <strong>de</strong> nuevo, haciéndome un guiño.<br />

¡Dios santo!<br />

E incrédulo vacié el contenido en la palma <strong>de</strong> la mano. Lo examiné una y otra<br />

vez y, temiendo lo peor, lo interrogué con la mirada.<br />

-No sea <strong>de</strong>sconfiado -terció al punto, colocándose a la <strong>de</strong>fensiva-. He cumplido<br />

sus ór<strong>de</strong>nes, mayor... En ningún momento he cruzado la línea <strong>de</strong>l<br />

manzano <strong>de</strong> Sodoma...<br />

-Entonces...<br />

E invitándome a pasar a la popa <strong>de</strong> la nave <strong>de</strong>spejó <strong>de</strong>finitivamente el<br />

enigma.<br />

No tuve más remedio que felicitarle. El «trabajo», amén <strong>de</strong> oportuno, fue tan<br />

impecable como imaginativo.<br />

Sabedor <strong>de</strong> la precaria situación económica <strong>de</strong>dicó un tiempo a consultar los<br />

archivos <strong>de</strong> «Santa Claus». Y el or<strong>de</strong>nador le proporcionó la i<strong>de</strong>a...<br />

Inspeccioné <strong>de</strong> nuevo las diminutas, transparentes y luminosas piedras e<br />

intenté encontrar el fallo. No lo conseguí. Los pequeños diamantes -porque <strong>de</strong><br />

eso se trataba- me parecieron perfectos. No eran birrefringentes. En cuanto al<br />

índice <strong>de</strong> refracción, resultó casi idéntico al <strong>de</strong> los verda<strong>de</strong>ros. Sólo el «fuego»<br />

-cuatro veces superior- infundía sospechas.<br />

Sumé las piezas. Veinte. La mayoría <strong>de</strong> unos milímetros y, tres o cuatro, <strong>de</strong><br />

dos centímetros y medio.<br />

¡Increíble!<br />

Las falsas gemas, en efecto, podían sacamos <strong>de</strong>l apuro.<br />

Y Eliseo, complacido, fue a <strong>de</strong>scubrir su particular «mina». El ingeniero había<br />

puesto en marcha una reducida «cámara <strong>de</strong> <strong>de</strong>posición», haciendo crecer<br />

varias láminas <strong>de</strong> diamante. Para ello, auxiliado por el or<strong>de</strong>nador central,<br />

utilizó filamentos <strong>de</strong> tungsteno, manteniendo presiones inferiores a la atmosférica.<br />

Unas <strong>de</strong>scargas <strong>de</strong> microondas, generando el hidrógeno atómico,<br />

hicieron el resto, propiciando el crecimiento <strong>de</strong> las gemas «sintéticas». El<br />

resultado, como digo, impecable..., y salvador.<br />

Con un poco <strong>de</strong> suerte, aquellos «diamantes» serían cambiados por monedas<br />

<strong>de</strong> curso legal o canjeados por artículos que, necesariamente, nos veríamos<br />

obligados a utilizar y consumir en el periplo que nos aguardaba.<br />

La operación, también lo sabíamos, no era muy ortodoxa, pero, dadas las<br />

circunstancias, no teníamos elección.<br />

Y, con el alba, aquel sábado, 24 <strong>de</strong> junio, mi hermano y quien esto escribe<br />

cargaron los sacos <strong>de</strong> viaje, <strong>de</strong>spidiéndose <strong>de</strong>l «portaaviones». La suerte<br />

estaba echada...<br />

Una nueva y fascinante aventura se abría ante nosotros.<br />

1 AL 7 DE SETIEMBRE<br />

84

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!