Caballo de Troya 6 - IDU
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Lamentablemente, estos acontecimientos, registrados, como digo, en septiembre del año 25, no fueron bien entendidos por los últimos seguidores del rabí de Galilea. Tal y como verificaríamos más adelante, Jesús los detalló con toda la claridad de que fue capaz. Sin embargo, fueron tergiversados. Salvo Juan, que no los menciona, los evangelistas y Pablo de Tarso (Hebreos, 2-14) terminarían confundiendo asunto y escenarios, ubicando el encuentro del Maestro con los rebeldes (el Diablo) al otro lado del río Jordán, tras el bautismo por Juan, el Anunciador. Del Hermón, ni palabra. De la trascendental y definitiva toma de conciencia, por parte del Hijo del Hombre, de su naturaleza divina, ni palabra. De sus intensas comunicaciones con Ab-bá en la cumbre de la montaña sagrada, ni palabra. En suma: otro desastre literario de los supuestos escritores sagrados... Como espero tener ocasión de relatar, lo sucedido en el célebre «desierto», tras el bautismo en el Jordán, fue mucho más importante que lo narrado por los evangelistas. Y lo adelanto ya: en dicho retiro no hubo tentación alguna... Creo haberlo mencionado. El Hijo del Hombre fue tentado, sí, pero no por el Diablo. Lo ocurrido en el Hermón no fue una tentación propiamente dicha. Fue un acto de amor. Otro más de aquel magnífico Hombre... Y llegó el final de nuestra estancia en las cumbres de la Gaulanitis. Esa noche, cercano el lunes, 17 de septiembre, antes de retirarnos a descansar, Jesús de Nazaret dio una última orden: -Preparaos. Mañana partiremos. La hora del Hijo del Hombre está próxima... Y así fue. Su hora -la de su vida pública- se acercaba. Y estos exploradores fueron testigos de excepción. Sí, la aventura acababa de empezar... FIN En Ab-bá (Cabo de Plata), siendo las 11.55 horas del martes, 27 de abril de 1999. 313
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Lamentablemente, estos acontecimientos, registrados, como digo, en septiembre<br />
<strong>de</strong>l año 25, no fueron bien entendidos por los últimos seguidores <strong>de</strong>l<br />
rabí <strong>de</strong> Galilea. Tal y como verificaríamos más a<strong>de</strong>lante, Jesús los <strong>de</strong>talló con<br />
toda la claridad <strong>de</strong> que fue capaz. Sin embargo, fueron tergiversados. Salvo<br />
Juan, que no los menciona, los evangelistas y Pablo <strong>de</strong> Tarso (Hebreos, 2-14)<br />
terminarían confundiendo asunto y escenarios, ubicando el encuentro <strong>de</strong>l<br />
Maestro con los rebel<strong>de</strong>s (el Diablo) al otro lado <strong>de</strong>l río Jordán, tras el bautismo<br />
por Juan, el Anunciador. Del Hermón, ni palabra. De la trascen<strong>de</strong>ntal y<br />
<strong>de</strong>finitiva toma <strong>de</strong> conciencia, por parte <strong>de</strong>l Hijo <strong>de</strong>l Hombre, <strong>de</strong> su naturaleza<br />
divina, ni palabra. De sus intensas comunicaciones con Ab-bá en la cumbre <strong>de</strong><br />
la montaña sagrada, ni palabra. En suma: otro <strong>de</strong>sastre literario <strong>de</strong> los supuestos<br />
escritores sagrados...<br />
Como espero tener ocasión <strong>de</strong> relatar, lo sucedido en el célebre «<strong>de</strong>sierto»,<br />
tras el bautismo en el Jordán, fue mucho más importante que lo narrado por<br />
los evangelistas. Y lo a<strong>de</strong>lanto ya: en dicho retiro no hubo tentación alguna...<br />
Creo haberlo mencionado. El Hijo <strong>de</strong>l Hombre fue tentado, sí, pero no por el<br />
Diablo. Lo ocurrido en el Hermón no fue una tentación propiamente dicha. Fue<br />
un acto <strong>de</strong> amor. Otro más <strong>de</strong> aquel magnífico Hombre...<br />
Y llegó el final <strong>de</strong> nuestra estancia en las cumbres <strong>de</strong> la Gaulanitis. Esa noche,<br />
cercano el lunes, 17 <strong>de</strong> septiembre, antes <strong>de</strong> retirarnos a <strong>de</strong>scansar, Jesús <strong>de</strong><br />
Nazaret dio una última or<strong>de</strong>n:<br />
-Preparaos. Mañana partiremos. La hora <strong>de</strong>l Hijo <strong>de</strong>l Hombre está próxima...<br />
Y así fue. Su hora -la <strong>de</strong> su vida pública- se acercaba. Y estos exploradores<br />
fueron testigos <strong>de</strong> excepción.<br />
Sí, la aventura acababa <strong>de</strong> empezar...<br />
FIN<br />
En Ab-bá (Cabo <strong>de</strong> Plata), siendo las 11.55 horas <strong>de</strong>l martes, 27 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong><br />
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