26.10.2014 Views

Caballo de Troya 6 - IDU

Caballo de Troya 6 - IDU

Caballo de Troya 6 - IDU

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

en este pobre y apresurado diario.<br />

¡Cómo me gustaría dominar la pluma! Daría lo poco que me resta <strong>de</strong> vida por<br />

saber trasladar aquellas hermosas y esperanzadoras palabras tal y como Él<br />

las pronunció. Pero soy humano (todavía). No sé si acertaré.<br />

Fue mágico. Ni mi hermano ni yo lo buscamos. Brotó en su momento. Él,<br />

seguramente, lo sabía...<br />

Recuerdo que me hallaba en la tienda. Fue al atar<strong>de</strong>cer <strong>de</strong>l día siguiente,<br />

sábado, 8 <strong>de</strong> septiembre. Acabábamos <strong>de</strong> regresar <strong>de</strong> la tercera y última<br />

excursión a la cumbre <strong>de</strong> la montaña santa. El Maestro y mi compañero se<br />

afanaban en la preparación <strong>de</strong> la cena. Yo aproveché aquellos minutos y<br />

repasé las notas <strong>de</strong> la jornada anterior. De pronto -no sé por qué- me <strong>de</strong>tuve<br />

en una <strong>de</strong> las frases <strong>de</strong> Jesús. Curioso. Este explorador la había subrayado. El<br />

Maestro, refiriéndose a los ángeles, se expresó así:<br />

Y «Son una "realidad" muy parecida a la que os aguarda en el cielo.»<br />

Quedé pensativo.<br />

Por aquel entonces, el tema <strong>de</strong> la muerte era algo que no me agradaba. Sin<br />

embargo, obe<strong>de</strong>ciendo quizá un impulso <strong>de</strong>l subconsciente, lo resalté.<br />

Y en ello estaba, contemplando la frase con perplejidad, cuando, sin previo<br />

aviso, vi aparecer al Galileo en el interior <strong>de</strong>l refugio.<br />

Parecía distraído. Me miró. Sonrió y se excusó:<br />

-¡Vaya!... Me he equivocado <strong>de</strong> tienda... Perdón... Busco la sal...<br />

Dio media vuelta y se dirigió al exterior. Pero, <strong>de</strong> pronto, se <strong>de</strong>tuvo. Giró la<br />

cabeza y, señalando mis escritos, exclamó:<br />

-Yo no dije semáyin...<br />

Cuando reaccioné había <strong>de</strong>saparecido.<br />

Semáyin ?<br />

Caí sobre el diario y, atónito, <strong>de</strong>scubrí que, en efecto, la referida frase <strong>de</strong> los<br />

ángeles se hallaba equivocada. Jesús <strong>de</strong> Nazaret nunca habló <strong>de</strong> «cielo»<br />

(Semáyin), sino <strong>de</strong>l «otro lado» (ohoran atar).<br />

Por supuesto, terminé riendo solo, como un tonto.<br />

¿Se equivocó <strong>de</strong> tienda? Nunca lo creí.<br />

¿Preguntar cómo lo hacía? Ni hablar. Sencillamente, lo hacía...<br />

Minutos <strong>de</strong>spués, reunidos alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> la lumbre, el rabí, guiñándome un ojo,<br />

preguntó:<br />

-¿Tenía o no tenía razón?<br />

Y servidor, como un idiota, replicó:<br />

-Sí, pero, en el fondo, viene a ser lo mismo... -No, Jasón. El cielo, tal y como<br />

vosotros lo interpretáis, tiene poco que ver con el «otro lado».<br />

Y así, mágicamente, fue a hablarnos <strong>de</strong> «algo» a lo que nunca quise enfrentarme.<br />

Una realidad, sin embargo, a la que nadie escapa.<br />

Mi hermano, captando parte <strong>de</strong> lo sucedido, le puso el tema en ban<strong>de</strong>ja.<br />

-Ya que hablas <strong>de</strong> la muerte. Señor, dime: ¿no te asusta? La respuesta fue<br />

298

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!