26.10.2014 Views

Caballo de Troya 6 - IDU

Caballo de Troya 6 - IDU

Caballo de Troya 6 - IDU

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

mente enterradas, <strong>de</strong> casi tres metros, sosteniendo, en forma <strong>de</strong> techumbre,<br />

otra enorme laja plana. En este caso, la colosal estructura carecía <strong>de</strong> las<br />

habituales cámaras funerarias.<br />

Pasé mucho tiempo a la sombra <strong>de</strong> aquella impresionante construcción. Y<br />

siempre me pregunté lo mismo: ¿cómo la levantaron? O mucho me equivocaba<br />

o la roca superior pesaba más <strong>de</strong> dos toneladas...<br />

Y al norte, a poco más <strong>de</strong> 800 metros por encima <strong>de</strong> la mesetas, el pico<br />

nevado, refulgente, <strong>de</strong>l Hermón, amado <strong>de</strong> cerca por el verdiazul <strong>de</strong> los<br />

bosques.<br />

Quedamos extasiados. Pero no..., no lo habíamos visto todo.<br />

Acto seguido, auxiliados por el Maestro, nos centramos en el montaje <strong>de</strong> la<br />

tienda y en la organización <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>sta impedimenta. El rústico refugio,<br />

muy próximo al <strong>de</strong>l Galileo, quedó listo en cuestión <strong>de</strong> minutos.<br />

Y en ello estábamos cuando, <strong>de</strong> pronto, en el silencio <strong>de</strong> los dos mil metros,<br />

sonó algo.<br />

Mi hermano y yo, soltando los petates, nos miramos atónitos.<br />

El pensamiento fue el mismo. Pero, discreta y pru<strong>de</strong>ntemente, no hicimos<br />

comentario alguno.<br />

Al poco, el increíble «ruido» se repitió. Esta vez más nítido.<br />

No había duda...<br />

Jesús, atareado en el anclaje <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los vientos, captó nuestra inquietud.<br />

Nos miró y, divertido, esbozó una media sonrisa. Pero siguió a lo suyo.<br />

La tercera tanda fue, incluso, más espectacular. Procedía, al parecer, <strong>de</strong>l<br />

flanco oriental <strong>de</strong> la meseta. Pero allí sólo se distinguían los árboles.<br />

De improviso, sobre los cedros, apareció la silueta <strong>de</strong> una rapaz. No estoy<br />

seguro, pero juraría que se trataba <strong>de</strong> una «perdicera» <strong>de</strong> gran tamaño,<br />

dotada con la fuerza <strong>de</strong>l águila y la agilidad <strong>de</strong>l halcón.<br />

Planeó lenta y majestuosa, trazando círculos al otro lado <strong>de</strong> la arboleda.<br />

Súbitamente se <strong>de</strong>jó caer en un rápido e impecable picado, <strong>de</strong>sapareciendo<br />

por <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l bosque. Y al instante, el <strong>de</strong>sconcertante e «imposible» sonido...<br />

¡Eran disparos!... ¡Ráfagas!<br />

Creí que alucinaba.<br />

¿Disparos? ¿En el año 25?<br />

Medio minuto <strong>de</strong>spués el águila reapareció, alejándose hacia el Hermón. Y las<br />

«ráfagas <strong>de</strong> ametralladora» cesaron.<br />

Esperamos un nuevo tableteo. Nada. Silencio. No volveríamos a escucharlo.<br />

A la mañana siguiente llegaría la explicación...<br />

Concluida la faena, el Maestro buscó el sol. Podía ser la «décima» (las cuatro<br />

<strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>). Faltaban, pues, algo más <strong>de</strong> dos horas para el ocaso.<br />

Y, atento y servicial, preguntó:<br />

-¿Qué tal un baño antes <strong>de</strong> la cena?<br />

¿Un baño? ¿A dos mil metros <strong>de</strong> altitud?<br />

241

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!