26.10.2014 Views

Caballo de Troya 6 - IDU

Caballo de Troya 6 - IDU

Caballo de Troya 6 - IDU

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Lástima que el profesor Beals, <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Beirut, no tuviera oportunidad<br />

<strong>de</strong> verificar semejante <strong>de</strong>rroche. Seguramente habría modificado sus<br />

conclusiones. No pongo en duda los argumentos <strong>de</strong> los expertos: la tala indiscriminada<br />

<strong>de</strong> la codiciada riqueza <strong>de</strong>l Hermón -el cedro- pudo hacer peligrar<br />

la supervivencia <strong>de</strong> los venerados erez. Testimonios como el <strong>de</strong>l primer<br />

libro <strong>de</strong> los Reyes (5, 20) y el <strong>de</strong> Esdras (2, 7) así lo atestiguan. Pero <strong>de</strong> eso<br />

hacía ya mucho tiempo. La montaña, evi<strong>de</strong>ntemente, se recuperó, convirtiendo<br />

el norte <strong>de</strong> la Gaulanitis en el más gran<strong>de</strong> e intrincado bosque <strong>de</strong> toda<br />

Palestina.<br />

Recuerdo bien los primeros pasos entre los altos erez-la «gloria <strong>de</strong>l Líbano»,<br />

según Isaías-, la mayoría <strong>de</strong> 20 y 30 metros, con el ramaje en can<strong>de</strong>labro,<br />

filtrando con cuentagotas los audaces rayos <strong>de</strong>l sol. Mi hermano, sonriente, se<br />

volvió, <strong>de</strong>stacando la fortísima y dulce fragancia <strong>de</strong> la espesura. Un aroma<br />

casi sofocante que terminaría impregnando ropas y enseres.<br />

Y en lo más alto, entre el ramaje y los ondulados troncos gris plomo, la inevitable<br />

y <strong>de</strong>senfada tropa alada, <strong>de</strong>scendiendo en ocasiones hasta un nahal<br />

Hermón igualmente <strong>de</strong>spreocupado, rápido y prematuramente encanecido<br />

por rocas, <strong>de</strong>sniveles y pequeñas cascadas.<br />

No soy capaz <strong>de</strong> explicarlo, pero, al ingresar en aquellas alturas, conforme<br />

ascendíamos, «algo» en mi interior <strong>de</strong>splegó las alas, convirtiéndome en otra<br />

persona. No voy a <strong>de</strong>cir que mejor, pero sí más feliz. ¿O fue quizá la seguridad<br />

<strong>de</strong>l inminente encuentro con el rabí <strong>de</strong> Galilea?<br />

Y rondando la «nona» (las tres <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>), Tiglat se <strong>de</strong>tuvo.<br />

En mitad <strong>de</strong>l bosque, a escasa distancia <strong>de</strong>l escandaloso aprendiz <strong>de</strong> río, se<br />

alzaba el famoso «refugio» <strong>de</strong> piedra. Toda una <strong>de</strong>silusión...<br />

Pero, ¿qué habíamos imaginado? ¿Una casa robusta y espaciosa? Nada <strong>de</strong><br />

eso.<br />

El mo<strong>de</strong>sto habitáculo -por llamarlo <strong>de</strong> alguna manera- consistía en un<br />

montón <strong>de</strong> pequeñas y medianas rocas, apiladas en semicírculo, <strong>de</strong> un metro<br />

<strong>de</strong> diámetro por otro <strong>de</strong> altura y techado con ramas <strong>de</strong> cedro. En suma: una<br />

especie <strong>de</strong> «<strong>de</strong>spensa» o «almacén», habilitado únicamente para las provisiones.<br />

El guía, adusto y en silencio, procedió a la <strong>de</strong>scarga <strong>de</strong>l asno, introduciendo<br />

las viandas en el «refugio». No permitió que le ayudásemos.<br />

El corazón aceleró.<br />

¿Dón<strong>de</strong> estaba el Maestro?<br />

Por un momento, siendo lunes, uno <strong>de</strong> los días acordado para el suministro <strong>de</strong><br />

comida, imaginé que estaría allí, aguardando...<br />

Nueva <strong>de</strong>silusión.<br />

El bosque aparecía <strong>de</strong>sierto. Y me consolé: «No pue<strong>de</strong> tardar...»<br />

Y durante algunos minutos me entretuve en una minuciosa inspección <strong>de</strong> la<br />

falda a la que fuimos a parar. La rampa apuntaba directamente al norte. El<br />

233

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!