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CABALLO DE TROYA 6 (HERMÓN) - J. J
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A qué negarlo. Me sentí decepcion
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el irritante asunto de la escasez d
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forraje, en cambio, era otra cuesti
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acuerdo con esas mismas costumbres-
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Valoré pros y contras y, desconcer
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«... Amad a los hombres con el mis
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la semana, abandoné el Ravid con e
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este explorador llamaba a las puert
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expuso a la totalidad de los íntim
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Claro que me resultó familiar...
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El hecho no pasó desapercibido par
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necía. ¿Cómo explicar a los crey
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años), pero nunca en la mañana o
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cuestión de días o semanas... Y l
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Pedro, adoptó una iniciativa simil
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«iglesia». Se confunden cuantos h
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Y el «oso», acompañado por el Ze
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El Maestro aparece de pronto en el
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Dicho esto, el «Hombre» desaparec
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Pedro, entre otras cosas, le dice:
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«Debéis marchar, predicando el am
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los frutos inmediatamente, a travé
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esas diecinueve «presencias» osci
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Segunda: los gentiles y prosélitos
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Como se recordará, este estricto a
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años-luz de la buena nueva. Se con
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evangelio no era eso. La buena nuev
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esurrección, fueron siempre más s
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Para mi hermano, ese «cuerpo glori
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en plena fiesta de la Pascua, colm
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que suponía la ida y la vuelta no
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Repasé las cajas con nerviosismo.
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la primera cripta, reposaban unos o
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Nueva ojeada al exterior. El zorro
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El cráneo, en resumen, era clarame
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Y apreté el paso, ansioso por ingr
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por cada uno de estos procesos, el
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Para ambos estaba claro. No obstant
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aquella interesante conversación.
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lemente hacia el siglo IV, se adue
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las nítidas palabras de Gabriel:
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Eliseo y yo nos miramos. E instinti
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la confusión de los íntimos respe
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Poco antes del crepúsculo, los bar
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-De primera... Las primeras luces d
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vertido hasta el estacionario: seis
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Perfecto. Inferior a lo programado.
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propiciando el descontrol de la óx
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Pero las sorpresas no habían termi
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«Sí -me dije, buscando un mínimo
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Claus», convertido de pronto en en
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No supe contestar. Mejor dicho, no
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momento amargo. El primer enfrentam
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Dineros. Optamos por introducir qui
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catástrofe, dejándonos en aquel
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saldría bien... Era extraño. Habl
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No tuvimos opción. El ingeniero cu
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Zalmon. Por prudencia seleccionamos
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«Perfecto -me dije-. Eso significa
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Discutimos. Yo defendía la hipóte
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chamos un griterío. Nos miramos in
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mentes y voluntades, haciéndoles v
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nuestros cálculos -apoyados en el
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Aquel rapaz, plantado a metro y med
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Durante un trecho casi no hablamos.
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o nada tenía que ver con lo hoy co
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a otros «inquilinos» de la zona,
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tentado estuve de confesar mis sosp
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sin conflictos. Pero el rudo carava
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parásito de la encina, un insecto
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equivocó... Y al alcanzar la cola
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estaba siendo apaleado. En efecto,
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Al coronar una de las rebeldes pend
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de los oportunos y benéficos puest
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A la derecha y al frente, en forma
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haber. Al término de la oscura y f
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allí estaba, al frente de una posa
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posibilidad de discusión. «Aquell
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-¡Lo ha hecho!... ¡Lo ha hecho! S
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Sitio retiró la sopa, alejándose
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Mi hermano, tenaz, insistió. -Hijo
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de Troya lo prohibían terminanteme
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Comprendí. Había tenido un sueño
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Y entre el Gebel-esh-Sheikh (la «m
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mento». Por encima del Meroth, a u
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- Page 252 and 253: -Eso obedece a los designios del Pa
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hombre respeta la Ley. Ahora es el
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Jesús de Nazaret, complacido con l
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-¿Tú enviaste a ese Espíritu? -A
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-Pensadlo. Ya me diréis... Mejor d
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Eliseo y quien esto escribe, casi m
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definitiva, tenéis diferentes conc
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Nazaret debía esperar. Yo, en camb
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-De la fe. -Eso tiene gracia -terci
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Obedecí, naturalmente. Y el cayado
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Él te sostiene y te da... antes de
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maneció atento a cualquier sonido.
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Esa misma noche, tras la cena, no p
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más allá. -Un momento -clamó el
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categórica. Fulminante. -Responde
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Acto seguido, enlazando con algo qu
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tamos por nosotros mismos? ¿Por qu
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Sonrió compasivo y recalcó: -Tene
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Y exclamó, cerrando aquella inolvi
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cometido y mi amigo escapó con bie
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orden. Fue inútil. Los rebeldes, e
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Lamentablemente, estos acontecimien