26.10.2014 Views

Caballo de Troya 6 - IDU

Caballo de Troya 6 - IDU

Caballo de Troya 6 - IDU

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

or<strong>de</strong>nó que consumiera el citado estómago <strong>de</strong> liebre. En el pasaje en cuestión<br />

no se menciona nada semejante. El ángel habla <strong>de</strong> la esterilidad <strong>de</strong> la esposa<br />

<strong>de</strong> Manóaj y, simplemente, le prohíbe beber vino y comer alimentos impuros.<br />

La cuestión es que, con el paso <strong>de</strong>l tiempo, el texto resultaría <strong>de</strong>formado,<br />

montándose un floreciente negocio a cuenta <strong>de</strong> las pobres amabet.<br />

Los cerebros, por su parte, eran igualmente valorados. En especial por las<br />

madres. Estas supersticiosas gentes estaban convencidas <strong>de</strong> que el simple<br />

roce sobre las encías <strong>de</strong> los bebés conjuraba los dolores provocados por los<br />

primeros dientes.<br />

La liebre palestina, <strong>de</strong>finitivamente, no tenía suerte. En el colmo <strong>de</strong> la ignorancia<br />

y <strong>de</strong>l retorcimiento, rabinos y «auxiliadores» recomendaban, incluso,<br />

que no se la mirase fijamente y, mucho menos, que fuera <strong>de</strong>seada sexualmente.<br />

Si esto ocurría, Yavé fulminaba al «pecador» con el <strong>de</strong>fecto conocido<br />

como «labio leporino».<br />

Pero nuestra sorpresa llegó al límite cuando Tiglat aseguró convencido que<br />

todas las liebres eran <strong>de</strong> sexo femenino. Aquella era otra creencia, firmemente<br />

arraigada, nacida quizá <strong>de</strong>l propio término (amabet es una palabra<br />

femenina). Como mucho, tras una encendida discusión, el fenicio aceptó que<br />

«un año podían ser machos y al siguiente, irremediablemente, hembras».<br />

Insistir era inútil. Y ahí lo <strong>de</strong>jamos.<br />

Cuando le llegó el turno al lobo, el temido y respetado zeeb, también<br />

aprendimos algo.<br />

Durante los inviernos, sobre todo en los más crudos, <strong>de</strong>scendían en manadas<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Hermón, llegando hasta los pantanos <strong>de</strong>l Hule. Algunos <strong>de</strong> los vecinos<br />

habían sido ferozmente atacados. Y Tiglat añadió otro dato preocupante:<br />

la zona <strong>de</strong> las «cascadas», muy próxima al campamento <strong>de</strong> Jesús <strong>de</strong> Nazaret,<br />

era uno <strong>de</strong> los parajes habitualmente frecuentado por los zeeb. Allí, en <strong>de</strong>finitiva,<br />

acudían a abrevar la mayor parte <strong>de</strong> los animales <strong>de</strong>l bosque...<br />

Para capturarlos, los montañeses se valían <strong>de</strong> lazos y trampas. Y todo en él<br />

era aprovechado.<br />

Con la piel cubrían el calzado, aliviando la marcha <strong>de</strong>l caminante. También la<br />

vendían en pequeñas porciones, previamente empapadas en vino o vinagre.<br />

Al comerla -aseguraban-, los sueños eran benéficos..., y eróticos.<br />

Los dientes, como los cerebros <strong>de</strong> las liebres, se utilizaban para restregar las<br />

encías <strong>de</strong> los niños, eliminando (?) el dolor <strong>de</strong> las incipientes <strong>de</strong>ntaduras.<br />

En cuanto al corazón -siguiendo otra vieja creencia-, la familia lo secaba,<br />

vendiéndolo como un mágico talismán contra los propios lobos. La mejor<br />

«arma», sin embargo, era la manteca que <strong>de</strong>stilaban los riñones <strong>de</strong> león. Si el<br />

viajero se embadurnaba con ella, ningún lobo osaba acercarse. Así nos lo juró<br />

Tiglat. El problema, claro, era cómo conseguir semejante «ungüento»...<br />

Para unos y otros -judíos y gentiles-, este <strong>de</strong>predador era el símbolo vivo <strong>de</strong><br />

la traición. Su cuello corto -<strong>de</strong>cían- era la prueba irrefutable. Y aseguraban<br />

209

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!