26.10.2014 Views

Caballo de Troya 6 - IDU

Caballo de Troya 6 - IDU

Caballo de Troya 6 - IDU

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

-¿Qué pasa? ¿Qué has visto?<br />

Y transmití lo que ofrecía la visión IR. El espectro infrarrojo no alucinaba.<br />

A medio centenar <strong>de</strong> metros, al fondo <strong>de</strong> la pista, surgieron en la oscuridad<br />

seis figuras rojas y azules verdosas.<br />

-Veo un individuo y...<br />

Hice una pausa, asegurándome.<br />

-Un individuo y qué más...<br />

-Las «crótalos» presentan otras cinco imágenes. Parecen perros... El hombre<br />

va armado. En el cinto se distingue una daga...<br />

-Pero -añadí estupefacto-, eso es imposible...<br />

-¿Imposible? ¿Qué es imposible? ¿La daga?<br />

Dudé. Y <strong>de</strong>jé que el grupo se aproximara un poco más.<br />

-¡Jasón!...<br />

Finalmente, consciente <strong>de</strong> la locura que iba a pronunciar, aclaré:<br />

-El individuo no canta... Se limita a sujetar los animales con sendas cuerdas.<br />

Eliseo, mirándome con terror, subrayó:<br />

-¡Locos!... ¡Estamos locos!<br />

Acto seguido, remachó, hundiéndome:<br />

-Entonces, los que cantan son los perros... ¿Perros que entonan «tirolesas»?<br />

¿Que ríen a carcajadas?<br />

Sí, <strong>de</strong> locos, pero eso era lo que tenía ante mí.<br />

Y sucedió lo inevitable.<br />

El caminante, <strong>de</strong> pronto, se <strong>de</strong>tuvo, reteniendo con dificultad a los cada vez<br />

más inquietos canes.<br />

Los animales nos <strong>de</strong>tectaron. Y la «música», <strong>de</strong>scompuesta, emborronada<br />

con las no menos increíbles «risas», creció y creció, consecuencia, supongo,<br />

<strong>de</strong>l fino olfato <strong>de</strong> los compañeros <strong>de</strong>l alto y sudoroso paisano. Rostro y manos,<br />

en efecto, ahora en un color plata fulgurante, <strong>de</strong>notaban el esfuerzo <strong>de</strong> la<br />

marcha.<br />

-¡Quién va!<br />

La voz, autoritaria y amenazante, <strong>de</strong>jó las cosas claras.<br />

¿Qué hacíamos?<br />

En décimas <strong>de</strong> segundo, ante la posibilidad <strong>de</strong> que soltara los perros, preparé<br />

la «vara». Con suerte, si atacaban, uno o dos caerían fulminados antes <strong>de</strong> que<br />

se nos echaran encima. Después, ya veríamos...<br />

Afortunadamente, mi hermano reaccionó. Saltó al centro <strong>de</strong>l camino y, alzando<br />

la voz, replicó con un claro y contun<strong>de</strong>nte Shalom, oheb! («Paz,<br />

amigo»).<br />

Sin dudarlo me sumé al temerario gesto, saludando en los mismos términos y<br />

sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> apuntar a los cráneos <strong>de</strong> los excitados animales. El rojo encendido<br />

y pulsante <strong>de</strong> los cuerpos, con las fauces blancas y babeantes, me sobrecogió.<br />

A pesar <strong>de</strong> la protección <strong>de</strong> la «piel <strong>de</strong> serpiente», aquellas bestias podían<br />

201

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!