26.10.2014 Views

Caballo de Troya 6 - IDU

Caballo de Troya 6 - IDU

Caballo de Troya 6 - IDU

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Yavé era la clave. No exageraba. El Dios <strong>de</strong>l Sinaí, en buena medida, era el<br />

responsable <strong>de</strong> tanta miseria, marginación y error. Naturalmente, con el paso<br />

<strong>de</strong> los siglos, «otros» contribuyeron también a endurecer la ya lamentable<br />

situación.<br />

Éste fue el arranque <strong>de</strong> la esclarecedora conversación que sostuvimos<br />

mientras ganábamos terreno.<br />

-¿Yavé?... ¿Y por qué Yavé? Se supone que es Dios...<br />

-Sí -argumenté-, un Dios extraño. Negativo.<br />

Y me centré en los hechos.<br />

-Recuerda algunos pasajes <strong>de</strong>l Pentateuco. ¿Qué dice el Levítico?<br />

«... Pero, si no me escuchareis, ni cumpliereis todos mis mandamientos, si<br />

<strong>de</strong>spreciareis mis leyes y no hiciereis caso <strong>de</strong> mis juicios, <strong>de</strong>jando <strong>de</strong> hacer lo<br />

que tengo establecido, e invalidando mi pacto, ved aquí la manera con que yo<br />

también me portaré con vosotros: Os castigaré prontamente con hambre, y<br />

con un ardor que os abrasará los ojos, y consumirá vuestras vidas...» (Levítico<br />

XXVI, 14-16).<br />

Eliseo guardó silencio. Extraño Dios, sí...<br />

-... ¿Y qué sucedió cuando Aarón y María murmuraron contra Moisés por<br />

haber tomado por esposa a una kusita [etíope]? La cólera <strong>de</strong> Yavé se encendió<br />

contra ellos y María terminó leprosa, «blanca como la nieve». Aarón lo tuvo<br />

claro. Aquel ataque <strong>de</strong> zaráat (¿lepra?) era cosa <strong>de</strong> Dios. Y pidió a su hermano<br />

Moisés que intercediera (Números 12, 1-15).<br />

»En el Deuteronomio (28, 21-27) -continué- Yavé insiste: «Si no escuchas la<br />

voz <strong>de</strong>l Señor..., entonces, el Señor traerá sobre ti mortandad... Te herirá <strong>de</strong><br />

tisis y fiebre..., y con la úlcera <strong>de</strong> Egipto, con tumores, con sarna, y con<br />

comezón...»<br />

»Y más a<strong>de</strong>lante (Deuteronomio 32-39), el <strong>de</strong>spiadado Dios (?) aclara: «Yo<br />

he herido y yo sano... Si obras con rectitud, ninguna <strong>de</strong> estas enfermeda<strong>de</strong>s<br />

caerá sobre ti.»<br />

-Menos mal... -murmuró mi compañero, perplejo.<br />

-El Deuteronomio, como sabes, está plagado <strong>de</strong> avisos similares.<br />

«... Yavé te castigará con la locura, con la ceguera y con el frenesí, <strong>de</strong> suerte<br />

que andarás a tientas en medio <strong>de</strong>l día, como suele andar un ciego ro<strong>de</strong>ado <strong>de</strong><br />

tinieblas... Te herirá el Señor con úlceras malignísimas en las rodillas y en las<br />

pantorrillas, y <strong>de</strong> un mal incurable <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la planta <strong>de</strong>l pie hasta la coronilla...<br />

el Señor acrecentará tus plagas y las <strong>de</strong> tu <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia, plagas gran<strong>de</strong>s y<br />

permanentes, enfermeda<strong>de</strong>s malignas e incurables; y arrojará sobre ti todas<br />

las plagas <strong>de</strong> Egipto, que tanto te horrorizaron, las cuales se apegarán a ti<br />

estrechamente. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> esto enviará el Señor sobre ti todas las dolencias<br />

y llagas, que no están escritas en el libro <strong>de</strong> esta Ley, hasta aniquilarte.»<br />

Guardamos silencio. Y creo que pensamientos y corazones volaron al unísono<br />

hasta el Hermón.<br />

180

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!