26.10.2014 Views

Caballo de Troya 6 - IDU

Caballo de Troya 6 - IDU

Caballo de Troya 6 - IDU

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Aprecié claros síntomas <strong>de</strong> calvicie. Una alopecia frontal, <strong>de</strong> tipo masculino.<br />

Supongo que insatisfecha con mis palabras terminó dándome la espalda.<br />

Entonces, bajo la mugrienta túnica, muy próximo a la nuca, <strong>de</strong>scubrí un bulto<br />

sospechoso. Probablemente, otra acumulación <strong>de</strong> grasa. La típica «giba <strong>de</strong><br />

búfalo» que presentan los afectados por el llamado síndrome <strong>de</strong> Cushing. Un<br />

cuadro clínico provocado por el <strong>de</strong>fectuoso funcionamiento <strong>de</strong> la corteza<br />

suprarrenal. En suma, una excesiva secreción <strong>de</strong> cortisol, una hormona<br />

adrenocortical . Si era lo que sospechaba, la notable obesidad tenía que estar<br />

propiciada por dicho mal.<br />

Y ante mi sorpresa, impúdica, la mujer fue a levantar los bajos <strong>de</strong> la túnica,<br />

mostrando un enorme trasero.<br />

El <strong>de</strong>svergonzado gesto revelaría algo que confirmó el diagnóstico.<br />

La piel, en efecto, aparecía frágil, atrófica y <strong>de</strong>jando transparentar las vénulas.<br />

Los flancos y raíces <strong>de</strong> los muslos se hallaban arrasados por las características<br />

estrías rojovinosas. En cuanto a las piernas, flacas como palillos, contrastando<br />

con el pronunciado vientre en péndulo, remataban el <strong>de</strong>sastre con un<br />

racimo <strong>de</strong> equimosis y otras manchas rojas (púrpura).<br />

No había duda. La mujer era víctima <strong>de</strong>l síndrome <strong>de</strong> Cushing. Una patología<br />

que, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> lo ya <strong>de</strong>scrito, coloca al paciente en una no menos <strong>de</strong>licada<br />

inferioridad psíquica.<br />

La segunda, envuelta en un grueso manto <strong>de</strong> lana, tiritando <strong>de</strong> pies a cabeza,<br />

se llevó el <strong>de</strong>do índice izquierdo a la sien y me dio a enten<strong>de</strong>r que su compañera<br />

no estaba muy cuerda. Después, confiada, se acercó. Cabello, cejas y<br />

pestañas casi habían <strong>de</strong>saparecido.<br />

Tomó mis manos. La piel <strong>de</strong> la anciana, helada, seca, dura, amarillenta y<br />

escamosa, me alarmó.<br />

¿Cuál era su mal?<br />

Y con voz lenta y áspera preguntó:<br />

-¿Buscas a Assi?<br />

Asentí <strong>de</strong>sconcertado.<br />

-Él es muy bueno -añadió <strong>de</strong>spacio. Muy <strong>de</strong>spacio-. Cuida <strong>de</strong> nosotros...<br />

Ahora está procurando cena...<br />

Segunda confirmación. El responsable <strong>de</strong>l kan se hallaba ausente.<br />

Acto seguido, apretando mis manos, formuló algo absurdo:<br />

-Hace frío... No consigo acostumbrarme... Hace mucho frío...<br />

Perplejo, no acerté a respon<strong>de</strong>r.<br />

¿Frío? ¿En pleno agosto? En aquellos momentos, y en aquella «jungla», no<br />

creo que la temperatura bajase <strong>de</strong> 20 o 25 grados...<br />

Y alzando la voz <strong>de</strong> arriero exclamó:<br />

-¿Qué dices? No te oigo...<br />

Negué con la cabeza. No había dicho nada. Probablemente era sorda. Pensé<br />

en un hipotiroidismo, otro ¡ déficit en la secreción <strong>de</strong> las hormonas tiroi<strong>de</strong>as.<br />

177

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!