26.10.2014 Views

Caballo de Troya 6 - IDU

Caballo de Troya 6 - IDU

Caballo de Troya 6 - IDU

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>de</strong> <strong>Troya</strong> lo prohibían terminantemente.<br />

Entonces...<br />

En esos instantes, como <strong>de</strong>cía, no comprendí. El «aviso» (?) no iba en esa<br />

dirección. No se trataba <strong>de</strong> auxiliar al pelirrojo. La «advertencia» (?) apuntaba<br />

«más allá»...<br />

El niño, en efecto, sería una pieza clave a la hora <strong>de</strong> analizar y constatar uno<br />

<strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s prodigios <strong>de</strong>l rabí <strong>de</strong> Galilea. Pero <strong>de</strong>mos tiempo al tiempo...<br />

Finalmente, rendido y confuso, caí en un profundo y reparador sueño. Y «viví»<br />

una extraña ensoñación. Otra más.<br />

Por supuesto, jamás la olvidaré...<br />

19 DE AGOSTO, DOMINGO<br />

Ahora, tan lejos y tan cerca <strong>de</strong> aquella inolvidable aventura, me estremezco.<br />

Estoy seguro. Y me gustaría gritárselo al mundo: nada es casual. El azar no<br />

existe. La ensoñación que me visitó en la posada <strong>de</strong>l cruce <strong>de</strong> Qazrin es una<br />

prueba más...<br />

Ahora lo sé. Me fue ofrecida «en su momento» para que supiera, y pudiera dar<br />

fe, que todo, en la vida, se halla atado y bien atado. Otra cuestión es que no<br />

comprendamos esos <strong>de</strong>signios.<br />

Y al verificar lo que verificamos llegamos a la misma conclusión: nuestra<br />

misión era «mágica». Nuestro trabajo, sí, fue minuciosa y magistralmente<br />

diseñado por la USAF..., y por Alguien infinitamente más po<strong>de</strong>roso y sublime.<br />

No, no estábamos allí por casualidad...<br />

Pero vayamos al extraño y premonitorio «sueño». Lo recuerdo con una niti<strong>de</strong>z<br />

escalofriante.<br />

Nos encontrábamos a orillas <strong>de</strong>l yam. Era una al<strong>de</strong>a. Quizá Saidan. En la<br />

ensoñación no aparecía con claridad. Ahora, sin embargo, sé que se trataba<br />

<strong>de</strong>l pequeño pueblo <strong>de</strong> pescadores.<br />

Era invierno. Todos nos cubríamos con los pesados ropones.<br />

El sol estaba a punto <strong>de</strong> caer por <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l Ravid.<br />

De pronto, uno <strong>de</strong> los íntimos llamó la atención <strong>de</strong>l Maestro. Por el camino <strong>de</strong><br />

Nahum se acercaba una multitud.<br />

Salimos a la calle.<br />

El gentío, al ver a Jesús, se <strong>de</strong>tuvo. Eran cientos. La mayoría, enfermos y<br />

lisiados. Cojos, ciegos, mancos, paralíticos...<br />

Y por <strong>de</strong>lante, un querido amigo: «Denario».<br />

Gritaban. Imploraban. Rogaban al rabí que hiciera un milagro, que tuviera<br />

piedad <strong>de</strong> ellos...<br />

El pelirrojo había crecido.<br />

Uno <strong>de</strong> los discípulos se acercó al Galileo y le susurró al oído. En el sueño supe<br />

lo que <strong>de</strong>cía:<br />

165

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!