26.10.2014 Views

Caballo de Troya 6 - IDU

Caballo de Troya 6 - IDU

Caballo de Troya 6 - IDU

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

allí estaba, al frente <strong>de</strong> una posada <strong>de</strong> mala muerte, «entre bastardos e incultos<br />

galileos».<br />

Hizo una pausa. Mojó los <strong>de</strong>scompuestos y churretosos labios rojos en el vino<br />

y, <strong>de</strong> pronto, los ojos chispearon. Y, solemne, proclamó:<br />

-Pero esto no durará mucho... Pronto hallaré la fortuna.<br />

¿Quién lo hubiera imaginado? Acertó, sí, pero no como suponía. La fortuna, en<br />

efecto, la visitaría. Una «fortuna» con nombre propio: Jesús <strong>de</strong> Nazaret...<br />

Apuró la bebida y, excusándose, retornó a la «cocina». La cena -aseguróestaría<br />

lista antes <strong>de</strong>l anochecer.<br />

Tentado estuve <strong>de</strong> volver al camino. La tardanza <strong>de</strong> Eliseo empezaba a inquietarme.<br />

Sin embargo, esperé.<br />

Me alcé y, tomando una <strong>de</strong> las lámparas <strong>de</strong> aceite, fui a inspeccionar «algo»<br />

que me tenía intrigado. La totalidad <strong>de</strong> los muros, incluyendo el <strong>de</strong> las troneras,<br />

aparecía cubierta con una excitante «<strong>de</strong>coración».<br />

Aproximé la flama.<br />

Curioso...<br />

«Aquello» no era lo habitual en las toscas y primitivas posadas <strong>de</strong> Palestina.<br />

Me paseé ante la pared <strong>de</strong> la entrada y mi asombro fue en aumento.<br />

De vez en cuando, expectante, la patrona lanzaba algunas miradas. Mi curiosidad,<br />

seguramente, la complació. No <strong>de</strong>bía <strong>de</strong> ser muy normal que los<br />

rudos visitantes se interesasen por aquella muestra <strong>de</strong> su innegable sensibilidad.<br />

No sé cuántos acerté a leer. Quizá veinte o treinta. Lo cierto es que, tras la<br />

lectura <strong>de</strong> los «cuadros», mi confusa opinión sobre Sitio fue <strong>de</strong>spejándose.<br />

Como <strong>de</strong>cía, aquel ser era más inteligente e inquieto <strong>de</strong> lo que aparentaba.<br />

Con paciencia y sabiduría, la dueña había ido colgando <strong>de</strong> las gastadas y<br />

<strong>de</strong>sabridas piedras <strong>de</strong>cenas <strong>de</strong> pequeñas y gran<strong>de</strong>s planchas <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra,<br />

pintadas o grabadas con sutiles, acertados e insinuantes dichos y adagios. La<br />

mayoría en arameo. Otros en el griego «internacional» (la koiné) y algunos en<br />

latín.<br />

Esa noche, al retirarnos, me apresuré a tomar buena nota <strong>de</strong> los más significativos.<br />

«Comer sin beber -rezaba uno <strong>de</strong> ellos- es como <strong>de</strong>vorar la propia sangre.»<br />

«Mercurio os anuncia aquí ganancia -<strong>de</strong>cía otro-. Apolo, salud y Sitio, albergue,<br />

buena cocina, grata conversación o silencio (según gustes).»<br />

«Quien entre en la posada <strong>de</strong> Sitio saldrá satisfecho. Si no fuera así es que<br />

sólo ha soñado que entraba.»<br />

Más allá, la <strong>de</strong>sconcertante «mujer» advertía:<br />

«Si un caminante acu<strong>de</strong> a esta casa, su Dios -Baal, Júpiter o el Santo, bendito<br />

sea su nombre- se sentará con él.»<br />

Y añadía mordaz:<br />

155

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!