26.10.2014 Views

Caballo de Troya 6 - IDU

Caballo de Troya 6 - IDU

Caballo de Troya 6 - IDU

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

También lo juré. Y lo hice por lo más sagrado que conocía: el Hijo <strong>de</strong>l Hombre...<br />

He sido militar, y me siento orgulloso, pero entiendo que todo tiene un límite.<br />

Mi hermano tampoco supo <strong>de</strong> estas drásticas «<strong>de</strong>cisiones». No lo consi<strong>de</strong>ré<br />

oportuno. Dado lo arriesgado <strong>de</strong> la «i<strong>de</strong>a», y las imprevisibles «consecuencias»<br />

que podían <strong>de</strong>rivarse <strong>de</strong> una «acción» así, preferí mantenerlo al margen.<br />

Nadie le culparía. Sería yo el único responsable.<br />

Así terminó aquel extraño y difícil día. Una jornada, como apuntaba anteriormente,<br />

en la que el Destino se empeñó en mostrarnos la otra «cara» <strong>de</strong> la<br />

Operación <strong>Caballo</strong> <strong>de</strong> <strong>Troya</strong>.<br />

Por supuesto, lo agra<strong>de</strong>cí. Era más útil y rentable saber a qué atenernos...,<br />

antes <strong>de</strong> empren<strong>de</strong>r la nueva y fascinante aventura. Era vital que estos exploradores<br />

conocieran <strong>de</strong> antemano lo que les aguardaba al retornar a su<br />

verda<strong>de</strong>ro «ahora».<br />

Y me puse en manos <strong>de</strong> la Provi<strong>de</strong>ncia. Ella «sabe»...<br />

17 DE AGOSTO, VIERNES<br />

No sé por qué pero, al asomarme al «portaaviones», me sentí optimista.<br />

Cielo azul. Viento en calma... Un día magnífico, sí.<br />

Los recientes y tristes «hallazgos» parecían casi olvidados. Ahora sólo contaba<br />

el inminente viaje al macizo montañoso <strong>de</strong>l Hermón. E imaginé al<br />

Maestro en algún bello rincón <strong>de</strong> aquel coloso nevado...<br />

¿Qué haría? ¿Por qué tomó la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> refugiarse en un lugar tan apartado?<br />

Y, sobre todo, ¿cuáles eran sus pensamientos? ¿Había concebido ya la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong><br />

lanzarse a predicar?<br />

Súbitamente, sin embargo, el Destino me arrancó <strong>de</strong> estas reflexiones. Y<br />

siguió tejiendo y <strong>de</strong>stejiendo...<br />

Fue al reparar en mis manos cuando, <strong>de</strong> pronto, el optimismo se evaporó.<br />

¿Cómo no me di cuenta? Al acostarme no estaban allí... Esto tuvo que aparecer<br />

en el transcurso <strong>de</strong> la pasada noche.<br />

Y los viejos temores, los familiares fantasmas, se agolparon en tropel en el<br />

corazón <strong>de</strong> este cansado explorador. ..<br />

¡Dios mío!<br />

Lo examiné cuidadosamente, llegando a un único e inmisericor<strong>de</strong> diagnóstico:<br />

la <strong>de</strong>gradación neuronal avanzaba con mayor rapi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> lo inicialmente supuesto.<br />

Desperté a mi hermano y, sin mediar palabra, repetí la inspección.<br />

¡Afirmativo!<br />

Eliseo, como yo, reaccionó con asombro. Se restregó las manos y, titubeante,<br />

preguntó:<br />

-¿Es grave?<br />

104

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!