26.10.2014 Views

Caballo de Troya 6 - IDU

Caballo de Troya 6 - IDU

Caballo de Troya 6 - IDU

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

¡Pobres e incautos exploradores!<br />

¿Informarnos? Si lo hubieran hecho, ningún piloto en su sano juicio se habría<br />

prestado a semejante suicidio. No en un primer momento, cuando aún ignorábamos<br />

quién era en realidad Jesús <strong>de</strong> Nazaret.<br />

Pero, conforme fui reflexionando, la indignación creció y creció. Fui atando<br />

cabos y comprendí que la sibilina actitud <strong>de</strong> aquellos militares era más vil y<br />

<strong>de</strong>spreciable <strong>de</strong> lo que imaginaba.<br />

Al retornar a «casa», mi hermano y yo lo confirmaríamos. No erramos ni un<br />

milímetro.<br />

¿Por qué los antioxidantes ingresaron en la «cuna» en el segundo «salto»?<br />

¿Por qué no en el primero?<br />

Muy simple: no llegaron a tiempo.<br />

Curtiss y los directores <strong>de</strong>l proyecto <strong>de</strong>cidieron suministrar los fármacos en la<br />

primera aventura. Pero, al no po<strong>de</strong>r contar con ellos, optaron por arriesgarse.<br />

Mejor dicho: por arriesgar nuestras vidas. Y la segunda experiencia, sin<br />

querer, se convirtió en un magnífico «banco <strong>de</strong> pruebas». Fue entonces<br />

cuando <strong>de</strong>positaron los medicamentos en la «farmacia» y no por caridad, sino<br />

como parte <strong>de</strong>l sucio experimento.<br />

¿Sibilinos? No, el calificativo no era ése...<br />

Pero hubo más. Algo que siguió enturbiando mi corazón, haciéndome <strong>de</strong>sconfiar<br />

<strong>de</strong> la «bondad» <strong>de</strong> aquel, supuestamente, espléndido proyecto. Y es<br />

que, en el fondo, cometieron un error.<br />

Lo <strong>de</strong>duje al contabilizar los fracasos que contenían los referidos antioxidantes.<br />

Sumé diez para cada uno <strong>de</strong> los específicos. ¿Por qué tantos? Ningún<br />

otro medicamento contaba con unas existencias tan exageradas. La dimetilglicina,<br />

por ejemplo, reunía un total <strong>de</strong> ¡900 tabletas! Consi<strong>de</strong>rando que la<br />

dosis óptima eran 125 miligramos (es <strong>de</strong>cir, una tableta) por persona y día,<br />

esas 900 unida<strong>de</strong>s permitían prolongar el tratamiento durante ¡450 días!<br />

¡Qué extraño!<br />

Oficialmente, el segundo «salto» no <strong>de</strong>bería ir más allá <strong>de</strong> los 40 o 45 días en<br />

el nuevo «ahora» histórico...<br />

Muy raro, sí, muy raro.<br />

Y la intuición me puso en guardia. En esos momentos era imposible verificarlo,<br />

pero el instinto se manifestó «cinco por cinco» (claro y fuerte): Curtiss sospechaba<br />

o sabía que estos exploradores <strong>de</strong>sobe<strong>de</strong>cerían las ór<strong>de</strong>nes, lanzándose<br />

a una tercera exploración.<br />

No tenía pruebas, lo sé, pero la intuición jamás se equivoca.<br />

¡Dios!... ¡Y no se equivocó!<br />

Pero <strong>de</strong>bo contener mis impulsos. Todo en su momento...<br />

Una vez más dudé. ¿Hacía partícipe a Eliseo <strong>de</strong> estos «hallazgos» y <strong>de</strong>ducciones?<br />

Finalmente elegí el silencio. ¿Para qué cargarle con un suplicio extra?<br />

Con lo que nos aguardaba tenía más que suficiente.<br />

100

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!