Número 2 - EII al dÃa
Número 2 - EII al dÃa
Número 2 - EII al dÃa
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Volumen 7. Número 2. Año 2008.<br />
ISSN 1696-7801
Director<br />
M. A. Gassull<br />
Secretarios de Redacción<br />
J. Hinojosa y F. Gomollón<br />
Comité Editori<strong>al</strong><br />
R. Alós<br />
M. Barreiro<br />
J. L. Cabriada<br />
F. Casellas<br />
J. Clofent<br />
E. Domènech<br />
M. Esteve<br />
I. Fernández Blanco<br />
M. Gómez García<br />
S. García<br />
V. García<br />
D. Ginard<br />
J. P. Gisbert<br />
F. Gómez Camacho<br />
F. Gomollón<br />
J. Hinojosa<br />
S. Lledó<br />
A. López San Román<br />
J. Martí Ragué<br />
J. F. Martínez-S<strong>al</strong>merón<br />
J. Nerín<br />
P. Nos<br />
J. Panés<br />
E. Ricart<br />
C. Saro<br />
J. A. Solís-Herruzo<br />
Editor para Publicaciones españolas<br />
en revistas internacion<strong>al</strong>es<br />
E Domènech<br />
Editor para Resumen de artículos relevantes<br />
A. López San Román<br />
Editor para Terapéutica breve<br />
E. Ricart<br />
Editor de Lectura crítica de la literatura<br />
J. P. Gisbert<br />
Ya se encuentran disponibles en la web<br />
www.geteccu.org/Revista/RevGeteccu.asp los<br />
siguientes números de la publicación<br />
“Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> Día”:<br />
Año 2002. Vol I. Números 1, 2 y 3<br />
Año 2003. Vol II. Números 1, 2 y 3<br />
Año 2004. Vol III. Números 1, 2 y 3<br />
Año 2005. Vol IV. Números 1, 2 y 3<br />
Año 2006. Vol V. Números 1, 2 y 3<br />
Año 2007. Vol VI. Números 1, 2 y 3
SUMARIO<br />
Editori<strong>al</strong> 67<br />
Revisiones<br />
Mecanismo de acción de los corticoides. Corticodependencia y corticorrefractariedad 69<br />
Maria Esteve Comas, Miquel Sans<br />
Corticoides sistémicos en la EICI 76<br />
F. Muñoz<br />
Experiencia con budesonida en la enfermedad de Crohn 88<br />
I. Marín-Jiménez, A. Huerta Madrig<strong>al</strong><br />
Corticoides or<strong>al</strong>es de acción tópica en colitis ulcerosa 97<br />
F. Bermejo San José<br />
Debate<br />
¿Debemos utilizar co-tratamiento con IMM convencion<strong>al</strong>es asociados a la terapia biológica? 103<br />
V. García Sánchez, E. Iglesias Flores, E. Garcia-Planella, J. Gordillo Áb<strong>al</strong>os, D. Ginard Vicens<br />
Publicaciones españolas en revistas internacion<strong>al</strong>es<br />
E. Domènech<br />
Ev<strong>al</strong>uation of postsurgic<strong>al</strong> recurrence in Crohn’s disease: a new indication for capsule endoscopy? 111<br />
Ev<strong>al</strong>uación de la recurrencia posquirúrgica en la enfermedad de Crohn: ¿una nueva indicación<br />
para la cápsula endoscópica?<br />
Influence of a nucleotide oligomerization domain 1 (NOD1) polymorphism and NOD2 mutant <strong>al</strong>leles<br />
on Crohn’s disease phenotype. 112<br />
Influencia del polimorfismo de NOD1 y de las mutaciones de NOD2 en el fenotipo de la enfermedad de Crohn<br />
Resource use in patients with Crohn’s disease treated with infliximab 113<br />
Utilización de recursos hospit<strong>al</strong>arios de pacientes con enfermedad de Crohn tratados con infliximab<br />
Efficacy of an inhibitor of adhesion molecule expression (GI270384X) in the treatment of experiment<strong>al</strong> colitis 114<br />
Eficacia de un inhibidor de la expresión de molécula de adhesión (GI270384X) en el tratamiento<br />
de la colitis experiment<strong>al</strong><br />
Resumen de artículos relevantes<br />
A. López San Román<br />
Noninvasive markers in the assessment of intestin<strong>al</strong> inflammation in inflammatory bowel diseases:<br />
performance of fec<strong>al</strong> lactoferrin, c<strong>al</strong>protectin, and PMN-elastase, CRP, and clinic<strong>al</strong> indices 116<br />
Marcadores no invasivos en la v<strong>al</strong>oración de la inflamación intestin<strong>al</strong> en las enfermedades inflamatorias<br />
intestin<strong>al</strong>es: idoneidad de la lactoferrina, la c<strong>al</strong>protectina y la elastasa neutrofílica en heces,<br />
PCR e índices clínicos<br />
Enfermedades asociadas<br />
J. P<strong>al</strong>au Pérez<br />
Anemia en la enfermedad inflamatoria intestin<strong>al</strong> crónica 118<br />
Terapéutica breve<br />
O. García- Bosch, E. Ricart<br />
Tacrolimus en la enfermedad inflamatoria intestin<strong>al</strong> 126<br />
Lectura crítica de la literatura<br />
J. Lázaro Pérez C<strong>al</strong>le, J. P. Gisbert<br />
Ad<strong>al</strong>imumab induction therapy for Crohn disease previously treated with infliximab: a randomized tri<strong>al</strong><br />
Terapia de inducción con ad<strong>al</strong>imumab para la enfermedad de Crohn tratada previamente con infliximab:<br />
un ensayo <strong>al</strong>eatorizado 128<br />
Noticiario 132
EDITORIAL<br />
Este año cruzamos el ecuador de la Junta Directiva actu<strong>al</strong> y es momento de poder<br />
mirar hacia atrás para an<strong>al</strong>izar críticamente lo ocurrido en estos dos años.<br />
Iniciada nuestra actividad bajo la presidencia de Antonio Obrador se definieron<br />
las líneas que se consideró deberían de seguirse ante el progresivo, y afortunadamente<br />
imparable, desarrollo de GETECCU. Ello se plasmó en una reunión del grupo en<br />
octubre de 2006 que expresó la madurez <strong>al</strong>canzada y dio paso <strong>al</strong> planteamiento de<br />
objetivos a desarrollar encaminados a dar solidez a este proyecto. La trágica desaparición<br />
del Dr. Obrador nos dejó en la tesitura de afrontar estos objetivos sin su sabia<br />
dirección. Afrontamos pues el año 2007 con la intención de poner en marcha las ideas<br />
que con él se habían discutido e intentar transmitir a todos, socios y no socios de<br />
GETECCU, que el espíritu que siempre nos había caracterizado se mantenía y que<br />
podríamos mantener, <strong>al</strong> menos, el legado recibido. Poco a poco fuimos afrontando los<br />
diferentes proyectos, docentes y de investigación clínica, que se habían planteado con<br />
anterioridad, se consolidó la Secretaría del grupo, se estableció el nexo de unión necesario<br />
entre la Junta Directiva y el Grupo Joven de GETECCU, se consolidaron las becas<br />
de ayuda para investigación clínica y básica disponibles, se facilitó la obtención de<br />
becas para la asistencia a reuniones internacion<strong>al</strong>es, se difundió la base de datos de<br />
GETECCU trasmitiendo la idea de la importancia de su uso para disponer de un amplio<br />
registro de pacientes, etc. Todo ello tuvo su expresión en la reunión anu<strong>al</strong> del Grupo<br />
en octubre de 2007, donde más de 300 personas, mayoritariamente miembros de<br />
GETECCU, asistieron a una reunión <strong>al</strong>tamente v<strong>al</strong>orada por todos y en la que se pudo<br />
ver cómo nuestros jóvenes gastroenterólogos fueron los que fundament<strong>al</strong>mente la<br />
desarrollaron y cómo los proyectos en marcha (ENEIDA, METAZA, AZTEC, REPENTINA,<br />
RECOMINA, IMID-kit, SIMAC) iban dando sus resultados. A pesar de todo ello no ha<br />
sido un camino fácil pero con la ayuda de una excelente Junta Directiva y una inapreciable<br />
Secretaría Técnica podemos mirar con tranquilidad hacia atrás y con ilusión<br />
hacia el futuro; para ello es fundament<strong>al</strong> la colaboración de todos y por lo tanto deciros<br />
que todas las sugerencias, y críticas, nos ayudarán a mejorar las actividades del<br />
grupo y <strong>al</strong> mismo tiempo nos harán sentir la idea de que GETECCU somos todos los<br />
que re<strong>al</strong>izamos una actividad asistenci<strong>al</strong>, docente o investigadora que gira fundament<strong>al</strong>mente<br />
en torno a la enfermedad inflamatoria intestin<strong>al</strong> .<br />
J.H. y F.G.<br />
67 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Mecanismo de acción de los corticoides. Corticodependencia<br />
y corticorrefractariedad<br />
Maria Esteve Comas<br />
Servicio de Aparato Digestivo. Hospit<strong>al</strong> Mútua de Terrassa. Barcelona. España.<br />
REVISIONES<br />
Resumen<br />
Las funciones biológicas de los corticoesteroides son múltiples y responsables tanto de su efecto terapéutico como de los efectos<br />
secundarios relacionados con su administración. Incluyen efectos sobre el metabolismo intermediario, inmunosupresión,<br />
efectos sobre las células hematológicas y sobre el metabolismo óseo, entre otras. Más de un 50% de los pacientes con enfermedad<br />
Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> presentarán corticodependencia o refractariedad antes de 1 año después del primer curso de<br />
tratamiento esteroideo, y por tanto el conocimiento de su fisiopatología es esenci<strong>al</strong>.<br />
Summary<br />
Corticosteroids have multiple biologic<strong>al</strong> functions, which are responsible for both, the therapeutic efficacy and side effects related<br />
to its use. They include effects on intermediary metabolism, immunosupression, effects on blood elements, on skeleton<br />
and bone and others. More than 50% of Inflammatory Bowel Disease patients will develop corticosteroid resistance or dependence<br />
one year after the first course therapy, making the knowledge of its pathophysiology of great relevance.<br />
P<strong>al</strong>abras clave: enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong>, corticoesteroides, inmunosupresión, corticorresistencia, corticodependencia<br />
Keywords: inflammatory bowel disease, corticosteroids, immunosupression, corticosteroid resistance, corticosteroid dependence<br />
Introducción<br />
Los corticoesteroides son los fármacos de primera línea<br />
para el tratamiento de los brotes moderados y graves<br />
de la enfermedad inflamatoria intestin<strong>al</strong> (<strong>EII</strong>), por lo tanto,<br />
conocer la frecuencia de dependencia y refractariedad<br />
a esteroides es importante, y se ha ev<strong>al</strong>uado en estudios<br />
de base poblacion<strong>al</strong>. En la práctica, se considera<br />
que se produce corticorrefractariedad cuando existe actividad<br />
persistente, que no responde <strong>al</strong> tratamiento esteroideo.<br />
El interv<strong>al</strong>o de tiempo para establecer la situación<br />
de corticorrefractariedad es arbitrario y ha quedado<br />
recientemente fijado por consenso en 1 mes de<br />
tratamiento en la enfermedad de Crohn (EC) (1) . Sin embargo,<br />
este periodo de tiempo tan largo es inadmisible<br />
en pacientes con enfermedad grave. El plazo máximo<br />
se reduce a 1 semana o incluso a 3 días en los casos de<br />
colitis ulcerosa (CU) refractaria grave (2) . La definición de<br />
corticodependencia se ha establecido también de forma<br />
arbitraria, considerando que se produce esta situación<br />
en pacientes que presentan buena respuesta a los<br />
esteroides, pero que no pueden ser retirados a los 3 meses<br />
de su inicio, o la recaída de la inflamación antes de<br />
3 meses de la retirada de los esteroides (1) . Diversos estudios<br />
han establecido que <strong>al</strong>rededor de un 50-60% de<br />
pacientes presentan buena respuesta inmediata <strong>al</strong> tratamiento<br />
esteroideo, <strong>al</strong>rededor de un 30% respuesta<br />
parci<strong>al</strong> y un 16% son refractarios. Al cabo de un año se<br />
observa que el 32% de los pacientes con EC y el 49% de<br />
los pacientes con CU presentan buena respuesta prolongada<br />
y que <strong>al</strong>rededor del 25% presentan corticodependencia<br />
(3) . Estos resultados son similares en la CU y en<br />
la EC, s<strong>al</strong>vo que parece que las respuestas prolongadas<br />
a los esteroides son más frecuentes en la CU que en la<br />
EC. Los estudios que han ev<strong>al</strong>uado población pediátrica<br />
demuestran que la evolución es más agresiva que en<br />
la población adulta, con necesidad de tratamiento esteroideo<br />
superior <strong>al</strong> 60% y necesidad de tratamiento <strong>al</strong>ternativo<br />
<strong>al</strong> año del diagnóstico, superior <strong>al</strong> 50% (4,5) .<br />
Mecanismo de acción<br />
Los corticoides ejercen múltiples acciones biológicas,<br />
tanto a través de un efecto directo específico sobre la<br />
inducción de síntesis de enzimas hepáticas o mediante<br />
una respuesta gener<strong>al</strong>izada inespecífica como la inhibición<br />
de la captación de glucosa o un incremento de la<br />
degradación de proteínas, RNA y DNA. La farmacología<br />
de los esteroides, su efecto terapéutico y antiinflamatorio<br />
han sido objeto de múltiples revisiones (6,7) . En la Tabla<br />
I se muestran los princip<strong>al</strong>es efectos de los corticoides<br />
sobre el metabolismo intermediario, acción antiinflamatoria,<br />
efecto sobre las células hematológicas y sobre<br />
el metabolismo óseo. Estos efectos biológicos permiten<br />
su utilización en terapéutica, pero también son<br />
responsables de los frecuentes y graves efectos secundarios<br />
relacionados con su administración (Tabla II).<br />
Los glucocorticoides ejercen un efecto antiinflamatorio<br />
muy amplio y el grado de eficacia parece depender de<br />
la concentración del fármaco en el lugar de la inflamación.<br />
Los esteroides disminuyen la reacción inflamatoria<br />
inici<strong>al</strong> bloqueando la permeabilidad capilar inducida por<br />
la inflamación aguda y por tanto reducen el edema debido<br />
a una disminución de la extravasación de líquido y<br />
69 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Tabla I. Princip<strong>al</strong>es funciones biológicas de los corticoides<br />
Tabla II. Efectos secundarios de los corticoides<br />
Efectos metabólicos<br />
Aumento de la gluconeogénesis<br />
Aumento del catabolismo proteico<br />
Aumento de la lipolisis<br />
Efecto anti-inflamatorio e inmunosupresor<br />
Efecto sobre las células hematológicas<br />
Leucocitosis<br />
Trombocitosis<br />
Poliglobulia<br />
Linfopenia<br />
Efecto sobre la masa ósea y el crecimiento<br />
Inhibición del cierre epifisario<br />
Inhibición de la absorción de c<strong>al</strong>cio<br />
Aumento de la excreción urinaria de c<strong>al</strong>cio<br />
Hiperparatiroidismo secundario<br />
Catabolismo óseo<br />
Disminución de la tasa de formación de hueso<br />
Miscelánea<br />
Incremento de los niveles de angiotensina II<br />
Aumento de la contractilidad ventricular<br />
Homeostasis del equilibrio hidroelectrolítico<br />
Inmediatos<br />
Facies cushingoide<br />
Acné<br />
Irritabilidad<br />
Insomnio<br />
Infecciones<br />
Tardíos<br />
Osteoporosis<br />
Miopatía<br />
Por hipersensibilidad<br />
Necrosis avascular<br />
Cataratas<br />
Exacerbación de una enfermedad subyacente<br />
Diabetes<br />
Hipertensión<br />
Psicosis<br />
proteínas <strong>al</strong> espacio extravascular. Tienen también un<br />
efecto sobre la migración de los leucocitos e interfieren<br />
en la fagocitosis y posterior digestión de antígenos por<br />
parte de los macrófagos. A dosis <strong>al</strong>tas estabilizan la membrana<br />
lisosom<strong>al</strong>, disminuyendo por tanto el daño tisular,<br />
puesto que las enzimas liberadas tras la ruptura de los<br />
lisosomas perpetúan la respuesta inflamatoria.<br />
El efecto de los esteroides sobre las células hematológicas<br />
es evidente a las pocas horas de su administración.<br />
Ocasionan una granulocitosis, trombocitosis y aumento<br />
de hematíes. En cambio, ocasionan una disminución de<br />
linfocitos que es mucho más evidente para los linfocitos<br />
T, que son muy susceptibles a su efecto citolítico. En<br />
cambio, el efecto inhibitorio sobre los linfocitos B se produce<br />
únicamente cuando se administran a <strong>al</strong>tas dosis.<br />
La formación de tejido de granulación y por tanto los<br />
fenómenos reparativos están también suprimidos por<br />
efecto de los corticoides, a través de una inhibición de<br />
los fibroblastos y de la formación de colágeno. Este efecto<br />
negativo sobre la cicatrización puede dar lugar a una<br />
curación incompleta de las heridas y facilita la dehiscencia<br />
de las suturas en pacientes sometidos a intervenciones<br />
quirúrgicas.<br />
El conocimiento de los efectos biológicos del cortisol estimuló<br />
hace años el diseño de análogos con una mayor<br />
potencia antiinflamatoria y menor efecto miner<strong>al</strong>ocorticoideo.<br />
Sin embargo, hay que tener en cuenta que el efecto antiinflamatorio<br />
e inmunosupresor no está disociado de<br />
los efectos catabólicos y por tanto, dosis equiv<strong>al</strong>entes<br />
de glucocorticoides producen efectos secundarios similares.<br />
En la Tabla III se det<strong>al</strong>lan los princip<strong>al</strong>es corticoesteroides<br />
clásicos, su potencia antiinflamatoria y el tiempo<br />
de vida media.<br />
En la <strong>EII</strong> se utilizan esteroides con un tiempo de vida media<br />
biológico intermedio, entre 18-36 horas, lo que permite<br />
en determinadas circunstancias su administración<br />
a días <strong>al</strong>ternos manteniendo un buen efecto terapéutico<br />
y facilitando una recuperación del eje hipotálamohipófiso-suprarren<strong>al</strong>.<br />
Es importante tener en cuenta que los niveles plasmáticos<br />
no coinciden con el tiempo de vida medio biológico,<br />
que viene determinado fundament<strong>al</strong>mente por la<br />
duración de la supresión de la glándula suprarren<strong>al</strong>. Este<br />
hecho permite entender además, porqué la administración<br />
de prednisona, prednisolona o metil-prednisolona<br />
en la <strong>EII</strong> debe re<strong>al</strong>izarse en una dosis única matutina<br />
y no fraccionada ni en perfusión continua (8-10) .<br />
Un aspecto importante a tener en cuenta es que el transporte<br />
plasmático del cortisol se produce unido a proteínas<br />
en un 90% de la concentración tot<strong>al</strong> (10% a la <strong>al</strong>búmina<br />
y 80% a α-2 globulinas, transcortina y globulinas<br />
de transporte específico) y en un 10% circula libremente<br />
no unido a proteínas. La fracción libre determina<br />
en parte el efecto biológico del fármaco y sobre todo<br />
el efecto cushingoide. Los análogos sintéticos del cortisol<br />
son transportados en una mayor proporción por la<br />
<strong>al</strong>búmina y por tanto una depleción de la misma ocasiona<br />
con mayor frecuencia efectos secundarios graves<br />
relacionados con los esteroides. Por otra parte, la hipo<strong>al</strong>buminemia<br />
ocasiona que una menor proporción de<br />
fármaco activo llegue <strong>al</strong> lugar de inflamación para ejercer<br />
su efecto terapéutico. Este hecho puede explicar en<br />
parte porque la hipo<strong>al</strong>buminemia es un factor predictivo<br />
independiente de fracaso <strong>al</strong> tratamiento esteroideo<br />
en la colitis ulcerosa (CU) grave (11) .<br />
Los corticoides actúan afectando el metabolismo de todas<br />
las células del organismo. Tras su disociación de la<br />
proteína plasmática transportadora, pasan a través de<br />
70 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Revisiones<br />
Tabla III. Princip<strong>al</strong>es corticoesteroides clásicos, potencia antiinflamatoria y tiempo de vida media<br />
Potencia Potencia Vida media Vida media<br />
antiinflamatoria equiv<strong>al</strong>ente mg plasmática (min) biológica (horas)<br />
Cortisol (hidrocortisona) 1 20 90 8-12<br />
Cortisona 0,8 25 90 8-12<br />
Prednisona 3,5 5 200 o > 18-36<br />
Prednisolona 4 5 200 o > 18-36<br />
Metilprednisolona 5 4 200 o > 18-36<br />
Triamcinolona 5 4 200 o > 18-36<br />
Parametasona 10 2 300 o > 36-54<br />
Betametasona 25 0,6 300 o > 36-54<br />
Dexametasona 30 0,75 300 o > 36-54<br />
la membrana celular y se unen a un receptor citoplasmático,<br />
que permite su penetración en el núcleo y la<br />
unión entre el complejo formado por el receptor de los<br />
corticoides y los corticoides y la zona del ADN llamada<br />
elemento de respuesta a los glucocorticoides (ERG), constituida<br />
por una secuencia de 15 pares de bases (Figura 1).<br />
Esta interacción ocasiona la transcripción de RNAm que<br />
resulta en la síntesis de proteínas específicas responsables<br />
de su efecto fisiológico y terapéutico.<br />
Fisiopatología de la corticorrefractariedad<br />
El conocimiento de la fisiopatología de la corticorresistencia<br />
y de la corticodependencia es de gran importancia<br />
ya que puede contribuir a una detección precoz de<br />
estos pacientes, evitando una prolongada e innecesaria<br />
exposición a los esteroides.<br />
Las bases moleculares que pueden conducir a la aparición<br />
de corticorresistencia han quedado bien ilustradas<br />
en la enfermedad conocida como resistencia primaria<br />
<strong>al</strong> cortisol (12) . Se trata de pacientes que presentan<br />
un cortisol bas<strong>al</strong> elevado sin síntomas de Cushing.<br />
Las bases moleculares de esta enfermedad incluyen la<br />
disminución del número de receptores de los glucocorticoides,<br />
la disminución de la afinidad entre los corticoides<br />
y el receptor y la disminución de la unión entre<br />
el complejo formado por el receptor de los corticoides<br />
y los corticoides y el ERG situado en el ADN del<br />
núcleo.<br />
El conocimiento de esta enfermedad congénita permite<br />
entender los mecanismos que pueden jugar un<br />
papel importante en la f<strong>al</strong>ta de respuesta de los fenómenos<br />
inflamatorios en los individuos con corticorresistencia<br />
adquirida. En este caso, la corticorresistencia<br />
afecta únicamente a <strong>al</strong>gunos tipos celulares<br />
como los linfocitos; estos pacientes presentan, por tanto,<br />
síntomas de Cushing y supresión del eje hipotálamo-suprarren<strong>al</strong>.<br />
La corticorresistencia en los pacientes con <strong>EII</strong> puede ser<br />
el resultado de factores genéticos y/o adquiridos. Pero,<br />
de hecho, sabemos, por la práctica clínica, que la corticorrefractariedad<br />
no es una situación permanente en el<br />
tiempo y que pacientes que han presentado brotes refractarios<br />
pueden ser sensibles en brotes subsiguientes<br />
y viceversa.<br />
La corticorresistencia puede aparecer por <strong>al</strong>teraciones<br />
en distintos niveles de la función celular. Algunos de los<br />
mecanismos propuestos de corticorresistencia no se han<br />
demostrado en la <strong>EII</strong>, sino en otras enfermedades inflamatorias<br />
crónicas como el asma, la esclerosis múltiple o<br />
en estudios in vitro utilizando líneas celulares, y se ha<br />
asumido, por extrapolación, que ocurren de forma similar<br />
en la <strong>EII</strong>.<br />
Los princip<strong>al</strong>es mecanismos propuestos de corticorresistencia,<br />
resumidos en las Figuras 1 y 2, se han revisado<br />
recientemente (7,13) y son: 1) <strong>al</strong>teraciones en el receptor<br />
citoplasmático específico (RG) u otras proteínas de transporte<br />
intracelular como la P-glicoproteína 170 (P-gp); 2)<br />
Disminución de la afinidad del complejo esteroide-RG<br />
con la zona de unión con el ADN (ERG); 3) Incapacidad<br />
de inhibir factores de transcripción y 4) Resistencia de<br />
los linfocitos a la apoptosis inducida por esteroides.<br />
TNF<br />
RIP<br />
IL-1<br />
MyD88/TRAF-6<br />
Fosforilación lκB<br />
NF-κB<br />
IKKβ<br />
IκB<br />
Genes inflamatorios<br />
Glucocorticoide<br />
Figura 1. Posibles mecanismos de refractariedad a los esteroides: 1)<br />
Alteraciones en el receptor citoplasmático específico (RG); 2) Disminución<br />
de la afinidad del complejo esteroide-RG con la zona de<br />
unión con el DNA (ERG); 3) Incapacidad de los esteroides de inhibir<br />
factores de transcripción. P ej. mediante inducción de la síntesis IkB<br />
que mantiene las dos subunidades de NFkB (P50/p65), en el citoplasma<br />
en su forma inactivada.<br />
mRNA<br />
RG<br />
ERG<br />
71 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Glucocorticoide<br />
Apoptosis<br />
TNFR1<br />
sTNF<br />
TRADD<br />
TRAF2<br />
FADD RIP<br />
NFκB<br />
Figura 2. La activación del factor de transcripción NFκB, que induce<br />
inflamación y proliferación celular y la disminución de la apoptosis,<br />
son dos fenómenos que pueden coexistir en los mismos tipos celulares.<br />
La activación de NFκB facilita la proliferación e impide la apoptosis<br />
y viceversa. Los individuos refractarios a esteroides pueden presentar<br />
<strong>al</strong> mismo tiempo una exagerada activación de NFκB en respuesta<br />
a TNF y una disminución de la apoptosis.<br />
Alteraciones en el receptor de los glucocorticoides<br />
y otras proteínas de transporte<br />
Algunos estudios han ev<strong>al</strong>uado el estado del RG y el grado<br />
de afinidad por estos en relación con la refractariedad<br />
a esteroides en la <strong>EII</strong>. Los resultados no son concluyentes,<br />
porque además de incluir un escaso número de<br />
pacientes, muestran resultados contradictorios. En los<br />
linfocitos de sangre periférica se ha observado que el<br />
número de receptores por célula es significativamente<br />
superior en los pacientes con CU refractaria, que presentan<br />
además una afinidad disminuida por los esteroides<br />
(14) . En la mucosa intestin<strong>al</strong> de pacientes con CU se<br />
ha detectado, en cambio, una disminución de la expresión<br />
del mRNA del RG (15) .<br />
Mayor interés tiene el estudio de las dos isoformas del<br />
receptor, RGα y RGβ. Dos estudios han ev<strong>al</strong>uado este aspecto<br />
en pacientes con CU (16) y EC (17) . RGα es funcion<strong>al</strong>mente<br />
activa, mientras que RGβ no se une a los esteroides<br />
y es funcion<strong>al</strong>mente inactiva. Ambos estudios<br />
coinciden en demostrar que en los linfocitos de sangre<br />
periférica de pacientes con CU y EC corticorrefractaria<br />
se observa un incremento de la expresión de la isoforma<br />
β, sugiriendo una relación caus<strong>al</strong> con la refractariedad<br />
a esteroides. Se ha demostrado además que este<br />
aumento se observa en pacientes con EC activa y se correlaciona<br />
con los niveles aumentados de IL-18 (17) . Estudios<br />
de este tipo, que relacionan la modulación del efecto<br />
de los esteroides con el entorno inflamatorio, proporcionan<br />
una base teórica que explica, en parte, porqué<br />
los pacientes con brotes graves de la enfermedad<br />
presentan un mayor porcentaje de refractariedad a los<br />
esteroides que los pacientes que presentan brotes moderados.<br />
Además del RG, otras proteínas de membrana como la<br />
P-glicoproteína 170 (Pgp-170) que transporta diversos<br />
JNK<br />
Inflamación<br />
Proliferación celular<br />
sustratos, entre los cu<strong>al</strong>es existen diversos fármacos como<br />
los esteroides, la ciclosporina o el metotrexate, desde el<br />
interior de la célula <strong>al</strong> exterior, pueden jugar un papel<br />
importante en la aparición de refractariedad a los esteroides<br />
u otros fármacos. Esta proteína, que está codificada<br />
por el gen ABCB1/MDR1 (Multi Drug Resistant<br />
gene), se expresa en la superficie de los linfocitos de sangre<br />
periférica y en las células epiteli<strong>al</strong>es, y es responsable<br />
de la disminución de la concentración intracelular<br />
de estos fármacos, pudiendo contribuir a la f<strong>al</strong>ta de respuesta<br />
a los mismos. En pacientes con CU que precisaron<br />
proctocolectomía por enfermedad refractaria se detectó<br />
un aumento de la expresión de PGp-170 en los linfocitos<br />
de sangre periférica. En cambio, su expresión no<br />
está aumentada en los linfocitos de pacientes que precisaron<br />
proctocolectomía por displasia, ni en los individuos<br />
control. Algo similar ocurre en la EC donde se observa<br />
un aumento de la expresión en pacientes operados<br />
por persistencia de actividad inflamatoria, en comparación<br />
con los individuos operados por estenosis fibrosas,<br />
que presentan v<strong>al</strong>ores de expresión similares a<br />
los de los individuos control (18) .<br />
Disminución de la afinidad del complejo esteroide-RG<br />
con la zona de unión con el ADN (ERG)<br />
La unión del complejo esteroide-RG con la región ERG<br />
del ADN es cruci<strong>al</strong> para su eficacia terapéutica. A pesar<br />
de su importancia, no se ha ev<strong>al</strong>uado la existencia de<br />
posibles <strong>al</strong>teraciones a este nivel en pacientes con <strong>EII</strong>.<br />
Existen escasos estudios en este sentido re<strong>al</strong>izados en<br />
pacientes con asma refractario a esteroides (19) o utilizando<br />
líneas celulares experiment<strong>al</strong>es (20) .<br />
Los resultados obtenidos tienen un gran interés y deberían<br />
reproducirse en otras enfermedades inflamatorias<br />
crónicas. En pacientes con asma refractario a esteroides<br />
se ha detectado una disminución de la unión del<br />
RG con la zona específica de respuesta en el ADN. Esta<br />
<strong>al</strong>teración puede ser debida a una interacción previa<br />
proteína-proteína del RG con factores de transcripción<br />
como AP-1 (activator protein-1), que se h<strong>al</strong>la aumentado<br />
en pacientes con asma y sobre todo con asma refractario<br />
(21) . Una excesiva cantidad de AP-1 o un aumento<br />
de la afinidad de AP-1 por el RG, induce una disminución<br />
del RG disponible para actuar sobre su región específica<br />
de acción en el ADN (ERG). Este hecho puede<br />
explicar también porqué la resistencia a esteroides adquirida,<br />
a diferencia de la resistencia primaria <strong>al</strong> cortisol,<br />
queda confinada a su efecto inmunomodulador y<br />
antiinflamatorio y no a sus efectos metabólicos. Se ha<br />
demostrado también que la afinidad del complejo RGesteroide<br />
con el ERG está influida por el entorno inflamatorio,<br />
de t<strong>al</strong> forma que las citoquinas proinflamatorias<br />
diminuyen esta afinidad (22) , mientras que las citoquinas<br />
antiinflamatorias la aumentan (20) .<br />
Incapacidad de inhibir factores de transcripción<br />
Otro aspecto explorado en los mecanismos fisiopatológicos<br />
de refractariedad a esteroides es la incapacidad<br />
72 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Revisiones<br />
de éstos de inhibir factores de transcripción. Cuando el<br />
complejo esteroide-RG se une <strong>al</strong> ERG se produce la transcripción<br />
del gen y la inducción de la síntesis de determinadas<br />
proteínas como el IkBα. Cuando esta proteína<br />
se une a NFκB que es un heterodímero constituido por<br />
las subunidades P50/p65, lo mantiene en el citoplasma<br />
en su forma inactivada, impidiendo su paso <strong>al</strong> núcleo y<br />
evitando, por tanto, la síntesis de citoquinas proinflamatorias<br />
(Figura 1) (23) . Se ha demostrado en pacientes<br />
con EC que el efecto antiinflamatorio de los esteroides<br />
se produce, <strong>al</strong> menos en parte, a través de este mecanismo<br />
(24) .<br />
Diversos estudios han demostrado que en la mucosa intestin<strong>al</strong><br />
de pacientes con <strong>EII</strong>, tanto EC como CU, se produce<br />
una activación de NFkB (25,26) y que se produce una<br />
reducción de su expresión por efecto de los esteroides (27)<br />
y los s<strong>al</strong>icilatos (28) . En cambio, no hay tanta información<br />
que indique qué ocurre en pacientes refractarios. Un estudio<br />
demostró que la mayor parte de pacientes con <strong>EII</strong><br />
refractaria presentaban un patrón inmunohistoquímico<br />
específico de loc<strong>al</strong>ización de NFκB activado en las células<br />
epiteli<strong>al</strong>es del colon, mientras que en los individuos<br />
sensibles se loc<strong>al</strong>izaba sobre todo en los macrófagos<br />
de la lámina propia (29) . Dada la simplicidad de las técnicas<br />
de inmunohistoquímica, los autores sugieren la<br />
utilidad de esta determinación para la detección precoz<br />
de pacientes refractarios a esteroides. Sin embargo, no<br />
se ha publicado ningún otro estudio que haya reproducido<br />
resultados similares y que sean gener<strong>al</strong>izables<br />
por tanto a la práctica clínica. En los pacientes con <strong>al</strong>to<br />
riesgo de recidiva (corticodependientes) se ha detectado<br />
también una expresión incrementada de NFκB activado<br />
en la mucosa intestin<strong>al</strong> en comparación con los pacientes<br />
que presentan buena respuesta prolongada (30) .<br />
En este sentido, existe la impresión de que la corticodependencia<br />
es una forma menor de corticorrefractariedad,<br />
pero existen pocos estudios de biología celular<br />
o molecular que proporcionen una base fisiopatológica<br />
para esta afirmación.<br />
Resistencia de los linfocitos y macrófagos<br />
a la apoptosis<br />
La apoptosis de células inflamatorias es un mecanismo<br />
de homeostasis inmunológica que contribuye <strong>al</strong> control<br />
de la respuesta inflamatoria, haciendo que la expansión<br />
clon<strong>al</strong> frente a antígenos sea autolimitada.<br />
La información disponible respecto a la influencia de la<br />
apoptosis de linfocitos en la persistencia de inflamación<br />
en la <strong>EII</strong> es escasa. Algunos estudios han h<strong>al</strong>lado una resistencia<br />
a la apoptosis de linfocitos y monocitos en la<br />
<strong>EII</strong>, sugiriendo que este hecho podría <strong>al</strong>terar el equilibrio<br />
fisiológico entre apoptosis e inflamación (31-33) . Los<br />
linfocitos de la lámina propia de pacientes con EC, pero<br />
no de pacientes con CU o controles, muestran una baja<br />
expresión de Bax (proteína antiapoptótica) y una <strong>al</strong>ta<br />
relación Bcl-x1/Bax, reflejando la existencia de una resistencia<br />
a la apoptosis (31) . Estos resultados han llevado<br />
a considerar la EC dentro de las enfermedades asociadas,<br />
a un defecto en la apoptosis de los linfocitos T (34) .<br />
Sin embargo, esta teoría podría no ser del todo cierta,<br />
ya que no todos los estudios han observado una resistencia<br />
a la apoptosis de linfocitos bas<strong>al</strong> no estimulada<br />
in vivo (32,35) , que únicamente se pone de manifiesto tras<br />
la estimulación in vitro por Fas-L o IL-2 (32) . Además, en<br />
todos los estudios, las biopsias se obtuvieron de pacientes<br />
que recibían tratamiento inmunosupresor en el momento<br />
de la inclusión y, por tanto, no han tenido en<br />
cuenta la posible influencia de los fármacos en la inducción<br />
de la apoptosis, ni de otras variables fundament<strong>al</strong>es<br />
como la gravedad o refractariedad de la enfermedad.<br />
En este sentido, se sabe que la activación del<br />
factor de transcripción NFκB y la producción de citoquinas<br />
proinflamatorias como TNF, estimuladas por éste<br />
y la disminución de la apoptosis, son dos fenómenos que<br />
pueden coexistir en los mismos tipos celulares y que además,<br />
la activación de NFκB facilita la proliferación e impide<br />
la apoptosis inducida por TNF (Figura 2) (36) . Es, por<br />
tanto, posible que la resistencia a la apoptosis de las células<br />
inflamatorias no sea un defecto intrínseco en la <strong>EII</strong>,<br />
sino que se observe fundament<strong>al</strong>mente en las células<br />
inflamatorias de aquellos pacientes que son refractarios<br />
<strong>al</strong> tratamiento. Estas células mostrarían <strong>al</strong> mismo tiempo<br />
una exagerada activación de NFκB en respuesta a<br />
TNF y una disminución de la apoptosis.<br />
Algunos estudios han ev<strong>al</strong>uado el efecto de diversos tratamientos<br />
en la inducción de la apoptosis de linfocitos<br />
y de macrófagos en la <strong>EII</strong> (33,37-39) tanto de sangre periférica<br />
(37) , como de la mucosa intestin<strong>al</strong> (32,38) . De hecho, se ha<br />
llegado a considerar que los fármacos eficaces en el tratamiento<br />
de la <strong>EII</strong> debían necesariamente inducir apoptosis<br />
de linfocitos T y macrófagos, mientras que la incapacidad<br />
de inducción de apoptosis de células mononucleares<br />
de <strong>al</strong>gunos fármacos como etanercep justificaban<br />
su f<strong>al</strong>ta de eficacia (39,40) . Sin embargo, datos recientemente<br />
publicados demuestran que no se puede simplificar<br />
el efecto terapéutico a una mera inducción de<br />
la apoptosis de células inflamatorias. En este sentido, se<br />
sabe que certolizumab, fracción Fab de Ac monoclon<strong>al</strong><br />
humanizado anti-TNF pegilado, con efecto terapéutico<br />
en la EC, no ejerce su efecto beneficioso a través de una<br />
inducción de la apoptosis de monocitos, sino que otros<br />
mecanismos como la inhibición de citoquinas proinflamatorias<br />
pueden jugar un papel importante (41) .<br />
Los glucocorticoides inducen apoptosis en diferentes tipos<br />
celulares por mecanismos aún poco establecidos que<br />
incluyen la activación de genes que inducen lisis o la represión<br />
de la expresión de genes de proliferación y crecimiento<br />
(42) . Este efecto proapoptótico de los corticoides<br />
ha permitido su utilización en las pautas de tratamiento<br />
de neoplasias hematológicas.<br />
El efecto de los esteroides sobre la inducción de la apoptosis<br />
de linfocitos T en situaciones de inflamación crónica,<br />
se ha demostrado, por ejemplo, en la esclerosis múltiple,<br />
detectando, además, una disminución de la apoptosis<br />
en pacientes refractarios (43) . Sin embargo, este aspecto<br />
no se ha ev<strong>al</strong>uado en pacientes con <strong>EII</strong> y sólo se<br />
73 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
dispone de resultados preliminares re<strong>al</strong>izados por nuestro<br />
grupo, publicados en forma de resumen (44) . En los pacientes<br />
con CU activa corticosensible se detecta un marcado<br />
incremento de células plasmáticas y de células plasmáticas<br />
apoptóticas en comparación con el intestino sano.<br />
Este hecho sugiere que los mecanismos de proliferación<br />
y muerte celular compensadora funcionan correctamente<br />
en pacientes con buena respuesta a esteroides. No se observaron<br />
diferencias para el resto de poblaciones celulares<br />
(linfocitos T y B y monocitos/macrófagos), ni antes<br />
del tratamiento con esteroides, ni por efecto de los mismos.<br />
Por tanto, el efecto beneficioso de los esteroides<br />
en la <strong>EII</strong> tampoco parece asociarse a un aumento de la<br />
apoptosis de células inflamatorias de la lámina propia<br />
de forma precoz, sugiriendo que este no es un mecanismo<br />
involucrado en su efecto terapéutico en la CU.<br />
Queda por determinar si existe <strong>al</strong>guna <strong>al</strong>teración en<br />
los mecanismos de apoptosis celular en los pacientes<br />
refractarios a esteroides. En cu<strong>al</strong>quier caso, lo que demuestra<br />
este estudio es que <strong>al</strong> contrario de lo que se<br />
ha considerado con otros fármacos (39,41) , la inducción<br />
de la apoptosis de células inflamatorias no es una condición<br />
indispensable para conseguir una eficacia terapéutica.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
1. Stange EF, Travis SP, Vermeire S, Beglinger C, Kupcinkas L, Geboes K, European<br />
evidence based consensus on the diagnosis and management of<br />
Crohn’s disease: definitions and diagnosis. Gut. 2006; 55 Suppl 1:i1-15.<br />
2. Travis SPL. Predicting outcome in severe ulcerative colitis. Dig Liver Dis<br />
2004;36:447-9.<br />
3. Faubion WA Jr, Loftus EV Jr, Harmsen WS, Zinsmeister AR, Sandborn W.<br />
The natur<strong>al</strong> history of corticosteroid therapy for inflammatory bowel disease:<br />
a population-based study. Gastroenterology 2001;121:255-60.<br />
4. Tung J, Loftus EV Jr, Freese DK, El-Youssef M, Zinsmeister AR, Melton LJ<br />
3rd, et <strong>al</strong>. A population-based study of the frequency of corticosteroid resistance<br />
and dependence in pediatric patients with Crohn’s disease and<br />
ulcerative colitis. Inflamm Bowel Dis 2006;12:1093-100.<br />
5. Mamadou B, Vernier-Massouille G, Gower-Rousseau C, Turck D, Dupas<br />
JL, Mouterde O, et <strong>al</strong>. Natur<strong>al</strong> history of Crohn´s disease in children: A population<br />
based cohort study in Northern France. Gastroenterology 2006;<br />
130 (4 supl.2[d1]).<br />
6. Swartz SL, Dluhy RG. Corticosteroids: clinic<strong>al</strong> pharmacology and therapeutic<br />
use. Drugs 1978;16:238-55.<br />
7. Farrell RJ, Kelleher D. Mechanisms of steroid action and resistance in inflammation.<br />
Glucocorticoid resistance in inflammatory bowel disease. J<br />
Endocrinol 2003;178:339-46.<br />
8. Pickup ME. Clinic<strong>al</strong> pharmacokinetics of prednisone and prednisolone.<br />
Clin Pharmacokinet 1979;4:111-28.<br />
9. Berghouse LM, Elliot PR, Lennard-Jones JE, et <strong>al</strong>. Plasma prednisolone levels<br />
during intravenous treatment in acute colitis. Gut 1982;23:980-3.<br />
10. Powell-Tuck J, Brown RL, Lennard-Jones JE. A comparison of or<strong>al</strong> prednisolone<br />
given as single or multiple daily doses for active proctocolitis. Scand<br />
J Gastroenterol 1978;13:833-7.<br />
11. Ho GT, Mowat C, Goddard CJR, Fennell JM, Shah NB, Prescott RJ, et <strong>al</strong>.<br />
Predicting the outcome of severe ulcerative colitis: development of a novel<br />
risk score to aid early selection of patients for second-line medic<strong>al</strong> therapy<br />
or surgery. Aliment Pharmacol Ther 2004;19:1079-87.<br />
12. M<strong>al</strong>choff DM, Brufsky A, Reardon G, McDermott P, Javier EC, Bergh CH,<br />
et <strong>al</strong>. A mutation of the glucocorticoid receptor in primary cortisol resistance.<br />
J Clin Invest 1993;91:1918-25.<br />
13. Credd TJ, Probert CSJ. Review article: steroid resistance in inflammatory<br />
bowel disease - mechanisms and therapeutic strategies. Aliment Pharmacol<br />
Ther 2006;25:111-22.<br />
14. Shimada T, Hiwatashi N, Yamazaki H, Kinouchi Y, Toyota T. Relationship<br />
between glucocorticoid receptor and response to glucocorticoid therapy<br />
in ulcerative colitis. Dis Colon Rectum 1997;40(10 Suppl):S54-8.<br />
15. Raddatz D, Middel P, Bockemuhl M, Benohr P, Wissmann C, Schworer H,<br />
et <strong>al</strong>. Glucocorticoid receptor expression in inflammatory bowel disease:<br />
evidence for a mucos<strong>al</strong> down-regulation in steroid-unresponsive ulcerative<br />
colitis. Aliment Pharmacol Ther 2004;19:47-61.<br />
16. Honda M, Orii F, Ayabe T, Imai S, Ashida T, Obara T, et <strong>al</strong> . Expression<br />
of glucocorticoid receptor beta in lymphocytes of patients with<br />
glucocorticoid-resistant ulcerative colitis. Gastroenterology 2000;<br />
118:859-66.<br />
17. Towers R, Naft<strong>al</strong>i T, Gabay G, Carlebach M, Klein A, Novis B. High levels<br />
of glucocorticoid receptors in patients with active Crohn’s disease may<br />
predict steroid resistance. Clin Exp Immunol 2005;141:357-62.<br />
18. Farrell RJ, Murphy A, Long A, Donnelly S, Cherikuri A, O’Toole D, et <strong>al</strong>.<br />
High multidrug resistance (P-glycoprotein 170) expression in inflammatory<br />
bowel disease patients who fail medic<strong>al</strong> therapy. Gastroenterology.<br />
2000;118:279-88.<br />
19. Sher ER, Leung DY, Surs W, Kam JC, Zieg G, Kamada AK, et <strong>al</strong>. Steroidresistant<br />
asthma. Cellular mechanisms contributing to inadequate response<br />
to glucocorticoid therapy. J Clin Invest. 1994;93(1):33-9.<br />
20. Peltier J, Perez J, Bellocq A, Escoubet B, Fouqueray B, Baud L. Transforming<br />
growth factor-beta 1 increases glucocorticoid binding and sign<strong>al</strong>ing<br />
in macrophages through a Smad- and activated protein-1-mediated process.<br />
Kidney Int. 2003;63:2028-36.<br />
21. Adcock IM, Lane SJ, Brown CR, Lee TH, Barnes PJ. Abnorm<strong>al</strong> glucocorticoid<br />
receptor-activator protein 1 interaction in steroid-resistant asthma. J<br />
Exp Med 1995;182:1951-8.<br />
22. Kam JC, Szefler SJ, Surs W, Sher ER, Leung DY. Combination IL-2 and IL-<br />
4 reduces glucocorticoid receptor-binding affinity andT cell response to<br />
glucocorticoids.J Immunol 1993;151:3460-6.<br />
23. Beato M. Gene regulation by steroid hormones. Cell 1989; 56:335-344.<br />
24. Thiele K, Bierhaus A, Autschbach F, Hofmann M, Stremmel W, Thiele H,<br />
et <strong>al</strong>. Cell specific effects of glucocorticoid treatment on the NF-kappaBp65/IkappaB<strong>al</strong>pha<br />
system in patients with Crohn’s disease. Gut<br />
1999;45:693-704.<br />
25. Schreiber S, Nikolaus S, Hampe J. Activation of nuclear factor kappa B inflammatory<br />
bowel disease. Gut 1998;42:477-84.<br />
26. Andresen L, Jorgensen VL, Perner A, Hansen A, Eugen-Olsen J, Rask-Madsen<br />
J. Activation of nuclear factor kappaB in colonic mucosa from patients<br />
with collagenous and ulcerative colitis. Gut 2005;54:503-9.<br />
27. Ardite E, Panes J, Miranda M, S<strong>al</strong>as A, Eliz<strong>al</strong>de JI, Sans M, et <strong>al</strong>. Effects of<br />
steroid treatment on activation of nuclear factor kappa B in patients with<br />
inflammatory bowel disease.Br J Pharmacol. 1998;124:431-3.<br />
74 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Revisiones<br />
28. Gan HT, Chen YQ, Ouyang Q. Sulfas<strong>al</strong>azine inhibits activation of nuclear<br />
factor-kappaB in patients with ulcerative colitis. J Gastroenterol Hepatol.<br />
2005;20:1016-24.<br />
29. Bantel H, Domschke W, Schulze-Osthoff K, Kaskas B, Gregor M. Abnorm<strong>al</strong><br />
activation of transcription factor NF-kappaB involved in steroid resistance<br />
in chronic inflammatory bowel disease Am J Gastroenterol.<br />
2000;95:1845-6.<br />
30. Wild GE, Waschke KA, Bitton A, Thomson AB. The mechanisms of prednisone<br />
inhibition of inflammation in Crohn’s disease involve changes in<br />
intestin<strong>al</strong> permeability, mucos<strong>al</strong> TNF<strong>al</strong>pha production and nuclear factor<br />
kappa B expression. Aliment Pharmacol Ther 2003;18:309-17.<br />
31. Itoh J, de La Motte C, Strong SA, Levine AD, Fiocchi C. Decreased Bax expression<br />
by mucos<strong>al</strong> T cells favours resistance to apoptosis in Crohn’s disease.<br />
Gut 2001;49:35-41.<br />
32. Doering J, Begue B, Lentze MJ, Rieux-Laucat F, Goulet O, Schmitz J, et <strong>al</strong>.<br />
Induction of T lymphocyte apoptosis by sulphas<strong>al</strong>azine in patients with<br />
Crohn’s disease. Gut. 2004;53:1632-8.<br />
33. Di Sabatino A, Ciccocioppo R, Cinque B, Millimaggi D, Morera R, Ricevuti<br />
L, et <strong>al</strong>. Defective mucos<strong>al</strong> T cell death is sustainably reverted by infliximab<br />
in a caspase dependent pathway in Crohn’s disease. Gut 2004; 53:70-7.<br />
34. Di Sabatino A, Corazza GR. Surviving too long in Crohn’s disease. Gut.<br />
2001;49:6-8.<br />
35. R. Santaol<strong>al</strong>la, M. Esteve, J. Mañé, Pedrosa E, S<strong>al</strong>as A, Fernández-B<strong>al</strong>ares<br />
F, et <strong>al</strong>. Análisis fenotípico y apoptosis de células inflamatorias de la mucosa<br />
intestin<strong>al</strong> de pacientes con enfermedad de Crohn activa. Resultados<br />
preliminares. Gastroenterol Hepatol 2006;29:A190.<br />
36. Liu Z, Hsu H, Goeddel DV, Karin M. Dissection of TNF receptor 1 effector<br />
functions: JNK activation is not linked to apoptosis while NF_B activation<br />
prevents cell death. Cell 1996;87:565-76.<br />
37. Lügering A, Schmidt M, Lügering N, Pauels H-G, Domschke W, Kucharzik<br />
T. Infliximab induces apoptosis in monocytes from patients with chronic<br />
active Crohn’s disease by usig a caspase-dependent pathway. Gastroenterology<br />
2001;121:1145-7.<br />
38. Ten Hove T, van Montfrans C, Peppelenbosch MP, van Deventer SJH. Infliximab<br />
treatment induces apoptosis of lamina propria T lymphocytes in<br />
Crohn’s disease. Gut 2002;50:206-11.<br />
39. Van den Brande JM, Braat H, van den Brink GR, Versteeg HH, Bauer CA,<br />
Hoedemaeker et <strong>al</strong>. Infliximab but not etanercept induces apoptosis in lamina<br />
propria T lymphocites from patients with Crohn´s disease. Gastroenterology<br />
2003; 124:1174-785.<br />
40. Van den Brande J, Hommes DW, Peppelenbosch MP. Infliximab induced<br />
T lymphocyte apoptosis in Crohn’s disease. J Rheumatol Suppl.<br />
2005;74:26-30.<br />
41. Nesbitt A, Fossati G, Bergin M, Stephens P, Stephens S, Foulkes R, et <strong>al</strong>.<br />
Mechanism of action of certolizumab pegol (CDP870): in vitro comparison<br />
with other anti-tumor necrosis factor <strong>al</strong>pha agents. Inflamm Bowel<br />
Dis 2007;13:1323-32.<br />
42. Schmidt S, Rainer J, Ploner C, Presul E, Riml S, Kofler R. Glucocorticoidinduced<br />
apoptosis and glucocorticoid resistance: molecular mechanisms<br />
and clinic<strong>al</strong> relevance. Cell Death Differ 2004;11 Suppl 1:S45-55.<br />
43. Corre<strong>al</strong>e J, Gilmore W, Li S, W<strong>al</strong>sh J, Bassani MM, Lund B, et <strong>al</strong> . Resistance<br />
to glucocorticoid-induced apoptosis in PLP peptide-specific T<br />
cell clones from patients with progressive MS. J Neuroimmunol<br />
2000;109:197-210.<br />
44. Santaol<strong>al</strong>la R, Esteve M, Mañe J, Pedrosa E, S<strong>al</strong>as A, Fernández-B<strong>al</strong>ares F,<br />
et <strong>al</strong>. Immunophenotype and apoptosis of colonic mononuclear cells in<br />
active steroid-responsive ulcerative colitis. Gastroenterology 2006; (Digestive<br />
Disease Week 2006). Los Angeles.<br />
75 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Corticoides sistémicos en la EICI<br />
F. Muñoz<br />
Sección de Aparato Digestivo. Complejo Asistenci<strong>al</strong> de León. León. España.<br />
Resumen<br />
Los corticoides son un tratamiento habitu<strong>al</strong> de la enfermedad inflamatoria intestin<strong>al</strong> activa que se han utilizado ampliamente durante<br />
décadas. Sin embargo, una proporción importante de pacientes no responde a los corticoides o recidiva cuando se interrumpe el<br />
tratamiento. Asimismo, su uso se asocia con una variedad de efectos secundarios t<strong>al</strong> que el tratamiento a largo plazo conlleva un riesgo<br />
inaceptable.<br />
Summary<br />
Corticosteroids are a well-established treatment for inflammatory bowel disease and have been widely used for decades. However,<br />
an important proportion of patients fails to respond to corticosteroids or is unable to withdraw from them without relapsing.<br />
Furthermore, their use is associated with a range of side effects, such that long-term treatment carries unacceptable risk.<br />
P<strong>al</strong>abras clave: Colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, enfermedad inflamatoria intestin<strong>al</strong>, corticoides, prednisona, tratamiento.<br />
Keywords: Ulcerative colitis, Crohn’s disease, inflammatory bowel disease, corticosteroids, prednisone, therapy.<br />
Introducción<br />
Los corticoides sistémicos han jugado un papel primordi<strong>al</strong><br />
en el tratamiento de la enfermedad inflamatoria<br />
intestin<strong>al</strong> (<strong>EII</strong>) durante más de 50 años, de hecho<br />
el primer ensayo clínico de un fármaco para el tratamiento<br />
de esta entidad fue con hidrocortisona en los<br />
años 50 (1) . Son fármacos muy eficaces y rápidos, y entre<br />
sus logros más importantes está el cambio en el<br />
pronóstico de los enfermos con un brote grave de colitis<br />
ulcerosa, disminuyendo la mort<strong>al</strong>idad de un 20-<br />
30% a un 5-6% (2) . Sin embargo, su empleo se acompaña<br />
de una elevada frecuencia de efectos secundarios,<br />
muchos de ellos graves, que no sólo limitan la c<strong>al</strong>idad<br />
de vida, sino que incluso se han relacionado con<br />
un aumento de la mort<strong>al</strong>idad (3) .<br />
Por este motivo, su impopularidad ha crecido enormemente<br />
hasta el punto de haberse propuesto el manejo<br />
de estos enfermos sin el empleo de corticoides (4) ,<br />
<strong>al</strong>go que es posible desde la introducción de los tratamientos<br />
biológicos (5) , pero no sin olvidar que también<br />
estos fármacos <strong>al</strong>ternativos no están exentos de<br />
efectos secundarios y que su coste económico es mucho<br />
mayor. A la espera de evidencia en este sentido<br />
y sobre todo de estudios económicos se impone un<br />
empleo racion<strong>al</strong> de los corticoides (6) , utilizándolos dentro<br />
de las indicaciones aconsejadas y por periodos breves<br />
de tiempo, dado que su administración crónica es<br />
la que determina la aparición de los efectos secundarios<br />
más graves. Este empleo prolongado de los esteroides<br />
no es infrecuente; de hecho, en un estudio<br />
transvers<strong>al</strong> español que recoge a 635 pacientes con<br />
enfermedad de Crohn, el 72% de los tratados con corticoides<br />
llevaba más de 3 meses con el fármaco (7) . Revisaremos<br />
en este artículo los aspectos más destacados<br />
de estos medicamentos: eficacia, indicaciones y<br />
efectos secundarios con vistas a una utilización más<br />
racion<strong>al</strong> de los mismos.<br />
Eficacia: evidencias disponibles<br />
Enfermedad activa<br />
Las primeras series abiertas que apoyaban la eficacia de<br />
los corticoides en la colitis ulcerosa activa tienen casi 60<br />
años (8,9) y sin embargo, con la misma estrategia de búsqueda<br />
de la revisión sistemática más reciente (10) , sólo se<br />
identifican dos ensayos clínicos <strong>al</strong>eatorizados controlados<br />
con placebo (1,11) . Los resultados (Tabla I) muestran<br />
una eficacia superior de los corticoides con cierto efecto<br />
dosis-respuesta, siendo el NNT para el estudio que<br />
emplea las dosis más <strong>al</strong>tas de 2 (1,4,5) . Estos datos son corroborados<br />
por series posteriores (12,13) y en ensayos clínicos<br />
donde los corticoides se comparan con otros fármacos<br />
(14-21) . De estos últimos podemos extraer que son significativamente<br />
más eficaces que la sulfas<strong>al</strong>azina (22) y que<br />
la heparina no fraccionada (17) . En cambio, la granulocitoaféresis<br />
(14) en un estudio controlado no doble ciego,<br />
muestra una eficacia similar, siendo una técnica prometedora<br />
en aquellos casos con actividad leve-moderada<br />
en que no sea aconsejable el empleo de esteroides.<br />
En el brote grave de colitis ulcerosa no existen ensayos<br />
controlados con placebo, aunque diferentes series sitúan<br />
la tasa de remisión en dos terceras partes de los pacientes<br />
tratados (55-73%) (23-25) , siendo similar a la <strong>al</strong>canzada<br />
con ciclosporina de forma aislada (16) .También en un<br />
reciente estudio que compara dos formas de administración<br />
de los esteroides endovenosos en este contexto,<br />
se logra la remisión en el 50% de los pacientes <strong>al</strong> séptimo<br />
día de iniciar el tratamiento (26) .<br />
En la enfermedad de Crohn son dos los estudios, controlados<br />
con placebo, re<strong>al</strong>izados. En el primero de ellos,<br />
el Nation<strong>al</strong> Cooperative Crohn’s Disease Study (NCCDS) (27)<br />
se <strong>al</strong>eatorizan 162 pacientes a recibir placebo o dosis variables<br />
de prednisona (0,5-0,75 mg/kg) en función de la<br />
actividad, con retirada progresiva a lo largo de 17 semanas.<br />
La tasa de remisión en el grupo tratado dobla a<br />
la conseguida por el grupo placebo (60% frente <strong>al</strong> 30%),<br />
76 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Revisiones<br />
Tabla I. Estudios controlados corticoides vs placebo en el tratamiento de la colitis ulcerosa activa<br />
Fármaco Duración Placebo Corticoides NNT<br />
Tratamiento Remisión (%) Remisión (%) (95% CI)<br />
Truelove 1954 (1) Cortisona 100 mg 6 semanas 16/101 (15,8%) 45/109 (41,3%) 4 (3-7)<br />
Colitis<br />
moderada-grave<br />
Lennard-Jones Prednisona 40-60 mg 3-4 semanas 3/18 (17%) 13/19 (68%) 2 (1,4-5)<br />
1960 (11) Colitis leve<br />
lo que representa un NNT de 3 (2-6). Estos resultados<br />
son corroborados por el European Cooperative Crohn’s<br />
Disease Study (ECCDS) (28) que incluye 215 pacientes con<br />
enfermedad de Crohn activa (CDAI medio: 229) que son<br />
<strong>al</strong>eatorizados a recibir placebo, sulfas<strong>al</strong>azina, metilprednisolona<br />
48 mg con pauta descendente a lo largo<br />
de 6 semanas, o la combinación de ambos fármacos. Se<br />
v<strong>al</strong>oran los resultados en la semana 18, si bien se permitían<br />
dos nuevos ciclos de inducción si no se conseguía<br />
un CDAI menor de 50 en la semana 6. La remisión se <strong>al</strong>canzaba<br />
en el 83% del grupo con corticoides, en un 50%<br />
para la sulfas<strong>al</strong>azina y un 78% para la combinación, todos<br />
significativamente superiores <strong>al</strong> 38% <strong>al</strong>canzado por<br />
el grupo placebo. El NNT para la comparación entre corticoides<br />
y placebo es de 2. Numerosas series no controladas<br />
encuentran resultados similares (29-35) , así como en<br />
estudios comparativos con otros fármacos (19,36-39) . En la<br />
enfermedad de Crohn grave los datos son escasos y derivan<br />
de <strong>al</strong>guna serie corta (40) con resultados similares a<br />
los descritos (remisión 76%) tras la administración intravenosa<br />
del fármaco.<br />
Mantenimiento<br />
Los corticoides no modifican el curso natur<strong>al</strong> de la enfermedad,<br />
no siendo capaces de evitar brotes sucesivos,<br />
por esta razón el tratamiento prolongado con estos fármacos<br />
se debe evitar. Los datos que sustentan esta afirmación<br />
en el caso de la colitis ulcerosa son escasos y derivan<br />
de 3 estudios controlados (41-43) . En los dos primeros,<br />
ni la dosis de 50 mg de cortisona/día ni la de 5 mg de<br />
prednisona 3 veces <strong>al</strong> día se demuestran más eficaces que<br />
el placebo en prevenir sucesivos brotes de la enfermedad.<br />
Sin embargo, el estudio de Powell-Tuck (42) que utiliza<br />
40 mg de prednisona a días <strong>al</strong>ternos en 2 ciclos de 3<br />
meses, observa un número de recidivas significativamente<br />
menor que en el grupo placebo, aunque eso sí, con un<br />
coste en efectos secundarios mayor. Probablemente la<br />
duración del estudio sea demasiado corta como para asegurar<br />
la eficacia en el mantenimiento, además de que<br />
existen otras <strong>al</strong>ternativas con mejor perfil de seguridad<br />
a largo plazo como los inmunosupresores.<br />
De los 5 estudios controlados (27,28,44-46) que ev<strong>al</strong>úan la eficacia<br />
de los corticoides en el mantenimiento de la enfermedad<br />
de Crohn, 3 de ellos son incluidos en un metanálisis<br />
de la colaboración Cochrane (47) que no muestra<br />
eficacia en ninguno de los interv<strong>al</strong>os ev<strong>al</strong>uados. Los oddsratios<br />
de recaída fueron 0,71 (0,39, 1,31), 0,82 (0,47, 1,43)<br />
y 0,72 (0,38, 1,35) a los 6, 12 y 24 meses respectivamente<br />
(Figura 1). Aunque las diferencias no son significativas,<br />
sí se observa una tendencia a favor de los corticoides.<br />
En esta dirección, en el Estudio Colaborativo Europeo<br />
(28) hay un subgrupo de pacientes con actividad en el<br />
momento de la <strong>al</strong>eatorización que presentan una menor<br />
tasa de recaídas que el placebo a los 2 años de seguimiento.<br />
En re<strong>al</strong>idad, dado que existía actividad con<br />
la reducción de esteroides, más que un tratamiento de<br />
mantenimiento representa una situación de corticodependencia<br />
(48) subsidiaria, por tanto, de tratamiento inmunosupresor.<br />
Otro grupo de pacientes en los que los corticoides podrían<br />
disminuir la recidiva son aquellos en los que se logra<br />
la remisión clínica pero persisten los reactantes de<br />
fase aguda elevados, como muestra Brignola (45) en un<br />
pequeño ensayo controlado que incluye únicamente a<br />
18 pacientes y que además no es doble ciego, por lo que<br />
serían necesarios más estudios en este sentido.<br />
Por tanto, en pacientes con enfermedad de Crohn en<br />
remisión la utilización de estos fármacos no está indicada<br />
para prevenir la recidiva, sólo justificándose su empleo<br />
por periodos breves de tiempo.<br />
Curación mucosa<br />
La <strong>al</strong>ta eficacia de los corticoides en conseguir la remisión<br />
en la enfermedad de Crohn no tiene su correspondencia<br />
en lograr la desaparición de las lesiones, <strong>al</strong> contrario<br />
de lo que ocurre con otros fármacos (49-52) . En el estudio<br />
de Modigliani y cols. (53) que incluye a 142 pacientes<br />
con enfermedad activa tratados con un régimen intensivo<br />
de 1 mg/kg/día de prednisona durante 7 semanas,<br />
sólo se logra la cicatrización de las lesiones mucosas<br />
a un 29% de los pacientes que entraron en remisión<br />
(92%). La prolongación del tratamiento esteroideo 5 semanas<br />
más, aumenta la tasa de curación endoscópica<br />
en un 30% (54) ; sin embargo, la evolución en el tiempo<br />
(18 meses) era similar a la de los pacientes que iniciaron<br />
el descenso de corticoides con lesiones endoscópicas.<br />
Por tanto, no parece que la curación mucosa conseguida<br />
con estos fármacos influya en la evolución posterior,<br />
probablemente reflejo de su incapacidad para modificar<br />
la historia natur<strong>al</strong> de la enfermedad. Por el contrario,<br />
cuando se consigue una cicatrización mantenida con<br />
otros fármacos con capacidad para influir en el pronós-<br />
77 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Revisión: Corticosteroides para el mantenimiento de la remisión en la enfermedad de Crohn<br />
Comparación: 01 corticosteroides versus placebo<br />
Resultado: 01 recaída<br />
Estudio Tratamiento Controles Odds ratio de Peto Ponderación Odds ratio de Peto<br />
n/N n/N 95% IC (%) 95% IC<br />
01 6 meses<br />
ECCDS, 1984 14/66 19/52 18,2 0,47 [0,21,1,05]<br />
NCCDS, 1979 8/43 14/83 12,7 1,13 [0,43,2,96]<br />
Smith, 1978 1/33 0/26 0,8 5,98 [0,12,309,75]<br />
Subtot<strong>al</strong> (95%IC) 23/142 33/161 31,7 0,71 [0,78,1,31]<br />
Prueba de heterogeneidad de ji-cuadrado=3,00 gI=2p=0,2232<br />
Prueba del efecto glob<strong>al</strong>= -1,10 p=0,3<br />
02 12 Meses<br />
ECCES, 1984 25/66 26/52 22,2 0,61[0,30,1,27]<br />
NCCDS, 1979 9/33 17/60 13,4 0,95[0,37,2,43]<br />
Smith, 1978 3/32 0/26 2,2 6,54[0,65,66,34]<br />
Subtot<strong>al</strong> (95% IC) 37 /131 43/138 37,8 0,82 [0,47,1,44]<br />
Prueba de heterogeneidad de ji-cuadrado=3,79 gI=2 p=0,1502<br />
Prueba del efecto glob<strong>al</strong>=-0,69 p=0,5<br />
03 24 Meses<br />
ECCDS, 1984 22/42 25/39 15,4 0,62[0,26,1,50]<br />
NCCDS, 1979 9/28 10/24 9,4 0,67[0,22,2,05]<br />
Smith, 1978 5/25 4/24 5,8 1,24[0,30,5,20]<br />
Subtot<strong>al</strong> [95% IC) 36/95 39/87 30,6 0,72[0,39,1,35]<br />
Prueba de heterogeneidad de ji-cuadrado=0,68 gI=2 p=0,7106<br />
Prueba de efecto glob<strong>al</strong>=-1,01 p=0,3<br />
Tot<strong>al</strong> (95%IC) 96/368 115/386 100,0 0,75[0,54,1,06]<br />
Prueba de heterogeneidad de ji-cuadrado=7,62 gI=8 p=0,4716<br />
Prueba del efecto glob<strong>al</strong>=-1,60 p=0,11<br />
-1 -2 1 5 10<br />
Figura 1. Metanálisis de los corticoides en el mantenimiento de la enfermedad de Crohn (47) .<br />
tico como el infliximab, sí parece que se siga de una menor<br />
necesidad de hospit<strong>al</strong>izaciones o cirugía (55) . No obstante,<br />
la curación mucosa per se no ha demostrado ser<br />
un buen parámetro predictivo del curso evolutivo posterior<br />
de la enfermedad de Crohn (56) .<br />
A pesar de la impresión gener<strong>al</strong> de que la colitis ulcerosa<br />
tiene más predisposición a la desaparición de las lesiones<br />
tras el tratamiento (57) , los datos para el caso concreto de<br />
los corticoides son escasos y muestran unos resultados similares<br />
a los de la enfermedad de Crohn. En el estudio inici<strong>al</strong><br />
de Truelove (1) sólo se consigue la norm<strong>al</strong>ización de los<br />
h<strong>al</strong>lazgos endoscópicos en un 30% de los enfermos (19/63).<br />
Otro pequeño estudio en población infantil también reproduce<br />
estos resultados con un 40%(8/15) de remisión<br />
endoscópica y un 15% de remisión histológica tras tratamiento<br />
esteroideo (58) . Por tanto, la capacidad de los corticoides<br />
en conseguir la desaparición de las lesiones es limitada<br />
y similar para ambas enfermedades.<br />
Dosis y vía de administración<br />
Sólo el estudio de Baron (59) compara diferentes dosis or<strong>al</strong>es<br />
de corticoides en el tratamiento de la colitis ulcerosa<br />
y encuentra que las dosis de 40 y 60 mg de prednisona<br />
<strong>al</strong> día doblan el porcentaje de remisión conseguido<br />
con la dosis de 20 mg; eso sí, con un mayor número de<br />
efectos secundarios. No encuentra diferencias con las<br />
dos dosis más <strong>al</strong>tas, pero también es cierto que el número<br />
de pacientes incluidos no era suficiente para demostrar<br />
diferencias clínicamente significativas, por lo<br />
que se puede emplear cu<strong>al</strong>quiera de las dos dosis. La eficacia<br />
de dosis or<strong>al</strong>es divididas es similar a la utilización<br />
de una única dosis diaria (60) , por lo que para minimizar<br />
la supresión del eje hipotálamo-hipofisario-suprarren<strong>al</strong><br />
es preferible este último régimen. Algunos autores recomiendan<br />
la administración del fármaco en dos dosis<br />
diarias cuando existen varias deposiciones nocturnas,<br />
aunque este proceder no se ha ev<strong>al</strong>uado en la literatura<br />
(61) . No es aconsejable iniciar el tratamiento con dosis<br />
bajas y aumentar según respuesta porque la duración<br />
tot<strong>al</strong> del tratamiento acaba siendo mayor; por tanto,<br />
una vez decidido el tratamiento con corticoides las dosis<br />
deben ser plenas desde el inicio (4) .<br />
En la enfermedad de Crohn no existen estudios que comparen<br />
diferentes dosis, si bien los ensayos que obtienen<br />
78 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Revisiones<br />
los mejores resultados son los que emplean las dosis más<br />
<strong>al</strong>tas. Así, en el ECCDS (28) se <strong>al</strong>canza una tasa de remisión<br />
de un 83% con el equiv<strong>al</strong>ente a 60 mg/día de prednisona<br />
y en el estudio de Modigliani (53) un 92% con una dosis<br />
de 1 mg/kg de prednisona. En cambio, en el NCCDS<br />
que utiliza dosis de 0,5-0,75 mg/kg en función de la actividad,<br />
los resultados son más discretos con un 60% de<br />
pacientes en remisión. Es cierto que no son estudios comparativos,<br />
pero ante la f<strong>al</strong>ta de datos parece razonable<br />
escoger la dosis aparentemente más eficaz, en este caso<br />
1 mg/kg o 60 mg/día de prednisona o equiv<strong>al</strong>ente.<br />
La vía de administración escogida para los brotes graves<br />
es la intravenosa por la experiencia acumulada con<br />
su empleo, si bien la evidencia que lo apoya es escasa.<br />
Únicamente el estudio de Chun (19) incluye un subgrupo<br />
de pacientes con enfermedad de Crohn moderada-grave<br />
que no han respondido a la administración or<strong>al</strong> de<br />
corticoides que sí lo hacen y de forma rápida a la administración<br />
intravenosa de ACTH o hidrocortisona. En<br />
los brotes graves de colitis ulcerosa no parece que aporte<br />
un beneficio añadido utilizar dosis mayores de 60<br />
mg/día de prednisolona (62) . En cuanto a la forma de administración<br />
intravenosa, en bolo o en infusión, hay<br />
grandes diferencias en eficacia o efectos secundarios<br />
entre ambos (26) .<br />
Duración del tratamiento<br />
La prolongación del tratamiento corticoideo a dosis plenas<br />
es posible que mejore los porcentajes de respuesta.<br />
Así, en el estudio de Modigliani (53) las tasas de respuesta<br />
completa aumentan con la duración del tratamiento<br />
siendo a las 4, 5, 6 y 7 semanas del 63%, 80%,<br />
88% y 92% respectivamente. Sin embargo, la extensión<br />
del tratamiento de inducción está gravada con una mayor<br />
incidencia de efectos secundarios y sobre todo con<br />
un retraso en conseguir la mejoría, teniendo en cuenta<br />
la existencia de otras <strong>al</strong>ternativas eficaces. El límite<br />
para considerar un brote como corticorresistente es variable;<br />
así, el consenso de la AGA (48) considera que si no<br />
hay respuesta tras 7-14 días de tratamiento esteroideo<br />
se debe pasar <strong>al</strong> siguiente esc<strong>al</strong>ón terapéutico que sería<br />
la administración intravenosa de estos fármacos. El<br />
consenso europeo (63) establece un límite de 4 semanas<br />
a dosis mínimas de 0,75 mg/kg de prednisona or<strong>al</strong> para<br />
considerar un brote como corticorresistente, recomendando<br />
en esta situación el inicio de inmunosupresores,<br />
con o sin infliximab, en función de la rapidez en la respuesta<br />
requerida. Probablemente este límite de las 4<br />
semanas tenga más un interés epidemiológico (32) que<br />
clínico y en la práctica clínica habitu<strong>al</strong>mente se espera<br />
1-2 semanas para iniciar una nueva estrategia terapéutica<br />
diferente de los corticoides or<strong>al</strong>es en los brotes<br />
moderados de <strong>EII</strong>.<br />
En los brotes graves estos interv<strong>al</strong>os de tiempo no son<br />
válidos, acortándose clásicamente hasta los 7-10 días (61) ,<br />
para derivar lo antes posible hacia otros tratamientos<br />
(ciclosporina, infliximab, cirugía) antes de que la situación<br />
gener<strong>al</strong> del enfermo empeore. En el caso concreto<br />
Tabla II. Índice de Ho: predicción de la ausencia de respuesta<br />
a corticoides en el brote grave de colitis ulcerosa<br />
Variables<br />
Puntos<br />
Nº medio deposiciones<br />
< 4 0<br />
4 ≤ 6 1<br />
6 ≤ 9 2<br />
> 9 4<br />
Dilatación cólica 4<br />
Hipo<strong>al</strong>buminemia < 30 g/l 1<br />
Un índice ≥ 4 puntos <strong>al</strong> tercer día conlleva un riesgo del 85% de fracaso<br />
del tratamiento esteroideo.<br />
del brote grave de colitis ulcerosa se han descrito numerosos<br />
factores predictivos e índices (62,64-67) para predecir<br />
el fracaso esteroideo más precozmente, incluso <strong>al</strong> tercer<br />
día de tratamiento. Por res<strong>al</strong>tar <strong>al</strong>guno de ellos, citaremos<br />
el índice de Ho (64) que además ha demostrado<br />
capacidad predictiva de respuesta a la ciclosporina en<br />
esta situación (68) . Este índice incluye 3 variables con una<br />
puntuación asignada a cada una de ellas, de forma que<br />
si la suma tot<strong>al</strong> es mayor o igu<strong>al</strong> a 4 <strong>al</strong> tercer día de tratamiento<br />
esteroideo, la probabilidad de fracaso es del<br />
85% (Tabla II).<br />
Pauta de retirada<br />
Existe la opinión de que una retirada rápida de los corticoides<br />
una vez conseguida la remisión, tiene un riesgo<br />
de reactivación de la enfermedad (47) . Sin embargo,<br />
en los estudios publicados, las diferentes pautas de retirada<br />
empleadas tienen la misma eficacia a largo plazo.<br />
En el NCCDS (27) la retirada de los corticoides se hacía<br />
a lo largo de 17 semanas, siendo la tasa de remisión a<br />
los dos años del 30%, similar a la observada en el<br />
ECCDS (28) 35%, también a los dos años pero con una retirada<br />
rápida a lo largo de 6 semanas. Brignola (69) y cols.<br />
comparan en un estudio no <strong>al</strong>eatorizado con 70 pacientes<br />
dos esquemas de retirada de esteroides, tras una<br />
inducción común con 40 mg/día IM de prednisona durante<br />
3 semanas. La retirada rápida se re<strong>al</strong>iza durante<br />
4 semanas y la lenta a lo largo de 12 semanas. A los 6<br />
meses permanecen en remisión el 53% de los pacientes<br />
con la primera y el 37% con la segunda, diferencias que<br />
no son significativas. Por tanto, con los datos disponibles,<br />
no parece que influya en los resultados a medio y<br />
largo plazo el esquema de retirada de esteroides empleado.<br />
Elección del preparado<br />
No existen estudios comparativos entre diferentes formulaciones<br />
excepto para la ACTH que en un estudio inici<strong>al</strong><br />
de Truelove se mostraba más eficaz que la cortisona<br />
(43) , pero este hecho no se corrobora en estudios posteriores<br />
(70) , aunque sí se propuso una mayor eficacia en<br />
caso de no exposición previa a corticoides (71) o una mayor<br />
rapidez de acción en el brote grave de enfermedad<br />
de Crohn (19) . Posteriormente, este fármaco se relacionó<br />
79 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Tabla III. Equiv<strong>al</strong>encias entre los diferentes glucocorticoides<br />
Corticoide Potencia antiinflamatoria Equiv<strong>al</strong>encia mg (v.o.) Actividad miner<strong>al</strong>ocorticoide<br />
Cortisol 1 20 1<br />
Cortisona 0,8 25 0,8<br />
Prednisona 4 5 0,8<br />
Prednisolona 4 5 0,8<br />
Metilprednisolona 5 4 0,5<br />
Betametasona 25-40 0,6 0<br />
Dexametasona 30 0,5 0<br />
con la aparición de hemorragia suprarren<strong>al</strong> (72) , por lo que<br />
prácticamente se abandonó su uso. Dado que existen<br />
pequeñas diferencias entre los distintos corticoides disponibles<br />
(Tabla III) puede emplearse cu<strong>al</strong>quiera de ellos<br />
con preferencia, si acaso, por los que poseen menor actividad<br />
miner<strong>al</strong>corticoidea (48) .<br />
Evolución de la enfermedad tras su empleo<br />
No todos los pacientes con <strong>EII</strong> van a precisar tratamiento<br />
con corticoides. En los registros hospit<strong>al</strong>arios el 75%<br />
de los pacientes con enfermedad de Crohn y un 63%<br />
con colitis ulcerosa iniciarán tratamiento con estos fármacos.<br />
Sin embargo, en los estudios poblacion<strong>al</strong>es estos<br />
porcentajes son inferiores de forma que aproximadamente<br />
un 50% de los pacientes (43-55%) (32,34) con enfermedad<br />
de Crohn recibirán este tratamiento, gener<strong>al</strong>mente<br />
durante el primer año del diagnóstico, mientras<br />
que en la colitis ulcerosa sólo lo precisarán un tercio<br />
de los enfermos (32) .<br />
Ahora bien, la necesidad de iniciar tratamiento con corticoides,<br />
sobre todo en la enfermedad de Crohn, es un<br />
marcador de una m<strong>al</strong>a evolución posterior (Tabla IV).<br />
Así, a pesar de que logran el control inici<strong>al</strong> de los síntomas<br />
en la mayor parte de los pacientes, <strong>al</strong> año del inicio<br />
del tratamiento, entre un 28% y un 39% desarrollará<br />
corticodependencia y en un 21-38% será necesario<br />
recurrir a la cirugía. Glob<strong>al</strong>mente un 60-70% no tendrá<br />
controlada su enfermedad <strong>al</strong> cabo de un año (32,34) .<br />
Resultados similares a estos estudios poblacion<strong>al</strong>es se<br />
han encontrado en registros hospit<strong>al</strong>arios (33) o en población<br />
pediátrica (35) . En la colitis ulcerosa, aunque los<br />
porcentajes son más discretos, no son desdeñables porque<br />
<strong>al</strong> año de haber precisado corticoides un 17-22% (32,33)<br />
no podrá retirarlos y un 21-38% habrá precisado cirugía<br />
si no se utilizan otros tratamientos con capacidad<br />
para modificar el curso de la enfermedad, fundament<strong>al</strong>mente<br />
inmunosupresores, dado que los aminos<strong>al</strong>icilatos<br />
en este contexto podrían tener una eficacia menor<br />
que cuando la remisión se ha logrado sin corticoides<br />
(73,74) .<br />
Estos datos apoyan el inicio precoz de inmunosupresores<br />
cuando se decide iniciar un tratamiento con corticoides,<br />
sobre todo cuando hay factores añadidos de m<strong>al</strong><br />
pronóstico (75) . Existe un ensayo clínico que podría remedar<br />
esta situación; Markowitz (76) <strong>al</strong>eatoriza 55 niños con<br />
enfermedad de Crohn moderada-grave a recibir placebo<br />
o mercaptopurina junto <strong>al</strong> tratamiento esteroideo y<br />
encuentra que las recidivas de la enfermedad a los 18<br />
meses son significativamente inferiores en el grupo tratado<br />
con el inmunosupresor: 9% vs 47% (p
Revisiones<br />
Tabla IVa. Historia natur<strong>al</strong> de los corticoides en la <strong>EII</strong>: adultos<br />
Evolución 30 días (%) Evolución 1 año (%)<br />
Empleo (%) Respuesta Respuesta No Respuesta Cortico- Cirugía<br />
Enf. Crohn Cx IMM Completa Parci<strong>al</strong> Respuesta prolongada dependencia<br />
Munkholm, 1994 56 0 48 32 20 48 39 21<br />
(N=109/196)<br />
Faubion, 2001 43 3 58 26 16 32 28 38<br />
(n=74/173)<br />
Ho, 2006 75 3 40 35 25 29 23 35<br />
(N=60/80)<br />
Colitis ulcerosa<br />
Faubion, 2001 34 0 50 29 21 57 14 29<br />
(n=63/185)<br />
Ho, 2006 63 33 51 31 18 55 17 21<br />
(n=86/136)<br />
Tabla IVb. Historia natur<strong>al</strong> de los corticoides en la <strong>EII</strong>: niños<br />
Evolución 30 días (%) Evolución 1 año (%)<br />
Empleo (%) Respuesta Respuesta No Respuesta Cortico- Cirugía<br />
Enf. Crohn Cx IMM Completa Parci<strong>al</strong> Respuesta prolongada dependencia<br />
Tung, 2006 52 23 62 27 12 42 31 27<br />
(N=26/40)<br />
Markowitz, 2006* * 81 60 24 17 61 31 8<br />
(n=109)<br />
Colitis ulcerosa<br />
Tung, 2006 39 7 50 29 21 57 14 29<br />
(n=14/32)<br />
Hyams, 2006 79 61 60 27 11 50 45 5<br />
(n=77/97)<br />
*Respuesta inici<strong>al</strong> ev<strong>al</strong>uada a los 3 meses.<br />
mitad de los pacientes los sufren, determinando en una<br />
cuarta parte de ellos la retirada del fármaco o la disminución<br />
de la dosis utilizada (85) . Algunos de ellos aparecen<br />
precozmente como los cosméticos (acné, cara en<br />
luna llena, edema), psiquiátricos o metabólicos y otros<br />
se asocian con un uso prolongado (más de 12 semanas)<br />
como osteoporosis, cataratas, miopatía, etc. No comentaremos<br />
todos ellos, sino que nos centraremos en aquellos<br />
con mayor repercusión para la <strong>EII</strong> como son los osteomusculares,<br />
por ser la propia enfermedad un factor<br />
de riesgo para su aparición, y la susceptibilidad a padecer<br />
infecciones, comentando brevemente <strong>al</strong>gunos otros<br />
de los más frecuentes.<br />
Osteomusculares<br />
La administración de corticoides (dosis acumulada) se<br />
ha relacionado de forma inversa con la masa ósea en<br />
numerosos estudios (86) . Este efecto es dosis dependiente<br />
ocurriendo con dosis superiores a 7,5 mg/día, aunque<br />
cantidades tan bajas como 2,5 mg/día también pueden<br />
conllevar un riesgo de fractura (87) . Este riesgo ya es aparente<br />
en los primeros 3 meses de tratamiento, dado que<br />
la pérdida de masa ósea es máxima durante los primeros<br />
6 meses, continuando de forma progresiva posteriormente<br />
aunque a un ritmo menor (88,89) . Tras la suspensión<br />
del tratamiento se recupera parci<strong>al</strong>mente aunque<br />
es raro que vuelva a los niveles de partida (90) . Glob<strong>al</strong>mente,<br />
el riesgo de fractura con el empleo a largo<br />
plazo de estos fármacos es del 30-50%, afectando gener<strong>al</strong>mente<br />
<strong>al</strong> hueso trabecular como vértebras o cadera<br />
(91) . Se les ha considerado como los princip<strong>al</strong>es responsables<br />
del aumento de la osteopenia y osteoporosis<br />
observado en la <strong>EII</strong> (86) ; sin embargo, la propia actividad<br />
inflamatoria de la enfermedad se reconoce como el princip<strong>al</strong><br />
determinante, sobre todo en niños (92) . Otros factores<br />
como la m<strong>al</strong>absorción de vitamina D y c<strong>al</strong>cio presente<br />
hasta en un 30-60% de los pacientes con enfermedad<br />
de Crohn (86) o las resecciones intestin<strong>al</strong>es, sobre<br />
todo ile<strong>al</strong> (93) también pueden contribuir.<br />
Como medidas preventivas para evitar la pérdida de<br />
masa ósea asociada a estos fármacos se aconsejan en<br />
primer lugar evitar hábitos reconocidos como de ries-<br />
81 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
go, fundament<strong>al</strong>mente abandonar el tabaco y el <strong>al</strong>cohol<br />
así como la re<strong>al</strong>ización de ejercicio físico regular o<br />
una ingesta adecuada de c<strong>al</strong>cio. La estrategia de administrar<br />
los corticoides a días <strong>al</strong>ternos no es útil (94) .<br />
Con objeto de identificar a los pacientes de riesgo para<br />
esta complicación la AGA (95) recomienda la re<strong>al</strong>ización de<br />
una densitometría bas<strong>al</strong> cuando se van a administrar corticoides<br />
durante 3 meses o más, iniciando tratamiento con<br />
bifosfonatos si se cumplen los criterios de osteoporosis.<br />
Estos vienen definidos por un score T ≤ 2,5 desviaciones<br />
estándar de la norm<strong>al</strong>idad, aunque sociedades como el<br />
American College of Rheumatology (96) o el Grupo de Consenso<br />
del Reino Unido (97) recomiendan iniciar tratamiento<br />
con un score inferior de -1 y -1,5 respectivamente. Los pacientes<br />
con riesgo bas<strong>al</strong> de fractura aumentado como mujeres<br />
post-menopáusicas o historia de fractura previa requieren<br />
tratamiento independientemente del resultado<br />
de la densitometría (98) . La administración de c<strong>al</strong>cio (1.200-<br />
1.500 mg/día) y vitamina D (400-800 UI/día) frena la pérdida<br />
ósea ocasionada por los corticoides, aunque no es capaz<br />
de evitarla (99) . Sin embargo, dado que es un tratamiento<br />
bien tolerado y barato se ha aconsejado su empleo sistemático<br />
(100) para todos los pacientes que van a recibir corticoides<br />
independientemente de su riesgo bas<strong>al</strong>.<br />
También se ha asociado <strong>al</strong> tratamiento esteroideo la<br />
aparición de osteonecrosis, aunque se ha descrito en pacientes<br />
con <strong>EII</strong> sin tratamiento previo con estos fármacos<br />
(101) . Si bien, no tiene una relación tan clara con la dosis,<br />
se ha relacionado con <strong>al</strong>tas dosis más que con la duración<br />
del tratamiento (102) , de forma que sería un factor<br />
de riesgo la administración de 50 mg de prednisona <strong>al</strong><br />
menos durante 2 semanas (103) . Factores de susceptibilidad<br />
individu<strong>al</strong> tienen probablemente más importancia, de<br />
hecho, recientemente se ha relacionado esta complicación<br />
con una mutación del gen del colágeno tipo II (104) .<br />
Para su diagnóstico precoz es fundament<strong>al</strong> la sospecha<br />
clínica y la re<strong>al</strong>ización precoz de una resonancia (105) .<br />
Infecciones<br />
Los corticoides aumentan el riesgo de infección en función<br />
de la dosis empleada y de la duración del tratamiento.<br />
Stuck y cols. en un metanálisis que incluye 71 ensayos controlados<br />
con corticoides en diferentes enfermedades encuentran<br />
un riesgo relativo glob<strong>al</strong> del 1,6 (1,3-1,9; P < 0,001),<br />
siendo <strong>al</strong>go menor en las enfermedades digestivas: 1,4<br />
(1,1-1,7; P=0,02). Dosis diarias menores de 10 mg de prednisona<br />
no aumentan el riesgo, por el contrario, dosis de<br />
20 mg o mayores doblan el riesgo (106) . El registro TREAT<br />
que incluye a más de 6.000 pacientes con enfermedad<br />
de Crohn confirma estos datos, identificando en el análisis<br />
multivariante a 3 factores predictivos de infección<br />
grave: empleo de corticoides (OR: 2,21; 95% IC: 1,46-3,34;<br />
P < ,001), opiáceos y una actividad moderada-grave de la<br />
enfermedad (3) . Además, la asociación de corticoides a otros<br />
fármacos como los inmunosupresores podría aumentar el<br />
riesgo de infecciones. En un estudio casos-control que incluye<br />
a 100 pacientes con enfermedad de Crohn que han<br />
presentado <strong>al</strong>guna infección oportunista, Toruner y cols.<br />
encuentran que los corticoides aumentan significativamente<br />
el riesgo de infección (OR:2,2; IC 95%:1,1-4,8) y se<br />
multiplica asociados a azatioprina/6MP (OR:15,7;IC 95%:4,1-<br />
59,5) (107) .<br />
Una situación que requiere especi<strong>al</strong> atención es la presencia<br />
de una masa abdomin<strong>al</strong> p<strong>al</strong>pable con sospecha de absceso<br />
porque además de correlacionarse con m<strong>al</strong>a respuesta<br />
a los corticoides, en el ECCDS se describieron 3 muertes<br />
(3/43) por sepsis en pacientes que recibieron dosis <strong>al</strong>tas de<br />
estos fármacos (28) en este contexto. Posteriormente, otros<br />
autores no han reproducido estos h<strong>al</strong>lazgos (108) , pero en<br />
cu<strong>al</strong>quier caso parece razonable asociar antibióticos (109) ,<br />
puesto que se han relacionado con la aparición de abscesos<br />
intra-abdomin<strong>al</strong>es en la enfermedad de Crohn penetrante<br />
con una OR de 9,03 (IC 95%: 2,40-33,98), sobre todo<br />
para dosis de 20 mg o superiores de prednisona (110) .<br />
Aunque con cierta confusión en la literatura, cada vez<br />
existen más datos de que los corticoides aumentan las<br />
infecciones post-operatorias. La mayoría de los estudios<br />
que v<strong>al</strong>oran esta aspecto son retrospectivos (44,106,111-118) y<br />
no siempre re<strong>al</strong>izan un análisis multivariante que sería<br />
la forma adecuada de identificar una asociación, fundament<strong>al</strong>mente<br />
porque estos fármacos van asociados a<br />
la gravedad de la enfermedad, factor que influye en la<br />
aparición de infecciones como muestra el estudio TRE-<br />
AT (3) . Además, se suelen incluir en el análisis sólo las infecciones<br />
de la herida quirúrgica y re<strong>al</strong>mente podría favorecer<br />
cu<strong>al</strong>quier tipo de infección. El estudio de Aberra<br />
y cols. reúne estas dos características y encuentra que<br />
estos fármacos aumentan el riesgo de infección postquirúrgica<br />
(OR:3,69;IC 95%:1,24-10,97) (112) , <strong>al</strong> igu<strong>al</strong> que<br />
el único estudio prospectivo recientemente publicado (119) .<br />
Síndrome por retirada de corticoides<br />
Cu<strong>al</strong>quier paciente que ha seguido tratamiento esteroideo<br />
por un tiempo prolongado puede sufrir una insuficiencia<br />
suprarren<strong>al</strong> tras su retirada, en especi<strong>al</strong> tras<br />
periodos de estrés. No está clara la relación con la dosis<br />
o duración del tratamiento (120) . En gener<strong>al</strong>, se ha considerado<br />
que la susceptibilidad es mayor con dosis de 30<br />
mg/día de hidrocortisona o superiores durante más de<br />
3 semanas (121) , aunque se ha descrito con sólo 5 días de<br />
tratamiento (122) . La recuperación de la función suprarren<strong>al</strong><br />
puede llevar hasta 12 meses, si bien el 70% lo hace<br />
<strong>al</strong> mes de la suspensión (123) , de ahí que haya que estar<br />
<strong>al</strong>erta a esta complicación utilizando hidrocortisona en<br />
situaciones de estrés como la cirugía. El test de estimulación<br />
de ACTH puede ayudar a identificar a los paciente<br />
con riesgo (124) . Por otro lado, la retirada de corticoides<br />
en <strong>al</strong>gunos pacientes se sigue de un síndrome que incluye<br />
depresión, anorexia, astenia, pérdida de peso, cef<strong>al</strong>ea,<br />
artr<strong>al</strong>gias y mi<strong>al</strong>gias que en gener<strong>al</strong> se resuelve<br />
con una retirada más lenta (125) .<br />
Embarazo y lactancia<br />
Los corticoides están clasificados por la FDA como categoría<br />
C en relación con la descripción en modelos anim<strong>al</strong>es<br />
de labio leporino y p<strong>al</strong>adar hendido (126) . En hu-<br />
82 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Revisiones<br />
manos, 3 estudios de cohortes y un metanálisis apoyan<br />
la aparición de esta m<strong>al</strong>formación cuando ha existido<br />
exposición a estos fármacos en el primer trimestre<br />
de embarazo. El riesgo es discreto con una OR de<br />
3,35 (IC 95%:1,97-5,69) por lo que los beneficios de estos<br />
fármacos en caso de un brote de <strong>EII</strong> durante el embarazo<br />
compensan este riesgo (127) . Sin embargo, estos<br />
datos no se han corroborado en un estudio casos-control<br />
con potencia suficiente para detectar un incremento<br />
de las m<strong>al</strong>formaciones 2,5 veces sobre el grupo control<br />
(128) . Los corticoides se excretan en la leche materna<br />
en cantidades variables, pero la exposición <strong>al</strong> recién nacido<br />
se minimiza evitando la toma durante las primeras<br />
4 horas de la ingesta del fármaco (129) .<br />
Otros efectos secundarios<br />
Hasta un 15-40% de los niños con enfermedad de Crohn<br />
tienen un retraso del crecimiento (130,131) <strong>al</strong> que contribuyen<br />
además de los corticoides, múltiples factores como<br />
la actividad inflamatoria, la desnutrición, las <strong>al</strong>teraciones<br />
hormon<strong>al</strong>es, etc. Se ha planteado que el papel de estos<br />
fármacos en esta entidad podría ser menor que el de<br />
la propia actividad la enfermedad (131) . Para evitar esta<br />
complicación es fundament<strong>al</strong>, por tanto, el control del<br />
brote pero también minimizar el empleo de esteroides.<br />
En este sentido, una <strong>al</strong>ternativa que en un reciente metanálisis<br />
(81) muestra una eficacia similar a los corticoides<br />
es la nutrición enter<strong>al</strong>. Además, esta opción terapéutica<br />
mejora la situación nutricion<strong>al</strong>, influye positivamente en<br />
el crecimiento e incluso podría acompañarse de una mayor<br />
probabilidad de cicatrización de las lesiones (82,132) .<br />
Fin<strong>al</strong>mente, en el registro TREAT se ha identificado a los<br />
corticoides como el único factor predictivo de mort<strong>al</strong>idad<br />
en el análisis multivariante, con una odds ratio de<br />
2,10 (IC 95%, 1,15-3,83; P=,016) (3) . No obstante, en un reciente<br />
estudio poblacion<strong>al</strong> retrospectivo que incluye a<br />
más de 9.000 pacientes con <strong>EII</strong>, no los encuentra relacionados<br />
con la mort<strong>al</strong>idad (133) .<br />
Nuevos corticoides<br />
Dejando aparte a los nuevos corticoides de acción tópica<br />
(budesonida, predocol, beclometasona) existen varias<br />
opciones prometedoras con acción sistémica: agonistas<br />
selectivos de los glucocorticoides (SEGRA), nitroesteroides<br />
y corticoides liposom<strong>al</strong>es.<br />
Los agonistas selectivos son fármacos en desarrollo con<br />
una actividad anti-inflamatoria similar a los corticoides<br />
convencion<strong>al</strong>es pero con un mejor perfil de efectos secundarios<br />
<strong>al</strong> actuar selectivamente sobre el mecanismo<br />
de acción de los corticoides responsable de esa función<br />
antiinflamatoria (“transrrepresión”) y no sobre el proceso<br />
conocido como transactivación que ocasionaría gran<br />
parte de los efectos adversos (134) . Este tipo de fármacos carece<br />
de acción sobre el hueso o sobre la gluconeogénesis,<br />
aunque inhiben igu<strong>al</strong>mente el eje hipotálamo-hipofisario-suprarren<strong>al</strong>.<br />
De forma análoga a otros fármacos,<br />
los nitrosteroides son derivados glucocorticoideos que llevan<br />
en su molécula óxido nítrico (NO). Este grupo NO tiene<br />
acciones antiinflamatorias que actúan de forma sinérgica<br />
con los corticoides pero con menos efectos secundarios,<br />
fundament<strong>al</strong>mente sobre el hueso. Por último,<br />
los corticoides vehiculizados por PEG-liposomas tendrían<br />
la capacidad de <strong>al</strong>canzar concentraciones muy elevadas<br />
en el foco inflamatorio (135) con menor toxicidad sistémica,<br />
<strong>al</strong> estar el fármaco encapsulado en el liposoma.<br />
Todos ellos han demostrado resultados prometedores en<br />
modelos experiment<strong>al</strong>es y de confirmarse en clínica, nos<br />
permitirían beneficiarnos de la <strong>al</strong>ta eficacia de estos fármacos<br />
sin <strong>al</strong>gunas de sus princip<strong>al</strong>es limitaciones.<br />
Conclusiones y recomendaciones<br />
Los corticoides son los fármacos que más tiempo se llevan<br />
empleando en el tratamiento de la <strong>EII</strong> con una eficacia en<br />
el control del brote que pocos fármacos han conseguido<br />
(si acaso los biológicos). Sin embargo, su empleo prolongado<br />
conlleva importantes efectos secundarios en un porcentaje<br />
elevado de enfermos, lo que debe concienciarnos<br />
sobre su uso racion<strong>al</strong> que resumiremos en una serie de recomendaciones<br />
prácticas. 1) Siempre buscar <strong>al</strong>ternativas<br />
con menor toxicidad en los brotes leve-moderados como<br />
5ASA, budesonida, formulaciones dist<strong>al</strong>es, etc. pero estableciendo<br />
plazos para v<strong>al</strong>orar eficacia, con objeto de no<br />
retrasar en exceso el control de la enfermedad por evitar<br />
su utilización. 2) Son aconsejables dosis plenas desde el inicio,<br />
con descenso progresivo tras el control de la enfermedad,<br />
de esta forma se disminuye la cantidad de tot<strong>al</strong> de<br />
corticoides administrada. 3) La pauta de descenso no influye<br />
en los resultados a largo plazo. 4) Extremar las precauciones<br />
<strong>al</strong> utilizarlos en pacientes con masa p<strong>al</strong>pable y<br />
siempre asociados a antibióticos. 5) Considerar el inicio del<br />
tratamiento con esteroides como un marcador de m<strong>al</strong>a<br />
evolución de la enfermedad sopesando otras <strong>al</strong>ternativas<br />
como los inmunomoduladores. 6) No modifican la historia<br />
natur<strong>al</strong> de la enfermedad y poco o muy poco las lesiones<br />
existentes, por lo tanto su administración prolongada debe<br />
evitarse. En este sentido, es bueno establecer planes de tratamiento<br />
a largo plazo, no soluciones inmediatas mantenidas<br />
en el tiempo. Éstas no suponen más que un trueque<br />
de control de síntomas por efectos secundarios graves a<br />
medio plazo que limitan la c<strong>al</strong>idad de vida tanto o más que<br />
la propia enfermedad (fracturas, miopatía, etc.) 7) Vigilancia<br />
y prevención de efectos secundarios: asociación de<br />
vitamina D y c<strong>al</strong>cio, bifosfonatos en pacientes de <strong>al</strong>to riesgo<br />
de osteoporosis o fractura, control de glucemias y TA,<br />
controles oft<strong>al</strong>mológicos, etc. 8) Prevenir la insuficiencia<br />
suprarren<strong>al</strong> en situaciones de estrés y pensar que puede<br />
ocurrir hasta 12 meses después de la retirada. 9) En pacientes<br />
con <strong>al</strong>to riesgo de efectos secundarios graves (psicosis<br />
previa, fracturas múltiples, etc.) conviene recordar que<br />
se puede tratar un brote sin esteroides (ciclosporina, infliximab).<br />
10) En la población pediátrica evitarlos especi<strong>al</strong>mente,<br />
prestando especi<strong>al</strong> atención a otras <strong>al</strong>ternativas<br />
como la nutrición enter<strong>al</strong> e introducir los inmunomoduladores<br />
precozmente. Por último, siempre es un buen ejercicio<br />
en cada visita v<strong>al</strong>orar cuántas veces han sido empleados<br />
y durante cuánto tiempo.<br />
83 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
BIBLIOGRAFÍA<br />
1. Truelove SC, Witts LJ. Cortisone in ulcerative colitis; fin<strong>al</strong> report on a therapeutic<br />
tri<strong>al</strong>. Br Med J. 1955 Oct 29;2(4947):1041-8.<br />
2. Edwards FC, Truelove SC. The course and prognosis of ulcerative colitis.<br />
Iii. Complications. Gut. 1964 Feb;5:1-22.<br />
3. Lichtenstein GR, Feagan BG, Cohen RD, S<strong>al</strong>zberg BA, Diamond RH, Chen<br />
DM, et <strong>al</strong>. Serious infections and mort<strong>al</strong>ity in association with therapies<br />
for Crohn’s disease: TREAT registry. Clin Gastroenterol Hepatol. 2006<br />
May;4(5):621-30.<br />
4. Present DH. How to do without steroids in inflammatory bowel disease.<br />
Inflamm Bowel Dis. 2000 Feb;6(1):48-57;.<br />
5. Hommes DW, Baert F, G. vA. Management of recent onset Crohn’s disease:<br />
a controlled randomized tri<strong>al</strong>comparing step-up and top-down therapy.<br />
Gastroenterology. 2005;128(Suppl 2):A577.<br />
6. Irving PM, Gearry RB, Sparrow MP, Gibson PR. Review article: appropriate<br />
use of corticosteroids in Crohn’s disease. Aliment Pharmacol Ther. 2007<br />
Aug 1;26(3):313-29.<br />
7. Epidemiologic<strong>al</strong> and clinic<strong>al</strong> features of Spanish patients with Crohn’s disease.<br />
Spanish Epidemiologic<strong>al</strong> and Economic Study Group on Crohn’s disease.<br />
Eur J Gastroenterol Hepatol. 1999 Oct;11(10):1121-7.<br />
8. Dearing WH, Brown PW. Experiences with cortisone and ACTH in chronic<br />
ulcerative colitis. Proc Staff Meet Mayo Clin. 1950 Aug 16;25(17):486-8.<br />
9. Elliott JM, Kiefer ED, Hurxth<strong>al</strong> LM. The treatment of chronic ulcerative colitis<br />
with pituitary adrenocorticotrophic hormone (ACTH). A clinic<strong>al</strong> study<br />
of 28 cases. N Engl J Med. 1951 Aug 23;245(8):288-92.<br />
10. Bebb JR, Scott BB. How effective are the usu<strong>al</strong> treatments for ulcerative<br />
colitis? Aliment Pharmacol Ther. 2004 Jul 15;20(2):143-9.<br />
11. Lennard-Jones JE, Longmore AJ, Newell AC, Wilson CW, Jones FA. An assessment<br />
of prednisone, s<strong>al</strong>azopyrin, and topic<strong>al</strong> hydrocortisone hemisuccinate<br />
used as out-patient treatment for ulcerative colitis. Gut. 1960<br />
Sep;1:217-22.<br />
12. Kirsner JB, P<strong>al</strong>mer WL, Spencer JA, Bicks RO, Johnson CF. Corticotropin<br />
(ACTH) and the adren<strong>al</strong> steroids in the management of ulcerative colitis:<br />
observations in 240 patients. Ann Intern Med. 1959 Apr;50(4):891-927.<br />
13. Korelitz BI, Lindner AE. The influence of corticotrophin and adren<strong>al</strong> steroids<br />
of the course of ulcerative colitis: a comparison with the presteroid<br />
era. Gastroenterology. 1964 Jun;46:671-9.<br />
14. Bresci G, Parisi G, Mazzoni A, Scatena F, Capria A. Treatment of patients<br />
with acute ulcerative colitis: convention<strong>al</strong> corticosteroid therapy (MP) versus<br />
granulocytapheresis (GMA): a pilot study. Dig Liver Dis. 2007<br />
May;39(5):430-4.<br />
15. Zezos P, Papaioannou G, Nikolaidis N, Patsiaoura K, Papageorgiou A, Vassiliadis<br />
T, et <strong>al</strong>. Low-molecular-weight heparin (enoxaparin) as adjuvant<br />
therapy in the treatment of active ulcerative colitis: a randomized, controlled,<br />
comparative study. Aliment Pharmacol Ther. 2006 May<br />
15;23(10):1443-53.<br />
16. D’Haens G, Lemmens L, Geboes K, Vandeputte L, Van Acker F, Mortelmans<br />
L, et <strong>al</strong>. Intravenous cyclosporine versus intravenous corticosteroids<br />
as single therapy for severe attacks of ulcerative colitis. Gastroenterology.<br />
2001 May;120(6):1323-9.<br />
17. Panes J, Esteve M, Cabré E, Hinojosa J, Andreu M, Sans M, et <strong>al</strong>. Comparison<br />
of heparin and steroids in the treatment of moderate and severe<br />
ulcerative colitis. Gastroenterology. 2000 Oct;119(4):903-8.<br />
18. Ang YS, Mahmud N, White B, Byrne M, Kelly A, Lawler M, et <strong>al</strong>. Randomized<br />
comparison of unfractionated heparin with corticosteroids in severe<br />
active inflammatory bowel disease. Aliment Pharmacol Ther. 2000<br />
Aug;14(8):1015-22.<br />
19. Chun A, Chadi RM, Korelitz BI, Colonna T, Felder JB, Jackson MH, et <strong>al</strong>.<br />
Intravenous corticotrophin vs. hydrocortisone in the treatment of hospit<strong>al</strong>ized<br />
patients with Crohn’s disease: a randomized double-blind study<br />
and follow-up. Inflamm Bowel Dis. 1998 Aug;4(3):177-81.<br />
20. Lofberg R, Danielsson A, Suhr O, Nilsson A, Schioler R, Nyberg A, et <strong>al</strong>.<br />
Or<strong>al</strong> budesonide versus prednisolone in patients with active extensive and<br />
left-sided ulcerative colitis. Gastroenterology. 1996 Jun;110(6):1713-8.<br />
21. Hawthorne AB, Record CO, Holdsworth CD, Giaffer MH, Burke DA, Keech<br />
ML, et <strong>al</strong>. Double blind tri<strong>al</strong> of or<strong>al</strong> fluticasone propionate v prednisolone<br />
in the treatment of active ulcerative colitis. Gut. 1993 Jan;34(1):125-8.<br />
22. Truelove SC, Watkinson G, Draper G. Comparison of corticosteroid and<br />
sulphas<strong>al</strong>azine therapy in ulcerative colitis. Br Med J. 1962 Dec<br />
29;2(5321):1708-11.<br />
23. Jarnerot G, Rolny P, Sandberg-Gertzen H. Intensive intravenous treatment<br />
of ulcerative colitis. Gastroenterology. 1985 Nov;89(5):1005-13.<br />
24. Truelove SC, Jewell DP. Intensive intravenous regimen for severe attacks<br />
of ulcerative colitis. Lancet. 1974 Jun 1;1(7866):1067-70.<br />
25. Truelove SC, Willoughby CP, Lee EG, Kettlewell MG. Further experience<br />
in the treatment of severe attacks of ulcerative colitis. Lancet. 1978 Nov<br />
18;2(8099):1086-8.<br />
26. Bossa F, Fiorella S, Caruso N, Accadia L, Napolitano G, V<strong>al</strong>vano MR, et <strong>al</strong>.<br />
Continuous infusion versus bolus administration of steroids in severe attacks<br />
of ulcerative colitis: a randomized, double-blind tri<strong>al</strong>. Am J Gastroenterol.<br />
2007 Mar;102(3):601-8.<br />
27. Summers RW, Switz DM, Sessions JT, Jr., Becktel JM, Best WR, Kern F, Jr.,<br />
et <strong>al</strong>. Nation<strong>al</strong> Cooperative Crohn’s Disease Study: results of drug treatment.<br />
Gastroenterology. 1979 Oct;77(4 Pt 2):847-69.<br />
28. M<strong>al</strong>chow H, Ewe K, Brandes JW, Goebell H, Ehms H, Sommer H, et <strong>al</strong>. European<br />
Cooperative Crohn’s Disease Study (ECCDS): results of drug treatment.<br />
Gastroenterology. 1984 Feb;86(2):249-66.<br />
29. Cooke WT, Fielding JF. Corticosteroid or corticotrophin therapy in Crohn’s<br />
disease (region<strong>al</strong> enteritis). Gut. 1970 Nov;11(11):921-7.<br />
30. Jones JH, Lennard-Jones JE. Corticosteroids and corticotrophin in the treatment<br />
of Crohn’s disease. Gut. 1966 Apr;7(2):181-7.<br />
31. Sparberg M, Kirsner JB. Long-term corticosteroid therapy for region<strong>al</strong> enteritis:<br />
an an<strong>al</strong>ysis of 58 courses in 54 patients. Am J Dig Dis. 1966<br />
Nov;11(11):865-80.<br />
32. Faubion WA, Jr., Loftus EV, Jr., Harmsen WS, Zinsmeister AR, Sandborn<br />
WJ. The natur<strong>al</strong> history of corticosteroid therapy for inflammatory bowel<br />
disease: a population-based study. Gastroenterology. 2001 Aug;121(2):255-<br />
60.<br />
33. Ho GT, Chiam P, Drummond H, Loane J, Arnott ID, Satsangi J. The efficacy<br />
of corticosteroid therapy in inflammatory bowel disease: an<strong>al</strong>ysis of<br />
a 5-year UK inception cohort. Aliment Pharmacol Ther. 2006 Jul<br />
15;24(2):319-30.<br />
34. Munkholm P, Langholz E, Davidsen M, Binder V. Frequency of glucocorticoid<br />
resistance and dependency in Crohn’s disease. Gut. 1994<br />
Mar;35(3):360-2.<br />
35. Tung J, Loftus EV, Jr., Freese DK, El-Youssef M, Zinsmeister AR, Melton LJ,<br />
3rd, et <strong>al</strong>. A population-based study of the frequency of corticosteroid resistance<br />
and dependence in pediatric patients with Crohn’s disease and<br />
ulcerative colitis. Inflamm Bowel Dis. 2006 Dec;12(12):1093-100.<br />
36. Bar-Meir S, Chowers Y, Lavy A, Abramovitch D, Sternberg A, Leichtmann<br />
G, et <strong>al</strong>. Budesonide versus prednisone in the treatment of active Crohn’s<br />
disease. The Israeli Budesonide Study Group. Gastroenterology. 1998<br />
Oct;115(4):835-40.<br />
84 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Revisiones<br />
37. Campieri M, Ferguson A, Doe W, Persson T, Nilsson LG. Or<strong>al</strong> budesonide<br />
is as effective as or<strong>al</strong> prednisolone in active Crohn’s disease. The Glob<strong>al</strong><br />
Budesonide Study Group. Gut. 1997 Aug;41(2):209-14.<br />
38. Gross V, Andus T, Caesar I, Bischoff SC, Lochs H, Tromm A, et <strong>al</strong>. Or<strong>al</strong> pHmodified<br />
release budesonide versus 6-methylprednisolone in active Crohn’s<br />
disease. German/Austrian Budesonide Study Group. Eur J Gastroenterol<br />
Hepatol. 1996 Sep;8(9):905-9.<br />
39. Rutgeerts P, Lofberg R, M<strong>al</strong>chow H, Lamers C, Olaison G, Jewell D, et <strong>al</strong>.<br />
A comparison of budesonide with prednisolone for active Crohn’s disease.<br />
N Engl J Med. 1994 Sep 29;331(13):842-5.<br />
40. Shepherd HA, Barr GD, Jewell DP. Use of an intravenous steroid regimen<br />
in the treatment of acute Crohn’s disease. J Clin Gastroenterol. 1986<br />
Apr;8(2):154-9.<br />
41. Lennard-Jones JE, Misiewicz JJ, Connell AM, Baron JH, Jones FA. Prednisone<br />
as maintenance treatment for ulcerative colitis in remission. Lancet.<br />
1965 Jan 23;1:188-9.<br />
42. Powell-Tuck J, Bown RL, Chambers TJ, Lennard-Jones JE. A controlled tri<strong>al</strong><br />
of <strong>al</strong>ternate day prednisolone as a maintenance treatment for ulcerative<br />
colitis in remission. Digestion. 1981;22(5):263-70.<br />
43. Truelove SC, Witts LJ. Cortisone and corticotrophin in ulcerative colitis. Br<br />
Med J. 1959 Feb 14;1(5119):387-94.<br />
44. Bergman L, Krause U. Postoperative treatment with corticosteroids and<br />
s<strong>al</strong>azosulphapyridine (S<strong>al</strong>azopyrin) after radic<strong>al</strong> resection for Crohn’s disease.<br />
Scand J Gastroenterol. 1976;11(7):651-6.<br />
45. Brignola C, Campieri M, Farruggia P, Tragnone A, Pasqu<strong>al</strong>i S, Iannone P,<br />
et <strong>al</strong>. The possible utility of steroids in the prevention of relapses of Crohn’s<br />
disease in remission. A preliminary study. J Clin Gastroenterol. 1988<br />
Dec;10(6):631-4.<br />
46. Smith RC, Rhodes J, Heatley RV, Hughes LE, Crosby DL, Rees BI, et <strong>al</strong>. Low<br />
dose steroids and clinic<strong>al</strong> relapse in Crohn’s disease: a controlled tri<strong>al</strong>. Gut.<br />
1978 Jul;19(7):606-10.<br />
47. Steinhart AH, Ewe K, Griffiths AM, Modigliani R, Thomsen OO. Corticosteroids<br />
for maintenance of remission in Crohn’s disease. Cochrane Database<br />
Syst Rev. 2003(4):CD000301.<br />
48. Lichtenstein GR, Abreu MT, Cohen R, Tremaine W. American Gastroenterologic<strong>al</strong><br />
Association Institute technic<strong>al</strong> review on corticosteroids, immunomodulators,<br />
and infliximab in inflammatory bowel disease. Gastroenterology.<br />
2006 Mar;130(3):940-87.<br />
49. D’Haens G, Geboes K, Rutgeerts P. Endoscopic and histologic he<strong>al</strong>ing of<br />
Crohn’s (ileo-) colitis with azathioprine. Gastrointest Endosc. 1999<br />
Nov;50(5):667-71.<br />
50. D’Haens G, Van Deventer S, Van Hogezand R, Ch<strong>al</strong>mers D, Kothe C, Baert<br />
F, et <strong>al</strong>. Endoscopic and histologic<strong>al</strong> he<strong>al</strong>ing with infliximab anti-tumor necrosis<br />
factor antibodies in Crohn’s disease: A European multicenter tri<strong>al</strong>.<br />
Gastroenterology. 1999 May;116(5):1029-34.<br />
51. Kozarek RA, Patterson DJ, Gelfand MD, Botoman VA, B<strong>al</strong>l TJ, Wilske KR. Methotrexate<br />
induces clinic<strong>al</strong> and histologic remission in patients with refractory<br />
inflammatory bowel disease. Ann Intern Med. 1989 Mar 1;110(5):353-6.<br />
52. Lemann M, Mary JY, Colombel JF, Duclos B, Soule JC, Lerebours E, et <strong>al</strong>.<br />
A randomized, double-blind, controlled withdraw<strong>al</strong> tri<strong>al</strong> in Crohn’s disease<br />
patients in long-term remission on azathioprine. Gastroenterology.<br />
2005 Jun;128(7):1812-8.<br />
53. Modigliani R, Mary JY, Simon JF, Cortot A, Soule JC, Gendre JP, et <strong>al</strong>. Clinic<strong>al</strong>,<br />
biologic<strong>al</strong>, and endoscopic picture of attacks of Crohn’s disease.<br />
Evolution on prednisolone. Groupe d’Etude Therapeutique des Affections<br />
Inflammatoires Digestives. Gastroenterology. 1990 Apr;98(4):811-8.<br />
54. Landi B, Anh TN, Cortot A, Soule JC, Rene E, Gendre JP, et <strong>al</strong>. Endoscopic<br />
monitoring of Crohn’s disease treatment: a prospective, randomized<br />
clinic<strong>al</strong> tri<strong>al</strong>. The Groupe d’Etudes Therapeutiques des Affections Inflammatoires<br />
Digestives. Gastroenterology. 1992 May;102(5):1647-53.<br />
55. Rutgeerts P, Feagan BG, Lichtenstein GR, Mayer LF, Schreiber S, Colombel<br />
JF, et <strong>al</strong>. Comparison of scheduled and episodic treatment strategies<br />
of infliximab in Crohn’s disease. Gastroenterology. 2004 Feb;126(2):402-<br />
13.<br />
56. Froslie KF, Jahnsen J, Moum BA, Vatn MH. Mucos<strong>al</strong> he<strong>al</strong>ing in inflammatory<br />
bowel disease: results from a Norwegian population-based cohort.<br />
Gastroenterology. 2007 Aug;133(2):412-22.<br />
57. Rutgeerts P, Vermeire S, Van Assche G. Mucos<strong>al</strong> he<strong>al</strong>ing in inflammatory<br />
bowel disease: impossible ide<strong>al</strong> or therapeutic target? Gut. 2007<br />
Apr;56(4):453-5.<br />
58. Beattie RM, Nicholls SW, Domizio P, Williams CB, W<strong>al</strong>ker-Smith JA. Endoscopic<br />
assessment of the colonic response to corticosteroids in children<br />
with ulcerative colitis. J Pediatr Gastroenterol Nutr. 1996 May;22(4):373-<br />
9.<br />
59. Baron JH, Connell AM, Kanaghinis TG, Lennard-Jones JE, Jones AF. Outpatient<br />
treatment of ulcerative colitis. Comparison between three doses<br />
of or<strong>al</strong> prednisone. Br Med J. 1962 Aug 18;2(5302):441-3.<br />
60. Powell-Tuck J, Bown RL, Lennard-Jones JE. A comparison of or<strong>al</strong> prednisolone<br />
given as single or multiple daily doses for active proctocolitis. Scand<br />
J Gastroenterol. 1978;13(7):833-7.<br />
61. Katz JA. Treatment of inflammatory bowel disease with corticosteroids.<br />
Gastroenterol Clin North Am. 2004 Jun;33(2):171-89.<br />
62. Turner D, W<strong>al</strong>sh CM, Steinhart AH, Griffiths AM. Response to corticosteroids<br />
in severe ulcerative colitis: a systematic review of the literature and<br />
a meta-regression. Clin Gastroenterol Hepatol. 2007 Jan;5(1):103-10.<br />
63. Stange EF, Travis SP, Vermeire S, Beglinger C, Kupcinkas L, Geboes K, et<br />
<strong>al</strong>. European evidence based consensus on the diagnosis and management<br />
of Crohn’s disease: definitions and diagnosis. Gut. 2006 Mar;55<br />
Suppl 1:i1-15.<br />
64. Ho GT, Mowat C, Goddard CJ, Fennell JM, Shah NB, Prescott RJ, et <strong>al</strong>.<br />
Predicting the outcome of severe ulcerative colitis: development of a novel<br />
risk score to aid early selection of patients for second-line medic<strong>al</strong> therapy<br />
or surgery. Aliment Pharmacol Ther. 2004 May 15;19(10):1079-87.<br />
65. Jarnerot G, Hertervig E, Friis-Liby I, Blomquist L, Karlen P, Granno C, et <strong>al</strong>.<br />
Infliximab as rescue therapy in severe to moderately severe ulcerative colitis:<br />
a randomized, placebo-controlled study. Gastroenterology. 2005<br />
Jun;128(7):1805-11.<br />
66. Lindgren SC, Flood LM, Kilander AF, Lofberg R, Persson TB, Sjodahl RI.<br />
Early predictors of glucocorticosteroid treatment failure in severe and moderately<br />
severe attacks of ulcerative colitis. Eur J Gastroenterol Hepatol.<br />
1998 Oct;10(10):831-5.<br />
67. Travis SP, Farrant JM, Ricketts C, Nolan DJ, Mortensen NM, Kettlewell MG,<br />
et <strong>al</strong>. Predicting outcome in severe ulcerative colitis. Gut. 1996<br />
Jun;38(6):905-10.<br />
68. Aceituno M, Garcia-Planella E, Heredia C, Zabana Y, Feu F, Domenech E,<br />
et <strong>al</strong>. Steroid-refractory ulcerative colitis: Predictive factors of response to<br />
cyclosporine and v<strong>al</strong>idation in an independent cohort. Inflamm Bowel Dis.<br />
2007 Nov 29.<br />
69. Brignola C, De Simone G, Belloli C, Iannone P, Belluzzi A, Gionchetti P, et <strong>al</strong>.<br />
Steroid treatment in active Crohn’s disease: a comparison between two regimens<br />
of different duration. Aliment Pharmacol Ther. 1994 Aug;8(4):465-8.<br />
70. Kaplan HP, Portnoy B, Binder HJ, Amatruda T, Spiro H. A controlled ev<strong>al</strong>uation<br />
of intravenous adrenocorticotropic hormone and hydrocortisone<br />
in the treatment of acute colitis. Gastroenterology. 1975 Jul;69(1):91-5.<br />
71. Meyers S, Sachar DB, Goldberg JD, Janowitz HD. Corticotropin versus<br />
hydrocortisone in the intravenous treatment of ulcerative colitis. A pros-<br />
85 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
pective, randomized, double-blind clinic<strong>al</strong> tri<strong>al</strong>. Gastroenterology. 1983<br />
Aug;85(2):351-7.<br />
72. Levin TL, Morton E. Adren<strong>al</strong> hemorrhage complicating ACTH therapy in<br />
Crohn’s disease. Pediatr Radiol. 1993;23(6):457-8.<br />
73. Hanauer SB. Medic<strong>al</strong> therapy for ulcerative colitis 2004. Gastroenterology.<br />
2004 May;126(6):1582-92.<br />
74. Rembacken BJ, Snelling AM, Hawkey PM, Ch<strong>al</strong>mers DM, Axon AT. Nonpathogenic<br />
Escherichia coli versus mes<strong>al</strong>azine for the treatment of ulcerative<br />
colitis: a randomised tri<strong>al</strong>. Lancet. 1999 Aug 21;354(9179):635-9.<br />
75. Vermeire S, van Assche G, Rutgeerts P. Review article: Altering the natur<strong>al</strong><br />
history of Crohn’s disease—evidence for and against current therapies.<br />
Aliment Pharmacol Ther. 2007 Jan 1;25(1):3-12.<br />
76. Markowitz J, Grancher K, Kohn N, Lesser M, Daum F. A multicenter tri<strong>al</strong><br />
of 6-mercaptopurine and prednisone in children with newly diagnosed<br />
Crohn’s disease. Gastroenterology. 2000 Oct;119(4):895-902.<br />
77. Franchimont DP, Louis E, Croes F, Belaiche J. Clinic<strong>al</strong> pattern of corticosteroid<br />
dependent Crohn’s disease. Eur J Gastroenterol Hepatol. 1998<br />
Oct;10(10):821-5.<br />
78. Goekoop-Ruiterman YP, de Vries-Bouwstra JK, Allaart CF, van Zeben D,<br />
Kerstens PJ, Hazes JM, et <strong>al</strong>. Comparison of treatment strategies in early<br />
rheumatoid arthritis: a randomized tri<strong>al</strong>. Ann Intern Med. 2007 Mar<br />
20;146(6):406-15.<br />
79. Travis SP, Stange EF, Lemann M, Oresland T, Chowers Y, Forbes A, et <strong>al</strong>. European<br />
evidence based consensus on the diagnosis and management of<br />
Crohn’s disease: current management. Gut. 2006 Mar;55 Suppl 1:i16-35.<br />
80. Nielsen AA, Nielsen JN, Gronbaek H, Eivindson M, Vind I, Munkholm P,<br />
et <strong>al</strong>. Impact of enter<strong>al</strong> supplements enriched with omega-3 fatty acids<br />
and/or omega-6 fatty acids, arginine and ribonucleic acid compounds on<br />
leptin levels and nutrition<strong>al</strong> status in active Crohn’s disease treated with<br />
prednisolone. Digestion. 2007;75(1):10-6.<br />
81. Dziechciarz P, Horvath A, Shamir R, Szajewska H. Meta-an<strong>al</strong>ysis: enter<strong>al</strong><br />
nutrition in active Crohn’s disease in children. Aliment Pharmacol Ther.<br />
2007 Sep 15;26(6):795-806.<br />
82. Borrelli O, Cordischi L, Cirulli M, Paganelli M, Lab<strong>al</strong>estra V, Uccini S, et <strong>al</strong>.<br />
Polymeric diet <strong>al</strong>one versus corticosteroids in the treatment of active pediatric<br />
Crohn’s disease: a randomized controlled open-label tri<strong>al</strong>. Clin Gastroenterol<br />
Hepatol. 2006 Jun;4(6):744-53.<br />
83. Day AS, Whitten KE, Sidler M, Lemberg DA. Systematic review: nutrition<strong>al</strong><br />
therapy in paediatric Crohn´s disease. Alimentary Pharmacology & Therapeutics.<br />
2008;27(4):293-307.<br />
84. Yang YX, Lichtenstein GR. Corticosteroids in Crohn’s disease. Am J Gastroenterol.<br />
2002 Apr;97(4):803-23.<br />
85. Singleton JW, Law DH, Kelley ML, Jr., Mekhjian HS, Sturdevant RA. Nation<strong>al</strong><br />
Cooperative Crohn’s Disease Study: adverse reactions to study drugs.<br />
Gastroenterology. 1979 Oct;77(4 Pt 2):870-82.<br />
86. Lichtenstein GR, Sands BE, Pazianas M. Prevention and treatment of osteoporosis<br />
in inflammatory bowel disease. Inflamm Bowel Dis. 2006<br />
Aug;12(8):797-813.<br />
87. Vestergaard P, Rejnmark L, Mosekilde L. Fracture risk associated with systemic<br />
and topic<strong>al</strong> corticosteroids. J Intern Med. 2005 Apr;257(4):374-84.<br />
88. Van Staa TP, Leufkens HG, Abenhaim L, Zhang B, Cooper C. Use of or<strong>al</strong><br />
corticosteroids and risk of fractures. J Bone Miner Res. 2000 Jun;15(6):993-<br />
1000.<br />
89. van Staa TP, Leufkens HG, Cooper C. The epidemiology of corticosteroidinduced<br />
osteoporosis: a meta-an<strong>al</strong>ysis. Osteoporos Int. 2002<br />
Oct;13(10):777-87.<br />
90. Adachi JD, Rostom A. Metabolic bone disease in adults with inflammatory<br />
bowel disease. Inflamm Bowel Dis. 1999 Aug;5(3):200-11.<br />
91. Lukert BP, Raisz LG. Glucocorticoid-induced osteoporosis: pathogenesis<br />
and management. Ann Intern Med. 1990 Mar 1;112(5):352-64.<br />
92. Paganelli M, Albanese C, Borrelli O, Civitelli F, Canitano N, Viola F, et <strong>al</strong>.<br />
Inflammation is the main determinant of low bone miner<strong>al</strong> density in pediatric<br />
inflammatory bowel disease. Inflamm Bowel Dis. 2007<br />
Apr;13(4):416-23.<br />
93. van Hogezand RA, Banffer D, Zwinderman AH, McCloskey EV, Griffioen<br />
G, Hamdy NA. Ileum resection is the most predictive factor for osteoporosis<br />
in patients with Crohn’s disease. Osteoporos Int. 2006;17(4):535-42.<br />
94. Gluck OS, Murphy WA, Hahn TJ, Hahn B. Bone loss in adults receiving <strong>al</strong>ternate<br />
day glucocorticoid therapy. A comparison with daily therapy. Arthritis<br />
Rheum. 1981 Jul;24(7):892-8.<br />
95. American Gastroenterologic<strong>al</strong> Association medic<strong>al</strong> position statement:<br />
guidelines on osteoporosis in gastrointestin<strong>al</strong> diseases. Gastroenterology.<br />
2003 Mar;124(3):791-4.<br />
96. Abadie EC, Devoge<strong>al</strong>er JP, Ringe JD, Ethgen DJ, Bouvenot GM, Kreutz G,<br />
et <strong>al</strong>. Recommendations for the registration of agents to be used in the<br />
prevention and treatment of glucocorticoid-induced osteoporosis: updated<br />
recommendations from the Group for the Respect of Ethics and Excellence<br />
in Science. Semin Arthritis Rheum. 2005 Aug;35(1):1-4.<br />
97. Eastell R, Reid DM, Compston J, Cooper C, Fogelman I, Francis RM, et <strong>al</strong>.<br />
A UK Consensus Group on management of glucocorticoid-induced osteoporosis:<br />
an update. J Intern Med. 1998 Oct;244(4):271-92.<br />
98. Bernstein CN, Leslie WD, Leboff MS. AGA technic<strong>al</strong> review on osteoporosis<br />
in gastrointestin<strong>al</strong> diseases. Gastroenterology. 2003 Mar;124(3):795-841.<br />
99. Bernstein CN, Seeger LL, Anton PA, Artinian L, Geffrey S, Goodman W,<br />
et <strong>al</strong>. A randomized, placebo-controlled tri<strong>al</strong> of c<strong>al</strong>cium supplementation<br />
for decreased bone density in corticosteroid-using patients with inflammatory<br />
bowel disease: a pilot study. Aliment Pharmacol Ther. 1996<br />
Oct;10(5):777-86.<br />
100.Scott EM, Gaywood I, Scott BB. Guidelines for osteoporosis in coeliac disease<br />
and inflammatory bowel disease. British Society of Gastroenterology.<br />
Gut. 2000 Jan;46 Suppl 1:i1-8.<br />
101.Freeman HJ, Kwan WC. Brief report: non-corticosteroid-associated osteonecrosis<br />
of the femor<strong>al</strong> heads in two patients with inflammatory bowel<br />
disease. N Engl J Med. 1993 Oct 28;329(18):1314-6.<br />
102.Klingenstein G, Levy RN, Kornbluth A, Shah AK, Present DH. Inflammatory<br />
bowel disease related osteonecrosis: report of a large series with a review<br />
of the literature. Aliment Pharmacol Ther. 2005 Feb 1;21(3):243-9.<br />
103.Kamata N, Oshitani N, Sogawa M, Yamagami H, Watanabe K, Fujiwara<br />
Y, et <strong>al</strong>. Usefulness of magnetic resonance imaging for detection of asymptomatic<br />
osteonecrosis of the femor<strong>al</strong> head in patients with inflammatory<br />
bowel disease on long-term corticosteroid treatment. Scand J Gastroenterol.<br />
2007 Oct 5:1-6.<br />
104.Liu YF, Chen WM, Lin YF, Yang RC, Lin MW, Li LH, et <strong>al</strong>. Type II collagen<br />
gene variants and inherited osteonecrosis of the femor<strong>al</strong> head. N Engl J<br />
Med. 2005 Jun 2;352(22):2294-301.<br />
105.Madsen PV, Andersen G. Multifoc<strong>al</strong> osteonecrosis related to steroid treatment<br />
in a patient with ulcerative colitis. Gut. 1994 Jan;35(1):132-4.<br />
106.Stuck AE, Minder CE, Frey FJ. Risk of infectious complications in patients<br />
taking glucocorticosteroids. Rev Infect Dis. 1989 Nov-Dec;11(6):954-63.<br />
107.Toruner M, Loftus EV, Colombel JF, Orenstein R, Harmsen WS, Zinsmeister<br />
AR, et <strong>al</strong>. Risk Factors for Opportunistic Infections in Inflammatory Bowel<br />
Diseases: A Case-Control Study. Gastroenterology. 2006;130 Suppl<br />
2(4):A71.<br />
108.Felder JB, Adler DJ, Korelitz BI. The safety of corticosteroid therapy in Crohn’s<br />
disease with an abdomin<strong>al</strong> mass. Am J Gastroenterol. 1991<br />
Oct;86(10):1450-5.<br />
86 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Revisiones<br />
109.Rutgeerts PJ. Review article: the limitations of corticosteroid therapy in<br />
Crohn’s disease. Aliment Pharmacol Ther. 2001 Oct;15(10):1515-25.<br />
110.Agraw<strong>al</strong> A, Durrani S, Leiper K, Ellis A, Morris AI, Rhodes JM. Effect of<br />
systemic corticosteroid therapy on risk for intra-abdomin<strong>al</strong> or pelvic abscess<br />
in non-operated Crohn’s disease. Clin Gastroenterol Hepatol. 2005<br />
Dec;3(12):1215-20.<br />
111.Heimann TM, Greenstein AJ, Mechanic L, Aufses AH, Jr. Early complications<br />
following surgic<strong>al</strong> treatment for Crohn’s disease. Ann Surg. 1985<br />
Apr;201(4):494-8.<br />
112.Aberra FN, Lewis JD, Hass D, Rombeau JL, Osborne B, Lichtenstein GR.<br />
Corticosteroids and immunomodulators: postoperative infectious complication<br />
risk in inflammatory bowel disease patients. Gastroenterology.<br />
2003 Aug;125(2):320-7.<br />
113.Allsop JR, Lee EC. Factors which influenced postoperative complications<br />
in patients with ulcerative colitis or Crohn’s disease of the colon on corticosteroids.<br />
Gut. 1978 Aug;19(8):729-34.<br />
114.Bruewer M, Utech M, Rijcken EJ, Anthoni C, Laukoetter MG, Kersting S,<br />
et <strong>al</strong>. Preoperative steroid administration: effect on morbidity among patients<br />
undergoing intestin<strong>al</strong> bowel resection for Crohns disease. World J<br />
Surg. 2003 Dec;27(12):1306-10.<br />
115.Knudsen L, Christiansen L, Jarnum S. Early complications in patients previously<br />
treated with corticosteroids. Scand J Gastroenterol Suppl.<br />
1976;37:123-8.<br />
116.Mahadevan U, Loftus EV, Jr., Tremaine WJ, Pemberton JH, Harmsen WS,<br />
Schleck CD, et <strong>al</strong>. Azathioprine or 6-mercaptopurine before colectomy for<br />
ulcerative colitis is not associated with increased postoperative complications.<br />
Inflamm Bowel Dis. 2002 Sep;8(5):311-6.<br />
117.Post S, Betzler M, von Ditfurth B, Schurmann G, Kuppers P, Herfarth C.<br />
Risks of intestin<strong>al</strong> anastomoses in Crohn’s disease. Ann Surg. 1991<br />
Jan;213(1):37-42.<br />
118.Ziv Y, Church JM, Fazio VW, King TM, Lavery IC. Effect of systemic steroids<br />
on ile<strong>al</strong> pouch-an<strong>al</strong> anastomosis in patients with ulcerative colitis.<br />
Dis Colon Rectum. 1996 May;39(5):504-8.<br />
119.Miki C, Ohmori Y, Yoshiyama S, Toiyama Y, Araki T, Uchida K, et <strong>al</strong>. Factors<br />
predicting postoperative infectious complications and early induction<br />
of inflammatory mediators in ulcerative colitis patients. World J Surg. 2007<br />
Mar;31(3):522-9; discussion 30-1.<br />
120.Schlaghecke R, Kornely E, Santen RT, Ridderskamp P. The effect of long-term<br />
glucocorticoid therapy on pituitary-adren<strong>al</strong> responses to exogenous corticotropin-releasing<br />
hormone. N Engl J Med. 1992 Jan 23;326(4):226-30.<br />
121.Cooper MS, Stewart PM. Corticosteroid insufficiency in acutely ill patients.<br />
N Engl J Med. 2003 Feb 20;348(8):727-34.<br />
122.Henzen C, Suter A, Lerch E, Urbinelli R, Schorno XH, Briner VA. Suppression<br />
and recovery of adren<strong>al</strong> response after short-term, high-dose glucocorticoid<br />
treatment. Lancet. 2000 Feb 12;355(9203):542-5.<br />
123.Buchman AL. Side effects of corticosteroid therapy. J Clin Gastroenterol.<br />
2001 Oct;33(4):289-94.<br />
124.Desrame J, Sabate JM, Agher R, Bremont C, Gaudric M, Couturier D, et<br />
<strong>al</strong>. Assessment of hypoth<strong>al</strong>amic-pituitary-adren<strong>al</strong> axis function after corticosteroid<br />
therapy in inflammatory bowel disease. Am J Gastroenterol.<br />
2002 Jul;97(7):1785-91.<br />
125.Keenan GF. Management of complications of glucocorticoid therapy. Clin<br />
Chest Med. 1997 Sep;18(3):507-20.<br />
126.Moffatt DC, Bernstein CN. Drug therapy for inflammatory bowel disease<br />
in pregnancy and the puerperium. Best Pract Res Clin Gastroenterol.<br />
2007;21(5):835-47.<br />
127.Gisbert JP, Gomollon F. [Common errors in the management of outpatients<br />
with inflammatory bowel disease]. Gastroenterol Hepatol. 2007<br />
Oct;30(8):469-86.<br />
128.Gur C, Diav-Citrin O, Shechtman S, Arnon J, Ornoy A. Pregnancy outcome<br />
after first trimester exposure to corticosteroids: a prospective controlled<br />
study. Reprod Toxicol. 2004 Jan-Feb;18(1):93-101.<br />
129.Ost L, Wettrell G, Bjorkhem I, Rane A. Prednisolone excretion in human<br />
milk. J Pediatr. 1985 Jun;106(6):1008-11.<br />
130.Griffiths AM, Nguyen P, Smith C, MacMillan JH, Sherman PM. Growth<br />
and clinic<strong>al</strong> course of children with Crohn’s disease. Gut. 1993 Jul;34(7):939-<br />
43.<br />
131.Motil KJ, Grand RJ, Davis-Kraft L, Ferlic LL, Smith EO. Growth failure in<br />
children with inflammatory bowel disease: a prospective study. Gastroenterology.<br />
1993 Sep;105(3):681-91.<br />
132.Berni Canani R, Terrin G, Borrelli O, Romano MT, Manguso F, Coruzzo A,<br />
et <strong>al</strong>. Short- and long-term therapeutic efficacy of nutrition<strong>al</strong> therapy and<br />
corticosteroids in paediatric Crohn’s disease. Dig Liver Dis. 2006<br />
Jun;38(6):381-7.<br />
133.Hutfless SM, Weng X, Liu L, Allison J, Herrinton LJ. Mort<strong>al</strong>ity by medication<br />
use among patients with inflammatory bowel disease, 1996-2003.<br />
Gastroenterology. 2007 Dec;133(6):1779-86.<br />
134.Schacke H, Berger M, Rehwinkel H, Asadullah K. Selective glucocorticoid<br />
receptor agonists (SEGRAs): novel ligands with an improved therapeutic<br />
index. Mol Cell Endocrinol. 2007 Sep 15;275(1-2):109-17.<br />
135.Awasthi VD, Goins B, Klipper R, Phillips WT. Accumulation of PEG-liposomes<br />
in the inflamed colon of rats: potenti<strong>al</strong> for therapeutic and diagnostic<br />
targeting of inflammatory bowel diseases. J Drug Target. 2002<br />
Aug;10(5):419-27.<br />
87 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Experiencia con budesonida en la enfermedad de Crohn<br />
I. Marín-Jiménez, A. Huerta Madrig<strong>al</strong><br />
Servicio de Digestivo. Hospit<strong>al</strong> Gener<strong>al</strong> Universitario Gregorio Marañón. Madrid. España<br />
Resumen<br />
La elevada eficacia del tratamiento esteroideo para el tratamiento de la enfermedad de Crohn, ha favorecido la aparición de<br />
nuevos esteroides, con unas tasas de remisión prácticamente similares a los corticoides convencion<strong>al</strong>es, y un perfil más favorable<br />
de efectos adversos. Entre estos nuevos esteroides, hay que destacar la budesonida, un potente esteroide de acción tópica,<br />
que ha demostrado en múltiples estudios (los más importantes serán objeto de análisis y comentario en esta revisión) su<br />
utilidad y seguridad para el tratamiento de la enfermedad de Crohn.<br />
Summary<br />
High efficacy of steroid treatment for Crohn´s disease has favoured development of new steroids, with <strong>al</strong>most similar remission<br />
rates and a better adverse effect profile, in comparison with classic<strong>al</strong> corticosteroids. Among the most remarkable between<br />
these new steroids is budesonide, a potent loc<strong>al</strong> acting steroid, which has shown in many studies (that will be commented and<br />
an<strong>al</strong>yzed in detail in this review) its utility and safety for Crohn´s disease treatment.<br />
P<strong>al</strong>abras clave: Budesonida, enfermedad de Crohn, tratamiento, corticoides, enfermedad inflamatoria intestin<strong>al</strong><br />
Keywords: Budesonide, Crohn´s disease, treatment, corticosteroids, inflammatory bowel disease<br />
Introducción<br />
La eficacia del tratamiento esteroideo para la inducción<br />
de la remisión en la enfermedad de Crohn (EC) fue demostrada<br />
en los años 70 y 80 del siglo pasado, en amplios<br />
estudios cooperativos en Europa y EEUU, con una<br />
tasa de respuestas en torno <strong>al</strong> 60-92% (1,2) . Sin embargo,<br />
su uso se asocia con efectos secundarios potenci<strong>al</strong>mente<br />
peligrosos, habiéndose descrito la aparición de los<br />
mismos hasta en el 55% de los pacientes con EC tratados<br />
con dosis de 40 mg <strong>al</strong> día de prednisolona (3) .<br />
Los frecuentes efectos adversos asociados con el uso de<br />
los glucocorticoides sistémicos (GCS), han favorecido el<br />
desarrollo de nuevos esteroides que cumplieran dos premisas:<br />
potente acción loc<strong>al</strong> y escasa toxicidad sistémica.<br />
Se han desarrollado múltiples de estos nuevos esteroides,<br />
como, por ejemplo: metasulfobenzoato de prednisolona,<br />
propionato de fluticasona, piv<strong>al</strong>ato de tixocortol,<br />
dipropionato de beclometasona y budesonida, entre<br />
otros (4) . La budesonida, con una potente acción tópica<br />
y una importante tasa de metabolismo de primer<br />
paso, se ha administrado como formulación de liberación<br />
controlada. Debido <strong>al</strong> uso de nuevos sistemas de liberación<br />
farmacológica de la budesonida, que tienen<br />
como objetivo fundament<strong>al</strong> llegar a la pared intestin<strong>al</strong>,<br />
la budesonida se ha denominado “un modelo de terapia<br />
dirigida” (5) . En el mercado existen dos formulaciones<br />
con cubierta entérica, una de liberación controlada (Entocort<br />
® EC- en España, Entocord ® ) y otra pH-dependiente<br />
(Budenof<strong>al</strong>k ® -en España, Intestif<strong>al</strong>k ® -). La budesonida<br />
administrada con estas formulaciones g<strong>al</strong>énicas proporciona<br />
resultados casi superponibles a los de la prednisolona,<br />
pero con una escasa supresión de los niveles<br />
de cortisol plasmáticos (3) . Esta reducción de los efectos<br />
adversos de tipo corticoideo conseguida con los nuevos<br />
esteroides, es muy probable que mejore la adhesión <strong>al</strong><br />
tratamiento de los pacientes con enfermedad inflamatoria<br />
intestin<strong>al</strong> (<strong>EII</strong>) (6,7) .<br />
Desde los estudios inici<strong>al</strong>es, que demostraron la eficacia<br />
de la budesonida para la EC ileocec<strong>al</strong> (3,8) , se han publicado<br />
gran cantidad de nuevos trabajos que han ido<br />
definiendo el lugar que la budesonida debe ocupar dentro<br />
del <strong>al</strong>goritmo terapéutico de esta enfermedad (9-11) .<br />
En esta revisión, re<strong>al</strong>izada mediante una búsqueda sistemática<br />
(hasta diciembre de 2007) en Medline, resúmenes<br />
de diferentes congresos nacion<strong>al</strong>es e internacion<strong>al</strong>es,<br />
y bibliografía proporcionada por los laboratorios<br />
fabricantes de budesonida, repasamos los estudios publicados<br />
con las formulaciones or<strong>al</strong>es y tópicas rect<strong>al</strong>es<br />
de budesonida para el tratamiento de la EC.<br />
Farmacología de la budesonida<br />
La budesonida es un corticoide sintético no h<strong>al</strong>ogenado,<br />
con la afinidad más <strong>al</strong>ta por el receptor glucocorticoideo,<br />
si se la compara con otros esteroides, como hidrocortisona,<br />
prednisolona o dexametasona (12) . La budesonida<br />
es una combinación 1:1 de los dos epímeros<br />
(22R y 22S), los cu<strong>al</strong>es se eliminan rápidamente, con una<br />
vida media de eliminación de 2,7 ± 0,6 horas (13) .<br />
Una vez que <strong>al</strong>canza el interior de las células del tracto<br />
digestivo, la budesonida, <strong>al</strong> igu<strong>al</strong> que otros corticoides,<br />
es bombeada fuera de los enterocitos por la glicoproteína-P<br />
(14) . La glicoproteína-P es una proteína transmembrana<br />
que actúa como una bomba ATP-asa en las<br />
células epiteli<strong>al</strong>es del tracto gastrointestin<strong>al</strong> (<strong>al</strong> igu<strong>al</strong><br />
que en otros tejidos como hígado, riñón, capilares testiculares,<br />
ovarios, y cerebro) promoviendo la excreción<br />
88 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Revisiones<br />
de los fármacos (15) . La glicoproteína-P es producto del<br />
gen de multirresistencia 1 (MDR1) (16) , expresándose en<br />
el tracto digestivo en el polo apic<strong>al</strong> de los enterocitos,<br />
desde el duodeno hasta el colon (17) . Su presencia se incrementa<br />
en sentido dist<strong>al</strong> (18) , habiéndose relacionado<br />
los niveles de expresión de esta proteína y los diferentes<br />
polimorfismos del MDRD1 como posibles factores de<br />
corticorresistencia en la <strong>EII</strong> (19,20) . También se ha sugerido,<br />
que la escasa expresión de esta proteína pudiera ser un<br />
determinante en la patogenia de la <strong>EII</strong>, desencadenada<br />
por la deficiente barrera intestin<strong>al</strong> frente a xenobióticos,<br />
habiéndose demostrado en ratones knockout para<br />
MDRD1 la aparición de colitis espontánea (21,22) .<br />
La budesonida se metaboliza por hidroxilación a 6-β-hidroxibudesonida<br />
y 16-β-hidroxiprednisolona (con una potencia<br />
glucocorticoidea inferior <strong>al</strong> 1%) mediante la acción<br />
de la isoenzima CYP3A4 de la citocromo P450, tanto<br />
a nivel intestin<strong>al</strong> como en los hepatocitos. Al contrario<br />
que la glicoproteína-P, la expresión de CYP3A4 disminuye<br />
en sentido dist<strong>al</strong> en el tracto gastrointestin<strong>al</strong> (23) . En<br />
el primer paso hepático se metaboliza el 90% de la dosis,<br />
siendo del 10% la biodisponibilidad del fármaco, que<br />
circula unido a proteínas en el plasma en un 88%. Se conocen<br />
más de 50 genes P450 humanos, clasificados en familias<br />
y subfamilias según su homología secuenci<strong>al</strong>. La<br />
subfamilia CYP3A es la más expresada, constituyendo el<br />
30% del P450 hepático, y teniendo un papel determinante<br />
en la oxidación, peroxidación y reducción de los<br />
esteroides endógenos, procarcinógenos y el 50% de todos<br />
los fármacos. La CYP3A4 es la isoforma más abundante<br />
en el hígado y tracto intestin<strong>al</strong>, aunque su expresión<br />
y actividad hepática (aclaramiento de fármacos) pueden<br />
variar interperson<strong>al</strong>mente en unas 50 y 20 veces respectivamente.<br />
El 60-90% de esta variabilidad interperson<strong>al</strong><br />
se atribuye a factores genéticos, seguramente multigénicos;<br />
por ejemplo, la rifampicina activa el receptor<br />
X de prengano (PXR) que se une <strong>al</strong> receptor del retinoide,<br />
y se acoplan ambos a regiones reguladoras del gen<br />
CYP3A4 induciendo su transcripción (24) . Otros inhibidores<br />
conocidos de la citocromo P450 son: el zumo de pomelo<br />
(pero no el de otros cítricos), los inhibidores de la protea -<br />
sa y el ketonazol, aumentando todos ellos la biodisponibilidad<br />
y potenci<strong>al</strong> toxicidad de la budesonida (25) .<br />
En resumen, la acción de la budesonida se puede ver<br />
afectada en primer lugar por el lugar de liberación (la<br />
concentración sistémica tras el primer paso sería ínfima)<br />
y la tasa de excreción <strong>al</strong> tubo digestivo por la glicoproteína-P.<br />
Por otra parte, la seguridad de la budesonida<br />
estaría influida por la actividad del CYP3A, princip<strong>al</strong>mente<br />
a nivel hepático.<br />
Cuando se utiliza la vía rect<strong>al</strong> en forma de enemas para<br />
la administración de budesonida, se puede <strong>al</strong>canzar el<br />
ángulo esplénico (26) , estando su biodisponibilidad <strong>al</strong>rededor<br />
de un 15% en los pacientes con CU. Algunos experimentos<br />
(27) han demostrado que la budesonida tiene<br />
un tiempo de permanencia en la mucosa colónica superior<br />
a los corticoides sistémicos; transcurridos 20 minutos<br />
y 4 horas de la perfusión de ratas, se encontraron<br />
mayores concentraciones de budesonida en comparación<br />
con prednisolona en la mucosa colónica de estos<br />
anim<strong>al</strong>es.<br />
Hay cuatro presentaciones de budesonida or<strong>al</strong> de liberación<br />
selectiva: cápsulas ile<strong>al</strong>es de liberación controlada<br />
(CIR por sus siglas en inglés: controlled ile<strong>al</strong> released),<br />
formulación de liberación pH-dependiente, un profármaco<br />
de liberación colónica (budesonida-beta-D-glucurónido)<br />
(28) y una formulación de liberación colónica (29) ;<br />
los dos últimos no disponibles en el mercado. La formulación<br />
ile<strong>al</strong> de liberación controlada (Entocord ® ) está<br />
compuesta de cápsulas de gelatina dura, gránulos de<br />
Eudragit L 100-55 resistentes <strong>al</strong> ácido, que tienen una<br />
liberación retardada a pH > 5,5. La formulación de liberación<br />
pH-dependiente (Intestif<strong>al</strong>k ® ) también está<br />
compuesta de cápsulas de gelatina, y gránulos resistentes<br />
<strong>al</strong> ácido, pero está formada por Eudragit L, S, LS y<br />
RS, y se libera a pH > 6,4. La budesonida-beta-D-glucurónido<br />
es un profármaco or<strong>al</strong> diseñado para liberar la<br />
budesonida sólo en el colon. Este profármaco no se absorbe<br />
en intestino delgado y es preciso que sea hidrolizado<br />
por bacterias colónicas y por la enzima betaglucoronidasa<br />
de la mucosa colónica para liberar budesonida<br />
libre en el colon (30) . Las tasas de hidrólisis de la budesonida-beta-D-glucorónido<br />
en muestras fec<strong>al</strong>es humanas<br />
de pacientes con CU y de voluntarios sanos son<br />
similares, pero no está aclarado aún si una reducción del<br />
pH del colon de los pacientes con <strong>EII</strong> podría inhibir la<br />
deconjugación bacteriana del profármaco (31) . La budesonida-MMX<br />
(29) es una formulación de tabletas diseñadas<br />
para una liberación lenta y gradu<strong>al</strong> de budesonida<br />
a lo largo del colon, utilizando la tecnología multimatrici<strong>al</strong><br />
ya empleada satisfactoriamente con los aminos<strong>al</strong>icilatos<br />
(32) . Consiste en una matriz lipofílica interna en<br />
la cu<strong>al</strong> se dispersa la budesonida, una capa más externa<br />
con una matriz hidrofílica generada mediante hidratación<br />
in situ de cadenas de un polímero, y una tercera<br />
matriz, anfifílica, que promueve la humidificación<br />
de la capa interna. Por último, las tabletas están cubiertas<br />
por una capa de polimetacrilato gastro-resistente. Mediante<br />
estudios gammagráficos se ha comprobado que<br />
el 96% de la dosis es absorbido entre el colon ascendente<br />
y el colon sigmoide (29) .<br />
Seguridad de la budesonida<br />
En estudios de determinación de dosis, se encontró que<br />
la dosis óptima de budesonida or<strong>al</strong> para el tratamiento<br />
de la enfermedad activa es 9 mg/día (8,33) . Esta dosis también<br />
se asocia con una menor incidencia de eventos adversos<br />
relacionados con los corticoesteroides comparada<br />
con el tratamiento estándar (OR: 0,38; IC 95%: 0,28-0,53)<br />
y no difiere del placebo (OR: 0,98; IC 95%: 0,58-1,67); aunque<br />
sí asocia un descenso de los niveles de cortisol tanto<br />
bas<strong>al</strong> como tras la estimulación con corticotropina (34) .<br />
Efecto sobre la densidad miner<strong>al</strong> ósea<br />
Pocos estudios se han publicado con el objetivo de v<strong>al</strong>orar<br />
este efecto de forma primaria; sin embargo, los<br />
89 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
datos actu<strong>al</strong>es sugieren que la budesonida no previene<br />
por completo la pérdida ósea inducida por los corticoesteroides.<br />
En un estudio prospectivo no <strong>al</strong>eatorizado,<br />
se incluyeron 1.378 pacientes con EC quiescente; se compararon<br />
los efectos de la budesonida (dosis media 8,5<br />
mg/día), prednisona (dosis media 10,5 mg/día) y el tratamiento<br />
libre de corticoides durante dos años (35) . La densidad<br />
media en la cabeza femor<strong>al</strong> disminuyó más, respecto<br />
del bas<strong>al</strong>, en el grupo tratado con budesonida,<br />
tanto <strong>al</strong> año como a los 2 años. En otro estudio controlado<br />
se <strong>al</strong>eatorizaron 272 pacientes con EC con afectación<br />
ile<strong>al</strong> y/o colon ascendente a recibir budesonida o<br />
prednisolona ajustados según la actividad durante un<br />
periodo de 2 años, y un tercer subgrupo de pacientes<br />
con enfermedad quiescente gracias <strong>al</strong> tratamiento esteroideo<br />
(corticodependientes), sin objetivarse diferencias<br />
significativas en cuanto a reducción de la densidad<br />
miner<strong>al</strong> ósea entre los tres grupos (36) . No obstante, la reducción<br />
de la densidad ósea fue menor en los pacientes<br />
que nunca habían sido tratados previamente con corticoides,<br />
y que recibieron tratamiento con budesonida,<br />
frente a los que se trataron con prednisolona. El escaso<br />
número de fracturas óseas en los distintos grupos no<br />
permitió v<strong>al</strong>orar diferencias a este respecto.<br />
Supresión adren<strong>al</strong><br />
Se ha objetivado que, aunque en menor proporción que<br />
los corticoides convencion<strong>al</strong>es, la budesonida puede reducir<br />
la respuesta <strong>al</strong> estrés del eje hipotálamo-hipófisoadren<strong>al</strong><br />
(3,8,34) . Por tanto, el cambio de tratamiento con un<br />
corticoide sistémico a budesonida debe hacerse con cautela.<br />
Además, parece razonable que los pacientes tratados<br />
con budesonida, sometidos a cirugía, reciban suplementación<br />
con glucocorticoides exógenos.<br />
Budesonida en la gestación y la lactancia<br />
Actu<strong>al</strong>mente no existen datos sobre la seguridad durante<br />
la gestación de este fármaco vía or<strong>al</strong>; sin embargo,<br />
la budesonida vía inh<strong>al</strong>ada o intranas<strong>al</strong>, no se asocia<br />
con efectos adversos en el desarrollo fet<strong>al</strong> en humanos<br />
(37,38) . Tampoco hay datos sobre la seguridad durante<br />
la lactancia, aunque se sugiere que su riesgo podría<br />
ser comparable <strong>al</strong> de otros corticoides (39) . Por lo tanto<br />
se asume que su uso no está contraindicado en ambas<br />
circunstancias, siempre que el beneficio potenci<strong>al</strong><br />
esperado supere el riesgo.<br />
Estudios sobre budesonida en la enfermedad<br />
de Crohn<br />
Estudios farmacocinéticos (Tabla I)<br />
En 1994 Greenberg (8) publicó el primer estudio de búsqueda<br />
de dosis de la budesonida CIR. Se ev<strong>al</strong>uaron las<br />
dosis de 3, 9 y 15 mg para la inducción de remisión en<br />
la EC ileocolónica de gravedad moderada. A las 8 semanas<br />
se había logrado la remisión en el 33, 51 y 43%<br />
de los pacientes respectivamente, con una disminución<br />
del cortisol plasmático tras estimulación con corticotropina<br />
proporcion<strong>al</strong> a la dosis recibida. En 2002 Tremaine<br />
y cols. demostraron que la toma de 9 mg de budesonida<br />
en dosis única diaria o repartida en dos tomas, no difería<br />
en la tasa de remisiones obtenida (33) . En 2004 se publicó<br />
otro estudio de búsqueda de dosis con la preparación<br />
de budesonida pH-dependiente (40) , v<strong>al</strong>orando las<br />
dosis de 6, 9 y 18 mg para lograr la remisión (CDAI <<br />
150) <strong>al</strong> cabo de 6 semanas. La dosis de 9 mg no fue inferior<br />
a la de 18 mg de forma glob<strong>al</strong>; aunque se sugería<br />
que esta última podría ser más útil en la afectación<br />
colónica dist<strong>al</strong> <strong>al</strong> ángulo hepático o en pacientes con<br />
CDAI > 300 (40) . En estudios con cápsulas de budesonida<br />
CIR marcadas isotópicamente, Edsbacker (41,42) demostró<br />
que la absorción de la misma se producía mayoritariamente<br />
en íleon y colon derecho; esta absorción no se<br />
vio afectada por la ingesta de comida.<br />
Inducción de la remisión<br />
Budesonida vs placebo (Tabla II)<br />
Se han re<strong>al</strong>izado 2 estudios <strong>al</strong>eatorizados, multicéntricos,<br />
doble ciego y controlados con placebo en pacientes<br />
con EC ileocec<strong>al</strong> activa que v<strong>al</strong>oraron este aspecto (8,33) .<br />
Ambos estudios utilizaron budesonida CIR (ver Tabla II).<br />
El estudio de Greenberg (8) comparó tres dosis de budesonida<br />
(3, 9 y 15 mg) administradas una vez <strong>al</strong> día, con<br />
placebo. A las 8 semanas, la dosis de 9 mg/día se mostró<br />
superior a placebo y <strong>al</strong> resto de dosis con una tasa<br />
de remisión del 51%, siendo del 20% en el grupo placebo<br />
(8) . En el segundo estudio, Tremaine (33) no demostró<br />
diferencias significativas en las tasas de remisión obtenidas<br />
a las 8 semanas entre el placebo y la budesonida<br />
CIR 9 mg (en dosis única diaria o dividido en 2 dosis).<br />
Dado que los resultados de ambos estudios son contradictorios,<br />
fueron an<strong>al</strong>izados en un metanálisis (n= 324),<br />
que demostró que la budesonida a dosis de 9 mg/día<br />
demostró ser superior a placebo a la hora de inducir la<br />
remisión de brotes de EC ileocec<strong>al</strong> (NNT=5). No se encontraron<br />
diferencias frente a placebo respecto a efectos<br />
adversos relacionados con los corticoides (34) .<br />
Budesonida vs mes<strong>al</strong>azina<br />
Sólo existe un estudio publicado que haya comparado<br />
la capacidad de inducir la remisión de la budesonida<br />
frente a la mes<strong>al</strong>azina en la EC. En 1998 Thomsen y cols.<br />
<strong>al</strong>eatorizaron 174 pacientes con EC que afectase <strong>al</strong> íleon<br />
dist<strong>al</strong>, el colon ascendente o ambos, con un CDAI entre<br />
200 y 400 puntos, a recibir 2 g de mes<strong>al</strong>azina cada 12<br />
horas o 9 mg de budesonida <strong>al</strong> día durante 16 semanas<br />
(43) . A las 8 semanas la budesonida demostró ser más<br />
eficaz, logrando un 69% de remisión frente <strong>al</strong> 45% del<br />
grupo control; este efecto se mantuvo en la semana 16,<br />
con un 62% frente <strong>al</strong> 36% obtenido con mes<strong>al</strong>azina.<br />
Cabe señ<strong>al</strong>ar que a pesar de las 16 semanas de tratamiento<br />
con budesonida or<strong>al</strong> a dosis plenas, no se objetivaron<br />
diferencias en los efectos adversos relacionados<br />
con corticoides; además, respecto a la función suprarren<strong>al</strong>,<br />
tan sólo se lograron demostrar diferencias significativas<br />
en el aumento del cortisol en respuesta a estimulación<br />
con cosintropina, de escaso significado clíni-<br />
90 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Revisiones<br />
Tabla I. Estudios farmacocinéticos con budesonida or<strong>al</strong><br />
Año de Autor n Características Fármacos Tiempo Resultados/conclusiones<br />
publicación (referencia) de la EC (dosis) Parámetros Reducción del cortisol<br />
ev<strong>al</strong>uados<br />
1994 Greenberg (8) 258 EC ileocólica Budesonida CIR 8 semanas 9 mg dosis con mayor tasa<br />
con CDAI ≥200 (3 mg, 9 mg y 15 mg) Remisión de remisión<br />
vs placebo (CDAI
Tabla II. Estudios que comparan budesonida or<strong>al</strong> con placebo para inducir la remisión<br />
Año de Autor n Características Fármacos Tiempo Resultados/conclusiones<br />
publicación (referencia) de la EC (dosis) Remisión % Reducción del cortisol<br />
(CDAI < 150)<br />
1994 Greenberg (8) 258 EC ileocólica Budesonida CIR 8 semanas 9 mg dosis con mayor tasa<br />
CDAI ≥200 3 mg 33% de remisión<br />
9 mg 51% Disminución del cortisol bas<strong>al</strong><br />
15 mg 43% proporcion<strong>al</strong> a la dosis<br />
Placebo 20%<br />
2002 Tremaine (33) 197 EC ileocólica Budesonida CIR 8 semanas Una dosis <strong>al</strong> día de 9 mg es igu<strong>al</strong><br />
CDAI (200- 450) 9 mg/24h 48% que repartirlo en dos para inducir<br />
4,5 mg/12h 53% la remisión, aunque no<br />
Placebo 33% significativamente superior a placebo<br />
Mayor supresión del cortisol tras<br />
estimulación que con placebo<br />
Tabla III. Estudios que comparan budesonida or<strong>al</strong> con glucocorticoides clásicos para inducir la remisión<br />
Año de Autor n Características Fármacos Tiempo Resultados/conclusiones<br />
publicación (referencia) de la EC (dosis) Remisión % Reducción del cortisol<br />
(CDAI < 150)<br />
1994 Rutgeerts (3) 176 Ileocec<strong>al</strong> Budesonida CIR 8 semanas Prednisolona no superior a<br />
CDAI ≥ 200 (9 mg) 52% budesonida<br />
Prednisolona 65% Menos efectos secundarios<br />
(40 mg) con budesonida<br />
Menor supresión del nivel bas<strong>al</strong><br />
de cortisol en todo el estudio, s<strong>al</strong>vo<br />
en la semana 10<br />
1996 Gross (45) 67 Ile<strong>al</strong> o dist<strong>al</strong> a íleon Budesonida pH- 8 semanas Budesonida no inferior<br />
CDAI (150-350) dependiente (9 mg) 55,9% a metilprednisolona<br />
Metilprednisolona 72,7% No diferencias según loc<strong>al</strong>ización<br />
(48 mg) Más efectos adversos relacionados<br />
con GCS con metilprednisolona<br />
1997 Campieri (44) 178 Ileocec<strong>al</strong> Budesonida CIR 8 semanas No diferencias significativas en la tasa<br />
CDAI ≥ 200 (9 mg/24h) 60% de remisión<br />
(4,5 mg/12h) 42% No se h<strong>al</strong>laron diferencias en la tasa<br />
Prednisona (40 mg) 60% de efectos adversos GCS<br />
Test corto de ACTH más positivo con<br />
prednisolona<br />
1998 Bar-Meir (46) 201 Ile<strong>al</strong> o dist<strong>al</strong> a íleon Budesonida pH- 8 semanas No diferencias en la respuesta glob<strong>al</strong><br />
CDAI (150-350) dependiente 9 mg 51% Budesonida más tasa de remisión libre<br />
Prednisona 40 mg 52% de efectos de GCS<br />
combinación or<strong>al</strong> de ciprofloxacino y metronidazol junto<br />
con budesonida (9 mg/día), o placebo y budesonida (49) .<br />
En la semana 8 no había diferencias en cuanto a las remisiones<br />
(33 y 38% en el grupo de antibióticos y en el<br />
del placebo, respectivamente). En un análisis de subgrupos,<br />
se observó un beneficio destacable (no estadísticamente<br />
significativo) de la combinación de budesonida<br />
y antibióticos, en los pacientes con EC colónica. El 20%<br />
de los pacientes en el grupo tratado con antibióticos tuvieron<br />
que abandonar la medicación, por efectos adversos,<br />
frente a ninguno en el grupo placebo.<br />
Mantenimiento de la remisión<br />
La recidiva de la EC una vez conseguida la remisión con<br />
corticoides, es del 50% <strong>al</strong> año; considerando que un 20%<br />
serán resistentes a corticoides y un 30% corticodependientes<br />
(1,2) . Múltiples han sido los fármacos v<strong>al</strong>orados para<br />
mantener la remisión tras el brote, habiéndose deses -<br />
92 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Revisiones<br />
Tabla IV. Estudios que comparan budesonida or<strong>al</strong> con placebo para el mantenimiento de remisión inducida médicamente<br />
Año de Autor n Características Fármacos Recaída a los Resultados/conclusiones<br />
publicación (referencia) de la EC (dosis en 12 meses (%)<br />
mg/d) CDAI > 150<br />
1996 Löfberg (52) 90 EC ile<strong>al</strong> o ileocec<strong>al</strong> Entocort ® No diferencias en la tasa de recaídas<br />
tras remisión médica 6 74 a los 12 meses<br />
de brote leve 3 63 Budesonida 6 mg prolonga<br />
moderado Placebo 59 significativamente el tiempo de remisión<br />
(CDAI 200-450)<br />
1996 Greenberg (53) 105 EC ile<strong>al</strong> o ileocec<strong>al</strong> tras Entocort ® No diferencias en la tasa de recaídas<br />
remisión médica de brote 6 61 a los 12 meses<br />
leve moderado 3 67 Budesonida 6 mg prolonga<br />
(CDAI 200-450) Placebo 70 significativamente el tiempo de remisión<br />
1998 Ferguson (54) 75 EC ile<strong>al</strong> o ileocec<strong>al</strong> tras Entocort ® No diferencias en la tasa de recaídas<br />
remisión médica de brote 6 46 a los 12 meses, ni en el tiempo<br />
leve moderado 3 60 de remisión<br />
(CDAI 200-450) Placebo 48<br />
1998 Gross (56) 179 EC ile<strong>al</strong> o dist<strong>al</strong> a este Budenof<strong>al</strong>k ® 3 mg 67 No diferencias respecto <strong>al</strong> placebo<br />
tras remisión médica Placebo 65 ni en la tasa de recaídas ni en el<br />
de brote leve moderado<br />
tiempo hasta la misma.<br />
(CDAI 150-350)<br />
Único evento adverso grave<br />
(en el grupo placebo)<br />
2005 Hanauer (55) 110 EC Ile<strong>al</strong> o ileocec<strong>al</strong> Entocort ® 6 mg 51 No hay diferencias de la tasa<br />
tras remisión médica Placebo 59 de recaídas <strong>al</strong> año pero sí una<br />
de brote leve moderado<br />
remisión más prolongada<br />
(CDAI 200-450)<br />
Nota: Entocort ® en España se denomina Entocord ® ; Budenof<strong>al</strong>k ® en España se denomina Intestif<strong>al</strong>k ®<br />
timado los corticoides por sus efectos deletéreos y por no<br />
haber demostrado su eficacia en este contexto (50) . Sin<br />
embargo, la menor incidencia de efectos adversos de la<br />
budesonida, ha hecho factible plantear un tratamiento<br />
de mantenimiento tras la inducción de la remisión en la<br />
EC ileocec<strong>al</strong> (51) . Hasta la fecha se han publicado 7 ensayos<br />
comparando la budesonida frente placebo para el<br />
mantenimiento de la EC quiescente en pacientes no corticodependientes,<br />
5 en el contexto de remisión inducida<br />
médicamente y 2 tras la remisión quirúrgica.<br />
Budesonida vs placebo: evitar recidiva (Tabla IV)<br />
Cuatro estudios multicéntricos y doble ciego frente a<br />
placebo (continuaciones de ensayos de inducción de la<br />
remisión usando budesonida, prednisolona o placebo),<br />
ev<strong>al</strong>uaron la recidiva de la EC ileocec<strong>al</strong> con budesonida<br />
CIR (Entocord ® ) 3 mg/día y 6 mg/día durante un año (52-55) .<br />
Ninguno de los cuatro demostró diferencias en la tasa<br />
de recaídas <strong>al</strong> año; sin embargo, en tres de estos estudios<br />
(52,53,55) parece haber un efecto modesto de la budesonida<br />
a la dosis de 6 mg para prolongar la duración<br />
de la remisión, no confirmándose en el de Ferguson (54) .<br />
El único estudio re<strong>al</strong>izado con la formulación pH-dependiente<br />
de budesonida, tampoco demostró menor<br />
tasa de recaídas <strong>al</strong> año, ni prolongación de la remisión (56) .<br />
Estos ensayos, s<strong>al</strong>vo el de Hanauer (55) , por ser el más reciente,<br />
han sido v<strong>al</strong>orados glob<strong>al</strong>mente en tres metanálisis<br />
(47,57,58) , confirmándose la f<strong>al</strong>ta de eficacia para mantener<br />
la remisión <strong>al</strong> año, tras la inducción médica de la<br />
misma. En un análisis que engloba los cuatro estudios<br />
con budesonida CIR (59) , con un tot<strong>al</strong> de 380 pacientes, la<br />
toma de 6 mg/día de budesonida demostró ser efectiva<br />
para reducir la tasa de recaídas a los 3 y 6 meses, pero<br />
no <strong>al</strong> año; la tasa de efectos adversos entre los pacientes<br />
con budesonida o placebo tampoco fue significativamente<br />
distinta, no relacionándose ningún efecto adverso<br />
grave con la toma de budesonida.<br />
La tendencia a prolongar la remisión con dosis ascendentes<br />
de budesonida (sí con 6 mg y no con 3 mg), puede<br />
en el futuro animar a diseñar estudios con dosis más<br />
<strong>al</strong>tas de budesonida para el mantenimiento. Actu<strong>al</strong>mente<br />
la budesonida está aceptada por la FDA para el<br />
tratamiento de mantenimiento de la EC ile<strong>al</strong> y/o de colon<br />
ascendente durante un máximo de 3 meses.<br />
Prevención de la recurrencia post-quirúrgica (Tabla V)<br />
Dos estudios controlados frente a placebo han demostrado<br />
la f<strong>al</strong>ta de eficacia de la budesonida CIR (6<br />
mg/día) (60) y de la budesonida de liberación pH dependiente<br />
(3 mg/día) (61) para prevenir la recurrencia endoscópica<br />
o clínica <strong>al</strong> año, tras una resección completa intestin<strong>al</strong><br />
de la enfermedad macroscópica. Esta observación<br />
se confirmó <strong>al</strong> an<strong>al</strong>izar conjuntamente los 212 pacientes<br />
en un metanálisis (47) .<br />
93 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Tabla V. Estudios que comparan budesonida or<strong>al</strong> con placebo para la profilaxis de la recurrencia postquirúrgica<br />
Año de Autor n Características Fármacos Recurrencia Resultados/<br />
publicación (referencia) de la EC (dosis) 12 meses (%) por conclusiones<br />
intención de tratar<br />
Endoscópica Clínica<br />
1999 Hellers (60) 129 Remision EC tras Budesonida 52% 32% No efectiva para prevenir<br />
resección ile<strong>al</strong>/ileocólica CIR (6 mg) la recurrencia<br />
Placebo 58% 31%<br />
1999 Ewe (61) 83 Remisión de EC tras Budesonida pH 47% 19% No efectiva para prevenir<br />
resección ile<strong>al</strong> o colónica dependiente la recurrencia<br />
(3 mg)<br />
Placebo 48% 28%<br />
Situaciones especi<strong>al</strong>es<br />
Pediatría<br />
Entre un 15-25% de los casos de EC debutan en la infancia<br />
(62) . Los pacientes pediátricos son especi<strong>al</strong>mente<br />
sensibles a los efectos adversos de los GCS, tanto por las<br />
diferencias en la farmacocinética y la farmacodinámica<br />
de los fármacos (en relación con la composición corpor<strong>al</strong>,<br />
madurez hepática y ren<strong>al</strong>), como por la relación de<br />
los GCS con la maduración ósea y sexu<strong>al</strong>. La budesonida<br />
se ha propuesto en estos pacientes como posible <strong>al</strong>ternativa<br />
a los GCS. Dos estudios la han comparado con<br />
los GCS, y la budesonida ha demostrado ser casi tan eficaz<br />
como estos últimos, sugiriendo los autores un mejor<br />
perfil de seguridad en los niños (48,63) . Se ha objetivado<br />
que los parámetros farmacocinéticos no difieren significativamente<br />
de los ya conocidos en adultos; sin embargo,<br />
un estudio farmacodinámico (64) re<strong>al</strong>izado en 12<br />
niños tratados con 9 mg/día de budesonida, durante 7<br />
días, demostró que los niveles matutinos de cortisol descendieron<br />
de manera significativa, especi<strong>al</strong>mente en los<br />
3 más jóvenes, en los que los niveles de cortisol eran indetectables<br />
en el día 8; este efecto fue reversible a las<br />
24 h. Por tanto, los autores sugieren la necesidad de extremar<br />
la precaución <strong>al</strong> ajustar la dosis en niños, siendo<br />
recomendable una reducción gradu<strong>al</strong> de la misma.<br />
Alto débito intestin<strong>al</strong> por ileostomía<br />
La definición arbitraria de <strong>al</strong>to débito intestin<strong>al</strong> por ileostomía<br />
(en inglés: high intestin<strong>al</strong> output) utilizada en<br />
los ensayos clínicos, es el drenaje de más de 1000 cc/día<br />
de contenido por ileostomía, con una dieta norm<strong>al</strong> y sin<br />
restricciones de líquidos. Estos pacientes, no tienen afectación<br />
inflamatoria macroscópica en la mucosa intestin<strong>al</strong>,<br />
y el mecanismo de esta sobreproducción intestin<strong>al</strong>,<br />
aunque no bien conocido, se ha relacionado con la <strong>al</strong>teración<br />
del transporte iónico, sobre todo de sodio y cloro,<br />
en la mucosa del intestino. La loperamida, los análogos<br />
de la somatostatina y los corticoides convencion<strong>al</strong>es<br />
han sido utilizados como tratamiento para intentar<br />
reducir el volumen estom<strong>al</strong>, y, por tanto, evitar las<br />
complicaciones derivadas de ello. Un ensayo clínico doble<br />
ciego demostró que la budesonida mejora la absorción<br />
de agua intestin<strong>al</strong> en estos pacientes (65) , demostrándose<br />
posteriormente, en un estudio de comparación<br />
intraindividu<strong>al</strong>, que disminuía el débito intestin<strong>al</strong><br />
en más de 300 cc/día cuando se trataba a los pacientes<br />
con dosis de 3 mg/día de budesonida (66) . El efecto miner<strong>al</strong>ocorticoide<br />
de la budesonida sería el responsable de<br />
este efecto, <strong>al</strong> influir sobre las bombas de transporte de<br />
sodio del intestino.<br />
Administración tópica rect<strong>al</strong><br />
Entocord-enemas ® es la única formulación de budesonida<br />
rect<strong>al</strong> comerci<strong>al</strong>izada en España hasta la fecha, y<br />
está aprobado para el tratamiento de la colitis ulcerosa<br />
dist<strong>al</strong>, con dosis de un enema (2 mg de budesonida)<br />
cada noche durante 4 semanas. Se ha demostrado equiv<strong>al</strong>ente<br />
a la mes<strong>al</strong>azina y los corticoides sistémicos, con<br />
menor toxicidad respecto a estos últimos, en el tratamiento<br />
de la colitis ulcerosa dist<strong>al</strong> activa (67) . En teoría,<br />
esta forma de aplicación de budesonida, puede ser eficaz<br />
para el manejo de la EC colónica dist<strong>al</strong>, aunque no<br />
hay estudios controlados publicados que ev<strong>al</strong>úen su eficacia<br />
en este contexto. Con esta forma de aplicación del<br />
fármaco hay que prestar atención <strong>al</strong> “cortocircuito” rect<strong>al</strong><br />
de metabolismo hepático, ya que los plexos venosos<br />
rect<strong>al</strong>es inferiores drenan directamente a la circulación<br />
sistémica en lugar de <strong>al</strong> sistema port<strong>al</strong>, por lo que la biodisponibilidad<br />
puede ser irregular (2-90%).<br />
Conclusiones<br />
Los estudios revisados demuestran que la budesonida<br />
or<strong>al</strong>, en sus formulaciones CIR y pH dependiente, es una<br />
buena <strong>al</strong>ternativa a los corticoides clásicos para el manejo<br />
de los pacientes con EC activa ile<strong>al</strong> o con afectación<br />
del colon derecho. Actu<strong>al</strong>mente se considera el tratamiento<br />
de elección del brote leve-moderado (CDAI<br />
hasta 450 puntos) de loc<strong>al</strong>ización ileocec<strong>al</strong>. Sin embargo,<br />
por lo menos a las dosis de 3 o 6 mg/día, no ha demostrado<br />
ser eficaz para el mantenimiento de la remisión<br />
lograda tanto médica como quirúrgicamente, quedando<br />
pendiente ev<strong>al</strong>uar dosis más <strong>al</strong>tas, o su utilidad<br />
94 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Revisiones<br />
en subgrupos de pacientes seleccionados (por ejemplo,<br />
tras la resección de enfermedad con patrón inflamatorio).<br />
En cuanto a la seguridad del fármaco, está demostrado<br />
que tiene menores efectos adversos tipo esteroideo<br />
que los GCS; aunque no existen datos concluyentes<br />
sobre si disminuye la osteopatía inducida por estos.<br />
Además, aunque en menor medida que los GCS, suprime<br />
el eje hipófiso-adren<strong>al</strong>, por lo que ante situaciones<br />
de estrés, debe v<strong>al</strong>orarse el aporte suplementario<br />
de corticoides exógenos, así como las pautas descendentes<br />
de retirada del fármaco durante la fin<strong>al</strong>ización<br />
del tratamiento.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
1. Summers RW, Switz DM, Sessions JT Jr, et <strong>al</strong>. Nation<strong>al</strong> cooperative Crohn´s<br />
disease study: results of drug treatment. Gastroenterology 1979;77 (4 Pt<br />
2):847-69.<br />
2. M<strong>al</strong>chow H, Ewe K, Brandes JW, et <strong>al</strong>. European cooperative Crohn´s disease<br />
Study (ECCDS): Results of drug treatment. Gastroenterology<br />
1984;86(2):249-66.<br />
3. Rutgeerts P, Lofberg R, M<strong>al</strong>chow H, et <strong>al</strong>. A comparison of budesonide<br />
with prednisolone for active Crohn´s disease. N Engl J Med<br />
1994;331(13):842-5.<br />
4. Friend DR. Review article: issues in or<strong>al</strong> administration of loc<strong>al</strong>ly acting<br />
glucocorticosteroids for treatment of inflammatory bowel disease. Aliment<br />
Pharmacol Ther 1998;12(8):591-603.<br />
5. Hamedani R, Feldman RD, Feagan BG. Review article: Drug development<br />
in inflammatory bowel disease: budesonide - a model of targeted therapy.<br />
Aliment Pharmacol Ther 1997;11 (Suppl 3): 98-107.<br />
6. López San Roman A, Bermejo F, Carrera E, Perez-Abad M, Boixeda D. Adherence<br />
to treatment in inflammatory bowel disease. Rev Esp Enferm Dig<br />
2005;97:249-57.<br />
7. Kane SW. Systematic review: adherence issues in the treatment of ulcerative<br />
colitis. Aliment Pharmacol Ther 2006;23(5):577-85<br />
8. Greenberg GR, Feagan BG, Martin F, et <strong>al</strong>. Or<strong>al</strong> budesonide for active<br />
Crohn´s disease. Canadian Inflammatory Bowel Disease Study Group. N<br />
Engl J Med 1994;33113):836-41.<br />
9. Gomollon F, Hinojosa J, Nos P. Budesonide and inflammatory bowel disease.<br />
Gastroenterol Hepatol 1999;22(19):525-32.<br />
10. Travis SP, Stange EF, Lémann M, et <strong>al</strong>. European evidence based consensus<br />
on the diagnosis and management of Crohn´s disease: current management.<br />
Gut 2006; 55(Suppl. 1): i16-35.<br />
11. Lichtenstein GR, Abreu MT, Cohen R, et <strong>al</strong>. American Gastroenterologic<strong>al</strong><br />
Association Institute technic<strong>al</strong> review on corticosteroids, immunomodulators,<br />
and infliximab in inflammatory bowel disease. Gastroenterology<br />
2006;130(3):940-87.<br />
12. Klotz U, Schwab M. Topic<strong>al</strong> delivery of therapeutic agents in the treatment<br />
of inflammatory bowel disease. Adv Drug Deliv Rev 2005;57(2):267-79.<br />
13. Ryrfeldt A, Edsbäcker S, Pauwels R. Kinetics of the epimeric glucocorticoid<br />
budesonide. Clin Pharmacol Ther 1984;35(4):525-30.<br />
14. Dilger K, Schwab M., Fromm MF. Identification of budesonide and prednisone<br />
as substrates of the intestin<strong>al</strong> drug efflux pump P-glycoprotein. Inflamm<br />
Bowel Dis 2004; 10(5):578-83.<br />
15. Fromm MF. The influence of MDR1 polymorphisms on P-glycoprotein expression<br />
and function in humans. Adv Drug Deliv Rev. 2002;54(10):1295-<br />
310.<br />
16. Schwab M, Eichelbaum M, Fromm MF. Genetic polymorphisms of the human<br />
MDR1 drug transporter. Annu Rev Pharmacol Toxicol 2003;43:285-<br />
307.<br />
17. Zhang Y, Benet LZ. The gut as a barrier to drugs absorption: combined<br />
role of cytochrome P450 3A and P-glycoprotein. Clin Pharmacokinet<br />
2001;40(3):159-168.<br />
18. Mouly S, Paine MF. P-glycoprotein increases from proxim<strong>al</strong> to dist<strong>al</strong> regions<br />
of human sm<strong>al</strong>l intestine. Pharm Res. 2003;20(10):1595-9.<br />
19. Farrell RJ, Murphy A, Long A, et <strong>al</strong>. High multidrug resistance (P-glycoprotein<br />
170) expression in inflammatory bowel disease patients who fail<br />
medic<strong>al</strong> therapy. Gastroenteroloy.2000;118(2):279-88.<br />
20. Farrell RJ, Menconi MJ, Keates AC, et <strong>al</strong>. P-glycoprotein-170 inhibition significantly<br />
reduces cortisol and cyclosporine efflux from human intestin<strong>al</strong> epitheli<strong>al</strong><br />
cells and T lymphocytes. Aliment Pharmacol Ther 2002;16(5):1021-31.<br />
21. Ho GT, Moodie FM, Satsangi J. Multidrug resistance 1 gene (P-glycoprotein<br />
170): an importante determinant in gastrointestin<strong>al</strong> disease? Gut<br />
2003;52(5):759-66.<br />
22. Panw<strong>al</strong>a CM, Jones JC, Viney JL. A novel model of inflammatory bowel<br />
disease: mice deficient for the multiple drug resistance gene, mdrl 1a,<br />
spontaneously develop colitis. J Immunol. 1998;161(10):5733-44.<br />
23. Paine MF, Kh<strong>al</strong>ighi M, Fisher JM, et <strong>al</strong>. Characterization of interintestin<strong>al</strong><br />
and intraintestin<strong>al</strong> variations in human CYP3A-dependent metabolism. J<br />
Pharmacol Exp Ther 1997;283(3):1552-62<br />
24. Eichelbaum M, Burk O. CYP3A genetics in drug metabolism. Nat Med<br />
2001;7(3):285-7.<br />
25. Sagir A, Schmitt M, Dilger K, et <strong>al</strong>. Inhibition of cytochrome P450 3A: Relevant<br />
drug interactions in gastroenterology. Digestion 2003;68(1):41-8.<br />
26. Nyman-Pantelidis M, Nilsson A, Wagner ZG, et <strong>al</strong>. Pharmacokinetics and<br />
retrograde colonic spread of budesonide enemas in patients with dist<strong>al</strong><br />
ulcerative colitis. Aliment Pharmacol Ther 1994;8(6):617-22.<br />
27. Miller-Larsson A, Gustafsson B, Persson CG, et <strong>al</strong>. Gut mucos<strong>al</strong> uptake<br />
and retention characteristics contribute to the high intestin<strong>al</strong> selectivity<br />
of budesonide compared with prednisolone in the rat. Aliment Pharmacol<br />
Ther 2001;15(2):2019-25.<br />
28. Cui N, Friend DR, Fedorak RN. A budesonide prodrug accelerates treatment<br />
of colitis in rats. Gut 1994;35(10):1439-46.<br />
29. Brunner M, Ziegler S, Di Stefano AF, et <strong>al</strong>. Gastrointestin<strong>al</strong> transit, release<br />
and plasma pharmacokinetics of a new or<strong>al</strong> budesonide formulation.<br />
Br J Clin Pharmacol 2006; 61(1):31-8.<br />
30. Nolen H 3rd, Fedorak RN, Friend DR. Budesonide-beta-D-glucoronide: a<br />
potenti<strong>al</strong> prodrug for treatment of ulcerative colitis. J Pharm Sci.<br />
1995;84(6):677-81.<br />
31. Nugent SG, Kumar D, Rampton DS, et <strong>al</strong>. Intestin<strong>al</strong> lumin<strong>al</strong> pH in inflammatory<br />
bowel disease: possible determinants and implications for therapy<br />
with aminos<strong>al</strong>icylates and other drugs. Gut 2001;48(4):571-7.<br />
32. Brunner M, Assandri R, Kletter K, et <strong>al</strong>. Gastrointestin<strong>al</strong> transit and 5-ASA<br />
release from a new mes<strong>al</strong>azine extended-release formulation. Aliment<br />
Pharmacol Ther 2003; 17(9):395-402.<br />
95 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
33. Tremaine WJ, Hanauer SB, Katz S, et <strong>al</strong>. Budesonide CIR capsules (one or<br />
twice daily divided-dose) in active Crohn´s disease: a randomized placebo-controlled<br />
study in the United States. Am J Gastroenterol<br />
2002;97(7):1748-54.<br />
34. Otley A, Steinhart AH. Budesonide for induction of remission in Crohn´s<br />
disease. Cochrane Database Syst Rev 2005;Oct 19 (4):CD000296.<br />
35. Cino M, Greenberg GR. Bone miner<strong>al</strong> density in Crohn´s disease: a longitudin<strong>al</strong><br />
study of budesonide, prednisone and nonsteroid therapy. Am J<br />
Gastroenterol 2002;97(4):915-21.<br />
36. Schoon EJ, Bollani S, Mills PR, et <strong>al</strong>. Bone miner<strong>al</strong> density in relation to efficacy<br />
and side effects of budesonide and prednisolone in Crohn´s disease.<br />
Clin Gastroenterol Hepatol 2005;3(2):113-21.<br />
37. Gluck PA and Gluck JD. A review of pregnancy outcomes after exposure<br />
to or<strong>al</strong>ly inh<strong>al</strong>ed or intranas<strong>al</strong> budesonide. Curr Med Res Opin<br />
2005;21(7):1075-84.<br />
38. Norjavaara E, de Verdier MG. Norm<strong>al</strong> pregnancy outcomes in a population<br />
based study including 2.968 pregnant women exposed to budesonide.<br />
J Allergy Clin Immunol 2003; 111(4):736-42.<br />
39. Mahadevan U. Fertility and pregnancy in the patient with inflammatory<br />
bowel disease. Gut 2006;55 (8):1198-206.<br />
40. Herfarth H, Gross V, Andus T et <strong>al</strong>. An<strong>al</strong>ysis of the therapeutic efficacy of<br />
different doses of budesonide in patients with active Crohn´s ileocolitis<br />
depending on disease activity and loc<strong>al</strong>ization. Int J Colorect<strong>al</strong> Dis<br />
2004;19(2):147-52.<br />
41. Edsbäcker S, Larsson P and Wollmen P. Gut delivery of budesonide, a loc<strong>al</strong>ly<br />
active corticosteroid, from plain and controlled-release capsules. Eur<br />
J Gastroenterol Hepatol 2002:14(12):1357-62.<br />
42. Edsbäcker S, Bengtsson B, Larsson P, et <strong>al</strong>. A pharmacoscintigraphic ev<strong>al</strong>uation<br />
of or<strong>al</strong> budesonide given as controlled-release (Entocort) capsules.<br />
Aliment Pharmacol Ther 2003;17(4):525-36.<br />
43. Thomsen OO, Cortot A, Jewell D, et <strong>al</strong>. A comparison of budesonide and<br />
mes<strong>al</strong>amine for active Crohn´s disease. Internation<strong>al</strong> Budesonide-Mes<strong>al</strong>amine<br />
Study Group. N Engl J Med 1998;339(6):370-4.<br />
44. Campieri M, Ferguson A, Doe W, et <strong>al</strong>. Or<strong>al</strong> budesonide is as effective as<br />
or<strong>al</strong> prednisolone in active Crohn´s disease. The Glob<strong>al</strong> Budesonide Study<br />
Group. Gut 1997; 41(2):209-14.<br />
45. Gross V, Andus T, Caesar I, et <strong>al</strong>. Or<strong>al</strong> pH-modified release budesonide<br />
versus 6 methylprednisolone in active Crohn´s disease. German/Austrian<br />
Budesonide Study Group. Eur J Gastroenterol Hepatol 1996;8(9):905-9.<br />
46. Bar-Meir S, Chowers Y, Lavy A, et <strong>al</strong>. Budesonide versus prednisone in the<br />
treatment of active Crohn´s disease. The Israeli Budesonide Study Group.<br />
Gastroenterology 1998; 115(4):835-40.<br />
47. Papi C, Luchetti R, Gili L, et <strong>al</strong>. Budesonide in the treatment of Crohn´s disease:<br />
a meta-an<strong>al</strong>ysis. Aliment Pharmacol Ther 2000;14(11):1419-28.<br />
48. Escher JC: European Collaborative Research Group on Budesonide in Paedriatic<br />
IBD. Budesonide versus prednisolone for the treatment of active<br />
Crohn´s disease in children: a randomized, double-blind, controlled, multicentre<br />
tri<strong>al</strong>. Eur J Gastroenterol Hepatol 2004:16(1):47-54.<br />
49. Steinhart AH, Feagan BG, Wong CJ, et <strong>al</strong>. Combined budesonide and antibiotic<br />
therapy for active Crohn´s disease: A randomized controlled tri<strong>al</strong>.<br />
Gastroenterology 2002; 123(1):33-40<br />
50. Steinhart AH, Ewe K, Griffiths AM, et <strong>al</strong>. Corticosteroids for manteinance of<br />
remission in Crohn´s disease. Cochrane Database Syst Rev 2003, (4):CD000301.<br />
51. Spencer CM, McTavish D. Budesonide. A review of its pharmacologic<strong>al</strong><br />
properties and therapeutic efficacy in inflammatory bowel disease. Drugs<br />
1995;50(5):854-72.<br />
52. Lofberg R, Rutgeerts P, M<strong>al</strong>chow H, et <strong>al</strong>. Budesonide prolongs time to<br />
relapse in ile<strong>al</strong> and ileocaec<strong>al</strong> Crohn’s disease. A placebo-controlled oneyear<br />
study. Gut 1996; 39(1):82-6.<br />
53. Greenberg GR, Feagan BG, Martin F, et <strong>al</strong>. Or<strong>al</strong> budesonide as maintenance<br />
therapy for Crohn’s disease: a placebo-controlled, dose ranging<br />
study. Canadian Inflammatory Bowel Disease Study Group. Gastroenterology<br />
1996;110(1):45-51.<br />
54. Ferguson A, Campieri M, Doe W, et <strong>al</strong>. Or<strong>al</strong> budesonide as maintenance<br />
therapy in Crohn’s disease - results of a 12-month study. Glob<strong>al</strong> Budesonide<br />
Study Group. Aliment Pharmacol Ther 1998;12(2):175-83.<br />
55. Hanauer S, Sandborn WJ, Persson A, et <strong>al</strong>. Budesonide as manteinance<br />
treatment in Crohn´s disease: a placebo-controlled tri<strong>al</strong>. Aliment Pharmacol<br />
Ther 2005; 21(4):363-71.<br />
56. Gross V, Andus T, Ecker KW et <strong>al</strong>. Low dose or<strong>al</strong> pH modified release budesonide<br />
for manteinance of steroid induced remission in Crohn´s disease.<br />
The Budesonide Study Group. Gut 1998;42(4):493-6.<br />
57. Kane SV, Schoenfeld P, Sandborn WJ et <strong>al</strong>. The effectiveness of budesonide<br />
therapy for Crohn´s disease. Aliment Pharmacol Ther 2002;16(8):1509-<br />
17.<br />
58. Simms L, Steinhart AH. Budesonide for manteinance of remission in Crohn´s<br />
disease. Cochrane Database Syst Rev. 2001;(1):CD002913.<br />
59. Sandborn WJ, Löfberg R, Feagan BG, et <strong>al</strong>. Budesonide for manteinance<br />
of remission in patients with Crohn´s disease in medic<strong>al</strong>ly induced<br />
remission: a preterminated pooled an<strong>al</strong>ysis of four randomized,<br />
double blind, placebo-controlled tri<strong>al</strong>s. Am J Gastroenterol<br />
2005;100(8):1780-7.<br />
60. Hellers G, Cortot A, Jewell D, et <strong>al</strong>. Or<strong>al</strong> budesonide for prevention of postsurgic<strong>al</strong><br />
recurrence in Crohn´s disease. The IOIBD Budesonide Study Group.<br />
Gastroenterology 1999;116(2):294-300.<br />
61. Ewe K, Böttger T, Buhr HJ, et <strong>al</strong>. Low-dose budesonide treatment for prevention<br />
of postoperative recurrence of Crohn´s disease: a multicentre randomized<br />
placebo-controlled tri<strong>al</strong>. German Budesonide Study Group. Eur<br />
J Gastroenterol Hepatol 1999; 11(3):277-282.<br />
62. Kim SC, Ferry GD. Inflammatory bowel diseases in pediatric and adolescent<br />
patients: clinic<strong>al</strong>, therapeutic, and psychosoci<strong>al</strong> considerations. Gastroenterology<br />
2004; 126(6):1550-60.<br />
63. Levine A, Milo T, Buller H, et <strong>al</strong>. Consensus and controversy in the management<br />
of pediatric Crohn disease: an internation<strong>al</strong> survey. J Pediatr Gastroenterol<br />
Nutr 2003; 36(4):564-469.<br />
64. Dilger K, Alberer M, Busch A, et <strong>al</strong>. Pharmacokinetics and pharmacodynamic<br />
action of budesonide in children with Crohn´s disease. Aliment<br />
Pharmacol Ther 2006;23(3):387-95.<br />
65. Ecker KW, St<strong>al</strong>lmach A, Seitz et <strong>al</strong>. Or<strong>al</strong> budesonide significantly improves<br />
water absorption in patients with ileostomy for Crohn disease. Scand<br />
J Gastroenterol 2003; 38(3):288-93.<br />
66. Ecker KW, St<strong>al</strong>lmach A, Löffler J, et <strong>al</strong>. Long-term treatment of high intestin<strong>al</strong><br />
output syndrome in patients with Crohn´s disease and ileostomy.<br />
Dis Colon Rectum 2005; 48(9):237-42.<br />
67. Marín-Jiménez I, Peña AS. Budesonide for ulcerative colitis. Rev Esp Enferm<br />
Dig 2006; 98:362-73.<br />
96 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Corticoides or<strong>al</strong>es de acción tópica en colitis ulcerosa<br />
F. Bermejo San José<br />
Servicio de Digestivo. Hospit<strong>al</strong> Universitario de Fuenlabrada. Madrid. España<br />
Resumen<br />
Los corticoides or<strong>al</strong>es de acción tópica pueden jugar un papel en el tratamiento de los brotes de colitis ulcerosa. Disponemos<br />
de 3 estudios comparativos directos entre <strong>al</strong>guno de estos fármacos y los corticoides clásicos. Budesonida y metasulfobenzoato<br />
de prednisolona logran mejorías clínicas similares a las de los corticoides clásicos, pero las mejorías endoscópicas son inferiores.<br />
Los resultados con fluticasona son peores, mientras que la beclometasona parece ser tan eficaz como la mes<strong>al</strong>azina en<br />
el tratamiento de brotes leves a moderados. El perfil de seguridad de estos fármacos es bueno. Nuevos ensayos clínicos bien<br />
diseñados deberán ayudarnos a conocer su verdadero papel en el tratamiento de la colitis ulcerosa.<br />
Summary<br />
Topic<strong>al</strong> or<strong>al</strong> corticosteroids can play a role in the treatment of active ulcerative colitis. Three studies directly comparing one of<br />
these drugs and classic<strong>al</strong> corticosteroids are available. Budesonide and prednisolone metasulfobenzoate lead to clinic<strong>al</strong> improvements<br />
similar to those of classic<strong>al</strong> corticosteroids, but show weaker endoscopic performance. Results with fluticasone<br />
are poorer, whereas beclomethasone seems as efficient as mes<strong>al</strong>azine in treating patients with mild to moderate disease. These<br />
drugs show good safety profiles. New well designed clinic<strong>al</strong> tri<strong>al</strong>s should help us recognise their true role in treating ulcerative<br />
colitis.<br />
P<strong>al</strong>abras clave: colitis ulcerosa, corticoides, beclometasona, budesonida, fluticasona, metasulfobenzoato de prednisolona<br />
Keywords: Ulcerative colitis, corticosteroids, beclomethasone, budesonide, fluticasone, prednisolone metasulfobenzoate<br />
Introducción<br />
Los corticoides clásicos (prednisona, metilprednisolona)<br />
son medicamentos de uso habitu<strong>al</strong> en el tratamiento de<br />
los brotes moderados o graves de la enfermedad inflamatoria<br />
intestin<strong>al</strong>. Sin embargo, estos fármacos no están<br />
exentos de efectos secundarios potenci<strong>al</strong>mente graves.<br />
La dosis administrada para el control de los brotes varía<br />
en diferentes estudios (desde 30 mg/día hasta 1<br />
mg/kg/día), lo que tiene importancia dado que la aparición<br />
de efectos adversos parece ser dosis-dependiente (1) .<br />
Por ello, se ha investigado la posible utilidad de otros corticoides<br />
que administrados por vía or<strong>al</strong>, posean una acción<br />
fundament<strong>al</strong>mente tópica en el tracto intestin<strong>al</strong>.<br />
Ejemplos de estos esteroides que <strong>al</strong>canzan niveles muy<br />
bajos en sangre son dipropionato de beclometasona (DPB),<br />
budesonida, propionato de fluticasona, metasulfobenzoato<br />
(MSB) de prednisolona y piv<strong>al</strong>ato de tixocortol (2) .<br />
Estos corticoides or<strong>al</strong>es deberán cumplir unos objetivos<br />
para poder ser considerados “verdaderamente eficaces<br />
y de acción tópica” en el tratamiento de pacientes con<br />
colitis ulcerosa (CU). Por una parte, el fármaco activo<br />
deberá llegar a la zona afecta del colon y poseer actividad<br />
esteroidea en ella, y por otra, no deberá tener efectos<br />
sistémicos, o éstos deberán ser mínimos.<br />
El corticoide or<strong>al</strong> de acción tópica ide<strong>al</strong> debería tener<br />
suficiente hidrosolubilidad para conseguir una distribución<br />
homogénea en la luz intestin<strong>al</strong>. En este aspecto<br />
la budesonida dispone del mejor perfil por su mayor hidrosolubilidad<br />
respecto <strong>al</strong> resto (3) .<br />
Por otra parte, la unión del fármaco <strong>al</strong> tejido diana y su<br />
actividad intrínseca a este nivel constituyen factores fundament<strong>al</strong>es<br />
en la eficacia del mismo. De hecho nos encontramos<br />
ante fármacos con una <strong>al</strong>ta afinidad por el<br />
receptor esteroideo y una potente actividad glucocorticoide,<br />
y que además sufren un <strong>al</strong>to grado de metabolismo<br />
de primer paso en el hígado, lo que conlleva una baja<br />
biodisponibilidad sistémica y, por ello, menores efectos<br />
adversos. Los metabolitos obtenidos tras la degradación<br />
en el hígado poseen escasa o nula actividad esteroidea.<br />
Tras los estudios re<strong>al</strong>izados en pacientes con enfermedad<br />
de Crohn, se ha establecido la indicación de administrar<br />
budesonida en el tratamiento de los brotes de la<br />
enfermedad ile<strong>al</strong> o ileocec<strong>al</strong> activa (4) . Con respecto a la<br />
colitis ulcerosa, los estudios son relativamente escasos.<br />
Vamos a revisar los datos disponibles en la literatura sobre<br />
los diferentes fármacos.<br />
Con tixocortol or<strong>al</strong> no disponemos de ensayos clínicos<br />
en colitis ulcerosa.<br />
Dipropionato de beclometasona<br />
Dipropionato de beclometasona es un profármaco que<br />
sufre degradación enzimática por esterasas intestin<strong>al</strong>es<br />
pasando a un metabolito activo, 17-monopropionato de<br />
beclometasona, que posee acción antiinflamatoria loc<strong>al</strong><br />
en el colon y <strong>al</strong>ta afinidad por el receptor glucocorticoide.<br />
Tras administración or<strong>al</strong>, la biodisponibilidad del monopropionato<br />
es del 41% (5) . Las tabletas de beclometasona<br />
presentan un sistema de liberación cólica formado<br />
97 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
por una cubierta de metacrilato gastrorresistente (Eudragit<br />
® L100/55) y un núcleo interno de hidroxipropil metilcelulosa<br />
(methocel k4m) que permite la liberación de<br />
fármaco a pH inferior a 6, es decir a partir del íleon dist<strong>al</strong><br />
y a lo largo del colon (6) . La liberación del fármaco a lo<br />
largo del colon fue confirmada mediante la administración<br />
del mismo, radiomarcado, con posterior toma de<br />
imágenes con gammacámara: se mantuvo la integridad<br />
de las tabletas en estómago e intestino delgado, llegando<br />
aproximadamente a las 4 horas el fármaco <strong>al</strong> colon, y sin<br />
que aparezca la beclometasona en sangre ni orina (6) .<br />
Desde el punto de vista clínico es importante destacar<br />
que diversos autores han descrito la eficacia de este fármaco<br />
administrado por vía rect<strong>al</strong> en colitis ulcerosa dist<strong>al</strong>,<br />
lo que posteriormente ha sido confirmado en un<br />
metanálisis de la evidencia disponible (7) .<br />
Disponemos hasta la fecha de 3 estudios en los que se<br />
ha utilizado DPB or<strong>al</strong> para tratar pacientes con colitis<br />
ulcerosa (Tabla I). El primero de ellos, de Rizzello et <strong>al</strong>.,<br />
fue el estudio de determinación de dosis (8) . Se trataba<br />
de un estudio re<strong>al</strong>izado en 3 centros de It<strong>al</strong>ia (país de<br />
donde proceden los 3 trabajos) en 57 pacientes con CU<br />
leve a moderada con 3 ramas de tratamiento: DPB 5<br />
mg/día (47% de respondedores), 10 mg/día (47% de respondedores),<br />
mes<strong>al</strong>azina 1,6 g/día (36% de respondedores),<br />
y control a los 28 días. Los autores admiten que<br />
la dosis de mes<strong>al</strong>azina es infraterapéutica, y consideran<br />
a esta rama casi como un grupo placebo. Los pacientes<br />
con mes<strong>al</strong>azina no se mantuvieron ciegos, sí los de las<br />
dos dosis de DPB. Se produjo mejoría histológica y endoscópica<br />
significativa en los grupos de DPB, no en el<br />
de mes<strong>al</strong>azina, aunque no hubo diferencias significativas<br />
entre los 3 grupos en cuanto a mejoría clínica. No<br />
hubo efectos adversos graves ni fue importante la inhibición<br />
del eje hipotálamo-hipófisis-adren<strong>al</strong>. Dado que<br />
no se detectó diferencia entre ambas dosis de beclometasona,<br />
la dosis adecuada sería la de 5 mg/día (8) .<br />
Por ello, en el ensayo clínico controlado con placebo en<br />
colitis ulcerosa leve a moderada (índice Mayo de actividad<br />
3-10) publicado un año después por el mismo grupo,<br />
se utilizó la dosis de 5 mg/día de DPB (9) . En este estudio<br />
todos los pacientes recibían 3,2 g/día de mes<strong>al</strong>azina,<br />
y la mayor parte eran colitis con actividad moderada<br />
(78%) y colitis izquierdas (70%). La respuesta (disminución<br />
de <strong>al</strong> menos 3 puntos en el índice de actividad)<br />
se obtuvo a las 4 semanas en el 58% en el grupo<br />
de DPB frente <strong>al</strong> 34% en el grupo placebo (p=0,021). La<br />
norm<strong>al</strong>ización mucosa se logró en el grupo de DPB en<br />
el 31% de los casos frente <strong>al</strong> 16% en el grupo placebo,<br />
sin demostrarse diferencias significativas. Los niveles de<br />
cortisol disminuyeron en el grupo DPB frente a placebo,<br />
aunque el 92% de los pacientes tenían niveles en<br />
rango norm<strong>al</strong> y no hubo signos clínicos de <strong>al</strong>teración del<br />
eje hipotálamo-hipófisis-adren<strong>al</strong>. Los autores concluyen<br />
que DPB or<strong>al</strong> en combinación con mes<strong>al</strong>azina es más<br />
efectiva que la mes<strong>al</strong>azina sola en el tratamiento de la<br />
CU activa leve-moderada (9) .<br />
El tercer trabajo se publico en el año 2003 por Campieri<br />
et <strong>al</strong>., y se trata de un estudio multicéntrico en 177<br />
pacientes con CU izquierdas o extensas, leves o moderadas.<br />
La mayoría eran colitis izquierdas. Los pacientes<br />
fueron asignados <strong>al</strong>eatoriamente a recibir DPB 5 mg/día<br />
o mes<strong>al</strong>azina 3 tomas <strong>al</strong> día de 800 mg; sin embargo, el<br />
estudio no era ciego en cuanto a la medicación. V<strong>al</strong>oraban<br />
parámetros clínicos y de seguridad similares a los<br />
de los 2 trabajos previos. Se obtuvo respuesta en el 63%<br />
en el grupo de beclometasona y en el 62% en el de mes<strong>al</strong>azina.<br />
Aunque glob<strong>al</strong>mente el efecto de ambos fármacos<br />
fue similar, los pacientes con colitis extensas tendieron<br />
a responder mejor a DPB que a mes<strong>al</strong>azina (73%<br />
vs 50%). Los niveles de cortisol bajaron en el grupo DPB<br />
pero manteniéndose dentro de la norm<strong>al</strong>idad en el 87%,<br />
y no hubo signos de supresión del eje hipotálamo-hipófisis-adren<strong>al</strong><br />
(10) .<br />
De estos estudios podemos concluir que DPB es más eficaz<br />
que placebo y tan eficaz como la mes<strong>al</strong>azina en el<br />
tratamiento de CU leves a moderadas. En CU extensas<br />
DPB es quizás más eficaz que mes<strong>al</strong>azina. El perfil de seguridad<br />
de este corticoide es bueno, con escasos efectos<br />
adversos.<br />
Este fármaco está comerci<strong>al</strong>izado en la actu<strong>al</strong>idad en<br />
nuestro país, y en su ficha técnica aparece como indicación<br />
del mismo la CU leve a moderada en fase activa,<br />
como terapia añadida a los medicamentos que contienen<br />
5-ASA en pacientes que no responden a la terapia<br />
con 5-ASA. Curiosamente en el estudio de Campieri et<br />
<strong>al</strong>. se excluían los pacientes que habían recibido 5-ASA<br />
en el mes previo (10) y, por otra parte, las CU leves o moderadas<br />
que no responden a 5-ASA or<strong>al</strong> pueden beneficiarse<br />
de una terapia combinada con 5-ASA or<strong>al</strong> y tó-<br />
Tabla I. Estudios de tratamiento con dipropionato de beclometasona or<strong>al</strong> en colitis ulcerosa<br />
Tipo de estudio Autor y año N Fármacos y dosis Tiempo Resultados<br />
de terapia<br />
DBP vs MSZ (no ciego) Rizzello 2001 57 DBP 5 mg vs 10 mg 4 semanas MC similar en los 3 grupos<br />
vs MSZ 1,6 g<br />
ME y MH con DPB, no con MSZ<br />
DBP vs placebo Rizzello 2002 119 DBP 5 mg + MSZ 3,2 g 4 semanas MC superior con DPB<br />
vs placebo + MSZ 3,2 g<br />
ME y MH similar en ambos<br />
DPB vs MSZ (no ciego) Campieri 2003 177 DBP 5 mg vs MSZ 2,4 g 4 semanas MC glob<strong>al</strong> similar en ambos<br />
MC en colitis extensas superior con DBP<br />
ME y MH similar en ambos<br />
DPB: dipropionato de beclometasona. MSZ: mes<strong>al</strong>azina. N: nº de casos. MC: mejoría clínica. ME: mejoría endoscópica. MH: mejoría histológica<br />
98 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Revisiones<br />
Tabla II. Estudios de tratamiento con budesonida or<strong>al</strong> en colitis ulcerosa<br />
Tipo de estudio Autor y año N Fármacos y dosis Tiempo Resultados<br />
de terapia<br />
Budesonida vs prednisolona Löfberg 1996 72 Budesonida 10 mg 9 semanas MC similar<br />
vs prednisolona 40 mg<br />
ME glob<strong>al</strong> similar<br />
ME y MH en sigma superiores<br />
con prednisolona<br />
Budesonida en CU Keller 1997 14 Budesonida 3 tomas 6 meses MC en 78%, con retirada de corticoides<br />
corticodependiente<br />
de 3 mg<br />
Budesonida en Kolkman 2004 15 Budesonida 9 mg dosis 8 semanas MC superior con 9 mg dosis única<br />
2 pautas diferentes única vs 3 tomas de 3 mg<br />
Budesonida, retrospectivo Chopra 2006 12 Budesonida. No facilitado MC en 54%<br />
Dosis no facilitada<br />
N: nº de casos. MC: mejoría clínica. ME: mejoría endoscópica. MH: mejoría histológica<br />
pico cuya eficacia en colitis extensas es superior a la del<br />
tratamiento sólo or<strong>al</strong> (11) . No disponemos de un estudio<br />
comparativo entre esta opción terapéutica (5-ASA en<br />
terapia combinada) frente la asociación de DPB y mes<strong>al</strong>azina<br />
or<strong>al</strong>es en esta situación clínica.<br />
La administración de un solo comprimido <strong>al</strong> día puede<br />
mejorar la adhesión <strong>al</strong> tratamiento, factor decisivo para<br />
la eficacia de cu<strong>al</strong>quier terapia (12) . No obstante, surgen<br />
dudas de los resultados de los estudios con DPB ¿Son suficientes<br />
4 semanas de tratamiento o terapias más prolongadas<br />
lograrían mejores resultados?, ¿cuál es la seguridad<br />
del fármaco a más largo plazo, cuándo aparecen<br />
efectos graves de las terapias esteroideas?, ¿por qué<br />
no hacer un descenso esc<strong>al</strong>onado de dosis como se re<strong>al</strong>iza<br />
con la terapia esteroidea clásica? Estas preguntas<br />
deberán resolverse mediante estudios comparativos de<br />
DPB con los esteroides clásicos que son el patrón de tratamiento<br />
de la CU moderada.<br />
Budesonida<br />
La budesonida es un corticoide con <strong>al</strong>ta afinidad por el<br />
receptor glucocorticoide, muy superior a la de los esteroides<br />
clásicos. Tras la administración or<strong>al</strong> se absorbe y<br />
sufre un 90% de metabolismo de primer paso hepático<br />
formando 6-beta-hidroxibudesonida y 16 <strong>al</strong>fa-hidroxiprednisolona;<br />
ambas poseen menos de un 1% de la potencia<br />
esteroidea respecto de la que tiene la budesonida.<br />
Por ello, la biodisponibilidad del fármaco administrado<br />
vía or<strong>al</strong> es sólo del 10% (13) . La budesonida se encuentra<br />
comerci<strong>al</strong>izada en dos formulaciones compuestas<br />
de gránulos de gelatina: una de liberación controlada<br />
en íleon (Entocord ® ), con cubierta de metacrilato<br />
gastrorresistente (Eudragit ® L100/55), que se libera a pH<br />
> 5,5; y la otra con cubierta formada por Eudragit L, S,<br />
LS y RS (Intestif<strong>al</strong>k ® ), y que se libera a pH > 6,4.<br />
Al contrario de lo que sucede en la enfermedad de<br />
Crohn, los estudios clínicos en los que se ha ev<strong>al</strong>uado la<br />
budesonida en pacientes con CU son escasos (Tabla II).<br />
El primer estudio fue publicado por Löfberg et <strong>al</strong>. en<br />
1996 (14) . Se trata de un ensayo clínico <strong>al</strong>eatorizado, controlado,<br />
doble ciego que compara budesonida 10 mg/día<br />
(con sistema de liberación en colon) y prednisolona 40<br />
mg/día durante 9 semanas en 72 pacientes con CU extensa<br />
o izquierda. En el mismo, la mejoría clínica fue similar<br />
con ambos fármacos, pero la budesonida tuvo la<br />
ventaja de no modificar los niveles plasmáticos de cortisol,<br />
lo que sugiere que el efecto de este fármaco es<br />
fundament<strong>al</strong>mente tópico <strong>al</strong> no inhibir el eje hipotálamo-hipófisis-adren<strong>al</strong>.<br />
En este estudio se an<strong>al</strong>izó la mejoría<br />
endoscópica en los diferentes tramos del colon, objetivándose<br />
porcentajes de remisión endoscópica glob<strong>al</strong><br />
similares, pero con una significativa mayor mejoría en<br />
colon sigmoide con la prednisolona, confirmada posteriormente<br />
en el análisis histológico. Este hecho indicaría<br />
una liberación subóptima de budesonida en esta región,<br />
bien porque la dosis fuera baja para <strong>al</strong>canzar colon<br />
dist<strong>al</strong>, bien porque la liberación del fármaco sea demasiado<br />
lenta en un área en el que el paso de las heces<br />
es rápido en CU en fase activa, lo que disminuiría la exposición<br />
<strong>al</strong> fármaco (14) .<br />
Un segundo estudio que utiliza la budesonida or<strong>al</strong> para<br />
el tratamiento de pacientes con CU, fue re<strong>al</strong>izado en 14<br />
pacientes con enfermedad corticodependiente (10 con<br />
CU extensas). Se empleó una dosis de 9 mg de budesonida<br />
de liberación a pH > 6,4 durante 6 meses. El objetivo<br />
del estudio fue conseguir la retirada de los esteroides<br />
clásicos, lo que se consiguió en 11 pacientes (78%).<br />
Los autores sugieren la posible utilidad del fármaco en<br />
situaciones de corticodependencia (15) .<br />
En otro de los estudios publicados, aunque re<strong>al</strong>izado en<br />
un número escaso de pacientes, se incluyen datos de interés<br />
sobre farmacocinética y farmacodinámica del principio<br />
activo (16) . Se trata de un estudio clínico <strong>al</strong>eatorizado<br />
fase II en el que los pacientes recibieron durante 8<br />
semanas la formulación de budesonida que se libera <strong>al</strong><br />
pH > 6,4, en dosis única de 9 mg de budesonida (n=8)<br />
vs tres tomas <strong>al</strong> dia de 3 mg (n=7). La biodisponibilidad<br />
de la primera pauta fue del 14% frente <strong>al</strong> 7% de la administración<br />
en tres tomas. Mediante biopsias se detectaron<br />
niveles de budesonida significativos en el colon<br />
descendente, sigma y recto tras el tratamiento, sin diferencias<br />
entre las diferentes loc<strong>al</strong>izaciones ni según la<br />
99 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Tabla III. Estudios de tratamiento con propionato de fluticasona or<strong>al</strong> en colitis ulcerosa<br />
Tipo de estudio Autor y año N Fármacos y dosis Tiempo Resultados<br />
de terapia<br />
Fluticasona vs placebo Angus 1992 60 Fluticasona 20 mg 4 semanas MC, ME y MH similares<br />
vs placebo<br />
Fluticasona vs prednisolona Hawthorne 1993 205 Fluticasona 20 mg vs 4 semanas MC, ME y MH superiores<br />
prednisolona 40 mg<br />
con prednisolona<br />
N: nº de casos. MC: mejoría clínica. ME: mejoría endoscópica. MH: mejoría histológica<br />
pauta administrada, lo que sugiere que esta formulación<br />
or<strong>al</strong> de budesonida que <strong>al</strong>canza el colon izquierdo<br />
y recto puede ser útil en el tratamiento de CU dist<strong>al</strong>es.<br />
Por otra parte, la supresión del cortisol medida <strong>al</strong> 5º día<br />
del tratamiento fue más pronunciada en el grupo de<br />
toma única de 9 mg, aunque los efectos en la variación<br />
circadiana del recuento de linfocitos y neutrófilos no<br />
fueron diferentes. Con respecto a la eficacia del fármaco,<br />
la pauta de 9 mg en dosis única demostró una mayor<br />
eficacia a las 8 semanas, con porcentajes de remisión<br />
del 57% (vs 38% de la pauta en tres tomas) y de<br />
respuesta del 71% (vs 38%). No se produjeron cambios<br />
en los v<strong>al</strong>ores de velocidad de sedimentación y proteína<br />
C reactiva (16) .<br />
Por último, en una serie retrospectiva de la experiencia<br />
de la Clínica Mayo en el tratamiento con budesonida,<br />
se incluían 12 pacientes con CU. Se utilizó budesonida<br />
de liberación controlada en íleon y se obtuvo <strong>al</strong>gún tipo<br />
de respuesta en el 54% de los casos (17) .<br />
Por tanto, aunque los estudios re<strong>al</strong>izados con budesonida<br />
or<strong>al</strong> en CU son escasos, este fármaco podría desempeñar<br />
un papel en el tratamiento de esta enfermedad,<br />
puesto que, <strong>al</strong> menos la formulación de liberación a pH<br />
> 6,4 parece <strong>al</strong>canzar los tramos dist<strong>al</strong>es del colon en cantidades<br />
adecuadas. Podría suponer una opción “ahorradora”<br />
de esteroides clásicos lo que repercutiría en la disminución<br />
de los potenci<strong>al</strong>es efectos adversos esteroi deos.<br />
También podría tener utilidad en las CU con dependencia<br />
a esteroides para intentar sacar a los pacientes de esta<br />
situación clínica; no obstante, los datos a este respecto<br />
son aun escasos. Sin duda precisamos más estudios que<br />
demuestren estas posibles indicaciones terapéuticas.<br />
Fluticasona<br />
El propionato de fluticasona es un esteroide con escasa<br />
absorción gastrointestin<strong>al</strong> y considerable metabolismo<br />
de primer paso en el hígado, lo que conlleva una baja<br />
biodisponibilidad sistémica. Han pasado 15 años de la<br />
publicación de los dos únicos ensayos clínicos controlados<br />
en los que se empleó este fármaco en pacientes con<br />
colitis ulcerosa y los resultados no fueron muy <strong>al</strong>entadores<br />
(Tabla III). Angus et <strong>al</strong>. llevaron a cabo un ensayo<br />
clínico controlado con placebo en 60 pacientes con CU<br />
dist<strong>al</strong>, en el que se administró fluticasona 20 mg (repartidos<br />
en 4 tomas <strong>al</strong> día) durante 4 semanas. El 47%<br />
de pacientes que recibieron fluticasona y el 45 % de los<br />
que recibieron placebo mejoraron clínicamente, y se obtuvieron<br />
similares porcentajes de mejoría endoscópica<br />
e histológica. Solo 4 de los casos tratados con fluticasona<br />
y 5 de los tratados con placebo lograron la remisión<br />
clínica. Concluyen que el propionato de fluticasona or<strong>al</strong><br />
no es un tratamiento efectivo para la CU dist<strong>al</strong>, posiblemente<br />
debido a que el fármaco no <strong>al</strong>canza la zona<br />
inflamada del colon en suficiente concentración (18) .<br />
El segundo estudio, es un trabajo multicéntrico doble<br />
ciego en el que Hawthorne et <strong>al</strong>. compararon prednisolona<br />
40 mg/día con fluticasona 20 mg/día durante 4<br />
semanas en 205 pacientes con CU izquierda o extensa.<br />
Re<strong>al</strong>izan un análisis de eficacia clínica, endoscópica e<br />
histológica en el que se objetiva que a las 2 semanas los<br />
pacientes mejoraban más y con mayor rapidez con prednisolona:<br />
remisión del 9% con fluticasona vs 17% con<br />
prednisolona, mejoría del 49% con fluticasona vs 58%<br />
con prednisolona (p=0,007), tendencia que se mantenía<br />
en la semana 4. Con prednisolona, la mejoría endoscópica<br />
fue significativamente superior tanto a las 2 como<br />
a las 4 semanas, y la mejoría histológica fue superior a<br />
las 4 semanas. En el grupo de fluticasona los niveles de<br />
cortisol en plasma no descendieron significativamente.<br />
Concluyen que el propionato de fluticasona no es tan<br />
efectivo como la prednisolona en el tratamiento de la<br />
CU, a pesar de su mejor perfil de seguridad. Especulan<br />
como posible causa que la dosis de fluticasona elegida<br />
podría ser demasiado baja para producir concentraciones<br />
terapéuticas del fármaco en el colon (19) .<br />
Por tanto, la experiencia clínica existente, aunque escasa,<br />
no apoya el uso de este fármaco en los brotes de CU.<br />
Metasulfobenzoato de prednisolona<br />
Este fármaco es una s<strong>al</strong> de prednisolona que inici<strong>al</strong>mente<br />
había sido utilizada como tratamiento tópico en enemas<br />
(20) y de la que posteriormente se desarrollaron formulaciones<br />
or<strong>al</strong>es. En un estudio inici<strong>al</strong> abierto en 12<br />
pacientes con colitis ulcerosa tratados con prednisolona<br />
MSB con cubierta Eudragit S en dosis de hasta 60<br />
mg/día, se demostró mejoría en 9 de los casos y la ausencia<br />
de supresión adren<strong>al</strong> (21) . Posteriormente se desa -<br />
rrolló una formulación de prednisolona MSB (Predocol)<br />
en cápsulas con una cubierta gastrorresistente de Eudragit<br />
L, que contienen aproximadamente 200 gránulos<br />
del fármaco activo protegidos por una cubierta de<br />
Eudragit S que se disuelve a pH 7. Inici<strong>al</strong>mente se publicaron<br />
2 estudios no controlados con esta formulación<br />
(Tabla IV). En el primero re<strong>al</strong>izado en 14 pacientes, se<br />
100 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Revisiones<br />
Tabla IV. Estudios de tratamiento con prednisolona metasulfobenzoato or<strong>al</strong> en colitis ulcerosa<br />
Tipo de estudio Autor y año N Fármacos y dosis Tiempo Resultados<br />
de terapia<br />
Prednisolona MSB Ford 1992 12 Prednisolona MSB 12 semanas MC en 75% con ME y MH<br />
30 - 60 mg<br />
Prednisolona MSB Cameron 2003 14 Prednisolona MSB 7 – 14 días Disminución en la actividad<br />
47,1 mg/12h por gammagrafía<br />
Prednisolona MSB Darlow 2004 13 Prednisolona MSB 60 mg 12 semanas MC en 64%<br />
Ausencia de efecto negativo en la masa<br />
ósea<br />
Prednisolona MSB Rhodes 2007 181 Prednisolona MSB 40 mg 6 meses MC similares<br />
vs prednisolona vs 60 mg vs prednisolona ME superior con prednisolona<br />
40 mg<br />
Prednisolona MSB: prednisolona metasulfobenzoato. N: nº de casos. MC: mejoría clínica. ME: mejoría endoscópica. MH: mejoría histológica<br />
administró 47,1 mg dos veces <strong>al</strong> día 7 o 14 días y se rea -<br />
lizó estudio mediante gammagrafía con leucocitos marcados<br />
99 Tc m - HMPAO. Se observó que un curso corto de<br />
terapia con este fármaco mejoraba significativamente<br />
los índices gammagráficos de actividad, lo que traduce<br />
una verdadera reducción en la inflamación del colon (22) .<br />
En el segundo estudio se administró a 13 pacientes durante<br />
12 semanas Predocol 60 mg con reducción de la<br />
dosis en 20 mg cada mes. Observaron mejoría clínica significativa,<br />
con remisión del 64%, y ausencia de efecto<br />
del tratamiento sobre la osteoc<strong>al</strong>cina (marcador de formación<br />
ósea) y la densidad miner<strong>al</strong> ósea a las 4 y 12 semanas<br />
(23) . Teniendo en cuenta que los corticoides constituyen<br />
el factor de riesgo más importante para la pérdida<br />
de masa ósea en CU (24) , la ausencia de efectos negativos<br />
sobre la misma hacen de este fármaco una opción<br />
terapéutica atractiva a explorar.<br />
En fechas recientes se ha publicado el único ensayo clínico<br />
<strong>al</strong>eatorizado, controlado, doble ciego: el estudio<br />
TOPPIC (Tri<strong>al</strong> Of Predocol vs. Prednisolone In ulcerative<br />
Colitis) (25) . En el mismo se incluyeron 181 pacientes y se<br />
establecieron tres brazos de tratamiento: 1) prednisolona<br />
MSB a dosis de 40 mg/día, 2) prednisolona MSB a dosis<br />
de 60 mg/día, en ambos casos durante 6 meses y 3)<br />
prednisolona 40 mg/día en pauta descendente durante<br />
8 semanas seguido de placebo hasta completar los 6 meses<br />
de las otras 2 ramas de tratamiento. La extensión de<br />
la CU debía <strong>al</strong>canzar <strong>al</strong> menos la unión sigma-descendente.<br />
No se demostraron diferencias significativas en<br />
los porcentajes de remisión a los 2 meses (46%, 28%,<br />
41%, respectivamente) y a los 6 meses (51%, 38%, 32%,<br />
respectivamente). En este estudio en el que se re<strong>al</strong>izó<br />
una extensa y minuciosa recogida de los efectos adversos<br />
esteroideos, se demostró que éstos fueron significativamente<br />
inferiores con cu<strong>al</strong>quiera de las dosis de Predocol.<br />
Con respecto a la curación mucosa, la prednisolona<br />
logró porcentajes significativamente mayores que<br />
Predocol, aunque el numero de pacientes incluidos en<br />
el análisis fue inferior, debido que <strong>al</strong>gunos pacientes rechazaron<br />
repetirse la colonoscopia. Los autores concluyen<br />
que prednisolona MSB a la dosis de 40 mg/día posee<br />
similar eficacia clínica que la terapia convencion<strong>al</strong> con<br />
prednisolona y que el menor porcentaje de curaciones<br />
mucosas con este nuevo fármaco se contrarresta con la<br />
marcada reducción de los efectos adversos esteroideos (25) .<br />
Aunque se trata del único ensayo clínico controlado con<br />
esta formulación, este fármaco puede ser útil en el tratamiento<br />
de los brotes moderados de CU, evitando exposiciones<br />
excesivas a corticoides clásicos. Nuevos estudios<br />
deberán apoyar esta potenci<strong>al</strong> indicación e investigar<br />
otras posibles aplicaciones como en las situaciones<br />
de corticodependencia.<br />
Conclusiones<br />
Aunque los datos <strong>al</strong> respecto no son muchos, es posible<br />
que estos corticoides or<strong>al</strong>es de acción tópica puedan jugar<br />
un papel en el tratamiento de los brotes de colitis<br />
ulcerosa. Sólo disponemos de 3 estudios comparativos<br />
directos entre <strong>al</strong>guno estos fármacos y los esteroides clásicos.<br />
De los mismos parece deducirse que budesonida<br />
y prednisolona MSB logran mejorías clínicas similares a<br />
las de los corticoides clásicos, pero las mejorías endoscópicas<br />
son inferiores (14,25) . Probablemente sea preciso intentar<br />
perfeccionar el sistema para que el principio activo<br />
<strong>al</strong>cance en cantidad adecuada los diversos tramos<br />
del colon, utilizando por ejemplo técnicas como la formulación<br />
multimatrix (MMX) (26) . En cu<strong>al</strong>quier caso la reducción<br />
de efectos adversos esteroideos, y por tanto el<br />
“ahorro” de corticoides clásicos, podría compensar esas<br />
diferencias. Los resultados con fluticasona son peores<br />
que con corticoides clásicos (19) , mientras que con beclometasona<br />
no disponemos de estudio comparativo.<br />
Con respecto a la posible utilidad de estos fármacos en situaciones<br />
de corticodependencia, únicamente existe experiencia<br />
con budesonida y en un reducido número de<br />
pacientes, pero los resultados sugieren la posible utilidad<br />
del fármaco en conseguir la retirada de los esteroides clásicos<br />
en este grupo de pacientes con corticodependencia.<br />
Esto podría incluso hacernos replantear el concepto de corticodependencia,<br />
si estos corticoides or<strong>al</strong>es de acción tópica<br />
consiguen sacar de esta situación a los pacientes. Sin<br />
duda, precisamos de ensayos clínicos bien diseñados que<br />
101 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
aclaren el papel de estos fármacos en esta situación clínica.<br />
Así mismo, futuros estudios deberían investigar la posible<br />
aplicación de estos corticoides en aquellos pacientes<br />
que se encuentran a la espera de que se inicie el efecto<br />
de los inmunosupresores tiopurínicos (azatioprina/mercaptopurina).<br />
Por otra parte, la posible utilidad de estos corticoides con<br />
“escasos efectos adversos” en el tratamiento de mantenimiento<br />
de CU está por determinar. Podrían ser útiles en aquellos<br />
pacientes intolerantes a azatioprina/mercaptopurina, en<br />
los que se plantean opciones terapéuticas como infliximab,<br />
aféresis o la proctocolectomía. Incluso por su buen perfil de<br />
seguridad, si se demostrara su eficacia como terapia de mantenimiento<br />
en CU, cabría preguntarse si sería preferible utilizarlos<br />
antes que los inmunosupresores tiopurínicos. No<br />
obstante, ese buen perfil de seguridad de estos corticoides<br />
debería ser confirmado en tratamientos de duración prolongada<br />
antes de sentar posibles indicaciones en terapias de<br />
mantenimiento a largo plazo.<br />
Por tanto, son aún muchas las preguntas que quedan<br />
por responder sobre la eficacia y posibles aplicaciones<br />
de estos corticoides or<strong>al</strong>es de acción tópica en el tratamiento<br />
de la CU. En el futuro nuevos ensayos clínicos<br />
bien diseñados deberán ayudarnos a responderlas.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
1. Baron JH, Connell AM, Kanaghinis TG, Lennard-Jones JE, Jones FA. Outpatient<br />
treatment of ulcerative colitis: comparison between three doses<br />
of or<strong>al</strong> prednisolone. BMJ 1962;2:441-3.<br />
2. Friend DR. Review article: issues in or<strong>al</strong> administration of loc<strong>al</strong>ly acting<br />
glucocorticosteroids for treatment of inflammatory bowel disease. Aliment<br />
Pharmacol Ther 1998;12:591-603.<br />
3. Rutgeerts P. The use of or<strong>al</strong> topic<strong>al</strong>ly acting glucocorticosteroids in the treatment<br />
of inflammatory bowel disease. Mediators Inflamm 1998;7: 137-40.<br />
4. Travis SLP, Stange EF, Lémann M, Öresland T, Chowers Y, Forbes A, et <strong>al</strong>,<br />
for the European Crohn’s and Colitis Organisation (ECCO). European evidence<br />
based consensus on the diagnosis and management of Crohn’s disease:<br />
current management. Gut 2006;55 Suppl 1: i16-35.<br />
5. D<strong>al</strong>ey-Yates PT, Price AC, Sisson JR, Pereira A, D<strong>al</strong>low N. Beclomethasone<br />
dipropionate: absolute bioavailability, pharmacokinetics and metabolism<br />
following intravenous, or<strong>al</strong>, intranas<strong>al</strong> and inh<strong>al</strong>ed administration in man.<br />
Br J Clin Pharmacol. 2001;51:400-9.<br />
6. Steed KP, Hooper G, Ventura P, Musa R, Wilding IR. The in vivo behaviour<br />
of a colonic delivery system: a pilot study in man. Internation<strong>al</strong>. Internation<strong>al</strong><br />
Journ<strong>al</strong> of Pharmaceutics 1994;112:199-206.<br />
7. Manguso F, B<strong>al</strong>zano A. Meta-an<strong>al</strong>ysis: the efficacy of rect<strong>al</strong> beclomethasone<br />
dipropionate vs. 5-aminos<strong>al</strong>icylic acid in mild to moderate dist<strong>al</strong> ulcerative<br />
colitis. Aliment Pharmacol Ther 2007;26,21-9.<br />
8. Rizello F, Gionchetti P, G<strong>al</strong>eazzi R, Novelli G, V<strong>al</strong>piani D, D’Arienzo A et <strong>al</strong>.<br />
Or<strong>al</strong> beclomethasone dipropionate in patients with mild to moderate ulcerative<br />
colitis: a dose-finding study. Adv Ther 2001;18:261-71.<br />
9. Rizzello F, Gionchetti P, D’Arienzo A, Manguso F, Di Matteo G, Annese V<br />
et <strong>al</strong>. Or<strong>al</strong> beclometasone dipropionate in the treatment of active ulcerative<br />
colitis: a double-blind placebo-controlled study. Aliment Pharmacol<br />
Ther 2002;16:1109-16.<br />
10. Campieri M, Adamo S, V<strong>al</strong>piani D, D’Arienzo A, D’Albasio G, Pitz<strong>al</strong>is M,<br />
et <strong>al</strong>. Or<strong>al</strong> beclomethasone dipropionate in the treatment of extensive and<br />
left-sided active ulcerative colitis: a multicentre randomised study. Aliment<br />
Pharmacol Ther 2003;17:1471-80.<br />
11. Marteau P, Probert CS, Lindgren S, Gassul M, Tan TG, Dignass A, et <strong>al</strong>.<br />
Combined or<strong>al</strong> and enema treatment with Pentasa (mes<strong>al</strong>azine) is superior<br />
to or<strong>al</strong> therapy <strong>al</strong>one in patients with extensive mild/moderate active<br />
ulcerative colitis: a randomised, double blind, placebo controlled study.<br />
Gut 2005;54:960-5.<br />
12. Lopez San Roman A, Bermejo F, Carrera E, Perez-Abad M, Boixeda D. Adherence<br />
to treatment in inflammatory bowel disease. Rev Esp Enferm Dig<br />
2005;97:249-57.<br />
13. Marín-Jiménez I, Peña AS. Budesonide for ulcerative colitis. Rev Esp Enferm<br />
Dig 2006;98:362-73.<br />
14. Löfberg R, Danielsson A, Suhr O, Nilsson A, Schioler R, Nyberg A, et <strong>al</strong>.<br />
Or<strong>al</strong> budesonide versus prednisolone in patients with active extensive and<br />
left-sided ulcerative colitis. Gastroenterology 1996;110:1713-8.<br />
15. Keller R, Stoll R, Foerster EC, Gutsche N, Domschke W. Or<strong>al</strong> budesonida<br />
therapy for steroid-dependent ulcerative colitis: a pilot tri<strong>al</strong>. Aliment Pharmacol<br />
Ther 1997;11:1047-52.<br />
16. Kolkman JJ, Mollmann HW, Mollmann AC, Pena AS, Greinw<strong>al</strong>d R, Tauschel<br />
HD, et <strong>al</strong>. Ev<strong>al</strong>uation of or<strong>al</strong> budesonide in the treatment of active<br />
dist<strong>al</strong> ulcerative colitis. Drugs Today (Barc) 2004;40:589-601.<br />
17. Chopra A, Pardi DS, Loftus EV, Tremaine WJ, Egan LJ, Faubion WA, et <strong>al</strong>.<br />
Budesonide in the treatment of inflammatory bowel disease: the first year<br />
of experience in clinic<strong>al</strong> practice. Inflamm Bowel Dis 2006;12:29-32.<br />
18. Angus P, Snook JA, Reid M, Jewell DP. Or<strong>al</strong> fluticasone propionate in active<br />
dist<strong>al</strong> ulcerative colitis. Gut 1992,33,711-4.<br />
19. Hawthorne AB, Record CO, Holdsworth CD, Giaffer MH, Burke DA, Keech<br />
ML et <strong>al</strong>. Double blind tri<strong>al</strong> of or<strong>al</strong> fluticasone propionate v prednisolone in<br />
the treatment of active ulcerative colitis. Gut 1993;34125-8.<br />
20. McIntyre PB, Mairn FA, Berghouse L, English J, Lennard-Jones JE. Therapeutic<br />
benefits from a poorly absorbed prednisolone enema in dist<strong>al</strong> colitis.<br />
Gut 1985;26:822-4.<br />
21. Ford GA, Oliver PS, Shepherd NA, Wilkinson SP. An Eudragit-coated prednisolone<br />
preparation for ulcerative colitis: pharmacokinetics and preliminary<br />
therapeutic use. Aliment Pharmacol Ther 1992;6:31-40.<br />
22. Cameron EA, Binnie JA, B<strong>al</strong>an K, et <strong>al</strong>. Or<strong>al</strong> prednisolone metasulphobenzoate<br />
in the treatment of active ulcerative colitis. Scand J Gastroenterol<br />
2003;38:535-7.<br />
23. Darlow SJ, Mand<strong>al</strong> A, Pick B, Thomas T, Mayberry JF, Robinson RJ. The shortterm<br />
effects of Eudragit-L-coated prednisolone metasulphobenzoate (Predocol)<br />
on bone formation and bone miner<strong>al</strong> density in acute ulcerative colitis.<br />
Eur J Gastroenterol Hepatol 2004;16:1173-6.<br />
24. Compston JE, Judd D, Crawley EO, Evans WD, Evans C, Church HA et <strong>al</strong>.<br />
Osteoporosis in patients with inflammatory bowel disease. Gut. 1987;<br />
28:410-5.<br />
25. Rhodes JM, Robinson R, Be<strong>al</strong>es I, Pugh S, Dickinson R, Dronfield M, et <strong>al</strong>. Clinic<strong>al</strong><br />
tri<strong>al</strong>: or<strong>al</strong> prednisolone metasulfobenzoate (Predocol) vs. or<strong>al</strong> prednisolone<br />
for active ulcerative colitis. Aliment Pharmacol Ther 2007;27:228-40.<br />
26. Brunner M, Ziegler S, Di Stefano AF, Dehghanvar P, Kletter K, Tschurlovits<br />
M et <strong>al</strong>. Gastrointestin<strong>al</strong> transit, release and plasma pharmacokinetics of a<br />
new or<strong>al</strong> budesonide formulation. Br J Clin Pharmacol 2006; 61: 31-8.<br />
102 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
¿Debemos utilizar co-tratamiento con IMM convencion<strong>al</strong>es<br />
asociados a la terapia biológica?<br />
DEBATE<br />
A FAVOR<br />
V. García Sánchez, E. Iglesias Flores<br />
Unidad Clínica de Aparato Digestivo. Hospit<strong>al</strong> Reina Sofía. Córdoba. España<br />
Introducción<br />
La llegada de las terapias biológicas ha supuesto un<br />
cambio importante en el pronóstico de los pacientes<br />
con enfermedad inflamatoria intestin<strong>al</strong> (<strong>EII</strong>). Hasta el<br />
momento, los anticuerpos anti-TNF-α son los más empleados<br />
en la práctica clínica. Ambos han demostrado<br />
disminuir el número de intervenciones quirúrgicas, la<br />
estancia hospit<strong>al</strong>aria, el empleo de corticoides y han<br />
mejorado, sin dudas, la c<strong>al</strong>idad de vida de nuestros pacientes<br />
(1,2) . En concreto, infliximab, anticuerpo quimérico,<br />
demostró su eficacia para la inducción y el mantenimiento<br />
de la respuesta en pacientes con enfermedad<br />
de Crohn (EC) lumin<strong>al</strong> y fistulizante (1,3) , así como para<br />
pacientes con colitis ulcerosa moderada-grave (4) . Ad<strong>al</strong>imumab,<br />
anticuerpo completamente humano, ha sido<br />
aprobado recientemente para su uso en pacientes con<br />
EC activa (5,6) .<br />
Con la intención de disminuir los posibles riesgos potenci<strong>al</strong>es<br />
asociados a múltiples terapias o a la terapia<br />
combinada con immunomoduladores (IMM), el empleo<br />
de las terapias biológicas en monoterapia está suscitando<br />
un gran interés en el último año. Sin embargo,<br />
todavía no existe evidencia suficiente que justifique esta<br />
actitud.<br />
Sabemos que un porcentaje no despreciable de pacientes<br />
no responden o pierden la eficacia durante el seguimiento<br />
a infliximab/ad<strong>al</strong>imumab (1,5,7,8) y, aunque no conocemos<br />
cuáles son las posibles causas implicadas, podrían<br />
apuntarse <strong>al</strong>gunas teorías. En primer lugar, TNF-α<br />
es la “princip<strong>al</strong>” citoquina pro-inflamatoria implicada en<br />
la patogénesis de la EC, pero sin duda, no es la única.<br />
Por otro lado, la inactivación de TNF-α podría producir<br />
la regulación positiva de otras citoquinas implicadas también<br />
en la patogénesis de la <strong>EII</strong>. Por estos motivos, los<br />
IMM asociados a infliximab/ad<strong>al</strong>imumab, podrían jugar<br />
un papel importante para mantener el control del sistema<br />
inmune en estas situaciones. Por último, otra razón<br />
para apostar por el tratamiento combinado es la<br />
posible aparición de la inmunogenicidad. Este concepto<br />
hace referencia a la capacidad de formar anticuerpos<br />
frente a cu<strong>al</strong>quier proteína que ingresa en nuestro organismo<br />
independientemente de su natur<strong>al</strong>eza, sin duda,<br />
una de las razones fundament<strong>al</strong>es de la pérdida de eficacia<br />
a estos fármacos. También los IMM podrían ayudar<br />
a prevenir esta situación.<br />
Por tanto, ¿de qué evidencias disponemos actu<strong>al</strong>mente<br />
para justificar el uso de IMM convencion<strong>al</strong>es asociados<br />
a la terapia biológica?<br />
¿Qué proporción de pacientes en tratamiento<br />
con biológicos desarrollan anticuerpos?<br />
La formación de anticuerpos anti-infliximab (ATI) en<br />
pacientes con EC ha sido ev<strong>al</strong>uada en múltiples estudios.<br />
Se han comunicado cifras muy heterogéneas que<br />
varían del 13 <strong>al</strong> 61% de los pacientes tratados, porcentaje<br />
éste último considerablemente elevado. Esta<br />
gran variabilidad no sólo se puede explicar por los diferentes<br />
métodos utilizados para su medida sino también,<br />
<strong>al</strong> régimen de tratamiento empleado, ya fuera<br />
episódico o de mantenimiento, a la dosis del fármaco<br />
administrado (5 o 10 mg/kg), <strong>al</strong> momento en el que<br />
se determina su v<strong>al</strong>or después de la última dosis y/o<br />
<strong>al</strong> uso de tratamientos concomitantes como la premedicación<br />
con corticoides.<br />
Así, en el estudio ACCENT I (1) , en el brazo de re-tratamiento<br />
episódico, la incidencia acumulada de ATI fue<br />
del 30% a las 72 semanas, significativamente mayor del<br />
10 y 7% del grupo de pacientes tratados con 5 y 10<br />
mg/kg de infliximab respectivamente cada 8 semanas.<br />
Baert y cols. (9) detectaron ATI en el 61%, Farell y cols. (10)<br />
en el 36% y más recientemente Vermeire y col. (11) en el<br />
55% de los pacientes tratados. En los tres trabajos, infliximab<br />
fue administrado a demanda.<br />
Se podría pensar que ad<strong>al</strong>imumab <strong>al</strong> ser un anticuerpo<br />
completamente humano iba a tener este problema resuelto.<br />
Sin embargo, en artritis reumatoide se detectaron<br />
anticuerpos anti-ad<strong>al</strong>imumab hasta en el 5% de los<br />
pacientes (12) . Aunque la experiencia en EC es todavía limitada,<br />
ya tenemos resultados a este respecto. En el estudio<br />
CLASSIC II (6) , diseñado para ev<strong>al</strong>uar la eficacia y seguridad<br />
de ad<strong>al</strong>imumab en EC, se detectaron anticuerpos<br />
en la cohorte de tratamiento <strong>al</strong>eatorizada, en 2 de<br />
los 54 pacientes (3,7%) y en la cohorte de tratamiento<br />
abierto, en 6 de los 215 pacientes tratados con ad<strong>al</strong>imumab<br />
a dosis de 40 mg/2 semanas (2,8%).<br />
Por tanto, parece claro que la inmunogenicidad es una<br />
propiedad asociada a todos los biológicos comerci<strong>al</strong>izados,<br />
independientemente de su natur<strong>al</strong>eza aunque,<br />
es cierto que su incidencia es más baja en el caso de terapias<br />
humanas.<br />
103 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
¿Qué significado clínico conlleva la aparición<br />
de ATI o anticuerpos anti-ad<strong>al</strong>imumab?<br />
En el estudio publicado por Baert y cols. (9) donde se incluyen<br />
a 125 pacientes con EC refractaria que reciben<br />
tratamiento con infliximab a demanda (5 mg/kg), se comunica<br />
que el 27% de los mismos presentan reacciones<br />
agudas a la infusión (RAI), lo cu<strong>al</strong> se puso en relación<br />
con la presencia de ATI. La concentración media de ATI<br />
en pacientes que presentaron RAI fue significativamente<br />
menor que la de los pacientes que no la presentaron<br />
(p
Debate<br />
En la práctica clínica, la asociación de ambos<br />
fármacos, ¿induce una respuesta más precoz?<br />
En el estudio ACCENT I (1) , no se encontraron diferencias<br />
entre la administración concomitante de IMM entre los<br />
pacientes que respondieron o no a las 2 semanas de la<br />
infusión con infliximab (27% vs 33%). Sin embargo, tenemos<br />
que tener en cuenta que sólo el 29% (167 pacientes)<br />
estaban en tratamiento concomitante con estos<br />
fármacos, lo que disminuye la potencia estadística<br />
para conocer el efecto del tratamiento combinado.<br />
El estudio mejor diseñado en este sentido es el publicado<br />
por el grupo GETAID (22) . Se trata de un estudio<br />
randomizado en el que se incluyeron a 113 pacientes<br />
con EC activa corticodependiente a los cu<strong>al</strong>es se les<br />
randomizó a recibir infliximab o placebo (5 mg/kg, 0,<br />
2 y 6 semanas) junto con azatioprina, y se v<strong>al</strong>oró la<br />
eficacia para <strong>al</strong>canzar la remisión libre de corticoides.<br />
A las 12 semanas, el 75% de los pacientes en tratamiento<br />
combinado con ambos fármacos <strong>al</strong>canzaron la<br />
remisión, en comparación con el 38% de los pacientes<br />
en tratamiento con azatioprina en monoterapia<br />
(OR 4,9). En relación con metotrexate, recientemente<br />
se publicó un modesto trabajo que incluía a 19 pacientes<br />
con EC activa que habían sido intolerantes o<br />
refractarios a azatioprina (23) . Fueron randomizados a<br />
recibir metotrexate más infliximab (2 dosis de 5 mg/kg,<br />
0 y 2 semanas) vs metotrexate en monoterapia. El grupo<br />
de pacientes que recibieron ambos fármacos consiguió<br />
reducir el CDAI de forma estadísticamente significativa<br />
a las 12 semanas con respecto <strong>al</strong> grupo de<br />
pacientes en monoterapia con metotrexate, además<br />
de necesitar menos corticoides.<br />
En cuanto a los datos disponibles con ad<strong>al</strong>imumab, en<br />
el estudio CHARM (2) , que incluye un gran número de pacientes<br />
(854) con EC activa (dosis de inducción: 80/40 mg<br />
a las 2 semanas), se obtiene una mejor respuesta a las 4<br />
semanas en pacientes en tratamiento concomitante con<br />
IMM, aunque las diferencias no son estadísticamente<br />
significativas (48,1% vs 46,7%).<br />
Por tanto, la asociación de infliximab y azatioprina induce<br />
una respuesta más precoz en pacientes con EC, fundament<strong>al</strong>mente<br />
corticodependientes. Este hecho no está<br />
tan claro en pacientes tratados con ad<strong>al</strong>imumab.<br />
Los beneficios de esta asociación, ¿superan<br />
los posibles riesgos?<br />
En un reciente metanálisis (24) , se demostró que existía 4<br />
veces más riesgo de desarrollar un linfoma en pacientes<br />
en tratamiento con IMM. Sin embargo, después de un<br />
análisis det<strong>al</strong>lado, los autores no podían concluir si estos<br />
h<strong>al</strong>lazgos eran resultado de la gravedad de la enfermedad,<br />
del efecto del tratamiento o de la combinación<br />
de ambos.<br />
Por otro lado, hasta la fecha, el registro TREAT no ha<br />
mostrado un incremento del riesgo de tumores en pacientes<br />
con EC tratados con infliximab.<br />
El interés de usar fármacos IMM o terapias biológicas<br />
en monoterapia nace de un artículo recientemente publicado<br />
donde se describe el desarrollo de linfomas hepatoesplénicos<br />
de células T en pacientes jóvenes con<br />
<strong>EII</strong> (una rara e incurable forma de linfoma no-hodking)<br />
(25) . Hasta el momento, hay 100 casos comunicados<br />
en la literatura, de los cu<strong>al</strong>es, 9 son pacientes con<br />
EC en tratamiento con infliximab y azatioprina. Nos<br />
subyacen varias dudas: ¿es infliximab el responsable?,<br />
¿lo es la asociación con azatioprina?, ¿influye la propia<br />
enfermedad de base? o, ¿es tan sólo una relación<br />
casu<strong>al</strong>? Aunque el riesgo asociado es probablemente<br />
bajo, menor del 0,05%, es un dato a tener en consideración.<br />
Por tanto, sin duda, la mejor estrategia para<br />
optimizar el rendimiento de cu<strong>al</strong>quier intervención médica<br />
es hacer un uso juicioso y razonado de nuestro<br />
arsen<strong>al</strong> terapéutico.<br />
Conclusión<br />
Actu<strong>al</strong>mente, hay evidencia para recomendar el uso combinado<br />
de IMM convencion<strong>al</strong>es e infliximab. Estos fármacos<br />
disminuyen la inmunogenicidad, mejoran los parámetros<br />
de medida clínica e influyen en su farmacocinética.<br />
En el caso de ad<strong>al</strong>imumab, los datos no son todavía<br />
concluyentes pero, probablemente, dada la inmunogenicidad<br />
asociada también a este fármaco y la<br />
experiencia clínica en pacientes con artritis reumatoide,<br />
también puede justificarse el uso combinado de ambos<br />
fármacos. De todas formas, serán los próximos estudios<br />
en marcha los que nos den la mejor respuesta a todos<br />
estos interrogantes.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
1. Hanauer SB, Feagan BG, Lichtenstein GR et <strong>al</strong>. Maintenance infliximab for<br />
Crohn’s disease: the ACCENT I randomised tri<strong>al</strong>. Lancet 2002;359:1541-9.<br />
2. Colombel JF, Sandborn WJ, Rutgeerts P et <strong>al</strong>. Ad<strong>al</strong>imumab for maintenance<br />
of clinic<strong>al</strong> response and remission in patients with Crohn’s disease:<br />
the CHARM tri<strong>al</strong>. Gastroenterology 2007;132:52-65.<br />
3. Sands BE, Anderson FH, Bernstein CN et <strong>al</strong>. Infliximab maintenance therapy<br />
for fistulizing Crohn’s disease. N Engl J Med 2004;350:876-85.<br />
4. Rutgeerts P, Sandborn WJ, Feagan BG et <strong>al</strong>. Infliximab for induction and maintenance<br />
therapy for ulcerative colitis. N Engl J Med 2005;353:2462-76.<br />
5. Sandborn WJ, Hanauer SB, Rutgeerts P et <strong>al</strong>. Ad<strong>al</strong>imumab for maintenance treatment<br />
of Crohn’s disease: results of the CLASSIC II tri<strong>al</strong>. Gut 2007;56:1232-9.<br />
6. Hanauer SB, Sandborn WJ, Rutgeerts P et <strong>al</strong>. Human anti-tumor necrosis<br />
factor monoclon<strong>al</strong> antibody (ad<strong>al</strong>imumab) in Crohn’s disease: the CLAS-<br />
SIC-I tri<strong>al</strong>. Gastroenterology 2006;130:323-33.<br />
7. Targan SR, Hanauer SB, van Deventer SJ et <strong>al</strong>. A short-term study of chimeric<br />
monoclon<strong>al</strong> antibody cA2 to tumor necrosis factor <strong>al</strong>pha for Crohn’s<br />
disease. Crohn’s Disease cA2 Study Group. N Engl J Med<br />
1997;337:1029-35.<br />
105 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
8. Present DH, Rutgeerts P, Targan S et <strong>al</strong>. Infliximab for the treatment of fistulas<br />
in patients with Crohn’s disease. N Engl J Med 1999;340:1398-405.<br />
9. Baert F, Noman M, Vermeire S et <strong>al</strong>. Influence of immunogenicity on the<br />
long-term efficacy of infliximab in Crohn’s disease. N Engl J Med<br />
2003;348:601-8.<br />
10. Farrell RJ, Alsahli M, Jeen YT et <strong>al</strong>. Intravenous hydrocortisone premedication<br />
reduces antibodies to infliximab in Crohn’s disease: a randomized<br />
controlled tri<strong>al</strong>. Gastroenterology 2003;124:917-24.<br />
11. Vermeire S, Noman M, Van Assche G et <strong>al</strong>. Effectiveness of concomitant<br />
immunosuppressive therapy in suppressing the formation of antibodies<br />
to infliximab in Crohn’s disease. Gut 2007;56:1226-31.<br />
12. van de Putte LB, Atkins C, M<strong>al</strong>aise M et <strong>al</strong>. Efficacy and safety of ad<strong>al</strong>imumab<br />
as monotherapy in patients with rheumatoid arthritis for whom<br />
previous disease modifying antirheumatic drug treatment has failed. Ann<br />
Rheum Dis 2004;63:508-16.<br />
13. Bartelds GM, Wijbrandts CA, Nurmohamed MT et <strong>al</strong>. Clinic<strong>al</strong> response to<br />
ad<strong>al</strong>imumab: relationship to anti-ad<strong>al</strong>imumab antibodies and serum ad<strong>al</strong>imumab<br />
concentrations in rheumatoid arthritis. Ann Rheum Dis<br />
2007;66:921-6.<br />
14. van den Brande JM, Koehler TC, Zelinkova Z et <strong>al</strong>. Prediction of antitumour<br />
necrosis factor clinic<strong>al</strong> efficacy by re<strong>al</strong>-time visu<strong>al</strong>isation of apoptosis<br />
in patients with Crohn’s disease. Gut 2007;56:509-17.<br />
15. Shen C, Assche GV, Colpaert S et <strong>al</strong>. Ad<strong>al</strong>imumab induces apoptosis of<br />
human monocytes: a comparative study with infliximab and etanercept.<br />
Aliment Pharmacol Ther 2005;21:251-8.<br />
16. Tiede I, Fritz G, Strand S et <strong>al</strong>. CD28-dependent Rac1 activation is the molecular<br />
target of azathioprine in primary human CD4+ T lymphocytes. J<br />
Clin Invest 2003;111:1133-45.<br />
17. van den Brande JM, Peppelenbosch MP, Hommes DW. Synergistic effect<br />
of methotrexate and infliximab on activated lymphocyte apoptosis. Inflamm<br />
Bowel Dis 2007;13:118-9.<br />
18. Chaudhary R, Butler M, Playford R et <strong>al</strong>. Combination immunomodulatory<br />
therapy with infliximab increases mononuclear cell apoptosis in-vitro<br />
compared to infliximab <strong>al</strong>one. Gastroenterology 2005;128:149 (abstract)<br />
19. Maini RN, Breedveld FC, K<strong>al</strong>den JR et <strong>al</strong>. Therapeutic efficacy of multiple<br />
intravenous infusions of anti-tumor necrosis factor <strong>al</strong>pha monoclon<strong>al</strong> antibody<br />
combined with low-dose weekly methotrexate in rheumatoid arthritis.<br />
Arthritis Rheum 1998;41:1552-63.<br />
20. Schwab M, Klotz U. Pharmacokinetic considerations in the treatment of<br />
inflammatory bowel disease. Clin Pharmacokinet 2001;40:723-51.<br />
21. Roblin X, Serre-Debeauvais F, Phelip JM et <strong>al</strong>. Drug interaction between<br />
infliximab and azathioprine in patients with Crohn’s disease. Aliment Pharmacol<br />
Ther 2003;18:917-25.<br />
22. Lémann M, Mary JY, Duclos B et <strong>al</strong>. Infliximab plus azathioprine for steroid-dependent<br />
Crohn’s disease patients: a randomized placebo-controlled<br />
tri<strong>al</strong>. Gastroenterology 2006;130:1054-61.<br />
23. Schröder O, Blumenstein I, Stein J. Combining infliximab with methotrexate<br />
for the induction and maintenance of remission in refractory<br />
Crohn’s disease: a controlled pilot study. Eur J Gastroenterol Hepatol<br />
2006;18:11-6.<br />
24. Kandiel A, Fraser AG, Korelitz BI et <strong>al</strong>. Increased risk of lymphoma among<br />
inflammatory bowel disease patients treated with azathioprine and 6-mercaptopurine.<br />
Gut 2005;54:1121-5.<br />
25. Mackey AC, Green L, Liang LC et <strong>al</strong>. Hepatosplenic T cell lymphoma associated<br />
with infliximab use in young patients treated for inflammatory<br />
bowel disease. J Pediatr Gastroenterol Nutr 2007;44:265-7.<br />
EN CONTRA<br />
E. Garcia-Planella, J. Gordillo Áb<strong>al</strong>os<br />
Servicio de Patología Digestiva. Hospit<strong>al</strong> Santa Creu i Sant Pau. Barcelona. España<br />
Introducción<br />
La irrupción de los agentes biológicos, con indicación<br />
inici<strong>al</strong> para la enfermedad de Crohn (EC) hace ya casi<br />
una década y posteriormente ampliada a la colitis ulcerosa,<br />
sentó a su vez una nueva indicación para los inmunomoduladores<br />
(IMM) como tratamiento concomitante<br />
<strong>al</strong> uso de agentes biológicos. Así, en el año 2002<br />
en las primeras recomendaciones de GETECCU sobre el<br />
uso de infliximab, a pesar de no disponer de estudios<br />
prospectivos controlados y diseñados con este objetivo<br />
se recomendaba el co-tratamiento con IMM por la posibilidad<br />
de que aumentasen la respuesta del infliximab<br />
y el beneficio de que disminuyesen los fenómenos inmunológicos<br />
del fármaco (1) . Sin embargo, estudios posteriores<br />
han demostrado que el co-tratamiento no siempre<br />
es necesario y que los datos disponibles nos permiten<br />
adoptar distintas <strong>al</strong>ternativas con el fin de conseguir<br />
el mismo objetivo.<br />
Infliximab e inmunogenicidad<br />
En el aspecto de la inmunogenicidad, en un estudio diseñado<br />
específicamente <strong>al</strong> respecto, con 125 pacientes<br />
con EC refractaria tratados con infliximab “a demanda”<br />
y en los que se determinaban los anticuerpos anti-infliximab<br />
(ATI) antes y a las 4 semanas de cada infusión, se<br />
demostró que el 61% de los pacientes desarrollaban<br />
ATI (2) . Además, la concentración de ATI se correlacionó<br />
de forma directa <strong>al</strong> desarrollo de reacciones agudas a<br />
la infusión (RAI), menor duración de la respuesta y concentraciones<br />
más bajas de infliximab a las 4 semanas<br />
post-infusión. En el análisis multivariante, la existencia<br />
de ATI fue el único factor predictivo independiente de<br />
menor duración de la respuesta. Además, un v<strong>al</strong>or de<br />
ATI ≥ 8 mg/ml se asociaba un mayor riesgo de presentar<br />
RAI con un riesgo relativo de 2,4 (IC:1,65-3,66,<br />
p
Debate<br />
cia de RAI, situándose entre un 10-20% de los pacientes.<br />
Los factores asociados fueron la presencia<br />
de niveles de ATI ≥ 8 μg/ml, el co-tratamiento con IMM<br />
en un período inferior a 4 meses y el sexo femenino (2-9) .<br />
Tras la publicación inici<strong>al</strong> en el estudio de Baert (2) , un<br />
nuevo estudio confirmó que el tratamiento concomitante<br />
con IMM reducía de forma marcada el desarrollo<br />
de ATI (10) . En este estudio con 53 pacientes tratados con<br />
infliximab “a demanda”, aquellos que desarrollaban ATI<br />
presentaban una mayor incidencia de RAI y pérdida de<br />
respuesta <strong>al</strong> tratamiento inici<strong>al</strong> a diferencia de los pacientes<br />
que no los desarrollaban (40% vs 4% y 52% vs<br />
14%, respectivamente). Cuando los pacientes recibían<br />
además tratamiento con IMM se reducía la tasa de formación<br />
de ATI (63% vs 24%, respectivamente).<br />
Estos datos precipitaron la recomendación gener<strong>al</strong>izada<br />
de la necesidad del co-tratamiento con el fin de reducir<br />
la inmnogenicidad de infliximab. Pero, el primer<br />
y único estudio prospectivo que ha ev<strong>al</strong>uado la utilidad<br />
de los IMM concomitantes en reducir la inmunogenicidad<br />
de infliximab se ha publicado recientemente (11) . En<br />
él un tot<strong>al</strong> de 174 pacientes con EC lumin<strong>al</strong> tratados con<br />
infliximab “a demanda”, de los cu<strong>al</strong>es un 34% no recibían<br />
IMM concomitantes, un 57% tiopurinas y un 43%<br />
metotrexate, fueron ev<strong>al</strong>uados prospectivamente en relación<br />
a la evolución clínica y <strong>al</strong> desarrollo de ATI. La incidencia<br />
glob<strong>al</strong> de ATI fue del 55%, la formación de ATI<br />
se redujo de forma significativa cuando los pacientes recibían<br />
IMM (46% vs 73%, p < 0,001), sin existir diferencias<br />
en la incidencia de ATI según los IMM se iniciasen<br />
previamente o de forma conjunta <strong>al</strong> inicio de infliximab<br />
(ni en el grupo tiopurinas ni en el grupo metotrexate).<br />
Por otra parte, no existieron diferencias <strong>al</strong> respecto<br />
entre tiopurinas y metotrexate (48% vs 44% respectivamente).<br />
Perfil de seguridad del co tratamiento<br />
Recientemente se ha disparado la <strong>al</strong>arma en cuanto a<br />
los riesgos de utilizar de forma concomitante agentes<br />
anti-TNFα e IMM por un supuesto incremento en el riesgo<br />
de desarrollar linfoma hepatoesplénico. El linfoma<br />
hepatoesplénico es un tipo de linfoma descrito por primera<br />
vez en la década de los ochenta y <strong>al</strong> que no se dotó<br />
de entidad propia hasta 1990, habiéndose documentado<br />
unos 200 casos en pacientes transplantados o tratados<br />
con IMM, con una mediana de edad de presentación<br />
de 32 años y que en el 70% de los casos afecta a<br />
varones y con un desenlace fat<strong>al</strong>. De los 14 casos descritos<br />
en pacientes con enfermedad inflamatoria intestin<strong>al</strong><br />
(<strong>EII</strong>), 10 habían recibido co-tratamiento con tiopurinas<br />
e infliximab. En una revisión recientemente publicada,<br />
los autores concluyen que dados los datos disponibles<br />
“lo más razonable es administrar el tratamiento<br />
mínimo necesario para el control de la enfermedad”,<br />
poniendo en duda la necesidad del co-tratamiento en<br />
muchos casos (12) . Otro estudio multicéntrico it<strong>al</strong>iano ha<br />
ev<strong>al</strong>uado prospectivamente los diagnósticos de nuevas<br />
neoplasias (1999-2004) en 2 cohortes de más de 400 pacientes<br />
con EC tratados o no tratados con infliximab y<br />
apareados por edad, sexo y distintas variables clínicas<br />
entre las que también se incluyó el uso de IMM (13) . Aunque<br />
el estudio demostró que infliximab no incrementa<br />
el riesgo de neo plasia, 6 de los 9 pacientes con nuevas<br />
neoplasias del grupo infliximab habían seguido<br />
co-tratamiento. Cabe la posibilidad de que no se asociase<br />
a un mayor riesgo de neoplasia por un error de<br />
tipo beta, por lo que esta cuestión queda todavía por<br />
responder. Katsanos (14) ev<strong>al</strong>uó retrospectivamente el<br />
diagnóstico de neoplasias entre más de 700 pacientes<br />
con <strong>EII</strong> tratados con tiopurinas durante una mediana de<br />
7 años, de los cu<strong>al</strong>es 232 también habían recibido cotratamiento.<br />
De los 15 pacientes con neoplasia, 13 habían<br />
recibido co-tratamiento por sólo 2 pacientes que<br />
sólo habían sido tratados con azatioprina. Por tanto,<br />
con los datos disponibles hasta el momento, existe una<br />
duda razonable sobre el riesgo de neoplasia en pacientes<br />
que siguen co-tratamiento y que nos obliga a buscar<br />
<strong>al</strong>ternativas terapéuticas a éste.<br />
¿Co-tratamiento siempre?<br />
En primer lugar debemos plantearnos si el co-tratamiento<br />
es necesario en todos los pacientes. En la actu<strong>al</strong>idad podríamos<br />
pensar en tres estrategias de tratamiento a medio-largo<br />
plazo para los pacientes candidatos a tratamiento<br />
con agentes biológicos.<br />
En el esquema clásico, administraríamos biológicos para<br />
la inducción y mantenimiento a la vez que se mantiene<br />
o se introduce conjuntamente tratamiento inmunomodulador.<br />
Una segunda opción sería utilizar únicamente<br />
biológicos como inducción y mantenimiento. La tercera<br />
y última <strong>al</strong>ternativa sería inducir la remisión con biológicos<br />
e intentar el mantenimiento con sólo IMM. Entre<br />
estas tres <strong>al</strong>ternativas, sólo la primera de ellas podría<br />
ser considerada como verdadero co-tratamiento.<br />
Cuando optamos con el mantenimiento sólo con IMM<br />
tras inducir la remisión con infliximab, aunque disponemos<br />
de pocos datos <strong>al</strong> respecto, en un estudio re<strong>al</strong>izado<br />
en tres centros españoles con un número limitado<br />
de pacientes afectos de EC lumin<strong>al</strong> que respondieron a<br />
una pauta de inducción con tres infusiones de infliximab,<br />
el 66% de los pacientes mantenían la remisión a<br />
los 3 años sólo con IMM (15) . La respuesta parci<strong>al</strong> en el momento<br />
de la tercera infusión fue el único factor asociado<br />
a recidiva en el seguimiento (p=0,01). En este mismo<br />
estudio, se demostró en un tot<strong>al</strong> de 27 pacientes tratados<br />
con infliximab periódico cada 8 semanas durante<br />
más de un año, de los cu<strong>al</strong>es 13 presentaban una afección<br />
lumin<strong>al</strong> y 14 perian<strong>al</strong>, que en la enfermedad lumin<strong>al</strong><br />
la remisión se mantenía en casi el 75% de los pacientes<br />
tras su retirada, lo que sugiere que la estrategia<br />
del co-tratamiento puede abandonarse tras un determinado<br />
tiempo.<br />
Esto no fue así para la enfermedad perian<strong>al</strong>, en la que<br />
la retirada de infliximab se asoció a la recidiva precoz<br />
de la enfermedad en la práctica tot<strong>al</strong>idad de los pacientes.<br />
Por tanto, es razonable plantearse la induc-<br />
107 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
ción con infliximab y el mantenimiento con IMM en<br />
monoterapia en, <strong>al</strong> menos, aquellos pacientes con EC<br />
lumin<strong>al</strong> naïve de IMM o con buena respuesta tras las<br />
2 primeras infusiones independientemente de la respuesta<br />
previa a IMM. Además, existe una proporción<br />
considerable de pacientes intolerantes o con contraindicación<br />
para recibir IMM y que deberán seguir<br />
monoterapia con biológicos. La cuestión queda reducida,<br />
por tanto, a aquellos pacientes con enfermedad<br />
perian<strong>al</strong> o lumin<strong>al</strong> refractaria a IMM, en los que la retirada<br />
de infliximab pueda suponer la pérdida de la<br />
respuesta inici<strong>al</strong>.<br />
Infliximab periódico o “a demanda” y necesidad<br />
de co-tratamiento<br />
Un aspecto importante es que el efecto de los IMM sobre<br />
la inmunogenicidad de infliximab se ha ev<strong>al</strong>uado<br />
siempre en series de pacientes tratados “a demanda”<br />
como se ha expuesto <strong>al</strong> principio (2-9) . Sin embargo, el uso<br />
concomitante de IMM sobre el desarrollo de ATI no es<br />
tan marcado cuando la administración de infliximab se<br />
re<strong>al</strong>iza de forma sistemática y no “a demanda”. De hecho,<br />
en el estudio ACCENT-1 la proporción de pacientes<br />
con ATI fue casi idéntica, independientemente de si recibían<br />
IMM cuando el tratamiento con infliximab era sistemático<br />
cada 8 semanas (16) . Datos conjuntos de los estudios<br />
ACCENT y ACT demostraron que, en pacientes<br />
que recibieron infliximab cada 8 semanas, se precisaba<br />
tratar siete pacientes con IMM para prevenir el desarrollo<br />
de ATI (que no de RAI) en uno (17) .<br />
Estos resultados se han reproducido en un estudio publicado<br />
recientemente por Maser en el que se determinaban<br />
ATI de forma prospectiva en un grupo de 105 pacientes<br />
con EC, entre los que <strong>al</strong>gunos seguían IMM concomitantes<br />
y otros no, y en los que la pauta de infliximab<br />
podía ser sistemática cada 6-8 semanas o “a demanda”<br />
(8) . Nuevamente, el tratamiento episódico se asoció<br />
a una mayor tasa de ATI, sin que influyera el tratamiento<br />
concomitante si se administraba infliximab de<br />
forma regular.<br />
De hecho, en el análisis de regresión logística, sólo el tratamiento<br />
regular de mantenimiento con infliximab se<br />
asoció de forma independiente a una menor probabilidad<br />
de desarrollar ATI. Una vez demostrado que el tratamiento<br />
sistemático regular con infliximab tiene un efecto<br />
igu<strong>al</strong> o incluso superior <strong>al</strong> co-tratamiento en cuanto <strong>al</strong><br />
desarrollo de ATI, cabe cuestionarse si los IMM concomitantes<br />
ofrecen <strong>al</strong>gún beneficio añadido. T<strong>al</strong> como se ha<br />
demostrado en análisis más det<strong>al</strong>lados de los estudios AC-<br />
CENT, el co-tratamiento no ofrece ninguna ventaja clínica<br />
adicion<strong>al</strong> <strong>al</strong> no incrementar las tasas de respuesta ni<br />
remisión, ni tampoco prolongar el tiempo de respuesta<br />
en pacientes tratados de forma periódica con infliximab (18) .<br />
Y estos datos se reproducen de forma idéntica en los estudios<br />
ACT re<strong>al</strong>izados en pacientes con colitis ulcerosa (18) .<br />
Otro argumento potenci<strong>al</strong> para el co-tratamiento sería<br />
la posible sinergia entre tiopurinas e infliximab.<br />
Roblin (19) sugirió en 2003 que el co-tratamiento de<br />
infliximab con tiopurinas optimizaba la farmacocinética<br />
de las tiopurinas, de forma que se incrementaban<br />
las concentraciones de metabolitos activos y esto se<br />
reflejaba en una disminución de la cifra de leucocitos<br />
y en un incremento del volumen corpuscular medio a<br />
las 2 semanas tras la infusión de infliximab.<br />
Sin embargo, los resultados del seguimiento a largo plazo<br />
de esta serie de pacientes han demostrado que el<br />
efecto de infliximab sobre el metabolismo de las tiopurinas<br />
es transitorio, sin h<strong>al</strong>larse ninguna correlación entre<br />
la cinética de los metabolitos y el mantenimiento de<br />
la respuesta inici<strong>al</strong> a largo plazo (20) . Por otra parte, el grupo<br />
de Leuven ha desarrollado un importante estudio en<br />
el cu<strong>al</strong> 80 pacientes con EC en remisión un mínimo de 6<br />
meses bajo tratamiento con infliximab e IMM, fueron<br />
<strong>al</strong>eatorizados para seguir o suspender los inmunomoduladores<br />
(21) . La retirada de los IMM no tuvo ningún impacto<br />
en la pérdida de respuesta a infliximab, la proporción<br />
de pacientes con curación mucosa o en el porcentaje<br />
de pacientes con ATI.<br />
Por último, otro aspecto a tener en cuenta es si disponemos<br />
de fármacos <strong>al</strong>ternativos a IMM para reducir la<br />
formación de ATI. Una vez más, datos derivados de los<br />
estudios ACCENT sugirieren que las tasas de ATI son más<br />
bajas (<strong>al</strong>rededor del 5%) cuando los pacientes reciben<br />
IMM junto a esteroides, incrementándose hasta el 10%<br />
con IMM solos o el 15% con esteroides solos y <strong>al</strong> 20%<br />
sin ningún tratamiento adicion<strong>al</strong> (3,6) . En este sentido, Farrell<br />
demostró en un estudio controlado con placebo,<br />
que la administración de 200 mg de hidrocortisona antes<br />
de cada infusión prevenía de forma significativa el<br />
desarrollo de ATI a títulos <strong>al</strong>tos, con una clara tendencia<br />
hacia una menor incidencia de reacciones agudas a<br />
la infusión (10) .<br />
Conclusiones<br />
Aunque no existe una evidencia sobre el riesgo/beneficio<br />
del co-tratamiento, a la vista de los datos expuestos, el<br />
tratamiento combinado no debe plantearse en todos<br />
los pacientes, puesto que una proporción notable de<br />
pacientes pueden seguir con monoterapia con IMM tras<br />
una pauta exitosa de inducción con biológicos.<br />
Además, el co-tratamiento pierde su efecto a corto-medio<br />
plazo y el uso concomitante no aumenta la proporción<br />
de respondedores, ni prolonga la respuesta clínica<br />
a los biológicos y podría asociarse a un riesgo innecesario<br />
de desarrollo de neoplasias (especi<strong>al</strong>mente linfoma<br />
hepatoesplénico).<br />
En cuanto a la inmunogenicidad de infliximab, para reducir<br />
la incidencia de ATI, la administración de tratamiento<br />
de mantenimiento periódico, se ha mostrado<br />
tanto o más eficaz que el co-tratamiento con IMM y el<br />
pretratamiento con hidrocortisona también ha demostrado<br />
ser una medida válida.<br />
En último término, sabemos que los beneficios del cotratamiento<br />
no se mantienen a largo plazo, por lo que<br />
no seria necesario mantenerlo más <strong>al</strong>lá de 6 meses en<br />
pacientes que deban seguir con biológicos.<br />
108 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Debate<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
1. Domènech E, Esteve-Comas M, Gomollón F, et <strong>al</strong>. Grupo Español de Trabajo<br />
de Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (GETECCU). Gastroenterol<br />
Hepatol 2002;25(3):162-9.<br />
2. Baert F, Noman M, Vermiere S, et <strong>al</strong>. Influence of immunogenicity on the<br />
long-term efficacy of infliximab in Crohn’s disease. N Engl Med.<br />
2003;348(7):601-8.<br />
3. Hanauer SB, Feagan BG, Lichtenstein GR et <strong>al</strong>. Maintenance infliximab<br />
for Crohn’s disease: the ACCENT I randomised tri<strong>al</strong>. Lancet 2002;<br />
359:1541-9.<br />
4. Crand<strong>al</strong>l WV, Mackner LM. Infusion reactions to infliximab in children and<br />
adolescents:frequency, outcome and a predictive model. Aliment Pharmacol<br />
Ther 2003;17:75-84.<br />
5. Cheifetz A, Smedley M, Martin S, et <strong>al</strong>. The incidence and management<br />
of infusions reactions with to infliximab: a large center experience. Am J<br />
Gastroenterol 2003;98:1315-24.<br />
6. Sands BE, Anderson FH, Bernstein CN et <strong>al</strong>. Infliximab maintenance therapy<br />
for fistulizing Crohn’s disease. N Engl J Med 2004;350:876-85.<br />
7. Colombel JF, Loftus EV, Tremaine WJ, et <strong>al</strong>. The safety profile of infliximab<br />
in patients with Crohns diasease: ther Mayo clinic experience in 500 patients.<br />
Gastroenterology 2004;126:19-31.<br />
8. Maser E, Vilella R, Silverberg M, Greenberg G. Association of trough<br />
serum infliximab to clinic<strong>al</strong> outcome after scheduled maintenance treatment<br />
for crohn’s disease. Clin Gastroenterol and Hepatolo2006;<br />
4:1248-54.<br />
9. Zabana Y, Domènech E, Mañosa M, et <strong>al</strong>. Perfil de seguridad de infliximab<br />
en la enfermedad inflamatoria intestin<strong>al</strong>: 7 años de experiencia. Gastroenterol<br />
Hepatol 2007; 30(3):185-9.<br />
10. Farrell RJ, Alsahli M, Jeen YT et <strong>al</strong>. Intravenous hydrocortisone premedication<br />
reduces antibodies to infliximab in Crohn’s disease: a randomized<br />
controlled tri<strong>al</strong>. Gastroenterology 2003;124:917-24.<br />
11. Vermeire S, Noman M, Van Assche G et <strong>al</strong>. Effectiveness of concomitant<br />
immunosuppressive therapy in suppressing the formation of antibodies<br />
to infliximab in Crohn’s disease. Gut 2007;56:1226-31.<br />
12. Rosch JR, Gross T, Mamula P, Griffiths A, Hyams J. Hepatosplenic T-cell<br />
lymphoma in adolescents and young adults with Crohn’s disease: a cautionary<br />
t<strong>al</strong>e? Inflamm Bowel Dis 2007;13:1024-30.<br />
13. Biancone L, Orlano A, Kohn A, et <strong>al</strong>. Infliximab and newly diagnosed neoplasia<br />
in Crohn’s disease: a multicentre matched pair study. Gut<br />
2006;55:228-33.<br />
14. Katsanos K, Ferrante M, Fidder H, et <strong>al</strong>. Long-term safety of azathioprine<br />
treatment in inflammatory bowel disease: results from single referr<strong>al</strong> center.<br />
Gastroenterology 2007;132 (suppl 2): A-652.<br />
15. Domènech E, Hinojosa J, Nos P, et <strong>al</strong>. Clinic<strong>al</strong> evolution of lumin<strong>al</strong> and perian<strong>al</strong><br />
Crohns disease after inducing remission with infliximab: how long<br />
should patients be treated? Aliment Pharmacol Ther 2005;11-12:1107-15.<br />
16. Sandborn WJ. Preventing antibodies to infliximab in patients with Crohns<br />
disease: optimize not inmunize. Gastroenterology 2003;124:1140-5.<br />
17. Sandborn WJ, Wagner CL, Fasanmade A, et <strong>al</strong>. Effects of immunomodulators<br />
on pharmacokinetics and immunogenicity of infliximab administered<br />
as 3-dose induction followed by systematic maintenance therapy in<br />
IBD. Gastroenterology 2007;132 (suppl 2): A-504.<br />
18. Lichtenstein GR, Diamond RH, Wagner C, et <strong>al</strong>. Infliximab administered<br />
as 3-dose induction followed by scheduled maintenance therapy in IBD:<br />
comparable clinic<strong>al</strong> outcomes with or whithout concomitant immunomodulators.<br />
Gastroenterology 2007;132 (suppl 2): A-146.<br />
19. Roblin X, Serre-Debeauvais F, Phelip JM, Bessard G, Bonaz B. Drug interaction<br />
between infliximab and azathioprine in patients whith Crohn’s disease.<br />
Aliment Pharmacol Ther 2003;18:917-25.<br />
20. Roblin X, Phelip JM, PofelskyJ, Coulaud X, Bonaz B, Bichard P. Kinetics of<br />
6-thioguanine nucleotides during infliximab treatment in IBD patints: a<br />
predictive v<strong>al</strong>ue of short term but not long trem response. Gastroenterology<br />
2007;132 (suppl 2): A-174.<br />
21. Van Assche G, Paintaud G, Magdelaine C, et <strong>al</strong>. Concomitant immunosupression<br />
does not impact on the outcome of maintenance infliximab<br />
therapy in Crohn’s disease: fin<strong>al</strong> results of the IMID tri<strong>al</strong>.<br />
Gastroenterology 2007;132 (suppl 2): A-103.<br />
COMENTARIO<br />
D. Ginard Vicens<br />
Servicio Aparato Digestivo, Hospit<strong>al</strong> Son Dureta, P<strong>al</strong>ma de M<strong>al</strong>lorca. España<br />
La mayoría de las guías y revisiones de tratamiento con<br />
fármacos biológicos recomiendan la terapia combinada<br />
con inmunomoduladores (IMM), princip<strong>al</strong>mente tiopurínicos,<br />
con el objetivo de disminuir la inmunogenicidad<br />
(1-3) . La ausencia de evidencias sólidas, la publicación<br />
de una serie de casos de linfoma hepatoesplénico (4) y la<br />
posibilidad de un incremento del riesgo de tumores e<br />
infecciones derivadas del tratamiento combinado están<br />
provocado un intenso debate sobre la mejor estrategia<br />
en la utilización de los biológicos.<br />
Si bien los princip<strong>al</strong>es artículos utilizados por los autores<br />
de esta sección son los mismos, las interpretaciones<br />
y conclusiones difieren. Esto demuestra un <strong>al</strong>to grado<br />
de incertidumbre derivado de una f<strong>al</strong>ta de evidencia<br />
científica concluyente, que obliga a la extrapolación de<br />
los datos disponibles a la práctica clínica re<strong>al</strong>.<br />
Los estudios que ev<strong>al</strong>úan el efecto de los IMM sobre la<br />
inmunogenicidad del infliximab han sido re<strong>al</strong>izados en<br />
series de pacientes tratados “a demanda” (5,6) . En ellos se<br />
demuestra que el tratamiento combinado es útil para<br />
109 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
disminuir la aparición de anticuerpos anti-infliximab<br />
(ATI), las reacciones agudas a la infusión (RAI) y aumentar<br />
la duración de la respuesta <strong>al</strong> infliximab. La utilización<br />
del tratamiento “a demanda” es una práctica habitu<strong>al</strong><br />
en <strong>al</strong>gunos países, fundament<strong>al</strong>mente por problemas<br />
de reembolso, y las evidencias de que disponemos recomiendan<br />
el tratamiento combinado.<br />
Sin embargo, en nuestro país, en el que se re<strong>al</strong>iza de forma<br />
gener<strong>al</strong>izada el tratamiento de mantenimiento con infliximab<br />
cada 8 semanas, estos resultados no son aplicables, ya<br />
que ev<strong>al</strong>úan una población con un riesgo de inmunogenicidad<br />
diferente. Varios estudios han v<strong>al</strong>orado la aparición<br />
de ATI en el tratamiento sistemático demostrando que es<br />
inferior <strong>al</strong> del tratamiento “a demanda” y con escasa relación<br />
con el tratamiento IMM asociado (7-9) . En la revisión conjunta<br />
de los estudios ACCENT y ACT los IMM disminuían el<br />
riesgo de ATI en un 14,4% de los pacientes tratados con<br />
mantenimiento, con una NNT de 7, pero sin una mayor eficacia<br />
<strong>al</strong> fin<strong>al</strong> de los estudios (10,11) . Estos datos ponen en duda<br />
la utilidad del tratamiento combinado basado sólo en el<br />
concepto de inmunogenicidad, cuando se administra el infliximab<br />
de forma periódica. La posibilidad de un sinergismo<br />
entre ambos fármacos y los riesgos potenci<strong>al</strong>es descritos<br />
del co-tratamiento, como el linfoma hepatoesplénico,<br />
deben incluirse en la b<strong>al</strong>anza de riesgo-beneficio.<br />
Una <strong>al</strong>ternativa <strong>al</strong> tratamiento combinado sería el cotratamiento<br />
tempor<strong>al</strong>, con retirada del IMM después de<br />
unos meses de iniciarse el tratamiento y que podría justificarse<br />
en que el mayor porcentaje de ATI y RAI se producen<br />
<strong>al</strong> principio del tratamiento. El estudio de Van Assche (12)<br />
incluye 60 pacientes con enfermedad de Crohn en remisión<br />
con tratamiento con infliximab e IMM. Los pacientes<br />
fueron <strong>al</strong>eatorizados <strong>al</strong> sexto mes para recibir infliximab<br />
más placebo o mantener el co-tratamiento. A los 2 años<br />
de seguimiento el porcentaje de pérdida de respuesta, curación<br />
mucosa o ATI eran similares. Estos datos sugieren<br />
que el tratamiento con IMM podría retirarse sin perder eficacia.<br />
No obstante, los niveles de infliximab en el grupo en<br />
el que se retiró el IMM eran significativamente menores y<br />
ello podría tener consecuencias en un seguimiento mayor.<br />
Otra posibilidad es la re<strong>al</strong>ización de co-tratamiento utilizando<br />
el infliximab como efecto puente, como se apunta<br />
en el estudio de Lemann (13) . En él se mantiene la azatioprina<br />
como tratamiento único después de la inducción<br />
con infliximab (0, 2 y 6) en pacientes con enfermedad de<br />
Crohn corticodependiente. En este estudio el tratamiento<br />
combinado fue más efectivo que el IMM a las 12, 24 y<br />
52 semanas, siendo el efecto mayor en los pacientes que<br />
no llevaban IMM <strong>al</strong> inicio del estudio (Naïve).<br />
Probablemente los resultados del estudio SONIC, con 500<br />
pacientes <strong>al</strong>eatorizados en tres grupos (infliximab, azatioprina<br />
y terapia combinada) dé respuesta a <strong>al</strong>guno de los<br />
interrogantes que se han planteado y establezca el papel<br />
de la terapia combinada en el tratamiento con infliximab.<br />
En estos momentos y con las evidencias disponibles se<br />
podría plantear la siguiente estrategia de tratamiento<br />
con infliximab:<br />
1. Tratamiento con infliximab a demanda: co-tratamiento<br />
con IMM.<br />
2. Paciente naïve a IMM (excluyendo la enfermedad fistulizante):<br />
tratamiento puente con infliximab hasta<br />
conseguir la remisión y posteriormente continuar con<br />
el IMM como monoterapia.<br />
3. Intolerancia a azatioprina: monoterapia con infliximab.<br />
4. F<strong>al</strong>ta de respuesta a la azatioprina: tratamiento combinado<br />
y v<strong>al</strong>orar la retirada del IMM a los 6 meses.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
1. Domenech E, Esteve M, Gomollón F. Recomendaciones GETECCU-2005<br />
para el uso de infliximab (Remicade ® ) en la enfermedad inflamatoria intestin<strong>al</strong>.<br />
Gastroenterol Hepatol 2005;28(3):126-34.<br />
2. Hommes DW, Oldenburg B, Van Bodegraven AA, et <strong>al</strong>. Guidelines for treatment<br />
with infliximab for Crohn’s disease. The Netherland Journ<strong>al</strong> of Medicine<br />
2006;64:219-29.<br />
3. Kamm MA. Review article: biologic<strong>al</strong> drugs in Crohn´s disease. Aliment<br />
Pharmacol Ther 2006;25 (suppl 3):80-9.<br />
4. Rosch JR, Gross T, Mamula P, et <strong>al</strong>. Hepatosplenic T cell lymphoma in adolescents<br />
and young adults with Crohn´s disease: a cautionary t<strong>al</strong>e? Inflamm<br />
Bowel Dis 2007;13:1024-30.<br />
5. Baert F, Norman M, Vermeire S, et <strong>al</strong>. Influence of immunogenicity on the longterm<br />
efficacy of infliximab in Crohn’s disease. N Engl J Med 2003;348:601-8.<br />
6. Vermeire S, Noman M, Van Assche G, et <strong>al</strong>. Effectiveness of concomitant<br />
immunosuppressive therapy in suppressing the formation of antibodies<br />
to infliximab in Crohn’s disease. Gut 2007;56:1226-31.<br />
7. Hanauer SB, Feagan BG, Lichtenstein GR et <strong>al</strong>. Maintenance infliximab for<br />
Crohn’s disease: the ACCENT I randomised tri<strong>al</strong>. Lancet 2002;359:1541-9.<br />
8. Maser E, Vilella R, Silverberg M, et <strong>al</strong>. Asociation of Trough serum infliximab<br />
to clinic<strong>al</strong> outcome after scheduled maintenance treatment for Crohn´s<br />
disease. Clin Gastroenterol Hepatol 2006;4:1248-54.<br />
9. Hanauer SB, Wagner CL, B<strong>al</strong>a M, et <strong>al</strong>. Incidence and importance of<br />
antibody responses to infliximab after maintenance or episodic treatment<br />
in Crohn´s disease. Clin Gastroenterol Hepatol 2004;2:<br />
542-53.<br />
10. Sandborn WJ, Wagner CL, Fasanmade A, et <strong>al</strong>. Effects of immuno -<br />
modulators on pharmacokinetics and immunogenicity of infliximab<br />
administered as 3-dose induction followed by systematic maintenance<br />
therapy in IBD. Gastroenterology 2007;132 (suppl 2): A-504.<br />
11. Lichtenstein GR, Diamond RH, Wagner C, et <strong>al</strong>. Infliximab administered<br />
as 3-dose induction followed by scheduled maintenance therapy<br />
in IBD: comparable clinic<strong>al</strong> outcomes with or whithout concomitant<br />
immunomodulators. Gastroenterology 2007;132 (suppl 2):<br />
A-146.<br />
12. Van Assche G, Paintaud G, Magdelaine C, et <strong>al</strong>. Concomitant immunosupression<br />
does not impact on the outcomes of manteinance infliximab<br />
therapy in Crohn´s disease: fin<strong>al</strong> results of the IMID tri<strong>al</strong>. Gastroenterology<br />
2007;132(suppl 2):A-103.<br />
13. Lémann M, Mary JY, Duclos B, et <strong>al</strong>. Infliximab plus azathioprine for steroid-dependent<br />
Crohn’s disease patients: a randomized placebo-controlled<br />
tri<strong>al</strong>. Gastroenterology 2006;130:1054-61.<br />
110 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
PUBLICACIONES ESPAÑOLAS<br />
EN REVISTAS INTERNACIONALES<br />
E. Domènech Morr<strong>al</strong><br />
Hospit<strong>al</strong> Universitari Germans Trias i Pujol. Bad<strong>al</strong>ona. España<br />
Ev<strong>al</strong>uation of postsurgic<strong>al</strong> recurrence in Crohn’s disease: a new<br />
indication for capsule endoscopy?<br />
Ev<strong>al</strong>uación de la recurrencia posquirúrgica en la enfermedad de Crohn: ¿una<br />
nueva indicación para la cápsula endoscópica?<br />
Pons Beltrán V, Nos P, Bastida G, Beltrán B, Argüello L, Aguas M, Rubín A, Pertejo V,<br />
S<strong>al</strong>a T.<br />
Gastrointestin<strong>al</strong> Endoscopy 2007; 66: 533-40.<br />
Hospit<strong>al</strong> Universitario La Fe.V<strong>al</strong>encia.<br />
Resumen<br />
Se procedió a estudio de recurrencia posquirúrgica mediante ileocolonoscopia en 24 pacientes con resección intestin<strong>al</strong> en los<br />
6-12 meses previos por enfermedad de Crohn. En todos ellos se re<strong>al</strong>izó en las 2 siguientes semanas estudio con cápsula de permeabilidad<br />
y, en su caso, videocápsula endoscópica. La videocápsula fue mejor tolerada por los pacientes, demostró lesiones<br />
intestin<strong>al</strong>es en más pacientes y constató afectación proxim<strong>al</strong> del intestino en más de la mitad de ellos.<br />
Summary<br />
Twenty-four patients operated on for Crohn’s disease within the previous 6-12 months underwent endoscopic ev<strong>al</strong>uation for<br />
disease recurrence with ileocolonoscopy. In <strong>al</strong>l of them, patency capsule was administered within 2 weeks of convention<strong>al</strong> endoscopy<br />
and, if adequate, capsule endoscopy was performed. Capsule endoscopy was better tolerated by patients, it showed<br />
intestin<strong>al</strong> lesions in a larger number of patients and demostrated proxim<strong>al</strong> involvement in more than a h<strong>al</strong>f of patients.<br />
P<strong>al</strong>abras clave: enfermedad inflamatoria intestin<strong>al</strong>, enfermedad de Crohn, resección intestin<strong>al</strong>, recurrencia posquirúrgica<br />
Keywords: inflammatory bowel disease, Crohn’s disease, intestin<strong>al</strong> resection, recurrence, postoperative<br />
Comentario<br />
La recurrencia posquirúrgica (RP) constituye un verdadero<br />
problema en el manejo de la enfermedad de Crohn<br />
(EC). Estudios re<strong>al</strong>izados a inicios de los ’90 demostraron<br />
que casi tres cuartas partes de los pacientes operados<br />
presentan lesiones endoscópicas en el neoíleon termin<strong>al</strong><br />
<strong>al</strong> año de la cirugía y que la gravedad de éstas se<br />
h<strong>al</strong>la en franca correlación con la probabilidad de presentar<br />
síntomas de la enfermedad.<br />
De los muchos fármacos que se han ev<strong>al</strong>uado, sólo los<br />
antibióticos nitroimidazólicos y las tiopurinas parecen<br />
reducir la tasa de RP; sin embargo, sólo éstas últimas<br />
constituyen una estrategia preventiva aplicable a largo<br />
término, puesto que los nitroimidazólicos presentan toxicidad<br />
a corto-medio plazo en una proporción importante<br />
de sujetos.<br />
Diversos autores abogan por iniciar tratamiento con tiopurinas<br />
tras la cirugía en aquellos pacientes de <strong>al</strong>to riesgo<br />
(fumadores, patrón penetrante, cirugía <strong>al</strong> debut de<br />
la EC...); sin embargo, en pacientes de bajo riesgo, se<br />
aconseja la ev<strong>al</strong>uación endoscópica a los 6-12 meses de<br />
la cirugía, iniciándose tratamiento sólo en aquellos que<br />
presenten lesiones. Por tanto, la correcta ev<strong>al</strong>uación del<br />
intestino es fundament<strong>al</strong> en la toma de decisiones terapéuticas.<br />
El estudio v<strong>al</strong>enciano es el segundo que compara ileocolonoscopia<br />
(IC) y cápsula endoscópica (CE) para la detección<br />
de RP. Como era esperable, los pacientes prefirieron<br />
la CE sobre la IC, lo que los autores atribuyen a<br />
la peor tolerancia de la preparación de la IC y a que <strong>al</strong>gunos<br />
pacientes requirieron sedoan<strong>al</strong>gesia para la re<strong>al</strong>ización<br />
de la IC. Como en otros estudios, la CE demostró<br />
afectación de intestino proxim<strong>al</strong> (yeyuno) en una<br />
proporción notable de pacientes (61%). Aunque los pacientes<br />
que consumieron AINE se excluyeron del estudio,<br />
este dato debe interpretarse con cautela dado que<br />
111 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
no se disponía de estudio con CE de ninguno de estos<br />
pacientes antes de la cirugía, por lo que estas lesiones<br />
no deberían considerarse form<strong>al</strong>mente como RP. Cabría<br />
preguntarse si el conocimiento de la existencia de estas<br />
lesiones antes de la cirugía habría sido motivo de indicar<br />
tiopurinas tras la intervención y, por tanto, si deberíamos<br />
re<strong>al</strong>izar CE antes de la resección intestin<strong>al</strong> siempre<br />
que sea posible. Los datos sobre la eficacia de ambas<br />
técnicas en la detección de lesiones mucosas en el<br />
neoíleon termin<strong>al</strong> es <strong>al</strong>go más sorprendente. Hasta cierto<br />
punto, parece razonable que la proporción de pacientes<br />
con RP sea mayor mediante CE que con IC pues,<br />
t<strong>al</strong> como discuten los autores, la CE permite la exploración<br />
de la tot<strong>al</strong>idad del íleon mientras que la IC sólo explora<br />
de 10 a 30 cm. No obstante, y como también comentan<br />
los propios autores, las cifras obtenidas por el<br />
estudio son difícilmente comparables a las de la mayoría<br />
de estudios publicados. Partiendo de la base que la<br />
población estudiada no era de bajo riesgo (50% fumadores,<br />
38% EC de patrón penetrante, 40% indicación<br />
de cirugía distinta a estenosis), la tasa de recurrencia obtenida<br />
por el estudio con IC (15%) es muy inferior a la<br />
esperada, mientras que la detectada por la CE (62%) se<br />
acerca a la habitu<strong>al</strong>. El reducido número de pacientes<br />
incluidos también podría haber influido en la tasa glob<strong>al</strong><br />
de RP.<br />
Sin duda <strong>al</strong>guna, en una era donde el concepto de “curación<br />
mucosa” está emergiendo con fuerza, datos como<br />
los comunicados por el grupo v<strong>al</strong>enciano inciden en la<br />
necesidad de optimizar la ev<strong>al</strong>uación de toda la mucosa<br />
intestin<strong>al</strong>.<br />
E.D.<br />
Influence of a nucleotide oligomerization domain 1 (NOD1)<br />
polymorphism and NOD2 mutant <strong>al</strong>leles on Crohn’s disease<br />
phenotype<br />
Influencia del polimorfismo de NOD1 y de las mutaciones de NOD2<br />
en el fenotipo de la enfermedad de Crohn<br />
Cantó E, Ricart E, Busquets D, Monfort D, García-Planella E, González D, B<strong>al</strong>anzó J,<br />
Rodríguez-Sánchez JL,Vid<strong>al</strong> S.<br />
World Journ<strong>al</strong> of Gastroenterology 2007;13:5446-53.<br />
Hospit<strong>al</strong> Santa Creu i Sant Pau. Barcelona. España<br />
Resumen<br />
Se determina la existencia de tres mutaciones del gen NOD2 y el polimorfismo ND1 +32656 del gen NOD1 en una serie de 97<br />
pacientes con enfermedad de Crohn y 50 controles sanos. Un tercio de pacientes presentaron <strong>al</strong>guna mutación de NOD2, lo<br />
que fue significativamente más frecuente que en controles, siendo la mutación más habitu<strong>al</strong> la R702W. La existencia de <strong>al</strong>guna<br />
de estas mutaciones se asoció a la afectación del íleon y a patrón penetrante. La existencia de mutaciones NOD2 no se correlacionó<br />
con ninguno de los polimorfismos de NOD1. Sin embargo, los polimorfismos NOD1 se distribuyeron de forma distinta<br />
en pacientes y controles. No se h<strong>al</strong>laron correlaciones entre ningún polimorfismo y el fenotipo de la enfermedad.<br />
Summary<br />
Three mutations of the NOD2 gene and the polymorphism ND1 +32656 of the NOD1 gene were determined in a series of 97 Crohn’s<br />
disease patients and 50 he<strong>al</strong>thy controls. One third of patients showed at least one NOD2 mutation, resulting significantly more frequent<br />
than in controls. The more frequent NOD2 mutation was R702W. The presence of such mutations was associated to ile<strong>al</strong> involvement<br />
and a penetrating pattern of the disease. NOD2 mutations were not associated to NOD1 polymorphism. However, these polymorphisms<br />
were differently distributed in patients and controls. There wer no correlations between polymorphisms and disease phenotype.<br />
P<strong>al</strong>abras clave: enfermedad inflamatoria intestin<strong>al</strong>, enfermedad de Crohn, factores genéticos, fenotipo, NOD<br />
Keywords: inflammatory bowel disease, Crohn’s disease, genetic factors, phenotype, NOD<br />
Comentario<br />
Desde la publicación de los dos primeros estudios en<br />
los que se relacionó la existencia de mutaciones en el<br />
gen NOD2 y la enfermedad de Crohn (EC), han sido<br />
numerosos los estudios publicados <strong>al</strong> respecto en distintas<br />
poblaciones de la geografía mundi<strong>al</strong>. De ello<br />
112 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Publicaciones españolas en revistas internacion<strong>al</strong>es<br />
hemos aprendido que el peso de la genética varía de<br />
una población a otra y que es necesario que cada zona<br />
geográfica y cada raza re<strong>al</strong>ice sus propios estudios genéticos.<br />
En España, ya se han re<strong>al</strong>izado y publicado estudios<br />
<strong>al</strong> respecto (especi<strong>al</strong>mente en lo referente a las<br />
mutaciones del gen NOD2) en distintas áreas (G<strong>al</strong>icia,<br />
Madrid, Cat<strong>al</strong>uña), mostrando resultados similares a<br />
los obtenidos en otros estudios europeos (caucásicos).<br />
El enfoque del estudio que aquí se comenta es <strong>al</strong>go distinto.<br />
Los autores se plantearon, además de v<strong>al</strong>orar las<br />
mutaciones NOD2, ev<strong>al</strong>uar el impacto que podría tener<br />
un polimorfismo de otra proteína intracelular implicada<br />
en la inmunidad intestin<strong>al</strong> innata (NOD1) tanto en<br />
la susceptibilidad como en el patrón fenotípico de la enfermedad<br />
de Crohn, y también si existía <strong>al</strong>gún tipo de<br />
relación entre NOD1 y NOD2 en estos pacientes. De hecho,<br />
<strong>al</strong>gún estudio previo apuntaba hacia una asociación<br />
entre NOD1, debut precoz de la EC y manifestaciones<br />
extraintestin<strong>al</strong>es. Por otra parte, este gen se había<br />
implicado en otra enfermedad mediada por la inmunidad<br />
como es el asma.<br />
El estudio no mostró relación <strong>al</strong>guna entre polimorfismos<br />
de NOD1 y mutaciones de NOD2, ni tampoco entre<br />
los primeros y el fenotipo de la EC.<br />
Por otra parte, y una vez más, casi una tercera parte<br />
de los pacientes presentaron mutaciones del NOD2<br />
(por tan sólo un 6% de los controles) y sólo un 6% de<br />
los pacientes presentaron dos mutaciones (homocigotos<br />
o heterocigotos compuestos). Como también se<br />
había comunicado en estudios previos, las mutaciones<br />
del NOD2 se asociaron a afectación del íleon (aislada<br />
o en combinación con afectación cólica) (p=0,04) y <strong>al</strong><br />
desarrollo de patrón penetrante (p=0,003). A diferencia<br />
de otros estudios (incluso de otros estudios españoles),<br />
la mutación más frecuente (dos terceras partes)<br />
correspondió a R702W.<br />
Aunque los resultados obtenidos reiteran lo publicado<br />
en estudios similares, este aspecto no le resta v<strong>al</strong>or<br />
<strong>al</strong> trabajo, especi<strong>al</strong>mente si se tiene en cuenta que<br />
la limitación de cu<strong>al</strong>quiera de estos estudios es el tamaño<br />
muestr<strong>al</strong> utilizado. Por tanto, en ausencia de estudios<br />
que incluyan miles de pacientes, la publicación<br />
de más estudios con un número reducido de pacientes<br />
ayuda a corroborar los datos inici<strong>al</strong>es. Por otra parte,<br />
éste es el primer estudio que ev<strong>al</strong>úa una hipotética<br />
correlación entre NOD1 y NOD2, lo que le confiere<br />
un v<strong>al</strong>or añadido. Por último, cabe remarcar el cuidado<br />
análisis de los datos para ev<strong>al</strong>uar la correlación entre<br />
datos clínicos y h<strong>al</strong>lazgos genéticos que re<strong>al</strong>izaron<br />
los autores.<br />
E.D.<br />
Resource use in patients with Crohn’s disease treated<br />
with infliximab<br />
Utilización de recursos hospit<strong>al</strong>arios de pacientes con enfermedad de Crohn<br />
tratados con infliximab<br />
Saro C, De la Coba C, Casado MA, Mor<strong>al</strong>es JM, Otero B<br />
Alimentary Pharmacology and Therapeutics 2007;26:1313-23.<br />
Hospit<strong>al</strong> de Cabueñes. Gijón. España<br />
Resumen<br />
Se ev<strong>al</strong>úan los costes sanitarios directos por año (ingresos hospit<strong>al</strong>arios, cirugías, fármacos, exploraciones complementarias, visitas<br />
a consulta ambulatoria y a hospit<strong>al</strong> de día) antes y después del tratamiento con infliximab en 34 pacientes con enfermedad<br />
de Crohn. La introducción de infliximab reduce de forma evidente la necesidad de ingresos hospit<strong>al</strong>arios a costa de aumentar<br />
el coste económico más del doble.<br />
Summary<br />
He<strong>al</strong>th-related direct costs (hospit<strong>al</strong>-stays, surgeries, drugs, diagnostic procedures, outclinic visits, day-care hospit<strong>al</strong>isations) before<br />
and after starting infliximab treatment in 34 Crohn’s disease patients. Infliximab prescription markedly reduces the need<br />
for hospit<strong>al</strong>-stay by increasing the economic cost of treatment more than twice.<br />
P<strong>al</strong>abras clave: enfermedad de Crohn, infliximab, recursos sanitarios, costes<br />
Keywords: Crohn’s disease, infliximab, he<strong>al</strong>th-care resources, costs<br />
113 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Comentario<br />
En estos momentos nadie duda del impacto favorable<br />
de la disponibilidad de los agentes biológicos para el<br />
tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestin<strong>al</strong>.<br />
Sin embargo, el <strong>al</strong>cance re<strong>al</strong> de este efecto favorable todavía<br />
no se ha establecido con det<strong>al</strong>le tanto a nivel clínico<br />
(de la evolución a medio-largo plazo de la propia<br />
enfermedad) ni a nivel de costes socio-sanitarios.<br />
El estudio del grupo de la Dra. Cristina Saro es pionero<br />
en este aspecto en nuestro país, e intenta dar respuesta<br />
a <strong>al</strong>gunos de estos interrogantes.<br />
De forma glob<strong>al</strong>, se confirman las expectativas en relación<br />
a que infliximab reduce los ingresos hospit<strong>al</strong>arios<br />
y la necesidad de cirugía, pero a expensas de aumentar<br />
el gasto en fármaco y hospit<strong>al</strong> de día, lo que resultó (en<br />
este estudio) en un incremento de los costes de más del<br />
doble. Los propios autores asumen una serie de limitaciones<br />
de su estudio como el pequeño tamaño muestr<strong>al</strong><br />
(sólo se incluyeron 34 pacientes), la ausencia de un grupo<br />
control (si bien esto se corrigió en parte por el propio<br />
diseño del estudio en el que cada paciente actuaba<br />
de control propio antes/después de la administración de<br />
infliximab) o el hecho que sólo se tuviesen en cuenta los<br />
costes directos (lo cu<strong>al</strong> reduce probablemente la magnitud<br />
del impacto favorable de infliximab).<br />
Los resultados aportados son de gran ayuda y v<strong>al</strong>or, puesto<br />
que son los primeros de los que se dispone en España,<br />
pero merecen una lectura y reflexión detenidas. Uno de<br />
los datos indirectos del estudio es la elevada eficacia de<br />
infliximab en la enfermedad de Crohn lumin<strong>al</strong>, consiguiendo<br />
en esta serie una respuesta (parci<strong>al</strong> o completa)<br />
en más del 90% de los pacientes, lo cu<strong>al</strong> es muy superior<br />
a lo comunicado en estudios controlados, pero se h<strong>al</strong>la<br />
en la línea de muchos de los estudios abiertos o retrospectivos<br />
que reflejan la re<strong>al</strong>idad clínica diaria. En la enfermedad<br />
perian<strong>al</strong>, la respuesta se asemeja mucho a la<br />
descrita en los grandes estudios controlados, y confirma<br />
la reducción en la necesidad de drenaje de abscesos perian<strong>al</strong>es.<br />
Uno de los datos que pueden llevar a engaño es<br />
la reducción en la necesidad de tratamientos quirúrgicos.<br />
Si bien esto es cierto en términos gener<strong>al</strong>es, cuando se<br />
an<strong>al</strong>izan los datos de forma det<strong>al</strong>lada, esta reducción se<br />
produce a expensas de la reducción en drenaje de abscesos<br />
perian<strong>al</strong>es, pero no en otros tipos de cirugía (esenci<strong>al</strong>mente<br />
cirugía resectiva). Además, hay que tener en<br />
cuenta que una proporción considerable de pacientes ya<br />
habían sufrido resecciones intestin<strong>al</strong>es antes de ser tratados<br />
con infliximab, lo cu<strong>al</strong> per se ya reduce la probabilidad<br />
de nuevas resecciones en los siguientes 10 años. Otro<br />
aspecto que debe an<strong>al</strong>izarse en profundidad es el incremento<br />
en el coste de las exploraciones complementarias<br />
tras la introducción de infliximab; esto se produjo a expensas<br />
especi<strong>al</strong>mente de los controles an<strong>al</strong>íticos. Probablemente<br />
estos costes serían inferiores en la actu<strong>al</strong>idad,<br />
puesto que la experiencia nos indica que la necesidad de<br />
monitorización no debe diferir de la que se re<strong>al</strong>iza en los<br />
pacientes tratados con inmunomoduladores convencion<strong>al</strong>es.<br />
Por último, cabe preguntarse si la utilización de los<br />
nuevos anti-TNF de administración subcutánea podría<br />
cambiar los costes (no necesidad de hospit<strong>al</strong> de día, pero<br />
mayor número de dosis/año).<br />
E.D.<br />
Efficacy of an inhibitor of adhesion molecule expression<br />
(GI270384X) in the treatment of experiment<strong>al</strong> colitis<br />
Eficacia de un inhibidor de la expresión de molécula de adhesión (GI270384X)<br />
en el tratamiento de la colitis experiment<strong>al</strong><br />
Panés J, Aceituno M, Gil F, Miquel R, Piqué JM, S<strong>al</strong>as A, McLean P.<br />
American Journ<strong>al</strong> of Physiology-Gastrointestin<strong>al</strong> and Liver Physiology 2007; 293: 739-48.<br />
Hospit<strong>al</strong> Clínic. Barcelona. España<br />
Resumen<br />
Estudio que ev<strong>al</strong>úa el efecto de la molécula GI270384X, inhibidor de la expresión de moléculas de adhesión ICAM-1, VCAM-1 y E-<br />
selectina inducidas por citoquinas, en dos modelos de colitis experiment<strong>al</strong> (DSS y ratones deficientes en IL-10). La administración del<br />
fármaco sólo mostró reducción en los índices clínicos e histológicos (micro y macroscópico) en el grupo de colitis más leve inducida<br />
con DSS. Los efectos del fármaco parecen ser fundament<strong>al</strong>mente debidos a la inhibición de la expresión endoteli<strong>al</strong> de ICAM-1.<br />
Summary<br />
Study that ev<strong>al</strong>uates the effects of the molecule GI270384X, a inhibitor of cytokine-induced expression of the adhesion molecules<br />
ICAM-1, VCAM-1 and E-selectine, in two experiment<strong>al</strong> models of colitis in mice (DSS and IL-10 knock-out mice). Drug ad-<br />
114 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Publicaciones españolas en revistas internacion<strong>al</strong>es<br />
ministration reduced clinic<strong>al</strong> and histologic<strong>al</strong> (macro and microscopic) indexes only in those anim<strong>al</strong>s with a less severe DSS-induced<br />
colitis. These benefiti<strong>al</strong> effects seemed to be directly related to the inhibition of ICAM-1 endotheli<strong>al</strong> expression<br />
P<strong>al</strong>abras clave: colitis experiment<strong>al</strong>, moléculas de adhesión, enfermedad inflamatoria intestin<strong>al</strong>, ICAM-1, VCAM-1, selectinas<br />
Keywords: experiment<strong>al</strong> colitis, adhesion molecules, inflammatory bowel disease, ICAM-1, VCAM-1, selectines<br />
Comentario<br />
La irrupción de los agentes biológicos en el tratamiento<br />
de la <strong>EII</strong> ha supuesto una verdadera revolución y avance<br />
en el manejo de esta enfermedad. Las selectinas, las<br />
moléculas de adhesión y las integrinas, fundament<strong>al</strong>es<br />
en los fenómenos de rodamiento, adhesión <strong>al</strong> endotelio<br />
y posterior la migración de los leucocitos desde el torrente<br />
circulatorio a los tejidos y, por tanto, cruci<strong>al</strong>es en<br />
la perpetuación del daño tisular, se han incluido entre<br />
las distintas dianas terapéuticas de los agentes biológicos<br />
para la <strong>EII</strong>. Junto <strong>al</strong> riesgo de infecciones, la inmunogenicidad<br />
de estos fármacos supone uno de sus mayores<br />
limitaciones. El estudio que se comenta investiga<br />
la utilidad de una molécula que ha demostrado potentes<br />
efectos inhibidores de la expresión de moléculas de<br />
adhesión en estudios basados en células endoteli<strong>al</strong>es humanas,<br />
de forma similar a otras moléculas ya ev<strong>al</strong>uadas<br />
a nivel clínico en la <strong>EII</strong>, pero de menor tamaño, lo que<br />
teóricamente supondría una menor inmunogenicidad.<br />
Bajo esta premisa, los autores ev<strong>al</strong>uaron la eficacia en<br />
un trabajo que incluyó dos modelos distintos de colitis<br />
experiment<strong>al</strong> y diversos estudios de diseño complejo (incluyendo<br />
diversos grados de gravedad de la colitis inducida,<br />
grupos controles de colitis, grupos controles de<br />
tratamiento y grupos de tratamiento a distintas dosificaciones).<br />
De forma glob<strong>al</strong>, los resultados fueron negativos,<br />
aunque se obtuvieron efectos beneficiosos en un<br />
subgrupo de anim<strong>al</strong>es con una colitis menos grave. De<br />
todas formas, los modelos experiment<strong>al</strong>es de colitis, no<br />
reproducen de forma fiel lo que ocurre en la <strong>EII</strong> humana,<br />
por lo que los resultados obtenidos en estudios como<br />
el presente deben interpretarse con cautela.<br />
Por otra parte, estos resultados podrían considerarse superponibles<br />
a los que se han obtenido con anticuerpos<br />
monoclon<strong>al</strong>es dirigidos contra moléculas de adhesión<br />
en ensayos clínicos re<strong>al</strong>izados en pacientes con enfermedad<br />
de Crohn, lo que justifica que en la actu<strong>al</strong>idad<br />
no dispongamos de ningún fármaco aprobado para el<br />
tratamiento de la <strong>EII</strong> que se base en este mecanismo de<br />
acción. Todo ello indicaría que, si bien las moléculas de<br />
adhesión son, sin duda, importantes en la fisiopatología<br />
del proceso inflamatorio de estas enfermedades, no<br />
son cruci<strong>al</strong>es en todo el proceso y su modulación en la<br />
enfermedad ya establecida no parece seguirse de un<br />
efecto terapéutico marcado.<br />
E.D.<br />
Otros estudios publicados<br />
Afortunadamente, el número de trabajos españoles en revistas internacion<strong>al</strong>es va creciendo. Es posible que<br />
nos pasen desapercibidos trabajos, por lo que os rogamos que nos comuniquéis si conseguís una publicación<br />
internacion<strong>al</strong> (edomenech.germanstrias@gencat.net).<br />
Treatment cost of ulcerative colitis. Is apheresis with AdacolumnTM cost-effective?<br />
Panés J, Guilera M, Ginard D, Hinojosa J, González-Carro P, González-Lara V, Varea V, Domènech E, Badia X.<br />
Digestive Diseases and Sciences 2007;39:617-25.<br />
Guidelines on the diagnosis and management of iron deficiency and anemia in inflammatory bowel diseases<br />
Gasche Ch, Berstad A, Befrits R, Beglinger Ch, Dignass A, Erichsen K, Gomollón F*, Hjortswang H, Koutroubakis I,<br />
Kulnigg S, Oldenburg B, Rampton D, Schroeder O, Stein J, Travis S, Van Assche G. (* Hospit<strong>al</strong> Clínico Universitario<br />
Zaragoza).<br />
Inflammatory Bowel Diseases 2007;13:1545-53.<br />
Crohn’s disease: A review of current treatment with a focus on biologics<br />
Panés J, Gomollón F, Taxonera C, Hinojosa J, Clofent J, Nos P.<br />
Drugs 2007; 67: 2511-37.<br />
Dysplasia and cancer in inflammatory bowel disease 10 years after diagnosis: results of a population-based European<br />
collaborative follow-up study<br />
Katsanos KH, Vermeire S, Christodoulou DK, Riis L, Wolters F, Odes S, Freitas J, Hoite O, Beltrami M, Fornaciari G,<br />
Clofent J*, Bodini P, Vatn M, Nunes PB, POUM B, Munkholm P, Limonard C, Stockbrugger R, Rutgeerts P, Tsianos<br />
EV; EC-IBD Study Group. (*Hospit<strong>al</strong> Universitario de Vigo).<br />
Digestion 2007;75:113-21.<br />
115 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
RESUMEN DE ARTÍCULOS RELEVANTES<br />
A. López San Román<br />
Hospit<strong>al</strong> Ramón y Caj<strong>al</strong>. Madrid. España<br />
Noninvasive markers in the assessment of intestin<strong>al</strong><br />
inflammation in inflammatory bowel diseases: performance<br />
of fec<strong>al</strong> lactoferrin, c<strong>al</strong>protectin, and PMN-elastase, CRP,<br />
and clinic<strong>al</strong> indices<br />
Marcadores no invasivos en la v<strong>al</strong>oración de la inflamación intestin<strong>al</strong> en las<br />
enfermedades inflamatorias intestin<strong>al</strong>es: idoneidad de la lactoferrina, la<br />
c<strong>al</strong>protectina y la elastasa de PMN fec<strong>al</strong>es, PCR e índices clínicos.<br />
Langhorst J, Elsenbruch S, Koelzer J, Rueffer A, Mich<strong>al</strong>sen A, Dobos GJ.<br />
Am J Gastroenterol 2008;103:162-9<br />
Resumen<br />
Se quiso comparar la idoneidad de diversos marcadores en pacientes con enfermedad inflamatoria intestin<strong>al</strong> (<strong>EII</strong>), en cuanto a<br />
la diferenciación entre <strong>EII</strong> activa e inactiva y entre éstas y el síndrome de intestino irritable (SII).<br />
También se estudió su correlación con el aspecto endoscópico y si su combinación con índices de actividad mejoraba el poder<br />
diagnóstico de la endoscopia. Se estudiaron 139 pacientes. Aquellos con colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn activas presentaban<br />
v<strong>al</strong>ores más <strong>al</strong>tos de elastasa de PMN, c<strong>al</strong>protectina y lactoferrina fec<strong>al</strong>es, y de proteína C reactiva en suero, tanto<br />
frente a <strong>EII</strong> inactiva como frente a síndrome de intestino irritable (p < 0,05). La mayor exactitud diagnóstica en la enfermedad<br />
de Crohn la tuvo la c<strong>al</strong>protectina (81,4%), y la lactoferrina en la colitis ulcerosa (83,3%). Todos los marcadores fec<strong>al</strong>es fueron<br />
mejores que la proteína C reactiva. La combinación de éstos con los índices de actividad tuvo mejor capacidad diagnóstica que<br />
la endoscopia en la colitis ulcerosa.<br />
Summary<br />
The aim was to compare the performance of sever<strong>al</strong> markers in patients with inflammatory bowel diseases (IBD), to address<br />
whether they can differentiate active and inactive IBD patients and IBD from irritable bowel syndrome (IBS), to see if they correlate<br />
with endoscopic severity of inflammation and to study whether their combination with activity indices may increase the<br />
diagnostic accuracy as compared to endoscopy. The authors assessed markers in 139 patients. Active UC or CD patients showed<br />
significantly higher fec<strong>al</strong> lactoferrin, c<strong>al</strong>protectin <strong>al</strong>nd PMN elastase, as well as serum-CRP, compared to patients with inactive<br />
inflammation as well as patients with IBS (<strong>al</strong>l P < 0.05). C<strong>al</strong>protectin showed the highest diagnostic accuracy in CD (81.4%),<br />
and lactoferrin in UC (83.3%). All fec<strong>al</strong> markers are superior to CRP in their diagnostic accuracy. A combination of stool markers<br />
with CRP and activity index can increase the diagnostic accuracy of endoscopy in UC.<br />
P<strong>al</strong>abras clave: enfermedad inflamatoria intestin<strong>al</strong>, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, lactoferrina, c<strong>al</strong>protectina, proteína<br />
C reactiva, elastasa de polimorfonucleares<br />
Keywords: inflammatory bowel disease, ulcerative colitis, Crohn’s disease, lactoferrin, c<strong>al</strong>protectin, C reactive protein, polymorphonuclear<br />
elastase<br />
Comentarios<br />
A todos los que vemos pacientes con enfermedad inflamatoria<br />
intestin<strong>al</strong> nos resulta obvio que las tácticas<br />
actu<strong>al</strong>es para decidir quién tiene inflamación activa y<br />
quién no, no son perfectas.<br />
La clínica, y más concretamente los índices clínicos, marcan<br />
un panorama tremendamente confuso. En la enfermedad<br />
de Crohn, el todopoderoso CDAI se correlaciona<br />
m<strong>al</strong> con la presencia re<strong>al</strong> de inflamación (1) . En la colitis<br />
ulcerosa, muchos de los índices más populares no están<br />
116 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
v<strong>al</strong>idados. Si a mí me preguntaran, en cuanto a índices,<br />
diría que prefiero, en el Crohn, el Harvey-Bradshaw, y en<br />
la colitis, el Índice Simple. Pero no son del todo buenos.<br />
La proteína C reactiva, con ser el mejor marcador sérico<br />
de inflamación, dista también mucho de ser perfecto (3) .<br />
Y la endoscopia tiene la desventaja de la invasividad, sin<br />
olvidar que en un porcentaje <strong>al</strong>to de los casos de enfermedad<br />
de Crohn las lesiones no son accesibles a ella.<br />
Por otra parte, en el tratamiento de personas con <strong>EII</strong> es<br />
cruci<strong>al</strong> decidir acerca de la presencia de inflamación,<br />
tanto con propósitos diagnósticos (diferenciación de<br />
cuadros funcion<strong>al</strong>es) como terapéuticos (decisión hacia<br />
una u otra terapia en función del grado de actividad, y<br />
su seguimiento) (4,5) .<br />
Una aproximación interesante ha sido el estudio de la<br />
presencia en heces de una u otra proteína que se asocia<br />
a la presencia de inflamación digestiva. Han sido varias<br />
las candidatas, pero destacan la elastasa de polimorfonucleares<br />
(E-PMN), la lactoferrina (LF) y la c<strong>al</strong>protectina<br />
(CP). La teoría dice que, <strong>al</strong> proceder de todo<br />
el intestino, reflejan mejor el glob<strong>al</strong> de inflamación.<br />
El v<strong>al</strong>or de estas proteínas fec<strong>al</strong>es se ha estudiado por<br />
diversos investigadores, pero con resultados discordantes.<br />
Los autores del presente artículo adoptan una aproximación<br />
bien germánica, ev<strong>al</strong>uando en 140 pacientes<br />
consecutivos con síndrome de intestino irritable, enfermedad<br />
de Crohn o colitis ulcerosa una batería con endoscopia,<br />
biopsias, índices de actividad (CAI-Rachmilewitz<br />
en la colitis ulcerosa y CDAI en la enfermedad de<br />
Crohn), proteína C reactiva, LF, E-PMN y CP.<br />
La comprensión y complejidad de sus resultados requieren<br />
una lectura det<strong>al</strong>lada del artículo, pero podemos<br />
transmitir una serie de datos interesantes:<br />
• Como ya era conocido, los marcadores fec<strong>al</strong>es diferencian<br />
síndrome de intestino irritable y enfermedad<br />
inflamatoria intestin<strong>al</strong>, incluso aunque esta se encuentre<br />
inactiva.<br />
• En la enfermedad inflamatoria intestin<strong>al</strong> activa, los<br />
marcadores fec<strong>al</strong>es están más elevados que en la inactiva.<br />
• La proteína C reactiva no es sensible para la presencia<br />
de inflamación endoscópica, pero en todo caso lo es<br />
más en la colitis ulcerosa.<br />
• El índice de Rachmilewitz-CAI se correlaciona mejor<br />
con la actividad endoscópica en la colitis ulcerosa de<br />
lo que lo hace el CDAI en el Crohn.<br />
• En cuanto a los marcadores fec<strong>al</strong>es, la c<strong>al</strong>protectina se<br />
comportó mejor como predictor de inflamación en la<br />
enfermedad de Crohn, y la lactoferrina en la colitis ulcerosa.<br />
• La combinación de un índice clínico, marcadores fec<strong>al</strong>es<br />
y proteína C reactiva, puede llegar a un 95% de<br />
predicción en la colitis ulcerosa.<br />
En resumen, este artículo pone en su sitio un hecho que<br />
está claro: carecemos, aún hoy por hoy, de un método<br />
no invasivo que se comporte bien a la hora de predecir<br />
la presencia y la intensidad de la inflamación intestin<strong>al</strong><br />
en un individuo. En días en los que se habla de la importancia<br />
de la curación mucosa como objetivo primario<br />
de los tratamientos de la enfermedad inflamatoria<br />
intestin<strong>al</strong>, esto sería muy interesante. Esperemos que<br />
estudios similares a los de estos compañeros <strong>al</strong>emanes<br />
terminen por ofrecernos el panel idóneo para este propósito.<br />
De momento, quizás es mejor que cada uno empleemos<br />
nuestra combinación de un índice clínico, un<br />
marcador sérico y, a la vista de estos resultados, también<br />
un marcador fec<strong>al</strong>, en el estudio y tratamiento de pacientes<br />
con enfermedad inflamatoria intestin<strong>al</strong>. Para<br />
ello, me permito recomendar encarecidamente la lectura<br />
de las citas que siguen.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
1. Cellier C, Sahmoud T, Froguel E, et <strong>al</strong>. Correlations between clinic<strong>al</strong> activity,<br />
endoscopic severity, and biologic<strong>al</strong> parameters in colonic or ileocolonic<br />
Crohn’s disease. A prospective multicentre study of 121 cases. Gut<br />
1994;35:231-5.<br />
2. D’Haens G, Sandborn W, Feagan BG, Geboes K, Hanauer SB, Irvine J, Lemann<br />
M. A review of activity indices and efficacy end points for clinic<strong>al</strong><br />
tri<strong>al</strong>s of medic<strong>al</strong> therapy in adults with ulcerative colitis. Gastroenterology<br />
2007;132:763-86.<br />
3. Nielsen OH, Vainer B, Madsen SM, et <strong>al</strong>. Established and emerging biologic<strong>al</strong><br />
activity markers of inflammatory bowel disease. Am J Gastroenterol<br />
2000;95:359-67.<br />
4. Gisbert JP, González-Lama Y, Maté J. Papel de los marcadores biológicos<br />
en la enfermedad inflamatoria intestin<strong>al</strong>. Gastroenterol Hepatol<br />
2007;30(3):117-29.<br />
5. Vermeire S, Van Assche G, Rutgeerts P. Laboratory markers in IBD: useful,<br />
magic, or unnecessary toys? Gut 2006;55;426-31.<br />
117 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
ENFERMEDADES ASOCIADAS<br />
Anemia en la enfermedad inflamatoria intestin<strong>al</strong> crónica<br />
J. P<strong>al</strong>au Pérez<br />
Servicio de Hematología. Hospit<strong>al</strong> Universitario La Fe. V<strong>al</strong>encia. España<br />
Resumen<br />
La anemia es una complicación frecuente en pacientes con enfermedad inflamatoria intestin<strong>al</strong> (EICI) y tiene un impacto significativo<br />
en su c<strong>al</strong>idad de vida. Las causas más frecuentes de anemia en la EICI son la ferropenia, debida a pérdidas digestivas,<br />
y la anemia de las enfermedades crónicas, consecuencia del estado inflamatorio de la propia enfermedad. Otras causas son<br />
poco frecuentes. El diagnóstico preciso de la anemia en estos pacientes pasa por una correcta interpretación de los parámetros<br />
de laboratorio. Para su tratamiento disponemos de diferentes preparados de hierro or<strong>al</strong> e intravenoso, así como activadores<br />
de la eritropoyesis como la eritropoyetina humana recombinante.<br />
Summary<br />
Anemia is a frequent complication in patients with inflammatory bowel disease (IBD) and it has a significant impact of the qu<strong>al</strong>ity<br />
of life of affected patients. The most important caus<strong>al</strong> conditions are iron deficiency, resulting from intestin<strong>al</strong> bleeding, and<br />
anemia of chronic disease, the consequence of inflammatory status of IBD. Another causes are uncommon. Accurate diagnostic<br />
of anemia in these patients requires a correct interpretation of laboratory tests. Treatment of anemia in IBD is based in different<br />
or<strong>al</strong> or intravenous iron preparations and in erythropoietic agents as recombinant human erythropoietin.<br />
P<strong>al</strong>abras clave: anemia, enfermedad inflamatoria intestin<strong>al</strong>, enfermedad de Crohn, eritropoyesis, hierro, eritropoyetina<br />
Keywords: anemia, inflammatory bowel disease, Crohn’s disease, erythropoiesis, iron, erythropoietin<br />
Introducción<br />
La anemia es una complicación frecuente en los pacientes<br />
con Enfermedad Inflamatoria Crónica Intestin<strong>al</strong> (EICI).<br />
Los estudios publicados durante la última década en los<br />
que se hace referencia a aspectos epidemiológicos muestran<br />
una prev<strong>al</strong>encia que oscila entre el 6 y el 60% (1-5) ,<br />
aunque comparaciones históricas parecen demostrar<br />
una incidencia decreciente en nuestros días (6) .<br />
Esta gran prev<strong>al</strong>encia hace que se tienda a considerar<br />
la anemia como una complicación menor y, por lo tanto,<br />
su detección y tratamiento no suele considerarse una<br />
prioridad. Sin embargo, lo cierto es que afecta gravemente<br />
a la c<strong>al</strong>idad de vida de los pacientes, a sus funciones<br />
cognitivas, a la capacidad labor<strong>al</strong> y sexu<strong>al</strong> y puede,<br />
eventu<strong>al</strong>mente, llevar <strong>al</strong> desarrollo de otros problemas<br />
relacionados, como hemocromatosis o infecciones<br />
víricas postransfusion<strong>al</strong>es, por lo que su reconocimiento<br />
precoz y su tratamiento efectivo deberían ser prioridades<br />
en el manejo glob<strong>al</strong> de los pacientes con EICI (7-8) .<br />
Etiología<br />
Las causas de la anemia en la EICI pueden ser varias, actuando<br />
por separado o conjuntamente, pero las más frecuentemente<br />
implicadas son la deficiencia de hierro y<br />
la anemia de las enfermedades crónicas (Tabla I) (9-12) .<br />
Anemia<br />
Aunque cada paciente puede percibir los síntomas de<br />
la anemia de manera diferente, la Organización Mundi<strong>al</strong><br />
de la S<strong>al</strong>ud (OMS) define anemia como una concentración<br />
de hemoglobina en sangre
Tabla I. Etiología de la anemia asociada a la EICI<br />
Causas muy habitu<strong>al</strong>es<br />
Causas menos<br />
habitu<strong>al</strong>es<br />
Causas muy raras<br />
Anemia ferropénica<br />
Anemia de las enfermedades crónicas<br />
Déficit de vitamina B12<br />
Déficit de ácido fólico<br />
Fármacos: s<strong>al</strong>icilatos, análogos<br />
de las purinas<br />
Anemia aplásica<br />
Hemólisis<br />
pensada con una cantidad similar procedente de la dieta.<br />
Cuando se producen pérdidas mayores que los aportes,<br />
como en el caso de las dos causas más frecuentes de<br />
ferropenia, las pérdidas menstru<strong>al</strong>es y las pérdidas de<br />
sangre asociadas a enfermedades gastrointestin<strong>al</strong>es, se<br />
produce una progresiva disminución de las reservas férricas<br />
en nuestro organismo. En los pacientes con EICI<br />
los fenómenos de pérdida gastrointestin<strong>al</strong> son muy acusados<br />
y los más determinantes de la ferropenia, aunque<br />
se añaden otros más específicos como el uso frecuente<br />
de dietas pobres en hierro y las posibles <strong>al</strong>teraciones específicas<br />
en la absorción (13) . Estas últimas tienen poco impacto,<br />
excepto en situaciones en las que el tramo digestivo<br />
afectado por la enfermedad es el superior (duodeno<br />
o yeyuno proxim<strong>al</strong>), ya que es <strong>al</strong>lí donde se produce<br />
la absorción fisiológica del hierro.<br />
El hierro es fundament<strong>al</strong> para la eritropoyesis y un componente<br />
esenci<strong>al</strong> en la molécula de hemoglobina. Cuando<br />
se produce una disminución de este elemento, la hemoglobinización<br />
de los hematíes queda dañada y los<br />
glóbulos rojos que s<strong>al</strong>en a la circulación son anorm<strong>al</strong>es,<br />
en primer lugar, y anorm<strong>al</strong>es y escasos posteriormente.<br />
Este es el fundamento de la anemia microcítica e hipocroma<br />
de origen ferropénico.<br />
Además, el hierro forma parte esenci<strong>al</strong> de otros enzimas,<br />
especi<strong>al</strong>mente en células del sistema inmunitario<br />
y mucosas, por lo que la ferropenia también produce<br />
síntomas no necesariamente relacionados con la anemia:<br />
<strong>al</strong>teraciones en el crecimiento de las faneras (uñas<br />
quebradizas y caída capilar), <strong>al</strong>teraciones en la regeneración<br />
de las mucosas (importante factor en pacientes<br />
con EICI), cef<strong>al</strong>eas, <strong>al</strong>teraciones del sueño, disminución<br />
de la libido o disfunción eréctil, todas ellas determinantes<br />
en la disminución de la c<strong>al</strong>idad de vida percibida<br />
por los pacientes.<br />
Anemia de las Enfermedades Crónicas (AEC)<br />
La AEC es la causa más frecuente de anemia entre los<br />
pacientes hospit<strong>al</strong>izados y se desarrolla en pacientes con<br />
enfermedades en las que hay una activación crónica de<br />
la inmunidad celular: infecciones crónicas, enfermedades<br />
inflamatorias inmunes o cáncer (14) .<br />
Aunque en la EICI no existen estudios epidemiológicos<br />
que nos den una adecuada información de la prev<strong>al</strong>encia<br />
de este tipo de anemia, se podría establecer que<br />
está presente entre un 11% y un 42%, por lo que es<br />
considerada la segunda causa de anemia entre estos<br />
pacientes (5) .<br />
De una manera genérica podemos afirmar que este tipo<br />
de anemia está mediada por acción de mecanismos inmunitarios<br />
en los que las citoquinas y las células del sistema<br />
retículo-endoteli<strong>al</strong> inducen cambios en la homeos -<br />
tasis del hierro, en la proliferación de los progenitores<br />
eritroides, en la producción de eritropoyetina (EPO) y<br />
en la vida media de los hematíes. El factor más determinante<br />
es el aumento de la captación de hierro circulante<br />
por el sistema retículo-endoteli<strong>al</strong>, lo que lleva a<br />
una disminución de la eritropoyesis por f<strong>al</strong>ta de disponibilidad<br />
de hierro (14) .<br />
Otras causas menos frecuentes: déficit<br />
de vitamina B12 y de ácido fólico y anemia<br />
inducida por fármacos<br />
La vitamina B12 o cob<strong>al</strong>amina y el ácido fólico son coenzimas<br />
que intervienen en multitud de reacciones bioquímicas<br />
y son determinantes en la síntesis de ADN. El<br />
déficit de vitamina B12 en los pacientes con EICI no ha<br />
sido bien estudiado pero en los estudios más recientes<br />
su prev<strong>al</strong>encia no es mayor de un 4% (4) . El déficit de esta<br />
vitamina puede ser común en pacientes con afectación<br />
ile<strong>al</strong> o en aquellos que han sufrido una resección amplia<br />
del ileon. No obstante, su impacto en el grado de<br />
anemia es irregular, ya que los requerimientos diarios<br />
de vitamina B12 oscilan entre 1 y 3 μg, mientras que las<br />
reservas del organismo pueden ser de unos 5 mg, por lo<br />
que las manifestaciones clínicas del déficit de esta sustancia<br />
son siempre muy tardías.<br />
La deficiencia de ácido fólico en los pacientes con EICI<br />
es más frecuente que la de vitamina B12. Su absorción<br />
se produce en el duodeno y yeyuno y puede encontrase<br />
disminuida por déficit en la dieta, m<strong>al</strong>absorción y especi<strong>al</strong>mente<br />
por interacción con fármacos ocasion<strong>al</strong>mente<br />
utilizados en el tratamiento de la EICI, como sulfas<strong>al</strong>azina<br />
y metotrexato. Como los depósitos de folatos<br />
son menores, las manifestaciones clínicas por este<br />
déficit se ven más pronto que las producidas en el déficit<br />
de vitamina B12.<br />
Por otra parte, <strong>al</strong>gunos de los fármacos utilizados para<br />
el tratamiento de la EICI pueden producir <strong>al</strong>teraciones<br />
en la hemopoyesis o pequeños grados de hemólisis, lo<br />
que debe ser tenido en cuenta a la hora de ev<strong>al</strong>uar la<br />
anemia. Así, azatioprina y 6-mercaptopurina, análogos<br />
de las purinas, tienen un efecto mielosupresor (15) , aunque<br />
la anemia relacionada con el uso de estos fármacos<br />
no es muy frecuente si se manejan adecuadamente. El<br />
riesgo que estos fármacos tienen de producir aplasia<br />
está en relación con los niveles bajos de actividad de la<br />
tiopurina metiltransferasa (TPMT), definida genéticamente<br />
(16-18) .<br />
La sulfas<strong>al</strong>azina ha sido relacionada con disminución en<br />
la producción de hematíes o con aumento de su destrucción<br />
(hemólisis), mientras que la mes<strong>al</strong>azina se ha relacionado<br />
con pancitopenia, aunque parece que la inci-<br />
119 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
dencia de estos efectos adversos es extremadamente<br />
baja (19,20) .<br />
Anecdóticamente se ha postulado que una de las causas<br />
de la anemia de la EICI puede ser la hemólisis inmune,<br />
mediada por autoanticuerpos o desencadenada por<br />
el uso de anticuerpos como infliximab.<br />
Diagnóstico<br />
B<strong>al</strong>ance inici<strong>al</strong> diagnóstico en un paciente con EICI<br />
Dado que las posibilidades de desarrollar anemia en el<br />
contexto de EICI son elevadas, todo paciente con este<br />
diagnóstico debería ser estudiado con una batería inici<strong>al</strong><br />
de pruebas que nos indiquen de una manera precoz<br />
cuál es su situación hematológica. Esto permitirá establecer<br />
una política adecuada de profilaxis de la anemia<br />
en aquellos pacientes que aún no la han desarrollado<br />
y un tratamiento lo más precoz posible en pacientes<br />
con ferropenia o anemia bien establecidas.<br />
Se debe hacer una anamnesis dirigida a reconocer los<br />
síntomas de anemia o ferropenia y una exploración que<br />
ponga de manifiesto signos como la taquicardia, la taquipnea<br />
u otros menos habitu<strong>al</strong>es. Sin embargo, el diagnóstico<br />
preciso pasa por una adecuada interpretación<br />
de los datos de laboratorio. Así, los parámetros hematológicos<br />
que inici<strong>al</strong>mente debemos conocer de un paciente<br />
con EICI son: hemograma con recuento celular<br />
que incluya todos los parámetros corpusculares (VCM,<br />
HCM), índice de reticulocitos, hierro sérico, ferritina sérica,<br />
transferrina y su saturación, niveles de vitamina B12<br />
y ácido fólico. Adicion<strong>al</strong>mente pueden ser útiles la determinación<br />
del receptor soluble de la transferrina y los<br />
niveles séricos de EPO.<br />
Con la combinación de todos estos parámetros podemos<br />
hacer un diagnóstico bastante preciso de la situación<br />
hematológica de nuestro paciente.<br />
Hemograma<br />
Esenci<strong>al</strong> para el diagnóstico de anemia: concentración<br />
de hemoglobina en sangre
Enfermedades asociadas<br />
Tabla II. V<strong>al</strong>ores esperados de los parámetros de laboratorio en la anemia<br />
Parámetro Anemia ferropénica AEC Ambas<br />
Hemoglobina ↓ ↓ ↓<br />
VCM ↓ N N ó ↓<br />
Reticulocitos ↓ ↓ ↓<br />
Hierro sérico ↓ ↓ ↓<br />
Ferritina ↓ N ó ↑ N ó ↓<br />
Transferrina ↑ N ó ↓ ↓<br />
Saturación transferrina ↓ ↓ ↓<br />
CTCH* ↑ ↑ ↑<br />
sTfR** ↑ N ó ↓ N ó ↑<br />
sTfR / log ferritina Alto, >2 Bajo, 2<br />
Niveles de citoquinas Norm<strong>al</strong>es Aumentados Aumentados<br />
* Capacidad tot<strong>al</strong> de captación de hierro por la transferrina.<br />
** Receptor soluble de la transferrina.<br />
ferrina asociado a la membrana celular y aumenta con<br />
las necesidades celulares de hierro (ferropenia) y en la<br />
proliferación celular (hemopoyesis). En contraste, en<br />
la AEC los niveles del sTfR suelen permanecer norm<strong>al</strong>es<br />
o bajos, porque la expresión del receptor de membrana<br />
de la transferrina está inhibido por las citoquinas<br />
inflamatorias. Así, el patrón en la AEC es ferritina<br />
norm<strong>al</strong> o <strong>al</strong>ta y sTfR norm<strong>al</strong> o bajo, mientras que si se<br />
asocia ferropenia, la ferritina estará disminuida y los<br />
niveles del sTfR <strong>al</strong>tos.<br />
Se ha sugerido otro parámetro que puede ser útil en el<br />
empeño de afinar el diagnóstico diferenci<strong>al</strong>: el ratio entre<br />
sTfR y el logaritmo de la concentración de ferritina.<br />
V<strong>al</strong>ores menores de 1 sugieren AEC mientras que v<strong>al</strong>ores<br />
por encima de 2 son indicativos de anemia ferropénica<br />
acompañada de AEC (21) .<br />
Niveles séricos de vitamina B12 y ácido fólico<br />
Reflejan el grado de disponibilidad de estas vitaminas<br />
y es útil su conocimiento para establecer el diagnóstico<br />
etiológico adecuado y para instaurar profilaxis o tratamiento<br />
de manera precoz.<br />
Niveles de eritropoyetina<br />
Los niveles de EPO norm<strong>al</strong>mente aumentan con el grado<br />
de anemia, aunque permanecen norm<strong>al</strong>es con cifras<br />
de hemoglobina hasta 10 g/dL. Por ello, su determinación<br />
puede ser de ayuda pero no es prioritaria.<br />
La Tabla II resume los resultados esperados de los parámetros<br />
diagnósticos en la anemia ferropénica, la AEC y<br />
en situaciones en las que la etiología es mixta. La Figura<br />
1 muestra un <strong>al</strong>goritmo sencillo para el diagnóstico<br />
diferenci<strong>al</strong> entre anemia ferropénica, AEC y situaciones<br />
mixtas.<br />
Tratamiento<br />
Una vez establecido el correcto diagnóstico del estado<br />
hematológico del paciente, la actitud será diferente en<br />
función de si lo que tratamos de hacer es profilaxis de<br />
la anemia, en pacientes en riesgo de desarrollarla, si tratamos<br />
una situación de ferropenia o si debemos corregir<br />
una anemia ya establecida que puede presentar diferentes<br />
grados.<br />
Pacientes con EICI que no han desarrollado anemia<br />
ni ferropenia<br />
En pacientes con EICI, sin anemia y sin ferropenia, la actitud<br />
debe ser exclusivamente profiláctica: establecer una<br />
dieta apropiada, con suficiente aporte de hierro, vitamina<br />
B12 y ácido fólico y plantear un plan de seguimiento<br />
de la enfermedad que incluya el control de los parámetros<br />
hematológicos que nos permitan detectar precozmente<br />
los posibles cambios. Por su parte, el tratamiento<br />
específico de la EICI será especi<strong>al</strong>mente útil para prevenir<br />
la AEC. De todos modos será útil recordar que, aunque<br />
se insiste en la reeducación de los pacientes para<br />
modificar sus hábitos dietéticos, norm<strong>al</strong>mente éstos ya<br />
han organizado su dieta teniendo más en cuenta sus síntomas<br />
digestivos que los que pudieran derivarse de un<br />
aporte escaso de hierro. Por ello, parece más productivo<br />
introducir suplementos de hierro que intentar cambios<br />
dietéticos, norm<strong>al</strong>mente con poca aceptación.<br />
Los pacientes con déficit de vitamina B12 o ácido fólico<br />
deben ser tratados con el aporte de estos elementos en<br />
dosis suficiente hasta que se consiga una recuperación<br />
de los v<strong>al</strong>ores hematimétricos.<br />
Pacientes con ferropenia o anemia ya instaurada<br />
(ferropénica o AEC)<br />
De manera glob<strong>al</strong>, el tratamiento va dirigido a corregir<br />
la deficiencia de hierro y a modificar los mecanismos<br />
que producen la AEC, por ello, además de la evolución<br />
favorable que la anemia de la EICI tendrá <strong>al</strong> aplicar el<br />
correcto tratamiento a la enfermedad de base, en pacientes<br />
con ferropenia o anemia ya instaurada la actitud<br />
debe ser terapéutica ya desde el inicio, con diferentes<br />
grados de intensidad, en función la gravedad del<br />
cuadro. Para ello disponemos de dos grandes grupos de<br />
121 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Figura 1. Algoritmo para el diagnóstico diferenci<strong>al</strong> de las causas más frecuentes de anemia en pacientes con EICI.<br />
fármacos: hierro en cu<strong>al</strong>quiera de sus formas de administración,<br />
or<strong>al</strong> o intravenosa, y los llamados activadores<br />
de la eritropoyesis como la eritropoyetina recombinante<br />
y sus derivados y análogos.<br />
Preparaciones a base de hierro<br />
• Preparaciones or<strong>al</strong>es de suplementos de hierro<br />
Norm<strong>al</strong>mente los preparados disponibles son s<strong>al</strong>es ferrosas<br />
(sulfato ferroso, gluconato ferroso o fumarato<br />
ferroso). Todos estos preparados suelen absorberse<br />
parci<strong>al</strong>mente en la parte <strong>al</strong>ta del tubo digestivo, mientras<br />
que el elemento no absorbido pasa sin modificarse<br />
<strong>al</strong> resto del intestino, donde favorece la formación<br />
de radic<strong>al</strong>es hidroxilo. Este efecto produce una<br />
sintomatología gastrointestin<strong>al</strong> inespecífica: náuseas,<br />
vómitos, diarrea o dolor abdomin<strong>al</strong> que en muchas<br />
ocasiones lleva <strong>al</strong> paciente a dejar de tomar el fármaco<br />
(22) . Los radic<strong>al</strong>es hidroxilo pueden dañar los tejidos,<br />
especi<strong>al</strong>mente cuando ya existe un componente de inflamación,<br />
como es el caso de la EICI. Algunos estudios<br />
apoyan que estos efectos secundarios descritos<br />
pueden ser más intensos en los pacientes con EICI que<br />
entre la población gener<strong>al</strong> y, por lo tanto, la tasa de<br />
abandonos del tratamiento es mayor. Asimismo, su<br />
absorción también está disminuida en estos pacientes<br />
y su distribución posterior es anóm<strong>al</strong>a y no se dirige<br />
como debiera <strong>al</strong> compartimento hemopoyético. Por<br />
todo ello, el uso de preparados de hierro por vía or<strong>al</strong><br />
está menos recomendado en pacientes con EICI y sólo<br />
parece que tengan un papel en situaciones de ferropenia<br />
leve. Conviene recordar que el hierro or<strong>al</strong> favorece<br />
la carcinogénesis colónica en modelos anim<strong>al</strong>es<br />
de colitis, extremo que no ha podido ser demostrado<br />
en humanos (23,24) .<br />
Para tratar de evitar estos inconvenientes, se han diseñado<br />
otros tipos de preparados de hierro or<strong>al</strong>: el hierro<br />
hémico, el trim<strong>al</strong>tol férrico y los complejos de hierro con<br />
polim<strong>al</strong>tosa, también disponibles en el mercado.<br />
• Preparaciones de hierro para administración IV<br />
Ya en los años setenta se sugirió la utilidad del hierro<br />
IV en el tratamiento de la anemia de la EICI (25) . Sin embargo,<br />
los primeros estudios significativos no se re<strong>al</strong>izaron<br />
hasta principios de los noventa, la mayoría de<br />
ellos re<strong>al</strong>izados con hierro sacarosa (26-30) . En la actu<strong>al</strong>idad<br />
no hay mucha evidencia sobre la mayor eficacia del<br />
hierro IV frente <strong>al</strong> hierro or<strong>al</strong>. El único estudio <strong>al</strong>eatorizado<br />
que se ha re<strong>al</strong>izado mostró una respuesta similar<br />
en términos de aumento de hemoglobina en ambos<br />
grupos de pacientes (31) . Otros estudios no <strong>al</strong>eatorizados<br />
han demostrado una mejor tolerancia del hierro<br />
IV (27) . Existen disponibles varios preparados de hierro IV:<br />
- Hierro dextrano. Se trata de un complejo con un tamaño<br />
molecular elevado (100-500 kDa), muy estable,<br />
por lo que permite ser usado en grandes dosis.<br />
Puede producir graves reacciones anafilácticas, por<br />
122 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Enfermedades asociadas<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
μ<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
* Los pacientes con niveles de EPO bajos o con niveles del receptor soluble de la transferrina bajos también son candidatos <strong>al</strong> tratamiento combiando con hierro IV y EPO.<br />
Figura 2. Algoritmo para el tratamiento de la anemia en el paciente con EICI.<br />
lo que su uso ha estado siempre controvertido y muy<br />
limitado (28) .<br />
- Hierro gluconato. Complejo con una rápida capacidad<br />
de degradación, que libera el hierro hacia las proteínas<br />
plasmáticas. Puede ser tóxico <strong>al</strong> saturar la capacidad<br />
de la transferrina y provocar en el paciente un cuadro<br />
de daño endoteli<strong>al</strong> (síndrome de fuga capilar) con<br />
náuseas, hipotensión, taquicardia y disnea, secundaria<br />
a edema pulmonar, así como edemas en miembros.<br />
- Hierro sacarosa. La molécula es mucho menor que la<br />
de hierro dextrano. Se trata del preparado del que<br />
se tienen más datos acerca de su seguridad, ya que<br />
existe una amplia experiencia en su uso y no se han<br />
comunicado reacciones <strong>al</strong>érgicas importantes. Ha sido<br />
bien tolerado incluso en pacientes que han tenido<br />
reacciones con el hierro dextrano. Su único inconveniente<br />
es la necesidad de re<strong>al</strong>izar infusiones repetidas,<br />
ya que no puede administrarse más de 500 mg<br />
(7mg/kg de peso) en una sola dosis. Dosis más <strong>al</strong>tas<br />
pueden provocar hipotensión, taquicardia y disnea.<br />
La dosis más habitu<strong>al</strong> suele ser la de 200 mg dos veces<br />
por semana durante las dos primeras semanas para<br />
disminuir a una sola dosis seman<strong>al</strong>. Norm<strong>al</strong>mente tras<br />
una dosis acumulada de 2 g, obtenemos una respuesta<br />
hasta en un 75% de los pacientes. Con este preparado<br />
hay experiencia de uso con seguridad en el primer<br />
trimestre del embarazo y tras el parto (10) .<br />
- Carboxim<strong>al</strong>tosa férrica. Se trata de un compuesto de<br />
reciente aparición que puede ser administrado en<br />
dosis <strong>al</strong>tas y parece que ha demostrado un incremento<br />
rápido de la hemoglobina, un aumento de los<br />
depósitos de hierro y una muy buena tolerancia entre<br />
los pacientes con EICI (32) .<br />
Fármacos estimuladores de la eritropoyesis<br />
• Eritropoyetinas recombinantes, activador continuo del<br />
receptor de la eritropoyetina y análogos eritropoyéticos.<br />
La eritropoyetina humana es una hormona glicoprotéica<br />
secretada por el riñón y su aumento fisiológico está<br />
determinado por el descenso de los niveles de oxigenación<br />
en los tejidos. Algunos estudios han encontrado que<br />
pacientes con EICI, sin anemia, tenían niveles de EPO superiores<br />
a los de la población norm<strong>al</strong> (34,35) . No obstante, la<br />
producción de EPO parece inadecuada en relación con el<br />
grado de anemia cuando ésta se presenta en la EICI. El<br />
fundamento para el uso de EPO en pacientes con anemia<br />
de enfermedades crónicas está en la búsqueda de<br />
que dosis superiores a las fisiológicas puedan vencer la<br />
inhibición de la eritropoyesis que producen las diferentes<br />
citoquinas que actúan en la inflamación (36) .<br />
123 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Actu<strong>al</strong>mente hay tres fármacos eritropoyéticos disponibles<br />
para uso habitu<strong>al</strong>: Epoyetina-α, Epoyetina-β y<br />
Darbopoyetina-α. Se diferencian en la afinidad por el<br />
receptor de la eritropoyetina y en su vida media sérica<br />
(más larga en la Darbopoyetina), lo que hace posible<br />
el desarrollo de diferentes pautas terapéuticas (37) .<br />
• Eritropoyetina humana recombinante. Tanto la Epoyetina-α<br />
como la Epoyetina-β o la Darbopoyetina-α actúan<br />
en el receptor de membrana de la eritropoyetina<br />
humana y provocan una cascada de acontecimientos<br />
que desembocan en un aumento de la eritropoyesis.<br />
Existen dos ensayos clínicos <strong>al</strong>eatorizados que confieren<br />
una evidencia de grado A <strong>al</strong> uso de EPO para el tratamiento<br />
de la anemia de enfermedad crónica en EICI (26,38) .<br />
Su uso, no obstante, se ha acompañado siempre de la<br />
administración concomitante de suplementos de hierro.<br />
Como el uso aislado de hierro intravenoso (hierro sacarosa)<br />
ha mostrado unos buenos resultados en el tratamiento<br />
de la anemia, el uso de EPO suele reservarse a<br />
pacientes en los que hay una resistencia <strong>al</strong> tratamiento<br />
con hierro o en los que se prevé que pueda producirse.<br />
En este sentido. se han identificado unos factores predictivos<br />
de f<strong>al</strong>lo a la respuesta <strong>al</strong> uso de hierro: niveles<br />
bajos de EPO, de transferrina y de su receptor soluble.<br />
En pacientes con estas características puede estar indicado<br />
a priori el uso de EPO junto a hierro IV (26) .<br />
Actu<strong>al</strong>mente están en fase de estudio otros fármacos<br />
estimuladores de la eritropoyesis como el Activador Continuo<br />
del Receptor de la EPO que ya ha pasado los ensayos<br />
en fase III (su princip<strong>al</strong> interés es la biodisponibilidad<br />
prolongada de 3-4 semanas) o los análogos de la<br />
EPO, que son péptidos o proteínas que actúan en el receptor<br />
de la eritropoyetina (39,40) .<br />
Pautas terapéuticas en pacientes con anemia en EICI<br />
De un modo práctico, podemos concluir que el tratamiento<br />
de la anemia en los pacientes con EICI pasa por<br />
diferentes fases en función de la intensidad de la misma.<br />
Desde profilaxis con cuidados dietéticos y aporte de suplementos<br />
en las situaciones de carencias leves, hasta el<br />
uso concomitante de hierro intravenoso y eritropoyetina<br />
recombinante en los casos más graves y refractarios<br />
a tratamientos de menor intensidad. La Figura 2 muestra<br />
un <strong>al</strong>goritmo de tratamiento de la anemia en la EICI.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
1. Ershler WB, Chen K, Reyes EB, Dubois R. Economic burden of patients<br />
with anemia in selected diseases. V<strong>al</strong>ue He<strong>al</strong>th 2005; 8: 629-38.<br />
2. Ebinger M, Leidl R, Thomas S, Von Tirpitz C, Reinshagen M, Adler G, Konig<br />
HH. Cost of outpatient care in patients with inflammatory bowel disease<br />
in a German University Hospit<strong>al</strong>. J Gastroenterol Hepatol 2004; 19:<br />
192-9.<br />
3. Lakatos L, Pandur T, David G, B<strong>al</strong>ogh Z, Kuronya P, Tollas et <strong>al</strong>. Association<br />
of extraintestin<strong>al</strong> manifestations of inflammatory bowel disease in a<br />
province of western Hungary with disease phenotype: results of a 25-year<br />
follow-up study. World J Gastroenterol 2003; 9: 2300-7.<br />
4. Oldenburg B, Koningsberger JC, Van Berge Henegouwen GP, Van Asbeck<br />
BS, Marx JJ. Iron and inflammatory bowel disease. Aliment Pharmacol Ther<br />
2001; 15: 429-38.<br />
5. Revel-Vilk S, Tamary H, Broide E, Zoldan M, Dinari G, Zahavi I et <strong>al</strong>. Serum<br />
transferrin receptor in children and adolescents with inflammatory bowel<br />
disease. Eur J Pediatr 2000; 159: 585-9.<br />
6. Vijverman A, Piront P, Belaiche J, Louis E. Evolution of the prev<strong>al</strong>ence and<br />
characteristics of anemia in inflammatory bowel diseases between 1993<br />
and 2003. Acta Gastroenterol Belg 2006 Jan-Mar;69(1):1-4.<br />
7. Pizzi LT, Weston CM, Goldfarb NI, Moretti D, Cobb N, Howell JB et <strong>al</strong>. Impact<br />
of chronic conditions on qu<strong>al</strong>ity of life in patients with inflammatory<br />
bowel diseases. Inflamm Bowel Dis 2006; 12: 47-52.<br />
8. Wells CW, Lewis S, Barton JR, Corbett S. Effects on changes in haemoglobin<br />
level on qu<strong>al</strong>ity of life and cognitive function in with inflammatory<br />
bowel diseases. Inflamm Bowel Dis 2006; 12: 123-30.<br />
9. Gasche C. Anemia in IBD: the overlooked villain. Inflamm Bowel Dis<br />
2000;6:142-50.<br />
10. Gasche C, Lomer MC, Cavill I, Weiss G. Iron, anemia, and inflammatory<br />
bowel disease. Gut 2004; 53: 1190-7.<br />
11. Schreiber S, Wedel S. Diagnosis and treatment of anemia in inflammatory<br />
bowel disease. Inflamm Bowel Dis 1997; 3: 204-16.<br />
12. Wilson A, Reyes E, Ofman J. Prev<strong>al</strong>ence and outcomes of anemia in inflammatory<br />
bowel disease: a systematic review of the literature. Am J Med<br />
2004; 116 (Suppl. 7A): 44S-9S.<br />
13. Lomer MC, Kodjabashia K, Hutchinson C, Greenfield SM, Thompson RP,<br />
Powell JJ. Intake of dietary iron is low in patients with Crohn’s disease: a<br />
case-control study. Br J Nutr 2004; 91: 141-8.<br />
14. Weiss G, Goodnough LT. Anemia of chronic disease. N Eng J Med 2005;<br />
352: 1011-23.<br />
15. Nielsen OH, Vainer B, Rask-Madsen J. Review article: The treatment of inflammatory<br />
bowel disease with 6-mercaptopurine or azathioprine. Aliment<br />
Pharmacol Ther 2001; 15: 1699-708.<br />
16. Siegel CA, Sands BE. Review article: Practic<strong>al</strong> management of inflammatory<br />
bowel disease patients taking immunomodulators. Aliment Pharmacol<br />
Ther 2005; 22: 1-16.<br />
17. Sies C, Florkowski C, George P, Gearry R, Barclay M, Harraway J et <strong>al</strong>. Measurement<br />
of thiopurine methyl transferase activity guides dose-initiation<br />
and prevents toxicity fron azathioprine. N Z Med J 2005; 118: U1324.<br />
18. Sayani FE, Prosser C, Bailey RJ, Jacobs P, Fedorak NR. Thiopurine methyl<br />
transferase enzyme activity determination before treatment of inflammatory<br />
bowel disease with azathioprine: effect on cost and adverse events.<br />
Can J Gastroenterol 2005; 19: 147-51.<br />
19. Taffet SL, Das KM. Sulfas<strong>al</strong>azine. Adverse effects and desensitization. Diag<br />
Dis Sci 2983; 28: 833-42.<br />
20. Kotanagi H. Ito M Koyama K, Chiba M. Pancytopenia associated with 5-<br />
aminos<strong>al</strong>icylic acid use in a patient with Crohn’s disease. J Gastroenterol<br />
1998; 33: 571-4.<br />
21. Punnonen K, Irj<strong>al</strong>a K, Rajamaki A. Serum transferrin receptor and its ratio<br />
to serum ferritin in the diagnosis of iron deficiency. Blood 1997; 89:<br />
1052-7.<br />
22. Kulnigg S, Gasche C. Systematic review: managing anaemia in Crohn’s<br />
disease. Aliment Pharmacol Ther 2006; 24: 1507-23.<br />
124 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Enfermedades asociadas<br />
23. Carrier JC, Aghdassi E, Jeejeebhoy K, Allard JP. Exacerbation of dextran<br />
sulphate sodium-induced colitis by dietary iron supplementation: role of<br />
NF-kappaB. Int J Colorect<strong>al</strong> Dis 2006; 21: 381-7.<br />
24. Seril DN, Liao J, Ho KL, Warsi A, Yang CS, Yang GY. Dietary iron supplementation<br />
enhances DSS-induced colitis and associated colorect<strong>al</strong> carcinoma<br />
development in mice. Dig Dis Sci 2002; 47: 1266-78.<br />
25. Bartels U, Pedersen NS, Jarnum S. Iron absorption and serum ferritin in<br />
chronic inflammatory bowel disease. Scand J Gastroenterol 1978; 13:<br />
649-56.<br />
26. Gasche C, W<strong>al</strong>dhoer T, Feichtenschlager T, M<strong>al</strong>e C, Mayer A, Mittermaier<br />
C et <strong>al</strong>. Prediction of response to iron sucrose in inflammatory bowel disease-associated<br />
anemia. Am J Gastroenterol 2001; 96: 2382-7.<br />
27. Erichsen K, Ulvik RJ, Nysaeter G, Johansen J, Ostborg J, Berstad A et <strong>al</strong>.<br />
Or<strong>al</strong> ferrous fumarate or intravenous iron sucrose for patients with inflammatory<br />
bowel disease. Scand J Gastroenterol 2005; 40: 1058-65.<br />
28. Bodemar G, Kechagias S, Almer S, Danielson BG. Treatment of anemia in<br />
inflammatory bowel disease with iron sucrose. Scand J Gastroenterol 2004;<br />
39: 454-8.<br />
29. Gasché C, Dejaco C, W<strong>al</strong>dhoer T, Tillinger W, Reinisch W, Fueger GF et <strong>al</strong>.<br />
Intravenous iron and erythropoietin for anemia associated with Crohn disease.<br />
A randomized, controlled tri<strong>al</strong>. Ann Intern Med 1997; 126: 782-7.<br />
30. Schroder O, Schrott M, Blumenstein I, Jahnel J, Dignass AU, Stein J. A<br />
study for the ev<strong>al</strong>uation of safety and tolerability of intravenous high-dose<br />
iron sucrose in patients with iron deficiency anemia due to gastrointestin<strong>al</strong><br />
bleeding. Z Gastroenterol 2004; 42: 663-7.<br />
31. Schröder O, Mickisch O, Seidler U, de Weerth A, Dignass AU, Herfarth H<br />
et <strong>al</strong>. Intravenous iron sucrose vs. or<strong>al</strong> iron supplementation for the treatment<br />
of iron deficiency anemia in patients with inflammatory bowel disease.<br />
A randomized, controlled, open-label multicenter study. Am J Gastroenterol<br />
2005; 100: 2503-9.<br />
32. Kulnigg S, Rumyantsev V, Stoinov S, Simanenkov V, Levchenko E, Karnafel<br />
W et <strong>al</strong>. A novel intravenous iron formulation for treatment of anemia<br />
in IBD: The Ferinject randomidez, controlled tri<strong>al</strong>. Gastroenterology 2007;<br />
132 (Suppl 2): S501-S2.<br />
33. Mamula P, Piccoli DA, Peck SN, Markowitz JE, B<strong>al</strong>dassano RN. Tot<strong>al</strong> dose intravenous<br />
infusion of iron dextran for iron-deficiency anemia in children with<br />
inflammatory bowel disease. J Pediatr Gastroenterol Nutr 2002; 34: 286-90.<br />
34. Tsitsika A, Stamoulakatou A, Kafritsa Y, P<strong>al</strong>eologos G, Panayotou I, Premetis<br />
E, et.<strong>al</strong>. Erytrhropoietin levels in children and adolescents with inflammatory<br />
bowel disease. J Pediatr Hemtol Oncol 2005; 27: 93-6.<br />
35. Demirturk L, Hulagu S, Yaylaci M, Altin M, Ozel M. Serum erytrhropoietin<br />
levels in patients with severe anemia secondary to inflammatory bowel<br />
disease and the use of recombinant erythropoietin in patients with<br />
anemia refractory to treatment. Dis Colon Rectum 1995; 38: 896-897.<br />
36. Tsiolakidou G, Koutroubakis IE. Stimulating erythropoiesis in inflammatory<br />
bowel disease associated anemia. World J Gastroenterol 2007; 13:<br />
4798-806.<br />
37. Vanrenterghem Y, Barany P, Mann JF, Kerr PG, Wilson J, Baker NF et <strong>al</strong>.<br />
Randomized tri<strong>al</strong> of darbepoetin <strong>al</strong>fa for treatment of ren<strong>al</strong> anemia at a<br />
reduced dose frequency compared with rHuEPO in di<strong>al</strong>ysis patients. Kidney<br />
Int 2002; 62: 2167-75.<br />
38. Schreiber S, How<strong>al</strong>dt S, Schnoor M, Nikolaus S, Bauditz J, Gasché C et <strong>al</strong>.<br />
Recombinant erythropoietin for the treatment of anemia in inflammatory<br />
bowel disease. N Engl J Med 1996; 334: 619-23.<br />
39. MacDoug<strong>al</strong>l IC. CERA (Continuous Erythropoietin Receptor Activator): a<br />
new erythropoiesis-stimulating agent fir the treatment of anemia. Curr<br />
Hematol Rep 2005; 4: 436-40.<br />
40. Kochendoerfer GG, Chen SY, Mao F, Cressman S, Traviglia S, Shao H, et<br />
<strong>al</strong>. Design and chemic<strong>al</strong> synthesis of a homogeneous polymer-modified<br />
erythropoiesis protein. Science 2003; 299: 884-7.<br />
125 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
TERAPÉUTICA BREVE<br />
O. García-Bosch, E. Ricart<br />
Departamento de Gastroenterología. Hospit<strong>al</strong> Clínic. Barcelona. España<br />
Tacrolimus en la enfermedad inflamatoria intestin<strong>al</strong><br />
Introducción<br />
El tacrolimus es un macrólido aislado del Streptomyces<br />
tsukubaensis con actividad inmunosupresora del que se<br />
posee amplia experiencia en la prevención del rechazo<br />
en pacientes sometidos a trasplante hepático y ren<strong>al</strong>.<br />
Sin embargo, su eficacia en la enfermedad inflamatoria<br />
intestin<strong>al</strong> (<strong>EII</strong>) no está bien definida. Su mecanismo de<br />
acción, aunque no completamente conocido, es similar<br />
<strong>al</strong> de la ciclosporina y actúa como un inhibidor de la c<strong>al</strong>cineurina<br />
dando lugar a una disminución en la producción<br />
de IL-2 (1) .<br />
La potencia del tacrolimus es 100 veces superior a la de<br />
la ciclosporina, tiene un inicio de acción rápido (entre 2<br />
y 5 días) y menos efectos secundarios que la ciclosporina,<br />
incluyendo convulsiones e hiperplasia gingiv<strong>al</strong>. El<br />
ajuste de dosis se re<strong>al</strong>iza mediante la medición de niveles<br />
plasmáticos y de su toxicidad y, aunque es un aspecto<br />
controvertido, se establece como nivel terapéutico<br />
una concentración plasmática de 5-15 ng/ml (2) .<br />
Experiencia clínica con tacrolimus en la <strong>EII</strong><br />
Hasta el momento sólo existe en la literatura un estudio<br />
controlado que ev<strong>al</strong>úe específicamente la eficacia<br />
de tacrolimus en la enfermedad de Crohn (EC) fistulizante<br />
(3) .<br />
Recientemente, ha sido publicado un metanálisis que<br />
recoge 22 estudios no controlados, que incluyen un tot<strong>al</strong><br />
de 286 pacientes (163 pacientes con colitis ulcerosa,<br />
108 pacientes con EC, 5 pacientes con colitis indeterminada<br />
y 10 pacientes con resevoritis) en el que se an<strong>al</strong>izan<br />
los resultados de tacrolimus en distintos escenarios<br />
de la <strong>EII</strong> (4) .<br />
En un estudio controlado en el que se ev<strong>al</strong>uó la eficacia<br />
de tacrolimus en el tratamiento de la EC fistulizante,<br />
se incluyeron 48 pacientes con enfermedad perian<strong>al</strong><br />
o fístulas enterocutáneas que fueron randomizados a<br />
recibir tacrolimus o placebo durante 10 semanas (3) . Todos<br />
ellos recibían tratamiento concomitante con azatioprina<br />
u otros inmunosupresores.<br />
Los pacientes tratados con tacrolimus presentaron una<br />
mejoría significativamente superior a la de los pacientes<br />
tratados con placebo (43% vs 8%, respectivamente);<br />
sin embargo, no hubo diferencias en cuanto <strong>al</strong> cierre<br />
completo de las fístulas o remisión entre ambos grupos.<br />
En el metanálisis previamente citado (4) se incluyeron un<br />
tot<strong>al</strong> de 56 pacientes con EC fistulizante tratados con<br />
tacrolimus de los cu<strong>al</strong>es 18 pacientes recibían tratamiento<br />
concomitante con antibióticos y 25 pacientes con azatioprina/6-mercaptopurina.<br />
En estos estudios no controlados<br />
se obtuvo un cierre completo de fístulas en el<br />
37% de los pacientes y un cierre parci<strong>al</strong> en el 40%.<br />
La eficacia de tacrolimus ha sido ev<strong>al</strong>uada en un tot<strong>al</strong><br />
de 40 pacientes con EC inflamatoria corticodependiente<br />
y corticorrefractaria en varios estudios abiertos no<br />
controlados, obteniendo remisión en el 67% de los pacientes<br />
y respuesta parci<strong>al</strong> en el 15%. No existen estudios<br />
que comparen la eficacia de tacrolimus con infliximab<br />
en el tratamiento de la EC inflamatoria y fistulizante.<br />
El metanálisis recoge un tot<strong>al</strong> de 83 pacientes con colitis<br />
ulcerosa (CU) refractaria a tratamiento convencion<strong>al</strong><br />
tratados con tacrolimus. El 53% de los pacientes obtuvo<br />
remisión clínica y el 20,5% una respuesta parci<strong>al</strong>. Es<br />
difícil, sin embargo, v<strong>al</strong>orar la eficacia de tacrolimus a<br />
largo plazo en esta población de pacientes dado que<br />
casi el 60% de estos pacientes recibían tratamiento concomitante<br />
con otros inmunosupresores y el tiempo de<br />
seguimiento fue corto. No existe en la literatura ningún<br />
estudio que compare la eficacia de tacrolimus y ciclosporina<br />
en el tratamiento del brote agudo grave corticorrefractario<br />
ni tampoco ninguno que compare la eficacia<br />
de tacrolimus e infliximab en el manejo de la CU<br />
refractaria.<br />
Recientemente han sido publicadas tres series no incluidas<br />
en el metaanálisis que ev<strong>al</strong>úan la eficacia de tacrolimus<br />
en pacientes con <strong>EII</strong> refractaria. Olmedo y cols (5)<br />
incluyeron 19 pacientes con <strong>EII</strong> moderada-grave (13 CU<br />
y 6 EC). El tiempo medio de tratamiento con tacrolimus<br />
fue de 11 y 15 meses para CU y EC, respectivamente. A<br />
las 24 semanas el 50% de los pacientes con CU y el 33%<br />
de los pacientes con EC presentaron remisión clínica. La<br />
retirada de corticoides se logró en un 55% y 60%, respectivamente.<br />
Baumgart y cols (6) ev<strong>al</strong>uaron la eficacia de tacrolimus a<br />
largo plazo en 53 pacientes (40 CU, 11 EC, 2 pacientes<br />
con reservoritis crónica). La duración media del tratamiento<br />
fue de 25 meses con un seguimiento medio de<br />
39±4,1 meses. Los pacientes con CU presentaron remisión<br />
y respuesta clínica en el 45% y 32,5%, respectivamente<br />
a los 30 días. A largo plazo (tiempo definido por<br />
ev<strong>al</strong>uación de la eficacia <strong>al</strong> fin<strong>al</strong>izar el tratamiento o<br />
bien el último día de seguimiento bajo tratamiento) el<br />
126 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
67,5% de los pacientes estaban en remisión clínica y el<br />
47,5% habían suspendido el tratamiento con corticoides.<br />
La supervivencia media libre de colectomía fue de<br />
104,8±15,5 meses.<br />
En este estudio, el 91% de los pacientes con EC obtuvo<br />
respuesta a los 30 días, sin lograr la remisión en ningún<br />
caso. Sin embargo, a largo plazo, el 54,5% de los pacientes<br />
estaba en remisión y un 44,4% de los pacientes<br />
habían suspendido el tratamiento con corticoides. Los<br />
dos pacientes con reservoritis obtuvieron una respuesta<br />
clínica y uno <strong>al</strong>canzó la remisión tras 3 meses de tratamiento.<br />
Ng y cols (7) incluyeron 12 pacientes con EC, 6 pacientes<br />
con CU y 1 paciente con reservoritis crónica refractarios<br />
a inmunosupresores. A destacar que 9 pacientes de esta<br />
serie habían recibido tratamiento previo con infliximab<br />
y/o ad<strong>al</strong>imumab. Tras 4 semanas de tratamiento con tacrolimus<br />
el 83% de los pacientes con EC, el 67% de los<br />
pacientes con CU y el paciente con reservoritis presentaron<br />
respuesta clínica. Tras un seguimiento medio de<br />
5 meses, el 42% de los pacientes con EC y el 50% de los<br />
pacientes con CU estaban en remisión clínica. En esta<br />
serie, 4 pacientes (21%) suspendieron el tratamiento<br />
por efectos adversos.<br />
Efectos adversos<br />
Los efectos adversos son frecuentes, gener<strong>al</strong>mente leves<br />
y la mayoría se resuelven con la suspensión o reducción<br />
de dosis del fármaco. Los efectos secundarios<br />
más frecuentes incluyen los neurológicos (25-36%), especi<strong>al</strong>mente<br />
temblor, parestesias o cef<strong>al</strong>ea, y los gastrointestin<strong>al</strong>es<br />
(6-13%) princip<strong>al</strong>mente dolor abdomin<strong>al</strong>,<br />
náuseas, vómitos y diarrea. No se ha descrito ningún<br />
caso de infección oportunista u otras infecciones<br />
graves ni muerte en pacientes con <strong>EII</strong> tratados con tacrolimus.<br />
Veintisiete de los pacientes incluidos en el metaanálisis<br />
(30% respecto a<br />
la bas<strong>al</strong>. En todos los casos se recuperó una función ren<strong>al</strong><br />
norm<strong>al</strong> tras ajustar la dosis de tacrolimus. En el metaanálisis<br />
se describen efectos adversos graves en 9 pacientes<br />
(3,2%) siendo dos de ellos de carácter hematológico.<br />
Conclusiones<br />
Los datos expuestos previamente sugieren la eficacia de<br />
tacrolimus en el tratamiento de la <strong>EII</strong> refractaria a tratamientos<br />
convencion<strong>al</strong>es, con un perfil de seguridad<br />
aceptable, <strong>al</strong> menos a corto plazo. Sin embargo, estos<br />
resultados deben tomarse con cautela ya que se trata<br />
de series abiertas no controladas, muchas de ellas retrospectivas,<br />
con criterios de ev<strong>al</strong>uación distintos, y heterogeneidad<br />
tanto en cuanto a las características de los<br />
pacientes como en cuanto a los tratamientos médicos<br />
concomitantes.<br />
Deben, por tanto, re<strong>al</strong>izarse estudios prospectivos controlados<br />
que ev<strong>al</strong>úen de forma adecuada, a corto y a<br />
largo plazo, la eficacia y seguridad de tacrolimus en las<br />
distintas situaciones clínicas de la <strong>EII</strong> y que lo comparen<br />
con los tratamientos ya establecidos.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
1. Plosker GL, Foster R. Tacrolimus. A further update of its pharmacology<br />
and therapeutic use in the management of organ transplantation. Drugs<br />
59:333-4.<br />
2. Ogata H, Matsui T, Nakamura M, Takazoe M, Suzuki Y, Hibi T. A randomized<br />
dose finding study of or<strong>al</strong> tacrolimus (FK506) therapy in refractory<br />
ulcerative colitis. Gut 2006;55:1255-62.<br />
3. Sandborn WJ, Present DH, Isaacs KL, Wolf DC, Greenberg E, Hanauer SB, et<br />
<strong>al</strong>. Tacrolimus for the treatment of fistulas in patients with Crohn´s disease:<br />
a randomized, placebo-controlled tri<strong>al</strong>. Gastroenterology 2003; 125:380-8.<br />
4. Gonz<strong>al</strong>ez-Lama Y, Perez-.Gisbert J, Mate J. The role of tacrolimus in inflammatory<br />
bowel disease: a systematic review. Dig Dis Sci 2006;51:1833-40.<br />
5. Olmedo R, Jiménez Pérez M, Marín García D, Amo Trillo V, Perez-Olivares<br />
J, Romero Blasco B. Tacrolimus en el tratamiento de la enfermedad inflamatoria<br />
intestin<strong>al</strong> refractaria moderada-grave. Gastroenterología y Hepatología<br />
2006; 6:327-33.<br />
6. Baumgart DC, Pintotoffl JP, Sturm A, Wiedenmann B, Dignass AU. Tacrolimus<br />
is safe and effective in patients with severe steroid-refractory or steroid-dependent<br />
inflammatory bowel disease: a long-term follow-up. Am<br />
J of Gastroenterology 2006;101:1048-56.<br />
7. Ng SC, Arebi N, Kamm MA. Medium-term results of or<strong>al</strong> tacrolimus treatment<br />
in refractory inflammatory bowel disease. Inflammatory Bowel Disease<br />
2007;13:129-34.<br />
127 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
LECTURA CRÍTICA DE LA LITERATURA<br />
J.L. Pérez C<strong>al</strong>le 1 , J. P. Gisbert 2<br />
1<br />
Unidad de Aparato Digestivo. Fundación Hospit<strong>al</strong> de Alcorcón. Madrid. España<br />
2<br />
Servicio de Digestivo. Hospit<strong>al</strong> Universitario de la Princesa. Madrid. España<br />
Ad<strong>al</strong>imumab induction therapy for Crohn disease previously<br />
treated with infliximab: a randomized tri<strong>al</strong><br />
Terapia de inducción con ad<strong>al</strong>imumab para la enfermedad de Crohn tratada<br />
previamente con infliximab: un ensayo <strong>al</strong>eatorizado.<br />
Sandborn WJ, Rutgeerts P, Enns R, Hanauer SB, Colombel JF, Panaccione R, D’Haens<br />
G, Li J, Rosenfeld MR, Kent JD, Pollack PF.<br />
Ann Intern Med 2007; 146(12): 829-38<br />
Resumen<br />
Este ensayo clínico, denominado GAIN (Gauging Ad<strong>al</strong>imumab efficacy in Infliximab Nonresponders), es un estudio multicéntrico,<br />
prospectivo, randomizado, controlado con placebo, para v<strong>al</strong>orar la eficacia de un tratamiento de inducción con ad<strong>al</strong>imumab<br />
en pacientes con enfermedad de Crohn moderada-grave tratados previamente con infliximab, con pérdida de respuesta<br />
o con intolerancia a esta medicación. El estudio GAIN es el primer estudio controlado con placebo de cu<strong>al</strong>quier enfermedad de<br />
origen inmune en el que se ev<strong>al</strong>úa la eficacia de un segundo anti-TNF cuando ha fracasado el primero. La variable princip<strong>al</strong> de<br />
v<strong>al</strong>oración fue la remisión determinada por el CDAI en la cuarta semana. Variables secundarias fueron la disminución de 70 y<br />
de 100 puntos (o más) del CDAI bas<strong>al</strong>. El 21% de los pacientes tratados con ad<strong>al</strong>imumab <strong>al</strong>canzaron la remisión frente <strong>al</strong> 7%<br />
de los pacientes tratados con placebo (p
efectos adversos (1) . La aparición de anticuerpos frente a<br />
infliximab (ATI) puede mediar en parte en los procesos<br />
de disminución de la eficacia (2) . Se ha ev<strong>al</strong>uado la posibilidad<br />
de tratar este grupo de pacientes con un anti-TNF-α<br />
completamente humano, ad<strong>al</strong>imumab (ADA), con la hipótesis<br />
de una mayor eficacia debido a una ausencia de<br />
interacción con los ATIs y a una menor inmunogenicidad<br />
y por lo tanto menor número de reacciones adversas. Esta<br />
hipótesis se basa en los resultados favorables de respuesta<br />
en pacientes previamente tratados con IFX dentro del estudio<br />
CHARM (3) como en los distintos estudios abiertos<br />
publicados hasta la fecha (4-9) . Sin embargo ningún ensayo<br />
clínico controlado había v<strong>al</strong>orado específicamente la eficacia<br />
del cambio de biológico (denominado por los anglosajones<br />
“switch”), en pacientes con perfil de pérdida<br />
de respuesta o efectos adversos a IFX. En este artículo<br />
aplicaremos la metodología propuesta por el grupo CASP<br />
(Critic<strong>al</strong> Apprais<strong>al</strong> Skills Programme o programa de habilidades<br />
en lectura crítica) para ev<strong>al</strong>uar la v<strong>al</strong>idez, la pertinencia<br />
y aplicabilidad a nuestro medio del estudio GAIN.<br />
¿Se orienta el ensayo clínico a una pregunta<br />
claramente definida?<br />
Sí. La población en estudio fueron pacientes con enfermedad<br />
de Crohn moderada-grave tratados con IFX y con<br />
pérdida de respuesta o con intolerancia. Sin embargo,<br />
tanto la determinación de la respuesta inici<strong>al</strong> como la<br />
de pérdida de respuesta dependían del investigador, no<br />
se basaron en v<strong>al</strong>ores cuantitativos (no se definieron por<br />
un índice de actividad) y se an<strong>al</strong>izaron de forma retrospectiva.<br />
La pérdida de respuesta a IFX se ha definido en<br />
estudios previos de cambio de biológico de forma más<br />
estricta, es decir, como la ausencia de mejoría pese a doblar<br />
dosis de IFX o disminuir el interv<strong>al</strong>o de tratamiento<br />
<strong>al</strong> menos a 6 semanas (5) . La inclusión de pacientes con<br />
respuestas atenuadas a IFX con criterios laxos de pérdida<br />
de respuesta puede determinar un sesgo a favor del<br />
biológico comparado, <strong>al</strong> ser más probable la respuesta<br />
en estos pacientes que en los pacientes tratados con placebo.<br />
La intervención re<strong>al</strong>izada fue la administración de ADA<br />
a dosis decrecientes (160 mg/80 mg) o placebo para la<br />
inducción de remisión a la cuarta semana.<br />
¿Fue <strong>al</strong>eatoria la asignación de los pacientes<br />
a los tratamientos?<br />
Sí. La secuencia de <strong>al</strong>eatorización fue generada por un<br />
ordenador centr<strong>al</strong> con asignación de números por paciente<br />
de forma consecutiva mediante un sistema remoto<br />
interactivo de voz. Se mantuvo oculta la secuencia<br />
de <strong>al</strong>eatorización para todo el person<strong>al</strong> del estudio<br />
incluido el del laboratorio implicado.<br />
¿Fueron adecuadamente considerados<br />
hasta el fin<strong>al</strong> del estudio todos los pacientes<br />
que entraron en él?<br />
Sí. Se an<strong>al</strong>izan pormenorizadamente los pacientes ev<strong>al</strong>uados<br />
y excluidos y sus causas, los pacientes que discontinuaron<br />
el tratamiento y los motivos del mismo. Se<br />
re<strong>al</strong>izó un análisis “por intención de tratar” de todos<br />
los pacientes <strong>al</strong>eatorizados. Las pérdidas durante el seguimiento<br />
se refirieron y justificaron con det<strong>al</strong>le.<br />
¿Se mantuvieron ciegos <strong>al</strong> tratamiento<br />
los pacientes, los clínicos y el person<strong>al</strong><br />
del estudio?<br />
SÍ. Los pacientes y los clínicos implicados en el estudio<br />
así como el person<strong>al</strong> del laboratorio responsable del mismo<br />
desconocían en todo momento la asignación de tratamientos.<br />
El comité de monitorización de datos intermedios<br />
también permaneció ciego a la asignación de<br />
pacientes.<br />
¿Fueron similares los grupos <strong>al</strong> comienzo<br />
del ensayo?<br />
Sí. No hubo diferencias significativas en ambos grupos<br />
respecto a las características de los pacientes y la enfermedad,<br />
PCR bas<strong>al</strong>, motivo de inclusión en el estudio (pérdida<br />
de respuesta a IFX 52% frente a 48% para placebo<br />
y ADA respectivamente, intolerancia a IFX 57% frente<br />
a 60% respectivamente), presencia de anticuerpos<br />
frente a IFX (<strong>al</strong>rededor de un 35% para ambos grupos),<br />
y medicación concomitante. La mitad de los pacientes<br />
en ambos grupos estaban en tratamiento con un inmunosupresor<br />
<strong>al</strong> iniciar el estudio.<br />
¿Al margen de la intervención en estudio<br />
los grupos fueron tratados de igu<strong>al</strong> modo?<br />
Sí. Los pacientes de ambos grupos precisaron del mismo<br />
número de visitas, 2 semanas antes del tratamiento<br />
y a las semanas 0, 1, 2 y 4.<br />
¿Cuán grande fue el efecto del tratamiento?<br />
La variable princip<strong>al</strong> de v<strong>al</strong>oración en este estudio fue<br />
la remisión clínica determinada por un CDAI < 150 a la<br />
semana 4. Se consideraron análisis secundarios la proporción<br />
de pacientes en la semana 4 con disminución<br />
del CDAI de 70 y de 100 puntos, la puntuación tot<strong>al</strong> en<br />
el cuestionario de c<strong>al</strong>idad de vida (IBDQ), el v<strong>al</strong>or de la<br />
proteína C reactiva, la mejoría en el número de fístulas<br />
(disminución de un 50% en el número de fístulas activas<br />
en las semana 2 y 4 con respecto <strong>al</strong> v<strong>al</strong>or bas<strong>al</strong>) y la<br />
remisión de las fístulas (cierre de todas las fístulas en las<br />
semana 2 y 4 con respecto <strong>al</strong> v<strong>al</strong>or bas<strong>al</strong>)<br />
La tasa de remisión en el grupo de tratamiento fue del<br />
21% comparado con el 7% del grupo placebo, diferencia<br />
estadísticamente significativa (p
una gran utilidad clínica <strong>al</strong> permitirnos comparar el beneficio<br />
de distintos tratamientos utilizados en la misma<br />
enfermedad. En este caso el NNT c<strong>al</strong>culado por nosotros<br />
(NNT es el inverso de la RAR) es de 8, es decir, es<br />
necesario tratar a 8 pacientes con ADA, en lugar de<br />
con placebo, para conseguir la remisión en un paciente<br />
adicion<strong>al</strong>. En el caso de un tratamiento con potenci<strong>al</strong>es<br />
efectos adversos y de <strong>al</strong>to coste, este v<strong>al</strong>or del<br />
NNT matiza la eficacia demostrada de forma aislada<br />
con el v<strong>al</strong>or “p”.<br />
En el caso de pacientes con enfermedad fistulosa no se<br />
encontraron diferencias en las tasas de mejoría y remisión,<br />
en cuanto <strong>al</strong> cierre de las fístulas en ambos grupos,<br />
si bien esta variable es una variable secundaria del estudio<br />
y el número de pacientes tratados con esta condición<br />
no es el adecuado para demostrar diferencias significativas.<br />
¿Cómo es la precisión de la estimación<br />
del efecto del tratamiento?<br />
El elevado número de pacientes incluidos en el estudio<br />
permiten obtener un interv<strong>al</strong>o de confianza relativamente<br />
estrecho para todos los v<strong>al</strong>ores de RAR aportados,<br />
en este caso un IC 95% de 6,7 a 21,6 para la RAR<br />
de la tasa de remisión. El interv<strong>al</strong>o de confianza del NNT<br />
c<strong>al</strong>culado por nosotros fue de 5 a 15 para un interv<strong>al</strong>o<br />
de confianza del 95%.<br />
¿Pueden aplicarse estos resultados en tu medio<br />
o población loc<strong>al</strong>?<br />
Sí. Desafortunadamente las tasas de pérdida de respuesta<br />
e intolerancia <strong>al</strong> IFX son también <strong>al</strong>tas en nuestro medio<br />
lo que obliga a una estrategia terapéutica <strong>al</strong>ternativa.<br />
El estudio abierto prospectivo re<strong>al</strong>izado en nuestro<br />
país (5) presenta una proporción de pacientes intolerantes<br />
y con pérdida de respuesta similar a la del estudio<br />
de Sandborn et <strong>al</strong>. aunque con una proporción <strong>al</strong>go<br />
mayor de pacientes intolerantes que podría explicar los<br />
mejores resultados del estudio español.<br />
¿Se tuvieron en cuenta todos los resultados<br />
de importancia clínica?<br />
Sí. Se re<strong>al</strong>izó un análisis de subgrupos que no demostraba<br />
diferencias en las tasas de remisión en función de<br />
la PCR bas<strong>al</strong>, el consumo previo de inmunosupresores o<br />
la presencia de anticuerpos. Tampoco existían diferencias<br />
según la causa para re<strong>al</strong>izar el cambio de biológico,<br />
aunque los estudios previos (5,7,8) y sobretodo la experiencia<br />
en artritis reumatoide (10,11) han comunicado siempre<br />
mayor beneficio del cambio de biológico en pacientes<br />
con intolerancia que en pacientes con pérdida<br />
de respuesta. Teniendo en cuenta la escasa rigurosidad<br />
en los criterios de definición del estudio para “pérdida<br />
de respuesta” estos resultados podrían indicar un sesgo<br />
de selección de pacientes que re<strong>al</strong>mente no presentaban<br />
una verdadera pérdida de respuesta a IFX y por consiguiente<br />
un sesgo a favor de la respuesta del tratamiento<br />
con ADA.<br />
¿Los beneficios a obtener justifican los riesgos y<br />
los costes?<br />
Las tasas de efectos adversos gener<strong>al</strong>es fueron similares<br />
en ambos grupos e incluso se comunicó un mayor número<br />
de efectos adversos graves en el grupo placebo,<br />
incluyendo 2 casos de infecciones graves por ninguna<br />
del grupo de tratamiento.<br />
Una de las limitaciones fundament<strong>al</strong>es del estudio es<br />
su diseño a muy corto plazo. Es un estudio de inducción<br />
de respuesta a la semana 4 de tratamiento, lo que probablemente<br />
supone una subestimación de los posibles<br />
efectos adversos del tratamiento biológico. Así mismo<br />
el elevado coste de tratamiento por paciente a largo<br />
plazo con un NNT que sin ser muy elevado no es óptimo<br />
obliga a hacer un fino b<strong>al</strong>ance a la hora de plantearse<br />
cambio de biológico como <strong>al</strong>ternativa terapéutica.<br />
Sin embargo, la re<strong>al</strong>idad se impone, y la f<strong>al</strong>ta de opciones<br />
de tratamiento actu<strong>al</strong>es en pacientes intolerantes o<br />
con pérdida de respuesta a IFX determinará en la mayoría<br />
de los casos el movimiento de nuestra b<strong>al</strong>anza.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
1. Hanauer SB, Feagan BG, Lichtenstein GR, Mayer LF, Schreiber S, Colombel<br />
JF, et <strong>al</strong>. Maintenance infliximab for Crohn’s disease: the ACCENT I<br />
randomised tri<strong>al</strong>. Lancet 2002;359:1541-9.<br />
2. Baert F, Noman M, Vermeire S, Van Assche G, D’Haens G, Carbonez A,<br />
et <strong>al</strong>. Influence of immunogenicity on the long-term efficacy of infliximab<br />
in Crohn’s disease. N Engl J Med 2003;348:601-8.<br />
3. Colombel JF, Sandborn WJ, Rutgeerts P, Enns R, Hanauer SB, Panaccione R, et<br />
<strong>al</strong>. Ad<strong>al</strong>imumab for maintenance of clinic<strong>al</strong> response and remission in patients<br />
with Crohn’s disease: the CHARM tri<strong>al</strong>. Gastroenterology 2007;132:52-65.<br />
4. Barthel HR, Gille T, H<strong>al</strong>bsguth A, Kramer M. Successful treatment with<br />
ad<strong>al</strong>imumab in infliximab-resistant Crohn’s disease. J Gastroenterol Hepatol<br />
2005;20:1464-5.<br />
5. Hinojosa J, Gomollon F, Garcia S, Bastida G, Cabriada JL, Saro C, et <strong>al</strong>. Efficacy<br />
and safety of short-term ad<strong>al</strong>imumab treatment in patients with<br />
active Crohn’s disease who lost response or showed intolerance to infliximab:<br />
a prospective, open-label, multicentre tri<strong>al</strong>. Aliment Pharmacol<br />
Ther 2007;25:409-18.<br />
6. Papadakis KA, Shaye OA, Vasiliauskas EA, Ippoliti A, Dubinsky MC, Birt J,<br />
et <strong>al</strong>. Safety and efficacy of ad<strong>al</strong>imumab (D2E7) in Crohn’s disease patients<br />
with an attenuated response to infliximab. Am J Gastroenterol<br />
2005;100:75-9.<br />
7. Peyrin-Biroulet L, Laclotte C, Bigard MA. Ad<strong>al</strong>imumab maintenance therapy<br />
for Crohn’s disease with intolerance or lost response to infliximab:<br />
an open-label study. Aliment Pharmacol Ther 2007;25:675-80.<br />
130 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
Lectura crítica de la literatura<br />
8. Sandborn WJ, Hanauer S, Loftus EV, Jr., Tremaine WJ, Kane S, Cohen R,<br />
et <strong>al</strong>. An open-label study of the human anti-TNF monoclon<strong>al</strong> antibody<br />
ad<strong>al</strong>imumab in subjects with prior loss of response or intolerance to infliximab<br />
for Crohn’s disease. Am J Gastroenterol 2004;99:1984-9.<br />
9. Youdim A, Vasiliauskas EA, Targan SR, Papadakis KA, Ippoliti A, Dubinsky<br />
MC, et <strong>al</strong>. A pilot study of ad<strong>al</strong>imumab in infliximab-<strong>al</strong>lergic patients. Inflamm<br />
Bowel Dis 2004;10:333-8.<br />
10. Carmona L, Ortiz A, Abad MA. How good is to switch between biologics?<br />
A systematic review of the literature. Acta Reumatol Port 2007;32:113-28.<br />
11. Hyrich KL, Lunt M, Watson KD, Symmons DP, Silman AJ. Outcomes after<br />
switching from one anti-tumor necrosis factor <strong>al</strong>pha agent to a second<br />
anti-tumor necrosis factor <strong>al</strong>pha agent in patients with rheumatoid arthritis:<br />
results from a large UK nation<strong>al</strong> cohort study. Arthritis Rheum<br />
2007;56:13-20.<br />
131 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
NOTICIARIO<br />
CONVOCATORIAS 2008<br />
ABRIL<br />
MAYO<br />
XV Symposium sobre tratamiento actu<strong>al</strong><br />
de las enfermedades digestivas<br />
3-4 de abril<br />
Hotel Meliá Castilla, Madrid,<br />
Secretaria Científica: Hospit<strong>al</strong> Clínico San Carlos -<br />
Servicio de Aparato Digestivo<br />
Tel: 91 330 30 53; Fax: 91 330 35 05<br />
e-mail: apadig.hcsc@s<strong>al</strong>ud.madrid.org<br />
http://www.grupoaran.com/enfermedades2008/<br />
VI Curso Internacion<strong>al</strong> de Endoscopia Digestiva<br />
Terapéutica<br />
3-5 de abril de 2008<br />
Auditorium Facultad de Medicina Universidad de Navarra.<br />
Pamplona, Navarra, España.<br />
Tel: 948-296730. Fax: 948-296500<br />
cursoendo@unav.es<br />
www.cun.es/la-clinica/departamentos-y-serviciosmedicos/digestivo/area-del-profesion<strong>al</strong>/cursos-y-congresos/<br />
9 th OESO World Congress<br />
6-9 de abril<br />
Grim<strong>al</strong>di Forum, Mónaco, Paris, France<br />
Tel: +33 1 55 37 90 15 Fax: +33 1 55 37 90 40<br />
contacto: robert.giuli@oeso.org<br />
http://www.oeso.org/<br />
XV Congreso en Córdoba. Sociedad Española<br />
de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición<br />
Pedriática<br />
15 -17 mayo de 2008<br />
P<strong>al</strong>acio de Congresos de Córdoba. Córdoba. España.<br />
Contacto: ERGON TIME Teléfono: 91 636 29 30<br />
E-mail: ergontime@ergon.es<br />
URL: http://www.gastroinf.com/<br />
JUNIO<br />
Semana de las Enfermedades Digestivas, Sitges<br />
(Barcelona) 2008<br />
5-8 de junio de 2008<br />
Hotel Melia Sitges. Sitges. Barcelona. España.<br />
Contacto: SEPD Francisco Silvela, 69. 2º C - 28028 Madrid<br />
Teléfono: 91 402 13 53 / 91 401 34 85 / 91 402 81 56<br />
Fax: 91 402 76 91<br />
E-mail: sepd@sepd.es<br />
URL: http://www.sepd.es<br />
10 th World Congress on Gastrointestin<strong>al</strong> Cancer<br />
18-21 junio 2008<br />
P<strong>al</strong>au de Congressos de Cat<strong>al</strong>unya. Barcelona. España.<br />
URL: http://www.worldgicancer.com/WCGI/<br />
8t h ESGAR Hands-on Workshop on CT-Colonography<br />
10-12 abril de 2008<br />
Vigo, España<br />
office@esgar.org<br />
www.esgar.org<br />
6ª Jornadas G<strong>al</strong>aico-Lusas de Endoscopia Digestiva<br />
y 21 Reunião do Norte de Endoscopia Digestiva<br />
18-19 de abril 2008<br />
Aula de Cultura de la Diputación de Ourense<br />
Rúa do Progreso, Ourense<br />
Tel. 988385500<br />
E-mail: congresos@serempresa.es<br />
www.serempresa.es<br />
http://jornadas2008.sgpd.net<br />
CARTAS AL DIRECTOR<br />
• Con la intención de que “Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día” sirva para difundir entre el amplio colectivo de profesion<strong>al</strong>es<br />
interesados, los conocimientos más actu<strong>al</strong>es sobre la enfermedad inflamatoria intestin<strong>al</strong>, se ha creado la sección “Cartas<br />
<strong>al</strong> Director”, a través de la cu<strong>al</strong> los lectores pueden exponer las dudas, sugerencias o comentarios relacionados con el contenido<br />
de la publicación, a fin de que el Comité Editori<strong>al</strong> pueda v<strong>al</strong>orar la aceptación de la misma y adaptar la estructura de los<br />
contenidos para cubrir todas las necesidades de Formación Continuada de los profesion<strong>al</strong>es interesados en esta patología.<br />
• Pueden remitir sus cartas a Ad<strong>al</strong>ia farma. c<strong>al</strong>le Chile, 4 - Edificio II - 2ª planta - oficina 40 - 28290 Las Matas (Madrid).<br />
E-mail: ad<strong>al</strong>iafarma@ad<strong>al</strong>iafarma.com.<br />
Referencia: <strong>EII</strong> <strong>al</strong> día. Cartas <strong>al</strong> director.<br />
132 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
NORMAS PARA EL ENVÍO DE TRABAJOS<br />
Los manuscritos presentados a la revista<br />
ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL AL<br />
DÍA se adecuarán a las recomendaciones del<br />
Comité Internacion<strong>al</strong> de editores de revistas<br />
Médicas en su última revisión de octubre de<br />
2004. http://www.icmje.org/<br />
A continuación se exponen unas normas gener<strong>al</strong>es<br />
para presentación de origin<strong>al</strong>es, y seguidamente,<br />
aparecerán las normas específicas<br />
para cada una de las secciones de esta revista.<br />
NORMAS GENERALES<br />
Entrega de origin<strong>al</strong>es<br />
Los manuscritos pueden remitirse a la siguiente<br />
dirección de correo electrónico sestebaran@<br />
ad<strong>al</strong>iafarma.com, o bien enviarse a esta dirección<br />
de correo post<strong>al</strong>:<br />
Ad<strong>al</strong>ia farma<br />
Ap. Correos nº 4<br />
28290 LAS MATAS (MADRID)<br />
Los textos se entregarán sobre un soporte<br />
informático de uso extendido (disquete, CD-<br />
ROM…) y re<strong>al</strong>izados con un procesador de textos<br />
tipo Word. El CD o disquete deberá venir<br />
correctamente identificado, reseñando el nombre<br />
del autor y el título de artículo.<br />
Complementariamente se adjuntará un juego<br />
impreso en hojas de tamaño DIN-A4, escritas en<br />
tipo de letra Ari<strong>al</strong> y tamaño 12 pt. a doble espacio,<br />
con las páginas numeradas.<br />
Contenido del manuscrito<br />
El contenido del manuscrito deberá ajustarse <strong>al</strong><br />
siguiente esquema:<br />
a) Carta de presentación<br />
En esta carta de presentación se hará mención<br />
expresa del título propuesto para el artículo,<br />
así como el nombre completo de todos<br />
los autores, entendiéndose que todos los<br />
autores firmantes del manuscrito han aceptado<br />
los contenidos del mismo. Además, se hará<br />
mención expresa de la origin<strong>al</strong>idad del artículo,<br />
indicando que éste no ha sido publicado<br />
en ninguna otra revista o libro.<br />
b) Primera página<br />
• En la primera página deberá aparecer el<br />
título del artículo, el nombre completo y<br />
filiación de todos y cada uno de los autores,<br />
así como una dirección de correo electrónico<br />
y teléfono de contacto de los mismos.<br />
• A continuación, aparecerá un resumen en<br />
español que no deberá sobrepasar las 10<br />
líneas de texto, así como su correspondiente<br />
traducción en inglés.<br />
• También se recogerá un listado de p<strong>al</strong>abras<br />
clave en español y en inglés de entre<br />
5 y 8 p<strong>al</strong>abras.<br />
c) Artículo<br />
La extensión y estructura del artículo dependerá<br />
de lo previsto en cada una de las secciones<br />
d) Figuras y tablas<br />
Las figuras y las tablas, deben ser origin<strong>al</strong>es y se<br />
introducirán <strong>al</strong> fin<strong>al</strong> del manuscrito, en hojas<br />
aparte. Dentro del texto deberán aparecer referenciadas<br />
en su lugar correcto. Tanto las figuras<br />
como las tablas estarán numeradas correlativamente,<br />
pero de forma independiente.<br />
Las tablas serán claras y con un diseño simple<br />
donde se deje muy claro dentro de su estructura<br />
la jerarquización de sus contenidos.<br />
Las figuras han de tener muy buena c<strong>al</strong>idad<br />
técnica e ir acompañadas de su correspondiente<br />
pie. Si se aportan origin<strong>al</strong>es en papel<br />
o diapositivas, estas deberán ser origin<strong>al</strong>es y<br />
muy nítidas, y si se aportan origin<strong>al</strong>es en formato<br />
electrónico, estos han de tener, como<br />
requisito, una resolución mínima de 300 ppp<br />
<strong>al</strong> tamaño re<strong>al</strong> <strong>al</strong> que vayan a ser reproducidas.<br />
Su número dependerá del establecido<br />
en cada una de las secciones de la revista.<br />
e) Bibliografía<br />
Las citas bibliográficas deberán ir referenciadas<br />
dentro del texto y adecuarse a las normas<br />
de Vancouver.<br />
NORMAS POR SECCIONES<br />
Sección Revisiones<br />
• La estructura del manuscrito será la siguiente<br />
– Carta de presentación (véase normas gener<strong>al</strong>es)<br />
– Primera página (véase normas gener<strong>al</strong>es)<br />
• Estructura del texto<br />
133 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
– Extensión máxima 16 páginas (<strong>al</strong>rededor de<br />
4.000 p<strong>al</strong>abras)<br />
– Límite de tablas y <strong>al</strong>goritmos: 10<br />
– Límite de figuras: 10<br />
– Límite de referencias bibliográficas: 90<br />
Sección Debate<br />
• La estructura del manuscrito será la siguiente<br />
– Carta de presentación (véase normas gener<strong>al</strong>es)<br />
– Primera página (véase normas gener<strong>al</strong>es)<br />
• Estructura del texto<br />
– Extensión máxima 7 páginas (<strong>al</strong>rededor de<br />
2.000 p<strong>al</strong>abras)<br />
– Límite de tablas y <strong>al</strong>goritmos: 3<br />
– Límite de figuras: 3<br />
– Límite de referencias bibliográficas: 20<br />
Sección Publicaciones españolas en revistas<br />
internacion<strong>al</strong>es<br />
• La estructura del manuscrito será la siguiente<br />
– Carta de presentación (véase normas gener<strong>al</strong>es)<br />
– Primera página (véase normas gener<strong>al</strong>es)<br />
• Estructura del texto<br />
– Extensión máxima 6 páginas (<strong>al</strong>rededor de<br />
1.500 p<strong>al</strong>abras)<br />
– Límite de referencias bibliográficas: 15<br />
Sección Resumen de artículos relevantes<br />
• La estructura del manuscrito será la siguiente<br />
– Carta de presentación (véase Normas gener<strong>al</strong>es)<br />
– Primera página (véase Normas gener<strong>al</strong>es)<br />
• Estructura del texto<br />
– Extensión máxima 6 páginas (<strong>al</strong>rededor de<br />
1.500 p<strong>al</strong>abras)<br />
– Límite de referencias bibliográficas: 15<br />
Sección Enfermedades asociadas<br />
• La estructura del manuscrito será la siguiente<br />
– Carta de presentación (véase Normas gener<strong>al</strong>es)<br />
– Primera página (véase Normas gener<strong>al</strong>es)<br />
• Estructura del texto<br />
– Extensión máxima 16 páginas (<strong>al</strong>rededor de<br />
4.000 p<strong>al</strong>abras)<br />
– Límite de tablas y <strong>al</strong>goritmos: 10<br />
– Límite de figuras: 10<br />
– Límite de referencias bibliográficas: 90<br />
Sección Terapéutica breve<br />
• La estructura del manuscrito será la siguiente<br />
– Carta de presentación (véase Normas gener<strong>al</strong>es)<br />
– Primera página (véase Normas gener<strong>al</strong>es)<br />
• Estructura del texto<br />
– Extensión máxima 4 páginas (<strong>al</strong>rededor de<br />
1.000 p<strong>al</strong>abras)<br />
– Límite de tablas y <strong>al</strong>goritmos: 2<br />
– Límite de figuras: 2<br />
– Límite de referencias bibliográficas: 10<br />
Sección Medicina Basada en la Evidencia.<br />
Lectura crítica de la literatura<br />
• La estructura del manuscrito será la siguiente<br />
– Carta de presentación (véase Normas gener<strong>al</strong>es)<br />
– Primera página (véase Normas gener<strong>al</strong>es)<br />
• Estructura del texto<br />
– Extensión máxima 6 páginas (<strong>al</strong>rededor de<br />
1.500 p<strong>al</strong>abras)<br />
– Límite de referencias bibliográficas: 15<br />
134 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008
NOMBRE DEL MEDICAMENTO. PENTASA 1 g granulado de liberación prolongada. COMPOSICIÓN CUA-<br />
LITATIVA Y CUANTITATIVA. Mes<strong>al</strong>azina 1 g. Para consultar la lista completa de excipientes, ver sección 6.1.<br />
FORMA FARMACÉUTICA. Granulado de liberación prolongada. Granulado blanquecino/ marrón pálido. DA-<br />
TOS CLÍNICOS. Indicaciones terapéuticas. Colitis ulcerosa leve a moderada. Posología y forma de<br />
administración. Colitis ulcerosa: Enfermedad aguda. Dosis ajustada individu<strong>al</strong>mente, hasta 4 g de mes<strong>al</strong>azina<br />
<strong>al</strong> día dividida en 2-4 dosis. Tratamiento de mantenimiento. Dosis ajustada individu<strong>al</strong>mente, la dosis recomendada<br />
es de 2 g de mes<strong>al</strong>azina <strong>al</strong> día dividida en 2 dosis. No se presenta ninguna recomendación acerca<br />
de la posología en los niños debido a que existen pocos datos clínicos. No se deben masticar los gránulos.<br />
Se debe vaciar el contenido del sobre en la lengua, e ingerirlo con agua ó zumo de naranja. Contraindicaciones.<br />
Hipersensibilidad a la mes<strong>al</strong>azina, a cu<strong>al</strong>quier otro componente del producto, ó a los s<strong>al</strong>icilatos. Pacientes<br />
con insuficiencia ren<strong>al</strong> y/o hepática grave. Niños menores de 12 años. Advertencias y precauciones<br />
especi<strong>al</strong>es de empleo. Debe tenerse especi<strong>al</strong> precaución en el tratamiento de pacientes <strong>al</strong>érgicos a<br />
la sulfas<strong>al</strong>azina (riesgo de <strong>al</strong>ergia a s<strong>al</strong>icilatos). Se deberá interrumpir el tratamiento inmediatamente en caso<br />
de síntomas agudos de intolerancia, por ejemplo c<strong>al</strong>ambres, dolor abdomin<strong>al</strong>, fiebre, dolor de cabeza intenso<br />
y erupción. Deben tomarse precauciones especi<strong>al</strong>es en pacientes con la función hepática ó ren<strong>al</strong> deteriorada,<br />
y en pacientes con diátesis hemorrágica. No se recomienda el uso del fármaco en pacientes con insuficiencia<br />
ren<strong>al</strong>. Se debe monitorizar la función ren<strong>al</strong> a interv<strong>al</strong>os regulares (por ej, creatinina sérica), especi<strong>al</strong>mente <strong>al</strong><br />
inicio del tratamiento. En los pacientes que desarrollen una <strong>al</strong>teración ren<strong>al</strong> durante el tratamiento se debe sospechar<br />
nefrotoxicidad inducida por la mes<strong>al</strong>azina. Se deberán v<strong>al</strong>orar, antes y durante el tratamiento, análisis<br />
sanguíneos (recuento sanguíneo diferenci<strong>al</strong>; parámetros de la función hepática como ALT o AST), a juicio clínico<br />
del médico encargado del tratamiento. El uso concomitante de otros fármacos nefrotóxicos conocidos,<br />
como AINES y azatioprina, podría incrementar el riesgo de reacciones ren<strong>al</strong>es (ver sección 4.5). Debe tenerse<br />
precaución en pacientes con úlcera péptica activa. Se han comunicado casos aislados de reacciones de hipersensibilidad<br />
cardíaca inducidas por mes<strong>al</strong>azina (mio- y pericarditis). Se han descrito muy raramente casos<br />
de discrasias sanguíneas graves con mes<strong>al</strong>azina. Debe interrumpirse el tratamiento cuando exista sospecha<br />
ó evidencia de la aparición de dichas reacciones. Interacción con otros medicamentos y otras formas<br />
de interacción. No se han re<strong>al</strong>izado estudios de interacción específicos. El tratamiento concomitante con<br />
mes<strong>al</strong>azina puede incrementar el riesgo de discrasias sanguíneas en pacientes que están siendo tratados con<br />
azatioprina o 6-mercaptopurina. Embarazo y lactancia. No se debe utilizar Pentasa granulado de liberación<br />
prolongada durante el embarazo y la lactancia, excepto cuando según la opinión del médico especi<strong>al</strong>ista el posible<br />
beneficio supere <strong>al</strong> riesgo. Embarazo: Se sabe que la mes<strong>al</strong>azina atraviesa la barrera placentaria. Los pocos<br />
datos disponibles respecto <strong>al</strong> uso de este producto en mujeres embarazadas no permiten la ev<strong>al</strong>uación de<br />
posibles efectos adversos. No se han observado efectos teratogénicos en los estudios en anim<strong>al</strong>es, y en un<br />
estudio controlado en humanos. Se han descrito trastornos sanguíneos (leucopenia, trombocitopenia, anemia)<br />
en recién nacidos de madres tratadas con Pentasa granulado de liberación prolongada. Lactancia: La mes<strong>al</strong>azina<br />
pasa a la leche materna. La concentración de mes<strong>al</strong>azina en la leche materna es mucho menor que en<br />
la sangre materna, mientras que su metabolito, acetil mes<strong>al</strong>azina, aparece en concentraciones similares o superiores.<br />
No se han re<strong>al</strong>izado estudios controlados de Pentasa granulado de liberación prolongada durante la<br />
lactancia. Hasta la fecha, solo existe una experiencia limitada tras la administración or<strong>al</strong> en mujeres durante el<br />
periodo de lactancia. No pueden excluirse reacciones de hipersensibilidad como diarrea. Efectos sobre la<br />
capacidad de conducir y utilizar máquinas. Ninguno conocido. Reacciones adversas. Las reacciones<br />
adversas observadas más frecuentemente en los ensayos clínicos son diarrea (3%), náuseas (3%), dolor<br />
abdomin<strong>al</strong> (3%), dolor de cabeza (3%), vómitos (1%), y erupciones cutáneas (1%). Ocasion<strong>al</strong>mente pueden<br />
aparecer reacciones de hipersensibilidad y fiebre medicamentosa. Frecuencia de reacciones adversas, basada<br />
en los ensayos clínicos e informes de farmacovigilancia:<br />
Frecuentes (≥1% y < 10%)<br />
Trastornos del sistema nervioso:<br />
Trastornos gastrointestin<strong>al</strong>es:<br />
Trastornos de la piel y el tejido<br />
subcutáneo:<br />
Raras (≥ 0,01% y < 0,1%)<br />
Trastornos cardíacos:<br />
Trastornos gastrointestin<strong>al</strong>es:<br />
Muy raras (< 0,01%)<br />
Trastornos de la sangre y el sistema linfático:<br />
Trastornos del sistema nervioso:<br />
Trastornos respiratorios torácicos<br />
y mediastínicos:<br />
Trastornos hepatobiliares:<br />
Trastornos de la piel y el tejido subcutáneo:<br />
Trastornos musculoesqueléticos y del<br />
tejido conjuntivo:<br />
Trastornos ren<strong>al</strong>es y urinarios:<br />
No conocidas<br />
Trastornos gener<strong>al</strong>es y <strong>al</strong>teraciones en<br />
el lugar de administración:<br />
Dolor de cabeza<br />
Diarrea, dolor abdomin<strong>al</strong>, náuseas, vómitos<br />
Erupciones (incluidas urticaria, erupción eritomatosa)<br />
Mio*- y pericarditis*<br />
Pancreatitis*. Aumento de la amilasa<br />
(sangre y/u orina)<br />
Eosinofilia (como parte de una reacción<br />
<strong>al</strong>érgica), Anemia, anemia aplásica, leucopenia<br />
(incluida granulocitopenia), trombocitopenia,<br />
agranulocitosis, pancitopenia.<br />
Neuropatía periférica. Hipertensión intracrane<strong>al</strong><br />
benigna en adolescentes<br />
Reacciones pulmonares <strong>al</strong>érgicas (incluida<br />
disnea, tos, <strong>al</strong>veolitis <strong>al</strong>érgica, eosinofilia pulmonar,<br />
infiltración pulmonar, neumonitis)<br />
Hepatitis*. Aumento de las enzimas hepáticas<br />
y bilirrubina, hepatotoxicidad, cirrosis, f<strong>al</strong>lo<br />
hepático<br />
Alopecia reversible. Edema de Quincke.<br />
Mi<strong>al</strong>gia, artr<strong>al</strong>gia, casos aislados de reacciones<br />
semejantes <strong>al</strong> lupus eritematoso<br />
F<strong>al</strong>lo ren<strong>al</strong>. Nefritis interstici<strong>al</strong>*. Síndrome<br />
nefrótico. Decoloración de la orina<br />
Fiebre medicamentosa<br />
(*) No se conoce el mecanismo de la mes<strong>al</strong>azina para inducir mio- y pericarditis, pancreatitis, nefritis y hepatitis,<br />
pero puede tener un origen <strong>al</strong>érgico. Es importante res<strong>al</strong>tar que varias de estas <strong>al</strong>teraciones pueden también<br />
atribuirse a la enfermedad inflamatoria intestin<strong>al</strong> en sí misma. Sobredosis. Experiencia en anim<strong>al</strong>es: La<br />
administración de una dosis única intravenosa de mes<strong>al</strong>azina de 920 mg/kg en ratas ó de dosis or<strong>al</strong>es únicas<br />
de mes<strong>al</strong>azina de hasta 5 g/kg en cerdos no dio lugar a mort<strong>al</strong>idad. Experiencia en humanos: No hay experiencia.<br />
Tratamiento en caso de sobredosis en humanos: Tratamiento sintomático en el hospit<strong>al</strong>. Monitorización<br />
cuidadosa de la función ren<strong>al</strong>. DATOS FARMACÉUTICOS. Lista de excipientes. Etilcelulosa, celulosa<br />
microcrist<strong>al</strong>ina. Incompatibilidades. No aplicable. Período de v<strong>al</strong>idez. 2 años. Se deben utilizar los<br />
gránulos inmediatamente después de la primera apertura del sobre. Precauciones especi<strong>al</strong>es de conservación.<br />
Este medicamento no requiere ninguna condición especi<strong>al</strong> de conservación. Natur<strong>al</strong>eza y contenido<br />
del recipiente. Sobres de láminas de <strong>al</strong>uminio para una única dosis. Tamaño de envase: 1 x 50 sobres.<br />
2 x 50 sobres. 3 x 50 sobres. Puede que solamente estén comerci<strong>al</strong>izados <strong>al</strong>gunos tamaños de envases.<br />
Precauciones especi<strong>al</strong>es de eliminación y otras manipulaciones. La eliminación del medicamento<br />
no utilizado y de todos los materi<strong>al</strong>es que hayan estado en contacto con él, se re<strong>al</strong>izará de acuerdo con<br />
la normativa loc<strong>al</strong>. TITULAR DE LA AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN. FERRING S.A.U.. C/ Gobelas,<br />
nº 11. 28023 Madrid – España. FECHA DE LA PRIMERA AUTORIZACIÓN/RENOVACIÓN DE LA AU-<br />
TORIZACIÓN. Fecha de autorización: 9 Agosto 1999. Fecha de rev<strong>al</strong>idación: 5 Diciembre 2007. FECHA DE<br />
LA REVISIÓN DEL TEXTO. Diciembre 2007. PRESENTACIÓN Y PVP: PENTASA 1g granulado de liberación<br />
prolongada, envase con 50 sobres monodosis. Con receta médica, aportación reducida, tratamiento de larga<br />
duración. PVP.: 55,49 Euros PVP IVA.: 57,71 Euros. PENTASA 1 g granulado de liberación prolongada, envase<br />
con 100 sobres monodosis. Con receta médica, aportación reducida, tratamiento de larga duración. PVP.:<br />
106,48 Euros PVP IVA.: 110,74 Euros.<br />
NOMBRE DEL MEDICAMENTO. PENTASA 1 g Suspensión rect<strong>al</strong> COMPOSICIÓN CUALITATIVA Y CUANTI-<br />
TATIVA. Un envase de 100 ml contiene 1 g de mes<strong>al</strong>azina. Excipientes: Metabisulfito sódico (E-223) 100 mg.<br />
Para lista completa de excipientes ver sección 6.1. FORMA FARMACÉUTICA. Suspensión rect<strong>al</strong>. Suspensión<br />
blanca a ligeramente amarilla. DATOS CLÍNICOS. Indicaciones terapéuticas. Tratamiento de la colitis ulcerosa<br />
loc<strong>al</strong>izada en recto y colon sigmoideo. Posología y forma de administración. Dosis recomendada:<br />
adultos: Se recomienda una dosis de 1 g de 5-ASA (un envase de suspensión rect<strong>al</strong> de 100 ml) <strong>al</strong> acostarse durante<br />
2-3 semanas. Se puede reducir la dosis según el peso corpor<strong>al</strong> del paciente. Se recomienda usar los servicios<br />
sanitarios antes de la administración de la suspensión rect<strong>al</strong> y supositorios. Véase las instrucciones de uso<br />
adjuntas. Agitar bien el envase antes de usar. Los envases de suspensión rect<strong>al</strong> están protegidos por una doble<br />
capa de <strong>al</strong>uminio y deben ser utilizados inmediatamente después de su apertura. Contraindicaciones. No debe<br />
administrarse Pentasa 1 g suspensión rect<strong>al</strong>, en los siguientes casos: -Hipersensibilidad a la mes<strong>al</strong>azina, a cu<strong>al</strong>quier<br />
otro componente del producto, o a los s<strong>al</strong>icilatos -Pacientes con insuficiencia ren<strong>al</strong> o hepática grave. -Niños<br />
menores de 12 años. -Úlcera duoden<strong>al</strong> o gástrica. -Diátesis hemorrágica. Advertencias y precauciones especi<strong>al</strong>es<br />
de empleo. Se debe tenerse especi<strong>al</strong> precaución en pacientes <strong>al</strong>érgicos a la sulfas<strong>al</strong>azina (riesgo de<br />
<strong>al</strong>ergia a s<strong>al</strong>icilatos). Se puede administrar PENTASA a la mayoría de los pacientes que presentan intolerancia o<br />
hipersensibilidad a la sulfas<strong>al</strong>azina sin riesgo de que aparezcan reacciones similares. Deben tomarse precauciones<br />
especi<strong>al</strong>es en pacientes con la función hepática deteriorada. No se recomienda el uso de PENTASA en pacientes<br />
con insuficiencia ren<strong>al</strong>. (El especi<strong>al</strong>ista v<strong>al</strong>orará el diagnóstico y la función hepática o ren<strong>al</strong> del paciente<br />
mediante anamnesis, diagnóstico de laboratorio, pruebas de imagen, etc. para determinar si el grado de afectación<br />
no impide la administración de mes<strong>al</strong>azina). La aparición de una insuficiencia ren<strong>al</strong> durante el tratamiento<br />
puede atribuirse <strong>al</strong> efecto nefrotóxico de la mes<strong>al</strong>azina. Se debe monitorizar la función ren<strong>al</strong> a interv<strong>al</strong>os regulares<br />
(creatinina sérica), especi<strong>al</strong>mente <strong>al</strong> inicio del tratamiento. En los pacientes que desarrollen una <strong>al</strong>teración ren<strong>al</strong><br />
durante el tratamiento se debe sospechar nefrotoxicidad inducida por la mes<strong>al</strong>azina. El uso concomitante de<br />
otros fármacos nefrotóxicos conocidos, como NSAIDs y azatioprina, podría incrementar el riesgo de reacciones<br />
ren<strong>al</strong>es. (El médico v<strong>al</strong>orará la necesidad de disminuir o interrumpir la dosis de mes<strong>al</strong>azina después de haber ev<strong>al</strong>uado<br />
la afectación de la función ren<strong>al</strong> del paciente y la caus<strong>al</strong>idad de la reacción). Se han comunicado rarame<br />
nte reacciones de hipersensibilidad cardiaca inducidas por mes<strong>al</strong>azina (mio- y pericarditis) y discrasias sanguíneas<br />
graves. El tratamiento concomitante con mes<strong>al</strong>azina puede incrementar el riesgo de discrasia sanguínea en<br />
pacientes que están siendo tratados con azatioprina o 6-mercaptopurina. Debe interrumpirse el tratamiento cuando<br />
exista sospecha o evidencia de la aparición de dichas reacciones. Se debe utilizar con cuidado en ancianos y<br />
solamente en pacientes con la función ren<strong>al</strong> norm<strong>al</strong>. Por contener metabisulfito sódico (E-223) raramente puede<br />
provocar reacciones de <strong>al</strong>ergias graves y broncoespasmos (sensación repentina de ahogo). Interacción con<br />
otros medicamentos y otras formas de interacción. En común con otros s<strong>al</strong>icilatos, mes<strong>al</strong>azina puede: -<br />
Potenciar el efecto de los anticoagulantes cumarínicos. -Potenciar el efecto reductor de la glucemia de las sulfonilureas.<br />
-Antagonizar los efectos uricosúricos de probenecid y sulfinpirazona. -Manifestar la toxicidad de los s<strong>al</strong>icilatos<br />
a dosis más bajas de las habitu<strong>al</strong>es cuando se administra simultáneamente con furosemida debido a la<br />
competencia por los lugares de excreción ren<strong>al</strong>. -Disminuir el efecto natriurético de espironolactona.Embarazo<br />
y lactancia. Debe utilizarse con precaución durante el embarazo y la lactancia y únicamente si el beneficio potenci<strong>al</strong><br />
supera <strong>al</strong> riesgo según la opinión del médico especi<strong>al</strong>ista. Se sabe que la mes<strong>al</strong>azina atraviesa la barrera<br />
placentaria, pero los pocos datos disponibles respecto <strong>al</strong> uso de este producto en mujeres embarazadas no permiten<br />
ev<strong>al</strong>uar sus posibles efectos nocivos. No se han observado efectos teratogénicos en los estudios en anim<strong>al</strong>es.<br />
Se han reportado trastornos sanguíneos (leucopenia, trombocitopenia, anemia) en recién nacidos de madres<br />
tratadas con PENTASA. La mes<strong>al</strong>azina pasa a la leche materna. La concentración de mes<strong>al</strong>azina en la leche<br />
materna es mucho menor que en la sangre materna, mientras que su metabolito, acetil mes<strong>al</strong>azina, aparece en<br />
concentraciones similares o superiores. Hasta la fecha, solo existe una experiencia limitada tras la administración<br />
or<strong>al</strong> en mujeres durante el periodo de lactancia. No se han re<strong>al</strong>izado estudios controlados de PENTASA durante<br />
la lactancia. No pueden excluirse reacciones de hipersensibilidad en lactantes como diarrea. Efectos sobre la<br />
capacidad de conducir vehículos y utilizar máquinas. No hay indicios de que PENTASA Suspensión rect<strong>al</strong>,<br />
tenga efecto sobre la capacidad para conducir vehículos o utilizar maquinaria. Reacciones adversas. Las<br />
reacciones adversas observadas más frecuentemente en los ensayos clínicos son diarrea (3%), náuseas (3%),<br />
dolor abdomin<strong>al</strong> (3%), dolor de cabeza (3%), vómitos (1%), y erupciones cutáneas (1%). Frecuentemente pueden<br />
aparecer reacciones de hipersensibilidad y fiebre medicamentosa.A continuación se incluye una tabla con la frecuencia<br />
de las reacciones adversas, basada en los ensayos clínicos y estudios epidemiológicos:<br />
Frecuentes (≥1% y
PS-IIQ-I-2008