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Material de Trabajo<br />
TP nº 3<br />
Arte argentino actual: entre objetos,<br />
medios y procesos<br />
ALONSO, Rodrigo: (2004) “Arte argentino actual: entre<br />
objetos, medios y procesos”, en: IV Jornadas Nacionales<br />
de Arte y Universidad, Centro de Estudios e Investigación<br />
de Propuestas Artísticas Híbridas, Universidad Nacional<br />
de Rosario, Rosario.<br />
Tras la mentada desmaterialización del<br />
arte de la década de 1970, la producción artística<br />
argentina se reorientó hacia la recuperación del objeto,<br />
principalmente a través de un retorno a los “grandes<br />
medios” como la pintura y la escultura, respaldados<br />
en los postulados de la transvanguardia. Este hecho<br />
tuvo su complemento en la creciente consolidación del<br />
mercado y la euforia de la recuperación democrática<br />
que dinamizó la producción, pero fundamentalmente, la<br />
exhibición y circulación de las obras.<br />
Desde esta perspectiva, lo que se ha conocido como el<br />
“arte de los noventa” no introdujo mayores variaciones.<br />
Su insistencia en el valor artesanal de la creación<br />
favoreció la producción en formatos en gran medida<br />
tradicionales, orientados hacia la pintura y el objeto.<br />
Sin embargo, desde mediados de esa misma<br />
década, algunos artistas comenzaron a privilegiar una<br />
concepción del arte basada en el proceso creativo<br />
antes que en su culminación. Esta tendencia recuperó<br />
la herencia conceptual, pero también la trascendió<br />
mediante formas de construcción de obras que dieron<br />
vía libre a la hibridez y la interdisciplinariedad. La<br />
eclosión de los nuevos medios fue acompañada por<br />
una renovación de los circuitos de circulación y una<br />
recuperación de ciertos ámbitos extra-institucionales<br />
como el espacio público.<br />
Introducción<br />
Si echamos un rápido vistazo a la creación<br />
artística contemporánea argentina de los últimos años<br />
podremos detectar el funcionamiento de dos sistemas<br />
de construcción de obras complementarios, uno<br />
dirigido hacia la producción de “obras artísticas” y otro<br />
orientado por la preeminencia del proceso creativo.<br />
La primera vertiente puede ilustrarse mediante<br />
la típica situación del artista frente a la tela en blanco.<br />
No importa cuáles sean sus problemas conceptuales o<br />
plásticos, su metodología de trabajo, sus necesidades<br />
interiores o sus influencias externas; el resultado ha<br />
sido establecido de antemano: será una tela. Se trata<br />
de un caso de “muerte prevista en el guión”.<br />
La segunda vertiente se constituye alrededor<br />
de la noción de proyecto. El artista parte de una o<br />
varias ideas, de problemas conceptuales o plásticos,<br />
de necesidades interiores o influencias externas, pero<br />
las formas de trabajo y los resultados no han sido<br />
establecidos de antemano sino que surgen durante el<br />
proceso creativo. Esto no desestima la producción de<br />
objetos, incluso en sus formatos más tradicionales. Pero<br />
ubica al artista en una relación diferente con ellos, en la<br />
medida en que el trabajo de su realización adquiere un<br />
carácter tan relevante como el producto mismo.<br />
Esta última vertiente recupera, en alguna<br />
medida, la herencia del arte procesual y conceptual<br />
de los años sesenta y setenta, incluso cuando las<br />
conexiones no parecieran ser demasiado directas 1 .<br />
Aunque no hay una clara predilección por las formas<br />
desmaterializadas en la producción artística actual, no<br />
puede dejar de señalarse el progresivo abandono de los<br />
medios de producción tradicionales en favor de un arte<br />
de ideas y proyectos.<br />
Avanzando un poco más, planteo como<br />
hipótesis de trabajo que durante la última década del<br />
siglo veinte se produce un pasaje pronunciado del<br />
primer sistema de construcción de obra al segundo,<br />
poniendo en entredicho la reiterada identificación del<br />
arte de los noventa con lo que se ha dado en llamar la<br />
“Estética del Rojas” 2 . Desde el punto de vista de sus<br />
formas de producción, dicha estética no se diferencia<br />
de la versión local de la transvanguardia establecida<br />
como paradigma en la década anterior. Las variaciones<br />
son más notorias durante el transcurso del último<br />
decenio y particularmente en los primeros años del<br />
nuevo siglo.<br />
Como toda generalización, ésta seguramente<br />
deja de lado o incluso contradice otras prácticas<br />
artísticas tan importantes como las mencionadas. Por<br />
tal motivo, sólo deben considerarse como herramientas<br />
de trabajo para la comprensión de la producción artística<br />
contemporánea argentina desde una perspectiva<br />
operativa, construidas con el fin de un abordaje teórico<br />
de tal producción que no busca invalidar ni mucho<br />
menos suplantar la práctica efectiva en manos de los<br />
artistas.<br />
1<br />
En realidad, casi ningún artista contemporáneo se reconoce heredero<br />
de algún creador de aquellas décadas. Sin embargo, la mayoría de sus<br />
producciones no podrían comprenderse ignorando aquel período.<br />
Devoción. Imágenes del Presente. Buenos Aires: Fundación Proa, 2003.<br />
2<br />
Para ampliar este tema, puede consultarse: Alonso, Rodrigo: “Avatares<br />
de un Problema”, en Alonso, Rodrigo; González, Valeria. Ansia y<br />
90 http//www.fba.unlp.edu.ar/<strong>textos</strong>