25.10.2014 Views

2014_actividades_textos_a_color

2014_actividades_textos_a_color

2014_actividades_textos_a_color

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Material de Trabajo<br />

TP nº 2<br />

Curadores, ¿héroes o villanos?<br />

OYBIN, Marina: “Curadores, ¿héroes o villanos?”, en:<br />

Revista Ñ, 30 de enero de 2010, disponible en: , [febrero de 2010].<br />

Hoy definen el carácter de las bienales y suelen ser<br />

los legitimadores de determinadas corrientes del<br />

arte contemporáneo. La pregunta, y la consiguiente<br />

polémica, está instalada también en nuestro medio.<br />

Entrevistados por Ñ, artistas, galeristas, curadores<br />

y críticos exponen su punto de vista.<br />

En el vernisagge, la dama dispara sin anestesia: “¿Es<br />

necesario curar una muestra?”. “Lo confieso –sigue– la<br />

palabra me recuerda a un cuerpo enfermo –¿un corpus<br />

de obras?– que después de una compleja operación<br />

–¿analítica, conceptual?– será sanado. Y, recién ahí,<br />

una vez dado de alta, irá sin reparos a las salas”. ¿Pura<br />

asociación libre? No tanto: la disputa –solapada o no–<br />

entre curadores y artistas hoy existe.<br />

Luis Felipe Noé abre el debate: “En medio del vacío, de<br />

la crisis –signada por la parálisis y el desconcierto– se<br />

inventó la palabra curadores: ellos dicen si los artistas<br />

no saben, nosotros sí sabemos: vinieron a llenar ese<br />

hueco con palabras”. Como una femme fatale que<br />

abandona sus prendas con inquietante parsimonia, para<br />

Noé la pintura desató su show de strip-tease. Desde el<br />

romanticismo fue dejando de lado ciertos mecanismos<br />

de la experiencia pictórica anterior: un sistema analítico<br />

de despojamiento con fecha de fin a mediados de los<br />

sesenta. Crisis de la pintura y de la imagen: un tema<br />

que captura a Noé desde hace décadas. Y ahora, sí, en<br />

su casa-taller, una tarde de lluvia apocalíptica, dice que<br />

está decidido a terminar el libro que viene escribiendo<br />

hace años. El título ya lo tiene: El strip-tease de la<br />

diosa pintura. Y ahí va.<br />

En medio de esa maraña, que el artista y teórico Noé<br />

caracteriza como crisis de “imago mundi”, una invasión<br />

irrefrenable de imágenes a las que el hombre no es<br />

capaz de responder con una propia como lo venía<br />

haciendo incluso en el siglo XX, “aparecen una serie de<br />

respuestas lamentables”. Noé menciona la Bienal de<br />

San Pablo de 2006 –donde la palabra intentó desplazar<br />

sin éxito a la obra– o la última Bienal de Venecia, donde<br />

el artista representó a nuestro país: “Varios pabellones<br />

no fueron hechos por artistas sino por curadores: eran<br />

más bien chistes, como por ejemplo el envío de los<br />

países nórdicos y el de Checoslovaquia”. No anda con<br />

vueltas: “El curador a veces es la parte más patética:<br />

se hace cargo del vacío, lo llena con propuestas, y cree<br />

que ésa es la obra de arte”.<br />

“Yuyo” Noé quiere que quede bien claro: “Tengo<br />

el mayor respeto por los curadores (él también es<br />

curador, junto con Eduardo Stupía, en la Línea Piensa<br />

en el Centro Cultural Borges). Me parece magnífico que<br />

propongan el concepto de exposición que quieran,<br />

pero no pueden tomar el lugar del artista ni bajar<br />

línea: el problema es que de comentaristas pasaron a<br />

protagonistas”. Y concluye: “Hoy esa forma de hacer<br />

curaduría entró en crisis”.<br />

El curador –del latín curator, significa cuidador– era<br />

el encargado de conservar, catalogar y exhibir el<br />

patrimonio museístico. Al lado del director de museo y<br />

el crítico de arte, una figura de bajo perfil. Recién a fines<br />

de los setenta y con más fuerza en las dos décadas<br />

siguientes, con la explosión de las exposiciones<br />

formato bienal y la proliferación de kunsthalles y<br />

museos que desataron cientos de muestras itinerantes<br />

y temporarias, el curador, con nuevas funciones, devino<br />

rey de la fiesta. Un combo de poder y capacidad<br />

legitimadora. “Seleccionan quiénes van a valer en el<br />

futuro, en quiénes podemos apostar e incluso pueden<br />

validar nombres y hasta poner en valor obra olvidada”,<br />

afirma Delfina Helguera, coordinadora de la carrera de<br />

“Curaduría y Gestión de arte” del ESEADE (Escuela<br />

Superior de Economía y Administración de Empresas).<br />

Para Marcelo Pacheco –curador jefe del MALBA, al<br />

frente de las inolvidables muestras de Jorge de la Vega,<br />

Víctor Grippo y Oscar Bony– el curador y la práctica<br />

curatorial producen contenido, narración, ponen en<br />

circulación y dan visibilidad. Desde luego, un impacto<br />

que se siente en el mercado, el ámbito académico y el<br />

institucional.<br />

Sin medias tintas: las galerías, claro, necesitan a los<br />

curadores para posicionar y vender sus artistas. Un<br />

link fundamental. “Los curadores son los que dicen sí<br />

o no en el VIP. Los patovicas de la entrada a la disco”,<br />

dispara Florencia Braga Menéndez, curadora, galerista<br />

Producción de Textos | Cátedra A - Prof. Alonso | Facultad de Bellas Artes | UNLP<br />

55

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!