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sentido al conflicto.<br />

Estos procesos de construcción en las artes de los<br />

últimos años se pueden rastrear en varios autores.<br />

Nos parece significativa la asunción del “monstruo”<br />

contemporáneo que viene desplegando Pablo Suarez<br />

en sus esculturas e instalaciones. Los destinos que<br />

encuentra para el hombre en el fin del siglo recorren<br />

los excesos y las carencias, morales, enmascaradas en<br />

las apariencias corporales, grotescas, desmesuradas,<br />

parodiadas. Previsible destino del Pretty Boy González,<br />

¡Oh, destino!, dos personajes en oposición atravesados<br />

por la misma cruz, como por la sagacidad del artista:<br />

“Hay quienes afirman que el destino del hombre está<br />

predeterminado y escrito en las líneas del grabado<br />

que cruza su mano”, se lee en otra obra de la serie.<br />

Recuperación del objeto artístico, recuperación del<br />

gesto, instalación de una estética-ética. Parodización<br />

de lo humano para restablecer lo humano. “Un ejército<br />

de seres pequeños que hormiguean para construir<br />

su mínimo destino en la ruinosa sobra de un modelo,<br />

habitualmente ajeno” (Suárez, 1988).<br />

Un paso mas atrás, desencadenando estos destinos,<br />

leemos su Narciso de Mataderos. Esta escultura<br />

– instalación Narciso habilita diversos sentidos<br />

relacionados entre sí, lo estético, la critica, lo que el<br />

autor denomina como dimensión estética – ética, en<br />

niveles que interactúan con otros <strong>textos</strong> producidos<br />

por él mismo y por una tradición de lecturas paródicogrotescas<br />

locales.<br />

Señalemos el espejo como el elemento desencadenante<br />

de la obra, así también como promoviendo la<br />

participación del espectador. Representación – espejo<br />

– copia. Eco 2 nos dice que el espejo es un fenómenoumbral,<br />

que marca los limites entre lo imaginario y lo<br />

simbólico. “La experiencia especular tiene origen en<br />

el imaginario. El dominio imaginario del propio cuerpo<br />

que permite la experiencia del espejo es prematuro<br />

respecto al dominio real… En la asunción jubilosa de<br />

la imagen especular se manifiesta una matriz simbólica<br />

en la que el yo se precipita en forma primordial y el<br />

lenguaje es quien le debe restituir su función de sujeto<br />

en lo universal”.<br />

Descubrimos que los espejos tienen algo de monstruoso.<br />

Entonces Borges recordó que uno de los heresiarcas de<br />

Ucqbar había declarado que “los espejos y la cópula<br />

son abominables, porque multiplican el número de<br />

hombres…” 3<br />

Los espejos no invierten “es el observador quien<br />

por ensimismamiento de imagina ser el hombre que<br />

está dentro del espejo… dice la verdad de manera<br />

inhumana… Sin embargo, precisamente esa naturaleza<br />

olímpica, animal, inhumana, de los espejos nos permite<br />

fiarnos de ellos.” 4<br />

Doble absoluto, unicidad, ¿qué hay de este Narciso?<br />

Aquél, el del mito se presenta, en versión de Ovidio,<br />

como el que viviría hasta viejo si no se contemplaba<br />

a sí mismo. Insensible al amor de las ninfas cae en la<br />

trampa de Némesis, o en la propia. Ve la imagen de su<br />

rostro, tan bello, reflejada en el agua y se enamora de<br />

él en el acto, sin ningún otro deseo más que su imagen,<br />

se deja morir. La versión beocia tiene algunas variantes.<br />

Marca el suicidio de Narciso desesperado por su<br />

propio amor. Pausanias habla de una hermana gemela,<br />

un doble, a quien Narciso encontró en las fuentes,<br />

acostumbrándose a mirarse para consolarse. 5<br />

Atrapado en su imagen especular, deseo, muerte, copia<br />

eterna, pura representación. El Narciso de Suárez, ¿está<br />

enamorado de sí mismo? En ese caso no por bello, ¿o<br />

trata de encontrar su identidad perdida en el doble, o<br />

en ese otro doble, el espectador, que para ver el rostro<br />

de Narciso necesariamente se ve reflejado? Preso de la<br />

imagen, de su representación, escindido, se recompone<br />

en la reflexión sin alcanzar nunca el deseo, pero quien,<br />

el hombre o el arte, y basado en que metáfora.<br />

Se alude a estos interrogantes a través de las inferencias<br />

convocadas. Una: la operación paródica. Narciso es<br />

de Mataderos. El personaje “sublime” es degradado<br />

situándolo en un contexto de barrio humilde (grasa en<br />

el imaginario popular), y construyéndolo plásticamente<br />

vulgar o feo: piel rosada, medias caídas, botines de<br />

football, rostro grotesco, vello o pelos duros esparcidos<br />

notoriamente sobre el cuerpo (¿más animal que lo<br />

humano?).<br />

¿Qué se parodia? En primera instancia el mito, según<br />

comentarios, la sustitución de un personaje “noble” por<br />

uno “vulgar”; en segunda instancia, el arte, en términos<br />

2.Eco, Umberto, De los espejos y otros ensayos, Buenos Aires, Lumen,<br />

1988, pp. 12-13.<br />

3.Borges, Jorge Luis, Tlon, Ucqbar, Orbis tertius, en Ficciones, 1956.<br />

4.Eco, Umberto, op cit, p. 18.<br />

5.Grimal, P., Diccionario de mitología griega y romana, Buenos Aires,<br />

Paidós, 1997.<br />

52 http//www.fba.unlp.edu.ar/<strong>textos</strong>

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