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arte de la representación, más bien construye nuevas<br />
posibilidades productivas y receptivas, ampliando la<br />
concepción del arte. Por su parte el arte digital está<br />
jugando en nuestros países con la alta resolución digital<br />
de una manera transgresora, la provoca, alterando la<br />
sofisticación tecnológica por la precariedad inducida.<br />
La ilusión de la imagen como representación como<br />
soporte de mundos posibles, desaparece en su realidad<br />
virtual, pero las artes siguen propiciando una operación<br />
residual utilizando las tecnologías en su accidente.<br />
Las relaciones entre las tecnologías y las artes adquieren<br />
una dinámica particular en este fin de milenio. Desde<br />
hace más de un siglo el problema del arte y la tecnología<br />
ofrece un rico campo de indagación. En nuestros días,<br />
en nuestro arte, los acuerdos y desacuerdos entre<br />
ambas esferas establecen tensiones ricas de ser<br />
exploradas.<br />
Las artes visuales desarrollaron en nuestro siglo una<br />
poética de alternancia frente a lo humano o frente a<br />
la máquina, integrando o desintegrando esta relación.<br />
Máquinas utópicas, máquinas de mirar, de uso, de<br />
abuso, inútiles, bobas; también las mismas artes<br />
desarmaron al objeto artístico…<br />
Considerando el arte como un resto, como un campo<br />
residual de la cultura tecnológica funcional, a la vez que<br />
un “otro” definido por su participación en los nuevos<br />
medios, materia, expresión, contenido, “flotante”,<br />
recorremos algunas formas de manifestarse:<br />
1.Cuerpos: excesos y ausencias<br />
Las figuraciones del cuerpo en el arte occidental han<br />
sido desarrolladas en varias direcciones, afirmando<br />
en la materialidad del mismo, como su estallido en<br />
nuestro siglo. De una lógica ilusión de lo mismo, la<br />
contemporaneidad ha mostrado las formas de la<br />
alteridad, de las ausencias, de los fragmentos de un<br />
cuerpo fantasmal. Como también ha materializado las<br />
inscripciones de lo corporal hasta el hartazgo, de la<br />
misma manera que desde Warhol o el conceptualismo<br />
“frío” se lo oculta, o bien se lo hace estallar en mil<br />
fragmentos.<br />
El arte ha puesto en evidencia un cuerpo – “otro”, el<br />
que denota el exceso como tal, más allá del campo<br />
de las representaciones, situándose en un más acá,<br />
en la construcción de la realidad, en una sociedad<br />
configurada desde la desmesura.<br />
La desmesura o el exceso se encontrarán figurados<br />
en lo monstruoso y grotesco. Estas “figuraciones”<br />
comportan lecturas históricas y actuales que nuclean<br />
a la vez otros presentes en nuestro campo cultural de<br />
fin de siglo.<br />
La desmesura se podría caracterizar primeramente<br />
como una modalidad de aparición espacial: exceso<br />
de representación, exceso de forma, exceso de<br />
mensajes producidos en una sociedad dinámica<br />
como la contemporánea. Saturación del medio.<br />
Hiperinflación de las formas. Disimetrías en las<br />
codificaciones. Excesos que dialogan con los límites o<br />
con las carencias de la sociedad y el individuo, y los<br />
representan, suspendiendo, exaltando o neutralizando<br />
una serie de valores acordados o puestos en juicio<br />
por la misma sociedad excedida. El exceso es tano<br />
un componente en la estructura de representación,<br />
como en el contenido, y en la explosión informativa<br />
se nos presenta como fruición de una representación.<br />
Asimismo podemos distinguir un exceso construido,<br />
no representado, entre lo ficcional y lo “real” cotidiano<br />
o institucional, percibido en los discursos mediáticos<br />
informativos o publicitarios, que no dan prioridad<br />
al efecto exceso para su producciones, aunque sin<br />
embargo establecen un juego de borramiento de<br />
fronteras con las poéticas de la desmesura.<br />
El monstruo es una figura de amplio recorrido histórico,<br />
una representación de lo maravilloso, del misterio. Es<br />
tanto espectacular, en la medida que se aparta de una<br />
norma, de un canon acordado; como misterioso, la<br />
visibilidad de una zona oscura, no apolínea, no racional,<br />
inconsciente.<br />
“Entre todas las cosas que pueden ser contempladas<br />
bajo la concavidad de los cielos, nada hay que avive<br />
más al espíritu, que cautive a los sentidos, que espante<br />
más que provoque en las criaturas una admiración o un<br />
terror más grande que los monstruos, los prodigios y las<br />
abominaciones por las que vemos invertidas, mutiladas<br />
y truncadas las obras de la naturaleza”. La cita de Pierre<br />
Boaistuau de 1561 es tomada por George Bataille<br />
para referirse al carácter común de la incongruencia<br />
personal y l del monstruo: cualquier fenómeno de<br />
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