RPPM - N 1 - Año 1.pdf
Revista Peruana del Pensamiento Marxista N°1
Revista Peruana del Pensamiento Marxista N°1
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Revista Peruana del Pensamiento Marxista<br />
facilidad con que las masas salían a manifestar<br />
en las calles, y que a comienzos de este siglo tiene<br />
su expresión en el movimiento de los "indignados"<br />
europeos o norteamericanos. Y también<br />
eran una confirmación de "la máxima leninista<br />
según la cual el voto de los ciudadanos con los<br />
pies podía ser más eficaz que el depositado en las<br />
elecciones" (p. 455).<br />
Todo lo anterior hace decir a Hobsbawm que:<br />
"las revoluciones de fines del siglo XX tenían, por<br />
tanto, dos características. La atrofia de la<br />
tradición revolucionaria establecida, por un<br />
lado, y el despertar de las masas, por otro" (p.<br />
454). Y que el mundo al final del siglo XX se<br />
hallaba en "situación de ruptura social más que<br />
de crisis revolucionaria" (p. 457).<br />
17. El socialismo de orientación marxista<br />
comenzó a construirse en 1917 y tuvo sus más<br />
altas expresiones en la Unión Soviética y la<br />
República Popular China. El país más extenso, y<br />
el país más poblado del planeta, respectivamente.<br />
A finales del siglo XX, en ambos territorios se<br />
había dejado de construir al socialismo para dar<br />
pase a la restauración capitalista. En Europa<br />
Oriental, Vietnam, Cuba y demás países socialistas<br />
también se dio un fenómeno parecido, con la<br />
probable excepción de Corea del Norte que se<br />
había desviado hacia un camino feudal-dinástico<br />
desde antes del colapso de la URSS.<br />
La restauración comenzó en China, a los pocos<br />
años de la muerte de Mao Tsetung en 1976. El<br />
personaje más importante de esta restauración<br />
fue Deng Xiaoping, antiguo y connotado<br />
dirigente del PCCH, purgado en dos ocasiones<br />
por sus "ideas derechistas" y porque fue acusado<br />
de no avanzar más allá de un "nacionalismo<br />
radical" hacia una posición comunista. Ahora<br />
bien, el carácter "nacional" del marxismo chino<br />
no ha sido ampliamente señalado y es cierto que<br />
desde sus orígenes el comunismo chino había<br />
seguido las pautas de un canon oriental, distinto<br />
del canon occidental inscrito en el marxismo y el<br />
leninismo europeos. Así, Hobsbawm dice que las<br />
propuestas de Mao responden a un "utopismo<br />
totalmente chino", que sin dejar de tener puntos<br />
de contacto con el marxismo, pone en evidencia<br />
"su visión de una sociedad ideal unida por un<br />
consenso total (una sociedad en la que… 'la<br />
abnegación total del individuo y su total inmersión<br />
en la colectividad [son] la finalidad última…<br />
una especie de misticismo colectivista') [que] es<br />
lo opuesto del marxismo clásico que, al menos en<br />
teoría y como último objetivo, contemplaba la<br />
liberación completa y la realización del individuo"<br />
(pp. 464-465).<br />
Mao Tsetung y la mayoría de comunistas chinos<br />
conocieron muy tarde las principales obras de<br />
los maestros marxistas, aunque las concepciones<br />
de predominio de lo colectivo sobre lo<br />
individual, propias de la civilización china,<br />
facilitaron la asimilación de la dialéctica y el<br />
marxismo. Para las necesidades prácticas, la<br />
contribución bolchevique a la revolución china<br />
fue más en organización que en doctrina. Y<br />
después de 1949, la ayuda de la URSS para la<br />
consolidación de la naciente administración y<br />
construcción comunista de China fue importante.<br />
Pero el continuado éxito del PCCh desde la<br />
toma del poder en 1949, hasta su actual rumbo<br />
capitalista podría explicarse porque en todo este<br />
trayecto el partido ha representado o garantizado<br />
la unidad y la supremacía de los intereses<br />
nacionales chinos, lo que tiene gran predicamento<br />
en la población. La transición ordenada y<br />
exitosa al capitalismo encabezada por Deng<br />
Xiaoping, por la mayoría del PCCh y el ejército,<br />
también se explican en gran medida porque<br />
Deng y sus secuaces representaban el "orden<br />
bajo los cielos" y la posibilidad de constituir a<br />
China en gran potencia. Siempre ha estado<br />
presente en la mentalidad china el convencimiento<br />
de la supremacía de su civilización y de<br />
sus propios caminos. Hoy el capitalismo de<br />
Estado dirigido por el PCCh parece inspirarse en<br />
el régimen de mandarines de los viejos emperadores,<br />
y el marxismo podría haber pasado a la<br />
condición de ideología nacional (cf. 463). Esta<br />
deriva conservadora y reaccionaria de la construcción<br />
socialista pretendió ser detenida por<br />
Mao con la "revolución cultural", medida que<br />
Hobsbawm califica de catástrofe absurda.<br />
A diferencia de lo que sucedió en China, la<br />
restauración capitalista en la URSS tuvo un<br />
desenlace catastrófico. Haciendo la compara-<br />
Lecturas<br />
39