MÉXICO - Acceso al sistema - Cámara de Diputados
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LA POLÍTICA DEMOCRÁTICA EN MÉXICO: NUEVAS COMPLEJIDADES 53 dono de las políticas vinculadas con el nacionalismo, protección para los productores locales, subsidios, mayor participación del gobierno en los asuntos económicos y una relación más distante con Estados Unidos. Quienes siguen esta línea de pensamiento suponen que los electores retornarán al PRI tan pronto como tengan una oportunidad, y están dispuestos a hacer todo lo que sea necesario, ya sea en el campo de la política institucional o de la no institucional, para hacer fracasar la agenda del presidente Fox. Hay pocos precedentes para guiar a México en esta vasta y profunda transformación. La analogía más parecida podría venir de Rusia, donde también se desmanteló el monopolio de un partido y se busca desarrollar una nueva estructura institucional. En marcado contraste con países como España o Chile, donde los gobiernos salientes planificaron un curso de acción y desarrollaron instituciones para la naciente democracia, en México no hay ningún plan, ninguna guía para los políticos. Más allá de las reformas de 1996, que establecieron los términos de la competencia electoral y de la resolución de disputas, no hay nada más para continuar: ningún acuerdo sobre la forma en que debe ajustarse la estructura institucional, ni reglas del juego para lidiar C0n las nuevas tensiones entre el Ejecutivo y el Legislativo. En España contaban con el rey, los tribunales, y la rama legislativa, todos listos para operar en una nueva situación política. Algo similar existía en Chile. Por lo contrario, en México, siguen existiendo las antiguas instituciones y los miembros del Congreso tienen pocos incentivos para desmantelarlas. Podría ser necesaria otra decisiva victoria de un candidato que no sea priísta para que esto empiece a cambiar, pero eso tampoco lo garantiza, en buena medida porque los tres principales partidos tienen intereses en preservar su monopolio del poder antes que en la modernización económica o institucional. El vacío legal e institucional, junto con una administración sin experiencia, una oposición dura y la presencia de actores no institucionales en los márgenes, han creado un ambiente político extremadamente volátil. Existe,
54 LUIS RUBIO además, un factor que lo complica todo: la mayoría de los miembros del PRD afirma que la democracia sólo llegará cuando ese partido gane la Presidencia. Aunque el número de sus miembros en el Congreso es relativamente pequeño (20 por ciento de la Cámara de Diputados e incluso un porcentaje menor en el Senado), el PRD se encuentra a sus anchas en su papel opositor y tiene una habilidad extraordinaria para definir la agenda política. Aunque el PRD está integrado por varias corrientes, muchas de ellas con intereses y objetivos contradictorios, ha tenido mucho éxito para poner en aprietos a los miembros de los dos partidos políticos mayores. Al enfrentar la agenda de liberalización económica (a la que tildan de "neoliberal" como argucia verbal para desacreditarla,) el PRD ha logrado un peso político que excede con mucho a su fuerza numérica. Como ha sucedido en muchos otros países, la rapidez del cambio en la política nacional durante los pasados 30 años ha creado fuertes brechas en la forma de ver las cosas. Una brecha es la generacional. A las viejas generaciones, acostumbradas a la estabilidad .que proporcionaba el gobierno del PRI, les ha sido difícil ajustarse a la volatilidad y el estancamiento que predominan en la actualidad. Muchos de los que piensan de esta manera son partidarios naturales del PRI. Una generación un poco más joven recuerda la era en que la autoridad gubernamental los atemorizaba: vivió la expropiación de los bancos, la inflación y las privatizaciones, con frecuencia pobremente logradas, así como una crisis tras otra. Tienden a ver la situación actual como el menor de dos males. Ni tan nefasto como el tiempo cuando los gobiernos autoritarios reprimieron el movimiento de 1968, ni tan malo como los años caóticos de inflación y estancamiento económico que siguieron. Las generaciones más jóvenes, que sólo han conocido años de crisis económica, difícilmente pueden distinguir las reformas económicas y sus consecuencias, de los cambios políticos que han ocurrido. No obstante, la mayoría de los mexicanos celebraron la derrota electoral del PRI. Hayan o no votado por Fax, en su mayor parte estaban cansados del PRI, aunque en algún momento apre-
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dono <strong>de</strong> las políticas vinculadas con el nacion<strong>al</strong>ismo, protección<br />
para los productores loc<strong>al</strong>es, subsidios, mayor participación <strong>de</strong>l<br />
gobierno en los asuntos económicos y una relación más distante<br />
con Estados Unidos. Quienes siguen esta línea <strong>de</strong> pensamiento<br />
suponen que los electores retornarán <strong>al</strong> PRI tan pronto<br />
como tengan una oportunidad, y están dispuestos a hacer todo<br />
lo que sea necesario, ya sea en el campo <strong>de</strong> la política institucion<strong>al</strong><br />
o <strong>de</strong> la no institucion<strong>al</strong>, para hacer fracasar la agenda <strong>de</strong>l<br />
presi<strong>de</strong>nte Fox.<br />
Hay pocos prece<strong>de</strong>ntes para guiar a México en esta vasta y<br />
profunda transformación. La an<strong>al</strong>ogía más parecida podría venir<br />
<strong>de</strong> Rusia, don<strong>de</strong> también se <strong>de</strong>smanteló el monopolio <strong>de</strong> un<br />
partido y se busca <strong>de</strong>sarrollar una nueva estructura institucion<strong>al</strong>.<br />
En marcado contraste con países como España o Chile, don<strong>de</strong><br />
los gobiernos s<strong>al</strong>ientes planificaron un curso <strong>de</strong> acción y <strong>de</strong>sarrollaron<br />
instituciones para la naciente <strong>de</strong>mocracia, en México no<br />
hay ningún plan, ninguna guía para los políticos. Más <strong>al</strong>lá <strong>de</strong> las<br />
reformas <strong>de</strong> 1996, que establecieron los términos <strong>de</strong> la competencia<br />
elector<strong>al</strong> y <strong>de</strong> la resolución <strong>de</strong> disputas, no hay nada más<br />
para continuar: ningún acuerdo sobre la forma en que <strong>de</strong>be ajustarse<br />
la estructura institucion<strong>al</strong>, ni reglas <strong>de</strong>l juego para lidiar<br />
C0n las nuevas tensiones entre el Ejecutivo y el Legislativo. En<br />
España contaban con el rey, los tribun<strong>al</strong>es, y la rama legislativa,<br />
todos listos para operar en una nueva situación política. Algo<br />
similar existía en Chile.<br />
Por lo contrario, en México, siguen existiendo las antiguas<br />
instituciones y los miembros <strong>de</strong>l Congreso tienen pocos incentivos<br />
para <strong>de</strong>smantelarlas. Podría ser necesaria otra <strong>de</strong>cisiva<br />
victoria <strong>de</strong> un candidato que no sea priísta para que esto empiece<br />
a cambiar, pero eso tampoco lo garantiza, en buena medida<br />
porque los tres princip<strong>al</strong>es partidos tienen intereses en preservar<br />
su monopolio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r antes que en la mo<strong>de</strong>rnización<br />
económica o institucion<strong>al</strong>. El vacío leg<strong>al</strong> e institucion<strong>al</strong>, junto<br />
con una administración sin experiencia, una oposición dura y la<br />
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creado un ambiente político extremadamente volátil. Existe,