Cabildo y Justicia - Universidad Nacional de RÃo Cuarto
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DAILA PRADO MIGUEL Y ÁNGEL MIGUEL GUTIÉRREZ ÁNGEL TRÉSPIDI<br />
ridad ejercida en la solución inmediata <strong>de</strong> cuanta causa ingresara<br />
a su judicatura. Pero no todas eran flores y con<strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncias en el<br />
arduo cumplimiento <strong>de</strong> sus obligaciones, ya que su carácter recio<br />
e implacable, le imponía en muchas circunstancias, sin el menor<br />
titubeo, la adopción <strong>de</strong> medidas crueles e inhumanas basadas en<br />
el uso y abuso <strong>de</strong>l garrote, la vara y el rebenque.<br />
El salvajismo <strong>de</strong> estos procedimientos, no sólo generó la justificada<br />
reacción <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong> la población, sino que empujó<br />
a las víctimas más <strong>de</strong>cididas a iniciar severas acciones judiciales<br />
contra el victimario, que provocaron el <strong>de</strong>sprestigio <strong>de</strong><br />
su persona y el <strong>de</strong>rrumbe <strong>de</strong> su reputación pública.<br />
Como los procesos entablados eran numerosos y extensos,<br />
sólo se transcriben los cargos más duros <strong>de</strong> dos causas <strong>de</strong> ese<br />
rimero documental.<br />
• 1805. Causa por golpes y lesiones. Juan Vicente Alvarez<br />
contra el Juez Pedáneo.<br />
«Las cicatrices con que fue herido y ofendido su rostro, eran claros<br />
comprobantes <strong>de</strong>l agravio recibido» 39 . «Se ha <strong>de</strong> servir Vm. citarle<br />
con perentorio término para que se apersone y se le tome <strong>de</strong>claración.<br />
En caso <strong>de</strong> rebeldía se proce<strong>de</strong>rá <strong>de</strong> oficio pasando al embargo <strong>de</strong> sus<br />
bienes con que pagará la pena <strong>de</strong> su atentado, que lo gradúo en quinientos<br />
pesos para compensar la pena <strong>de</strong>l talión… por la que <strong>de</strong>bería<br />
sufrir una pena igual a la que me causó» 40 .<br />
Ni la contun<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda ni la presteza <strong>de</strong>l Alcal<strong>de</strong><br />
lograron la concreción <strong>de</strong> sus respectivos objetivos, porque el <strong>de</strong>stinatario<br />
<strong>de</strong> sus <strong>de</strong>signios, «se había profugado a la Jurisdicción<br />
<strong>de</strong> La Punta» 41 , don<strong>de</strong> con anterioridad había «otorgado po<strong>de</strong>r<br />
al Alcal<strong>de</strong> Mayor Provincial <strong>de</strong> San Luis para que lo representara<br />
en todos los pleitos civiles y criminales… <strong>de</strong> esa Jurisdicción» 42 .<br />
39<br />
Gutiérrez, Miguel Angel, La <strong>Justicia</strong> Colonial en Las Achiras, Córdoba, 2007, pp.163<br />
40<br />
Gutiérrez, Miguel Angel, La <strong>Justicia</strong> Colonial en Las Achiras, Córdoba, 2007, pp.164<br />
41<br />
Gutiérrez, Miguel Angel, La <strong>Justicia</strong> Colonial en Las Achiras, Córdoba, 2007, pp.165<br />
42<br />
Gutiérrez, Miguel Angel, La <strong>Justicia</strong> Colonial en Las Achiras, Córdoba, 2007, pp.165<br />
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