La Revolución de los Transgénicos - Universidad Iberoamericana

La Revolución de los Transgénicos - Universidad Iberoamericana La Revolución de los Transgénicos - Universidad Iberoamericana

16.10.2014 Views

La Revolución de los Transgénicos: Certezas e Incertidumbres futuras una biodiversidad protegida y una herencia cultural de los cultivos alimentarios. En consecuencia, la responsabilidad por los efectos posibles y a largo plazo de la liberación de OGM en el medio ambiente implica nuevas tareas de coordinación de esfuerzos colectivos y sistémicos de investigación científica y gestión política, para los cuales no poseemos, por desgracia, instituciones políticas internacionales adecuadas. Se ha argumentado que una nueva amenaza de escasez de alimentos (debido al crecimiento sostenido de la población mundial, principalmente en los países pobres) se convertiría en el acicate para el desarrollo de la biotecnología, capaz de emprender la modificación y recombinación (ya no el cultivo) de las características genéticas de organismo vivos para aumentar la producción de alimentos, mejorar el rendimiento e introducir algunos nuevos rasgos. Pero los fines de la primera generación de transgénicos sólo han respondido a valores pragmáticos y económicos impulsados por los cambios en las leyes de patentes y los intereses de lucro de las compañías de agroquímicos, para comercializar en paquete semillas y pesticidas y monopolizar el mercado mundial. Principio de precaución Como una consecuencia de la nueva responsabilidad que, de facto, hemos contraído con esos nuevos productos, se deriva la aplicación del principio de precaución. Este principio tuvo su origen en algunos pensadores pioneros de la ética ambiental, como Hans Jonas, Véase Jonas, Hans, El principio de responsabilidad, Herder, Barcelona, 1995. y se introdujo pro primera vez en la legislación ambiental alemana en los años setentas (se denominó el Vorsorgeprinzip). En la Declaración de Río sobre el medio ambiente y el desarrollo (1992) se estableció que: “con el fin de proteger el medio ambiente los Estados deberán aplicar ampliamente el criterio de precaución conforme a sus capacidades. Cuando haya peligro de daño grave o irreversible, la falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces”. El Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad (2000) también integra el mismo principio e intenta generar un marco de políticas globales para que los Estados se hagan cargo de los OGM. Ahora bien, la aplicación del principio de precaución no significa, como muchos piensan, la obstaculización de la investigación científica ni la detención automática del desarrollo tecnológico, ni se funda en una especie de profecía catastrofista. Por el contrario, indica que, dado un margen mínimo de incertidumbre (como en este caso), es decir, la posibilidad de algún efecto negativo en el medio ambiente y en la salud, conviene establecer medidas de cautela, de prueba continua, de estudios y debates científicos, de seguimiento o trazabilidad en la fabricación y comercialización de cualquier producto tecnológico. En el caso de los transgénicos, bien podría adoptarse una versión más débil del principio de precaución, justo porque aun subsisten las dudas acerca de la posibilidad futura de efectos negativos, aunque en los estudios actuales esa posibilidad se ha ido reduciendo. Hasta el momento existe consenso científico en que los riesgos sanitarios de los OGM son mínimos y controlables (los que han sido alergénicos se han retirado, como el maíz Starlink), mientras que la discusión sobre los probables efectos ecológicos a largo plazo continúa abierta. Universidad Iberoamericana Ciudad de México 40

La Revolución de los Transgénicos: Certezas e Incertidumbres Es preciso reconocer que existe un margen de incertidumbre, por pequeño que sea, sobre los efectos a largo plazo, propio de la temporalidad evolutiva. Además, las consecuencias de una nueva tecnología son el resultado de la interacción compleja con otros factores tecnológicos, sociales, políticos y ambientales, a veces azarosos, que hacen imposible una previsión absoluta. El principio de precaución, vinculado con el de responsabilidad nos indica que, por primera vez, tendremos que supervisar, monitorear, controlar, registrar y crear bases de datos mundiales para dar seguimiento a nuestros nuevos “cultivos” transgénicos. Por tanto, los OGM tendrán que ser productos controlados y regulados, como los de la industria farmacéutica actual, aunque no manejados como sustancias peligrosas pues no hay comprobaciones de peligros o daños. La aplicación del principio de precaución ha logrado ya un consenso en la nueva legislación de la Unión Europea sobre la trazabilidad, identificación y etiquetado de alimentos y piensos que contienen transgénicos. 10 De este modo, los probables riesgos deben ser evitados: a) la posibilidad, aunque sea mínima de transferencia horizontal de genes, y consecuentes efectos en la biodiversidad de especies naturales, así como el reforzamiento de la resistencia en insectos y malezas que recrudecería el uso de pesticidas, b) efectos alergénicos (ya se ha eliminado el uso de marcadores de resistencia a los antibióticos), c) competencia inequitativa, dependencia de semillas patentadas, y de los agricultores pobres hacia las grandes compañías, afectando las posibilidades de la conservación in situ y el mejoramiento de la diversidad genética a nivel local, d) favorecimiento de los monocultivos y de la homogeneidad genética, e) monopolio de unas cuantas industrias en el mercado mundial de alimentos, presionando el uso extensivo y uniforme de los mismos productos transgénicos, f) la uniformidad mediante el uso extensivo de transgénicos, que afectaría igualmente a los métodos sustentables de rotación de cultivos. La aplicación del principio de precaución implica una justa distribución de la responsabilidad y las obligaciones: los agentes productores tienen el deber de realizar las pruebas necesarias y de absorber su costo, sólo pueden transferirlo a los usuarios en la medida en que se regule su fiabilidad y se les provea de información precisa y veraz para que ellos tenga el derecho de libre opción. El costo (en recursos humanos, económicos, científicos) por los estudios y controles de los productos transgénicos, debe recaer en los productores, en primer lugar, y la obligación de la supervisión y del financiamiento de investigación básica, en los Estados. Ahora bien, la acción precautoria puede tomar varias modalidades, que en este caso son medidas prudenciales ante la no evidencia de daños. Pero el principio de precaución también promueve la búsqueda de alternativas y de modificaciones tecnocientíficas para evitar los posibles riesgos. Pero, si se descubrieran efectos negativos en el curso de las investigaciones y pruebas, entonces serán necesarias restricciones; y si los riesgos aumentan, entonces moratorias en el desarrollo; y si el daño es comprobado, entonces prohibiciones y retiro de OGM del mercado. El principio de precaución parte del reconocimiento de que es imposible un riesgo cero, y de que su aplicación no debe ser excesivamente costosa o implicar esfuerzos y mayores problemas, desproporcionados con respecto a lo que se quiere evitar. Las medidas precautorias deberán ser factibles, tanto en términos económicos como sociales y políticos, y consistentes con las practicas tecnocientíficas, además de costeables, y revisables o revocables. Se debe Universidad Iberoamericana Ciudad de México 41

<strong>La</strong> <strong>Revolución</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>Transgénicos</strong>: Certezas e Incertidumbres<br />

Es preciso reconocer que existe un margen <strong>de</strong> incertidumbre, por pequeño que sea, sobre<br />

<strong>los</strong> efectos a largo plazo, propio <strong>de</strong> la temporalidad evolutiva. A<strong>de</strong>más, las consecuencias <strong>de</strong><br />

una nueva tecnología son el resultado <strong>de</strong> la interacción compleja con otros factores tecnológicos,<br />

sociales, políticos y ambientales, a veces azarosos, que hacen imposible una previsión absoluta.<br />

El principio <strong>de</strong> precaución, vinculado con el <strong>de</strong> responsabilidad nos indica que, por primera<br />

vez, tendremos que supervisar, monitorear, controlar, registrar y crear bases <strong>de</strong> datos mundiales<br />

para dar seguimiento a nuestros nuevos “cultivos” transgénicos. Por tanto, <strong>los</strong> OGM tendrán<br />

que ser productos controlados y regulados, como <strong>los</strong> <strong>de</strong> la industria farmacéutica actual,<br />

aunque no manejados como sustancias peligrosas pues no hay comprobaciones <strong>de</strong> peligros<br />

o daños. <strong>La</strong> aplicación <strong>de</strong>l principio <strong>de</strong> precaución ha logrado ya un consenso en la nueva<br />

legislación <strong>de</strong> la Unión Europea sobre la trazabilidad, i<strong>de</strong>ntificación y etiquetado <strong>de</strong> alimentos<br />

y piensos que contienen transgénicos. 10<br />

De este modo, <strong>los</strong> probables riesgos <strong>de</strong>ben ser evitados: a) la posibilidad, aunque sea<br />

mínima <strong>de</strong> transferencia horizontal <strong>de</strong> genes, y consecuentes efectos en la biodiversidad <strong>de</strong><br />

especies naturales, así como el reforzamiento <strong>de</strong> la resistencia en insectos y malezas que<br />

recru<strong>de</strong>cería el uso <strong>de</strong> pesticidas, b) efectos alergénicos (ya se ha eliminado el uso <strong>de</strong> marcadores<br />

<strong>de</strong> resistencia a <strong>los</strong> antibióticos), c) competencia inequitativa, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> semillas patentadas,<br />

y <strong>de</strong> <strong>los</strong> agricultores pobres hacia las gran<strong>de</strong>s compañías, afectando las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la<br />

conservación in situ y el mejoramiento <strong>de</strong> la diversidad genética a nivel local, d) favorecimiento<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> monocultivos y <strong>de</strong> la homogeneidad genética, e) monopolio <strong>de</strong> unas cuantas industrias<br />

en el mercado mundial <strong>de</strong> alimentos, presionando el uso extensivo y uniforme <strong>de</strong> <strong>los</strong> mismos<br />

productos transgénicos, f) la uniformidad mediante el uso extensivo <strong>de</strong> transgénicos, que<br />

afectaría igualmente a <strong>los</strong> métodos sustentables <strong>de</strong> rotación <strong>de</strong> cultivos.<br />

<strong>La</strong> aplicación <strong>de</strong>l principio <strong>de</strong> precaución implica una justa distribución <strong>de</strong> la responsabilidad<br />

y las obligaciones: <strong>los</strong> agentes productores tienen el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> realizar las pruebas necesarias<br />

y <strong>de</strong> absorber su costo, sólo pue<strong>de</strong>n transferirlo a <strong>los</strong> usuarios en la medida en que se regule<br />

su fiabilidad y se les provea <strong>de</strong> información precisa y veraz para que el<strong>los</strong> tenga el <strong>de</strong>recho<br />

<strong>de</strong> libre opción. El costo (en recursos humanos, económicos, científicos) por <strong>los</strong> estudios y<br />

controles <strong>de</strong> <strong>los</strong> productos transgénicos, <strong>de</strong>be recaer en <strong>los</strong> productores, en primer lugar, y<br />

la obligación <strong>de</strong> la supervisión y <strong>de</strong>l financiamiento <strong>de</strong> investigación básica, en <strong>los</strong> Estados.<br />

Ahora bien, la acción precautoria pue<strong>de</strong> tomar varias modalida<strong>de</strong>s, que en este caso son<br />

medidas pru<strong>de</strong>nciales ante la no evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> daños. Pero el principio <strong>de</strong> precaución también<br />

promueve la búsqueda <strong>de</strong> alternativas y <strong>de</strong> modificaciones tecnocientíficas para evitar <strong>los</strong><br />

posibles riesgos. Pero, si se <strong>de</strong>scubrieran efectos negativos en el curso <strong>de</strong> las investigaciones<br />

y pruebas, entonces serán necesarias restricciones; y si <strong>los</strong> riesgos aumentan, entonces<br />

moratorias en el <strong>de</strong>sarrollo; y si el daño es comprobado, entonces prohibiciones y retiro <strong>de</strong><br />

OGM <strong>de</strong>l mercado.<br />

El principio <strong>de</strong> precaución parte <strong>de</strong>l reconocimiento <strong>de</strong> que es imposible un riesgo cero,<br />

y <strong>de</strong> que su aplicación no <strong>de</strong>be ser excesivamente costosa o implicar esfuerzos y mayores<br />

problemas, <strong>de</strong>sproporcionados con respecto a lo que se quiere evitar. <strong>La</strong>s medidas precautorias<br />

<strong>de</strong>berán ser factibles, tanto en términos económicos como sociales y políticos, y consistentes<br />

con las practicas tecnocientíficas, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> costeables, y revisables o revocables. Se <strong>de</strong>be<br />

<strong>Universidad</strong> <strong>Iberoamericana</strong> Ciudad <strong>de</strong> México<br />

41

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!