La Revolución de los Transgénicos - Universidad Iberoamericana

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16.10.2014 Views

La Revolución de los Transgénicos: Certezas e Incertidumbres RESUMEN Una perspectiva ética sobre los transgénicos Lic. Jorge Enrique Linares* ◗ Uno de los rasgos más característicos de la tecnociencia contemporánea consiste en que su desarrollo se da en medio de controversias sociales y conflictos de valores entre los diversos agentes que participan en su conformación. 1 La relación de la sociedad con el poder tecnocientífico se ha modificado (de la simple aceptación pasiva y la confianza plena, a la preocupación e interés por controlar sus posibles efectos negativos). Particularmente, este marco de controversias sociales ha sido significativo en el caso de la biotecnología, como también lo había sido en los debates acerca de la seguridad de la industria nuclear, la industria química o la farmacéutica. Así pues, la relación entre la tecnociencia y la sociedad se ha vuelto conflictiva, controversial, y ello se debe al mayor interés social en la reducción de los riesgos para el medio ambiente y la salud humana que conllevan las realizaciones tecnocientíficas. Como resultado de amplios debates, ha habido cierto consenso de restricciones y moratorias sobre la biotecnología aplicada al genoma humano (por lo menos en el caso de la clonación reproductiva); 2 en cambio, en lo que se refiere a la aplicación de la tecnología de ADN recombinante en la producción de alimentos se han suscitado controversias y conflictos de valores que se basan en el margen de incertidumbre que aún subsiste con respecto a la posibilidad de efectos ambientales negativos a largo plazo. El surgimiento de las controversias tecnocientíficas muestra que el viejo modelo industrial que desarrollaba innovaciones sin que la sociedad conociera y participara en su evaluación parece ya no ser adecuado. En ese antiguo modelo industrial sólo la evidencia de daños ya causados a la salud o al medio ambiente era un motivo justificado para retirar o modificar una realización tecnológica. Por el contrario, se perfila en nuestros días un nuevo modelo de relación entre la sociedad y la tecnociencia, que busca reducir los riesgos, mediante el control y la prueba de los efectos, con el fin de evitar probables consecuencias dañinas sobre el ser humano y el medio ambiente. 3 Así pues, se ha venido generando un nuevo “contrato social” para la ciencia y la tecnociencia, como establecía la Declaración de Budapest de 1999. 4 Esas controversias 5 reflejan los intereses de los diversos actores de la tecnociencia: científicos y tecnólogos, empresarios e inversionistas, agricultores, políticos, ciudadanos. Implican, por tanto, una deliberación abierta y plural que considere distintos sistemas de valores e intereses. Las controversias pueden resolverse si se alcanza un consenso estable, lo que no implica necesariamente la superación del conflicto de valores e intereses, puesto que cabe que el consenso consista en la necesidad de dejar a un lado la cuestión controvertida. Si el resultado es una postergación de la decisión, ésta se aplaza hasta que nuevas informaciones científicas permitan la proyección de alternativas, o al menos, un consenso restringido. Lo que no es deseable es evitar la deliberación y la decisión para no enfrentar el conflicto. 6 Ahora bien, desde el punto de vista ético, no suponemos entonces que toda controversia tecnológica se resuelva felizmente ni que tenga que desembocar en moratorias sobre la *Asesor del Consejo Académico del Área de las Humanidades y de las Artes, UNAM Universidad Iberoamericana Ciudad de México 36

La Revolución de los Transgénicos: Certezas e Incertidumbres realización tecnológica en cuestión, pero tampoco en una absoluta liberación de los productos tecnológicos, sin ninguna regulación. Más bien, lo deseable y esperable de la racionalidad de las controversias es el hecho de que los actores acepten una vía dialógica de resolución de conflictos sociales, es decir, un método que impida la coacción y la violencia para construir consensos en la medida en que los diversos intereses se ponderen y se equilibren. La resolución de las controversias sociales sobre el desarrollo tecnológico implica nuevos problemas de gestión política nacional e internacional para poder regular y poner bajo el control social las innovaciones tecnológicas. Además, la participación de la sociedad en el “desocultamiento” de los riesgos del mundo tecnológico, y en su evaluación, no podrá darse como un proceso de repentina “iluminación” colectiva. Es necesario tener en cuenta que, a medida en que la sociedad posea mayor información de los efectos de la tecnociencia (no siempre adecuada o bien comprendida), habrá una discrepancia entre los riesgos objetivos (hasta cierto punto calculables y medibles probabilísticamente) y la percepción subjetiva e intersubjetiva de los mismos riesgos. La percepción colectiva de un riesgo razonablemente aceptable dependerá no sólo de la disponibilidad de información científica respecto de los efectos de una tecnología, sino también del manejo político de la información, la gestión de los riegos y la legitimación de una innovación tecnológica. Las condiciones indispensables para la resolución de controversias tecnológicas podríamos resumirlas en: difundir y compartir el saber, compartir el poder de decisión, potenciar la autonomía de los ciudadanos y extender la responsabilidad, ampliar los alcances de la prevención basada en conjeturas racionales, pactar acuerdos mínimos de orden global. En otros términos: se deben buscar acuerdos racionales mediante un proceso público y legitimado de decisión, para ello, toda la información relevante se pondrá a disposición de los involucrados; se debe buscar establecer rangos mínimos de beneficios y máximos de riesgos aceptables (no negociables) como criterios de racionalidad colectiva, potenciar la capacidad de decisión de los ciudadanos y, desde luego, asegurar la máxima participación de la sociedad, mediante procedimientos de representación democrática. Esto significa que el nuevo contrato social para la tecnociencia involucra en las decisiones cruciales sobre las políticas tecnológicas no sólo a los científicos y tecnólogos, a los expertos y representantes de los poderes convencionales (gobiernos, empresas, productores), sino también a los ciudadanos de a pie que participen como usuarios y como receptores potenciales de los beneficios y de los riesgos de una nueva tecnología. Esta participación compleja responde al hecho de que el sujeto de la tecnociencia se ha vuelto colectivo y que, por tanto, las acciones tecnocientíficas responden a un conjunto diverso de valores que, en principio, deben ser considerados y ponderados por igual. En el caso que nos ocupa, no sólo son válidos los valores intrínsecamente pragmáticos, técnicos, epistémicos, económicos, productivos o agronómicos de la tecnología de los transgénicos. También deben entrar en acción valores éticos relativos a la seguridad, la prevención de daños probables, la distribución equitativa de los costos, riesgos, la protección de la biodiversidad, la igualdad de condiciones en la producción y el comercio, la validación social y democrática de las innovaciones tecnológicas. El sistema de valores que están relacionados con los tansgénicos de primera generación (el maíz Bt, el algodón Bt, la soya y Universidad Iberoamericana Ciudad de México 37

<strong>La</strong> <strong>Revolución</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>Transgénicos</strong>: Certezas e Incertidumbres<br />

RESUMEN<br />

Una perspectiva ética sobre <strong>los</strong> transgénicos<br />

Lic. Jorge Enrique Linares*<br />

◗ Uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> rasgos más característicos <strong>de</strong> la tecnociencia contemporánea consiste en que<br />

su <strong>de</strong>sarrollo se da en medio <strong>de</strong> controversias sociales y conflictos <strong>de</strong> valores entre <strong>los</strong> diversos<br />

agentes que participan en su conformación. 1 <strong>La</strong> relación <strong>de</strong> la sociedad con el po<strong>de</strong>r tecnocientífico<br />

se ha modificado (<strong>de</strong> la simple aceptación pasiva y la confianza plena, a la preocupación e<br />

interés por controlar sus posibles efectos negativos). Particularmente, este marco <strong>de</strong> controversias<br />

sociales ha sido significativo en el caso <strong>de</strong> la biotecnología, como también lo había sido en <strong>los</strong><br />

<strong>de</strong>bates acerca <strong>de</strong> la seguridad <strong>de</strong> la industria nuclear, la industria química o la farmacéutica.<br />

Así pues, la relación entre la tecnociencia y la sociedad se ha vuelto conflictiva, controversial,<br />

y ello se <strong>de</strong>be al mayor interés social en la reducción <strong>de</strong> <strong>los</strong> riesgos para el medio ambiente<br />

y la salud humana que conllevan las realizaciones tecnocientíficas.<br />

Como resultado <strong>de</strong> amplios <strong>de</strong>bates, ha habido cierto consenso <strong>de</strong> restricciones y moratorias<br />

sobre la biotecnología aplicada al genoma humano (por lo menos en el caso <strong>de</strong> la clonación<br />

reproductiva); 2 en cambio, en lo que se refiere a la aplicación <strong>de</strong> la tecnología <strong>de</strong> ADN<br />

recombinante en la producción <strong>de</strong> alimentos se han suscitado controversias y conflictos <strong>de</strong><br />

valores que se basan en el margen <strong>de</strong> incertidumbre que aún subsiste con respecto a la<br />

posibilidad <strong>de</strong> efectos ambientales negativos a largo plazo.<br />

El surgimiento <strong>de</strong> las controversias tecnocientíficas muestra que el viejo mo<strong>de</strong>lo industrial<br />

que <strong>de</strong>sarrollaba innovaciones sin que la sociedad conociera y participara en su evaluación<br />

parece ya no ser a<strong>de</strong>cuado. En ese antiguo mo<strong>de</strong>lo industrial sólo la evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> daños ya<br />

causados a la salud o al medio ambiente era un motivo justificado para retirar o modificar una<br />

realización tecnológica. Por el contrario, se perfila en nuestros días un nuevo mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong><br />

relación entre la sociedad y la tecnociencia, que busca reducir <strong>los</strong> riesgos, mediante el control<br />

y la prueba <strong>de</strong> <strong>los</strong> efectos, con el fin <strong>de</strong> evitar probables consecuencias dañinas sobre el ser<br />

humano y el medio ambiente. 3 Así pues, se ha venido generando un nuevo “contrato social”<br />

para la ciencia y la tecnociencia, como establecía la Declaración <strong>de</strong> Budapest <strong>de</strong> 1999. 4<br />

Esas controversias 5 reflejan <strong>los</strong> intereses <strong>de</strong> <strong>los</strong> diversos actores <strong>de</strong> la tecnociencia:<br />

científicos y tecnólogos, empresarios e inversionistas, agricultores, políticos, ciudadanos.<br />

Implican, por tanto, una <strong>de</strong>liberación abierta y plural que consi<strong>de</strong>re distintos sistemas <strong>de</strong> valores<br />

e intereses. <strong>La</strong>s controversias pue<strong>de</strong>n resolverse si se alcanza un consenso estable, lo que no<br />

implica necesariamente la superación <strong>de</strong>l conflicto <strong>de</strong> valores e intereses, puesto que cabe<br />

que el consenso consista en la necesidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar a un lado la cuestión controvertida. Si el<br />

resultado es una postergación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión, ésta se aplaza hasta que nuevas informaciones<br />

científicas permitan la proyección <strong>de</strong> alternativas, o al menos, un consenso restringido. Lo que<br />

no es <strong>de</strong>seable es evitar la <strong>de</strong>liberación y la <strong>de</strong>cisión para no enfrentar el conflicto. 6<br />

Ahora bien, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista ético, no suponemos entonces que toda controversia<br />

tecnológica se resuelva felizmente ni que tenga que <strong>de</strong>sembocar en moratorias sobre la<br />

*Asesor <strong>de</strong>l Consejo Académico <strong>de</strong>l Área <strong>de</strong> las Humanida<strong>de</strong>s y <strong>de</strong> las Artes, UNAM<br />

<strong>Universidad</strong> <strong>Iberoamericana</strong> Ciudad <strong>de</strong> México<br />

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