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Antecedentes legales y parlamentarios - Ministerio de Defensa

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21 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1985<br />

496<br />

Reconozco a priori la excelente voluntad y predisposición <strong>de</strong> los señores legisladores integrantes<br />

<strong>de</strong> la Comisión <strong>de</strong> <strong>Defensa</strong> para elaborar un instrumento apto que sirva al país, lo cual<br />

no implica reconocer que tales esfuerzos hayan llegado a buen puerto.<br />

Hago también la aclaración previa <strong>de</strong> que mi postura coinci<strong>de</strong> con la actitud <strong>de</strong>l bloque justicialista<br />

expresada elocuentemente por el compañero diputado Antonio Cavallaro, no obstante<br />

que algunos aspectos <strong>de</strong> ella han merecido <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l bloque —digo esto por una cuestión <strong>de</strong><br />

honestidad basal en el recinto— objeciones que no puedo soslayar, porque <strong>de</strong> hacerlo entraría en<br />

la zona grisácea <strong>de</strong> las in<strong>de</strong>finiciones y, frente a un tema <strong>de</strong> la importancia <strong>de</strong>l que consi<strong>de</strong>ramos,<br />

soslayar es pecar.<br />

Para <strong>de</strong>cirlo con pocas palabras, estimo que hay que <strong>de</strong>sradicalizar el proyecto <strong>de</strong> ley <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa<br />

para radicalizar la seguridad y la <strong>de</strong>fensa nacionales.<br />

Durante muchos meses hemos escuchado toda suerte <strong>de</strong> eufemismos alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> los conceptos<br />

<strong>de</strong> seguridad y <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa, pero lo cierto es que, en <strong>de</strong>finitiva, este proyecto <strong>de</strong> ley se aleja<br />

<strong>de</strong> la seguridad y convalida, en cierta medida, una doctrina que fue vituperada en su momento y<br />

que estimo no compartimos ninguno <strong>de</strong> los señores diputados <strong>de</strong> las distintas bancadas, porque<br />

el problema no consiste en la expresión literal <strong>de</strong> una doctrina en el papel, sino en su espíritu y<br />

en su aplicación: cuándo se aplica, dón<strong>de</strong> se aplica, cómo se aplica y quién la aplica.<br />

Una doctrina <strong>de</strong> la Seguridad Nacional existe y es necesaria e imprescindible para todos los<br />

estados jurídicamente organizados. La tienen los estados <strong>de</strong>l Este, <strong>de</strong>l Oeste, <strong>de</strong>l Norte y <strong>de</strong>l<br />

Sur.<br />

La tienen tanto Israel como los Estados Unidos <strong>de</strong> América y la Unión Soviética. Asimismo,<br />

cuentan con su doctrina <strong>de</strong> Seguridad Nacional, Nicaragua, Paraguay, Italia y Chile. Pero nosotros,<br />

por un problema <strong>de</strong> pésima aplicación <strong>de</strong> la doctrina por gobernantes que no tendrían<br />

que haber gobernado y por gobiernos i<strong>legales</strong>, vamos a poner en tela <strong>de</strong> juicio la imprescindible<br />

necesidad <strong>de</strong> que nuestro país cuente con los medios idóneos para proteger su supervivencia.<br />

Sostenemos que una ley <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>be ten<strong>de</strong>r fundamentalmente a proteger el cuerpo jurídico<br />

y legal <strong>de</strong>l Estado, es <strong>de</strong>cir, a proteger la República contra la acechanza <strong>de</strong> a<strong>de</strong>ntro y <strong>de</strong><br />

afuera. Estos no son pretextos, ni nos manejamos con eufemismos cuando mencionamos los<br />

términos “a<strong>de</strong>ntro” y “afuera”, porque los peligros se generan en uno u otro lado y son tan potentes<br />

y tan perniciosos —ya sea que provengan <strong>de</strong> afuera como <strong>de</strong> a<strong>de</strong>ntro— que pue<strong>de</strong>n llegar<br />

a poner en peligro la estabilidad misma <strong>de</strong> las instituciones republicanas <strong>de</strong> las cuales nosotros,<br />

sin ninguna duda, somos sus primeros y mejores <strong>de</strong>fensores.<br />

Algún día este país va a tener una guerra, señores diputados, y no la vamos a po<strong>de</strong>r evitar. Esa<br />

guerra se nos viene encima aceleradamente y paso a paso, y tampoco es un eufemismo <strong>de</strong>cir que<br />

estamos viviendo la Tercera Guerra Mundial —con distinto teatro <strong>de</strong> operaciones y actitu<strong>de</strong>s bélicas<br />

no convencionales, pero guerra al fin—, que se está <strong>de</strong>sarrollando en Centroamérica, Asia,<br />

África y Oceanía. Los primeros intentos <strong>de</strong> las patrullas avanzadas ya se perciben en casi todos<br />

los países <strong>de</strong>l mundo.<br />

Vamos a tener una guerra tar<strong>de</strong> o temprano. No serán los rusos ni los chilenos quienes atraviesen<br />

nuestras fronteras para atacarnos. Sin embargo, estamos a punto <strong>de</strong> sancionar una ley que<br />

se ocupa <strong>de</strong> cualquier cosa menos <strong>de</strong> esa guerra que con certeza va a <strong>de</strong>sarrollarse en nuestro país,<br />

y que es la guerra <strong>de</strong> la subversión.<br />

La magnitud <strong>de</strong> las responsabilida<strong>de</strong>s que conciernen a la <strong>Defensa</strong> Nacional y que abarcan<br />

todos los ámbitos <strong>de</strong>l quehacer republicano, con plena participación <strong>de</strong> la ciudadanía, no <strong>de</strong>be<br />

<strong>de</strong> ninguna manera quedar sujeta a interpretaciones <strong>de</strong> parcialida<strong>de</strong>s políticas que pue<strong>de</strong>n o no<br />

estar ajenas a presiones claramente i<strong>de</strong>ológicas y circunstanciales. Pero nosotros observamos<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la normalización institucional que nuestras Fuerzas Armadas son mantenidas como sectores<br />

prácticamente segregados <strong>de</strong> la estrategia general, aun en temas <strong>de</strong> prioritaria jurisdicción<br />

y especialización militar en los que su asesoramiento a los órganos políticos <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión resulta

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