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Antecedentes legales y parlamentarios - Ministerio de Defensa

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20 y 21 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1975<br />

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faltando en la Argentina <strong>de</strong>s<strong>de</strong> antes <strong>de</strong>l actual gobierno, si bien este déficit se viene agravando<br />

sensiblemente en los últimos años por acción y por omisión. Mientras este gravísimo estado <strong>de</strong><br />

cosas no sea solucionado, la Nación tendrá expuestos sus flancos y hasta su retaguardia. ¿Con qué<br />

tranquilidad y con qué perspectivas podrá, entonces, combatir al solo enemigo frontal?<br />

El proyecto en discusión no <strong>de</strong>fine la subversión. Vale <strong>de</strong>cir, se propone extirpar un <strong>de</strong>lito<br />

impreciso. Intentemos por nuestra cuenta una caracterización acumulativa, a saber: 1) todo<br />

aquello que <strong>de</strong>rriba, <strong>de</strong>snaturaliza o violenta la escala <strong>de</strong> valores o el or<strong>de</strong>n jurídico en que se<br />

funda una sociedad, constituye subversión moral e institucional; 2) el <strong>de</strong>squicio económico, la<br />

injusticia social, la alienación cultural, el manejo arbitrario <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> difusión, la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<br />

nacional, son también factores subversivos. Cuando ellos se dan como ambiente y como<br />

situación general <strong>de</strong> la sociedad, encontramos el primero <strong>de</strong> los planos y <strong>de</strong> las formas subversivas,<br />

el que hace <strong>de</strong> raíz <strong>de</strong> las otras manifestaciones.<br />

Con el solo fin <strong>de</strong> evitar suspicacias apelaré, en este punto, a i<strong>de</strong>as vertidas por personas y<br />

órganos periodísticos insospechados <strong>de</strong> izquierdismo o <strong>de</strong>magogia. El diario La Nación, en su<br />

edición <strong>de</strong>l 7 <strong>de</strong> octubre próximo pasado, bajo el título Cada uno firme en su puesto, dice: “La<br />

subversión que afronta la República no es sólo la llamada guerrilla. Es ésta apenas la metralleta <strong>de</strong><br />

un fenómeno que ha calado hondo en la vida política, económica y social <strong>de</strong> la República. Cuando<br />

se reduce el concepto <strong>de</strong> subversión al <strong>de</strong> la acción armada, se está cometiendo un error tan pronunciado<br />

como cuando se ignora que esa subversión también se manifiesta en la fractura <strong>de</strong> ciertos<br />

valores mínimos <strong>de</strong> jerarquía y disciplina y en el enseñoramiento <strong>de</strong> una ineptitud <strong>de</strong>formante <strong>de</strong> las<br />

instituciones <strong>de</strong>l Estado, o bien en la transgresión <strong>de</strong> ciertos principios <strong>de</strong> moralidad administrativa”.<br />

Hace pocas semanas también, un jefe militar en actividad pronunció públicamente, junto<br />

a varias expresiones exageradas e inaceptables, otras dignas <strong>de</strong> ser acogidas. Me refiero a las siguientes<br />

palabras <strong>de</strong>l general José Antonio Buasso: “No somos los custodios <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> una sociedad<br />

masificada, don<strong>de</strong> el esfuerzo <strong>de</strong> los muchos <strong>de</strong> abajo hace el privilegio <strong>de</strong> los pocos <strong>de</strong> arriba.<br />

No somos los custodios <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> una sociedad que corrompe sus jerarquías, subsumiendo moral y<br />

<strong>de</strong>cencia, honestidad y esfuerzo, capacidad y conocimiento”.<br />

En fin, si falta alguna otra cita imposible <strong>de</strong> tachar <strong>de</strong> simpatía a la guerrilla, me remito a los<br />

diversos pronunciamientos eclesiásticos <strong>de</strong> los meses recientes, entre los que <strong>de</strong>staco por su pon<strong>de</strong>ración<br />

los documentos y homilías <strong>de</strong> los monseñores Tórtolo, Primatesta, Pironio, Aramburu<br />

y Zaspe, coinci<strong>de</strong>ntes en señalar la profunda crisis que abruma al país, <strong>de</strong> la cual —insisto— la<br />

guerrilla es una grave manifestación epidérmica.<br />

No puedo resistir al impulso <strong>de</strong> leer —pidiendo la condigna reflexión <strong>de</strong> la Honorable<br />

Cámara— algunos párrafos agudos y conmovedores vertidos por el arzobispo <strong>de</strong> Santa Fe: “La<br />

Argentina ha aceptado vivir en pecado, disimular el pecado, cambiarle el nombre y disfrazarlo; verlo<br />

en unos e ignorarlo en otros; a veces en los gobernantes y no en los gobernados; otras veces disimularlo<br />

en la autoridad y <strong>de</strong>nunciarlo en la ciudadanía; estigmatizarlo en las personas y no <strong>de</strong>tectarlo en las<br />

instituciones; verlo en la izquierda y no verlo en la <strong>de</strong>recha; <strong>de</strong>nunciarlo en la <strong>de</strong>recha y callarlo en<br />

la izquierda. El país no cambiará tampoco con el terrorismo salvaje que nos carcome, con i<strong>de</strong>ologías<br />

importadas, con <strong>de</strong>claraciones que nos hartan, con huelgas que nos paralizan o con adhesiones y<br />

repudios que, en el mejor <strong>de</strong> los casos, sólo manifiestan la sinceridad a medias o la verdad parcial.<br />

Un país don<strong>de</strong> se mata a cualquiera, don<strong>de</strong> los muertos aparecen torturados, castrados, vaciados <strong>de</strong><br />

ojos y reventados, no pue<strong>de</strong> esperar la paz, porque la paz proviene <strong>de</strong> la justicia y ésta <strong>de</strong> la verdad.<br />

La Argentina se reconstruirá cuando supere la crisis <strong>de</strong> sinceridad; cuando cada uno diga lo que<br />

haya que <strong>de</strong>cir y pueda <strong>de</strong>cirlo; cuando cada ciudadano y cada institución haga lo que <strong>de</strong>be hacer;<br />

cuando la Iglesia evangelice, el gobierno gobierne, las Cámaras legislen, la universidad enseñe, los<br />

colegios eduquen, los estudiantes estudien y los trabajadores trabajen; cuando la Capital sea sólo<br />

Capital y las provincias algo más que administraciones; cuando la Patria valga más que un partido<br />

y el partido actúe en clave <strong>de</strong> Patria; cuando la <strong>de</strong>nuncia sea investigada y el sinvergüenza sea

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