Popper Karl - La Logica de la Investigacion Cientifica

Popper Karl - La Logica de la Investigacion Cientifica Popper Karl - La Logica de la Investigacion Cientifica

29.09.2014 Views

348 La lógica de la investigación científica que he planteado. Y voy a dejar ya el problema de la validez de las fórmulas (1) y (2) con objeto de pasar al estudio de los problemas formales que surgen del hecho de que estas fórmulas son válidas, por lo cual todas las teorías universales, cualquiera que sea su contenido, tienen probabilidad nula. No puede dudarse de que los contenidos o pesos lógicos de dos teorías universales pueden ser sumamente distintos. Consideremos las dos leyes, a, = «todos los planetas se mueven en circunferencias» y Oj = «todos los planetas se mueven en elipses». Debido al hecho de que todas las circunferencias son elipses (de excentricidad cero), Oj entraña Cj, pero no viceversa: el contenido de a^ es bastante-mayor que el de Oj (por supuesto, existen otras teorías, y lógicamente más exigentes •—o de mayor peso— que a^: por ejemplo, «todos los planetas se mueven en circunferencias concéntricas alrededor del sol»). El que Oj exceda desde el punto de vista del contenido a a^ tiene la máxima importancia para todos nuestros problemas. Por ejemplo, ciertas contrastaciones de a, —es decir, intentos de refutar a^ descubriendo alguna desviación de la circularidad— no lo serían de Oj; pero no pueden existir contrastaciones auténticas de O2 que no constituyan simultáneamente un intento de refutar a^. Así pues, esta última puede someterse a contrastaciones más exigentes que la primera, o sea que tiene un grado de contrastabilidad mayor; y si sale indemne de tales contrastaciones alcanzará un grado de corroboración más elevado que el que puede conseguir a,. También entre dos teorías, Oj y «21 tales que a^ no entrañe lógicamente O2, pueden encontrarse relaciones parecidas, si es que a^ entraña una teoría de la cual a, es una buena aproximación. (Así, Oj puede ser la dinámica newtoniana y flj las leyes de Kepler, que no se siguen de la teoría de Newton, sino que meramente «se siguen con una buena aproximación»; véase también el apartado *15 de mi Postscript. También en este caso la teoría de Newton es más contrastable, pues tiene mayor contenido ^'.) Cualquiera que sea el sentido cii que C. G. Hempel habla de «datos confirmadores» [en ingl., confirming evidence (T.)} de una teoría, es evidente que no puede aludir a los resultados de contrastaciones que corroboren aquélla. Pues, en sus trabajos acerca de este asunto (Journal of Symbolic Logic 8, 1943. págs. 122 y sigs., y, especialmente, en Mind 54, 1945, pág. 1 y sigs., y 97 y sigs., y 55, 1946, págs. 79 y sigs.), enuncia (Mind 54, págs. 102 y sigs.) entre sus condiciones para la adecuación la que sigue (8.3): si d son los datos confirmadores de varias hipótesis —digamos, hi y fe—, entonces hi. In y d han de formar un conjunto de enunciados compatible. Pero los casos más típicos e interesantes se encuentran en contra. Sean hi y fe las teorías de la gravitación de Einstein y Newton, respectivamente: estas teorías llevan a resultados incompatibles en los casos de campos gravitatorios fuertes y de cuerpos que se mueven a gran velocidad, y, por tanto, se contradicen mutuamente; y, sin embargo, todos los datos conocidos que apoyan la teoría de Newton apoyan también la de Einstein y corroboran ambas. 1.a situación es muy parecida en lo que se refiere a las teorías de Newton y de Kcpler, o a las de Newton y de Galileo. (Del mismo modo, todos los intentos infructuosos de encontrar un cisne rojo o uno amarillo corroboran, a la vez, las dos teorías siguientes —que se contradicen entre sí en http://psikolibro.blogspot.com

Probabilidad nula y estructura fina 349 Ahora bien; nuestra demostración de (1) hace ver que no es posible expresar de un modo directo estas diferencias de contenido y de contrastabilidad a base de la probabilidad lógica absoluta de las teorías Oj y Oj, ya que p{a^) = ^(oj) = 0. Y si definimos una medida del contenido, C(a), por C(a) = 1—p(a), según se ha indicado en el texto, obtenemos de nuevo C(o,) = €(0,), de modo que las diferencias de contenido que nos interesan siguen sin ponerse de manifiesto por medio de semejante medida (y, de parecida manera, no puede expresarse la diferencia entre un enunciado contradictorio, aa, y una teoría universa], a, ya que p{aa) = p(a) = O, y C{aa) = C(a) = 1 "). Todo esto no quiere decir que nos sea imposible expresar la diferencia de contenido entre a^ y a.¿ en términos probabilitarios, al menos en algunos casos. Por ejemplo, el que (i¡ entrañe Oj, pero no viceversa, da origen a p{a^, a.,) = 0; p{a,_, a^) = 1 preaencia del enunciado «existe algún cisne»—: I, «todos los cisnes son blancos», y IJ, «todos los cisnes son negros».) De un modo enteramente general, sea h una hipótesis corroborada por el resultado d de contraslaeiones exigentes, y sean h¡ y }i¡ dos teorías incompatibles cada una de las cuales entrañe h {¡h podría ser ah, y Ih ser ah); en este caso, cvialquier contrastaeión de fi lo es a ]a vez de h, y de fe, ya que todo intento logrado de refutar h refutaría simultáneamente /¡i y fe; y si li es el informe de las tentativas infructuosas de refutar h, d corroborará tanto a hi como a fc (si bien podemos, naturalmente, tratar de encontrar contrastaeioncs cruciales entre h¡ y h-). La co'ía es distinta en lo que. respecta a «verificaciones» y «cjemplificaciones», pero unas y otras no necesitan tener nada que ver con contrastaciones. Independientemente de esta crítica, debería pararse mientes en que no es posible expresar la identidad en el modelo de lenguaje de llempel; véanse, especialmente, su página 143 (linea 5 a partir del final del trabajo) y mi segundo prefacio, de 1958. Para una sencilla dejinició/i («semántica») de cjemplijicación, véase la última nota a pie de página de mi nota en Mind 64, 1955, pág. 391. " Siempre que se aplique a un infinito universo de! discurso, en cualquier teoría probahilitaria es inevitable que un enunciado contradictorio tenga la misma probabilidad que jn enunciado sintético coherente: pues se trata de una consecuencia sencilla de la ley de multiplicación, que exige que p(aia¡ ... On) tienda a cero en caso de que las OÍ sean mutuamente independientes. Así pues, la probabilidad de sacar n caras sucesivas es —según iodos las teorías de la probabilidad—- 1/2", que se hace nula si el número de tiradas se hace infinito. Otro problema parecido de la teoría probahilitaria es el siguiente. Métanse en una urna n bolas mareadas con los números 1 a rt, y entremézclense bien; entonces, ¿cuál es la probabilidad de sacar una bola marcada con un número primo? La solución de este problema, perfectamente conocida, tiende a cero cuando n tiende a infinito, como ocurría en el caso anterior: lo cual quiere decir que la probabilidad de extraer una bola marcada con un número compuesto se hace 1 para re-^oo, aunque existe un número infinito de bolas en la urna que no están marcadas con un número compuesto. Este mismo resultado ha de obtenerse en cualquier teoría de la probabilidad que sea adecuada; y, por tanto, no debe entresacarse una de ellas en particular —tal como la teoría frecuencial— y criticarla titulándola da «por lo menos moderadamente paradójica» debido a que conduce a este resultado perfectamente correcto (en Probability and Induction, 1919, pág. 156, de W. KNF.ALE, se encontrará una crítica de esta índole). Teniendo a la vista nuestro último «i)roblema de la teoría probahilitaria» —el de extraer bolas numeradas—, el ataque que hace Jeffreys a los quo hablan de la «distribución probahilitaria de los números primos» me parece igualmente injustificado (cf. Theory of Probability, 2.' ed., pág. 38, nota). http://psikolibro.blogspot.com

Probabilidad nu<strong>la</strong> y estructura fina 349<br />

Ahora bien; nuestra <strong>de</strong>mostración <strong>de</strong> (1) hace ver que no es posible<br />

expresar <strong>de</strong> un modo directo estas diferencias <strong>de</strong> contenido y <strong>de</strong><br />

contrastabilidad a base <strong>de</strong> <strong>la</strong> probabilidad lógica absoluta <strong>de</strong> <strong>la</strong>s teorías<br />

Oj y Oj, ya que p{a^) = ^(oj) = 0. Y si <strong>de</strong>finimos una medida <strong>de</strong>l<br />

contenido, C(a), por C(a) = 1—p(a), según se ha indicado en el<br />

texto, obtenemos <strong>de</strong> nuevo C(o,) = €(0,), <strong>de</strong> modo que <strong>la</strong>s diferencias<br />

<strong>de</strong> contenido que nos interesan siguen sin ponerse <strong>de</strong> manifiesto<br />

por medio <strong>de</strong> semejante medida (y, <strong>de</strong> parecida manera, no pue<strong>de</strong> expresarse<br />

<strong>la</strong> diferencia entre un enunciado contradictorio, aa, y una teoría<br />

universa], a, ya que p{aa) = p(a) = O, y C{aa) = C(a) = 1 ").<br />

Todo esto no quiere <strong>de</strong>cir que nos sea imposible expresar <strong>la</strong> diferencia<br />

<strong>de</strong> contenido entre a^ y a.¿ en términos probabilitarios, al menos<br />

en algunos casos. Por ejemplo, el que (i¡ entrañe Oj, pero no viceversa,<br />

da origen a<br />

p{a^, a.,) = 0; p{a,_, a^) = 1<br />

preaencia <strong>de</strong>l enunciado «existe algún cisne»—: I, «todos los cisnes son b<strong>la</strong>ncos»,<br />

y IJ, «todos los cisnes son negros».)<br />

De un modo enteramente general, sea h una hipótesis corroborada por el resultado<br />

d <strong>de</strong> contras<strong>la</strong>eiones exigentes, y sean h¡ y }i¡ dos teorías incompatibles cada una <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong>s cuales entrañe h {¡h podría ser ah, y Ih ser ah); en este caso, cvialquier contrastaeión<br />

<strong>de</strong> fi lo es a ]a vez <strong>de</strong> h, y <strong>de</strong> fe, ya que todo intento logrado <strong>de</strong> refutar h<br />

refutaría simultáneamente /¡i y fe; y si li es el informe <strong>de</strong> <strong>la</strong>s tentativas infructuosas<br />

<strong>de</strong> refutar h, d corroborará tanto a hi como a fc (si bien po<strong>de</strong>mos, naturalmente, tratar<br />

<strong>de</strong> encontrar contrastaeioncs cruciales entre h¡ y h-). <strong>La</strong> co'ía es distinta en lo que.<br />

respecta a «verificaciones» y «cjemplificaciones», pero unas y otras no necesitan tener<br />

nada que ver con contrastaciones.<br />

In<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> esta crítica, <strong>de</strong>bería pararse mientes en que no es posible<br />

expresar <strong>la</strong> i<strong>de</strong>ntidad en el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> lenguaje <strong>de</strong> llempel; véanse, especialmente,<br />

su página 143 (linea 5 a partir <strong>de</strong>l final <strong>de</strong>l trabajo) y mi segundo prefacio, <strong>de</strong><br />

1958. Para una sencil<strong>la</strong> <strong>de</strong>jinició/i («semántica») <strong>de</strong> cjemplijicación, véase <strong>la</strong> última<br />

nota a pie <strong>de</strong> página <strong>de</strong> mi nota en Mind 64, 1955, pág. 391.<br />

" Siempre que se aplique a un infinito universo <strong>de</strong>! discurso, en cualquier teoría<br />

probahilitaria es inevitable que un enunciado contradictorio tenga <strong>la</strong> misma probabilidad<br />

que jn enunciado sintético coherente: pues se trata <strong>de</strong> una consecuencia sencil<strong>la</strong><br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> ley <strong>de</strong> multiplicación, que exige que p(aia¡ ... On) tienda a cero en caso<br />

<strong>de</strong> que <strong>la</strong>s OÍ sean mutuamente in<strong>de</strong>pendientes. Así pues, <strong>la</strong> probabilidad <strong>de</strong> sacar n<br />

caras sucesivas es —según iodos <strong>la</strong>s teorías <strong>de</strong> <strong>la</strong> probabilidad—- 1/2", que se hace<br />

nu<strong>la</strong> si el número <strong>de</strong> tiradas se hace infinito.<br />

Otro problema parecido <strong>de</strong> <strong>la</strong> teoría probahilitaria es el siguiente. Métanse en<br />

una urna n bo<strong>la</strong>s mareadas con los números 1 a rt, y entremézclense bien; entonces,<br />

¿cuál es <strong>la</strong> probabilidad <strong>de</strong> sacar una bo<strong>la</strong> marcada con un número primo? <strong>La</strong> solución<br />

<strong>de</strong> este problema, perfectamente conocida, tien<strong>de</strong> a cero cuando n tien<strong>de</strong> a infinito,<br />

como ocurría en el caso anterior: lo cual quiere <strong>de</strong>cir que <strong>la</strong> probabilidad <strong>de</strong><br />

extraer una bo<strong>la</strong> marcada con un número compuesto se hace 1 para re-^oo, aunque<br />

existe un número infinito <strong>de</strong> bo<strong>la</strong>s en <strong>la</strong> urna que no están marcadas con un número<br />

compuesto. Este mismo resultado ha <strong>de</strong> obtenerse en cualquier teoría <strong>de</strong> <strong>la</strong> probabilidad<br />

que sea a<strong>de</strong>cuada; y, por tanto, no <strong>de</strong>be entresacarse una <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s en particu<strong>la</strong>r<br />

—tal como <strong>la</strong> teoría frecuencial— y criticar<strong>la</strong> titulándo<strong>la</strong> da «por lo menos mo<strong>de</strong>radamente<br />

paradójica» <strong>de</strong>bido a que conduce a este resultado perfectamente correcto<br />

(en Probability and Induction, 1919, pág. 156, <strong>de</strong> W. KNF.ALE, se encontrará una<br />

crítica <strong>de</strong> esta índole). Teniendo a <strong>la</strong> vista nuestro último «i)roblema <strong>de</strong> <strong>la</strong> teoría<br />

probahilitaria» —el <strong>de</strong> extraer bo<strong>la</strong>s numeradas—, el ataque que hace Jeffreys a<br />

los quo hab<strong>la</strong>n <strong>de</strong> <strong>la</strong> «distribución probahilitaria <strong>de</strong> los números primos» me parece<br />

igualmente injustificado (cf. Theory of Probability, 2.' ed., pág. 38, nota).<br />

http://psikolibro.blogspot.com

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!