Popper Karl - La Logica de la Investigacion Cientifica
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180 La lógica de la investigación científica rificables. Pero no quedan excluidas con esto las posibilidades contrarias : pues puede ocurrir: a) que tengan consecuencias verificablea unilateralmente (consecuencias puramente existenciales o consecuencias de «hay»), o h) que sean consecuencia de enunciados universales unilateralmente falsables (enunciados totales). La posibilidad b) difícilmente podrá ayudar al esclarecimiento de la relación lógica existente entre enunciados probabilitarios y básicos : pues es enteramente obvio que un enunciado no falsable •—o sea, uno que dice demasiado poco— puede pertenecer a la clase consecuencia de uno falsable, y que, por tanto, dice más que aquél. Tiene más interés para nosotros la posibilidad a), que en modo alguno es trivial, sino que, realmente, resulta ser fundamental para nuestro análisis de la relación existente entre los enunciados probabilitarios y los básicos. Pero nos encontramos con que de todo enunciado probabilitario cabe deducir ima clase infinita de enunciados existenciales, pero no viceversa (así pues, aquél afirma más que ninguno de éstos). Por ejemplo: sea p una probabilidad estimada —hipotéticamente—• para cierta alternativa (siendo O ^^p ^7^ 1) ; de aquí podemos deducir, por ejemplo, la consecuencia existencial de que aparecerán ceros y unos en la sucesión (y, naturalmente, también pueden seguirse consecuencias mucho menos simples: así, que aparecerán segmentos cuya discrepancia con respecto a /> será muy pequeña). Pero podemos deducir mucho más a partir de semejante estimación: por ejemplo, que «una y otra vez» aparecerá un elemento con la propiedad «1» y lo mismo otro con la propiedad «O»; es decir, que después de un elemento cualquiera x de la sucesión se encontrarán también en ésta un elemento y que posea la propiedad «1» y un elemento z con la propiedad «O». Un envinciado de esta forma («para todo X existe un y con la propiedad observable —o contrastable extensionalmente— j3») es infalsable —debido a no tener consecuencias falsables—• e inverificable •—ya que «todo» o «para cada» lo convierten en hipotético *^. A pesar de ello, puede estar mejor o peor *' Como es natural, no pretendí nunca sugerir que toio enunciado de la forma «para todo x existe un y con la propiedad observable /?» gea infalsable, y, por tanto, no contrastable: es evidente que el enunciado «para toda tirada con una perra chica que da 1 existe un sucesor inmediato que da O» es falsable y resulta falsado. Lo que da origen a la infalsabilidad no es precisamente la forma «para todo x existe un y tal que ...», sino el hecho de que el «existe» esté ilimitado, esto es, que la aparición de y pueda aplazarse más allá de todo límite; en el caso probabilístico, y puede aparecer todo lo tarde que le plazca, como si dijéramos: un elemento «O» puede aparecer inmediatamente, o al cabo de mil tiradas, o tras un número cualquiera de ellas; y éste es el hecho causante de la infalsabilidad. Por el contrario, si la distancia entre el lugar en que aparece y y el de aparición de x está lim.itada o acotada, entonces el enunciado «para todo x existe un y tal que ...», puede ser falsable. Mi enunciación algo desprevenida en el texto (que presuponía tácitamente el apartado 15) ha llevado a "algunos, con gran sorpresa mía, a la creencia de que todos los enunciados —o «la mayoría» de ellos, cualquiera que sea lo que esto quiera decir— de la forma «para todo x existe un y tal que ...» son infalsables; lo cual se ha empleado repetidamente para criticar el criterio de falsabilidad: véase, por' ejemplo. Mind 54, 1945, págs. 119 y sig. En mi Postscript, especialmente en los apartados *24 y sig., discuto más extensamente todo el problema de estos «entmciados de todo y algún» [en ingl., all-and-some statements^ (término debido a J. W. N. Watkins). http://psikolibro.blogspot.com
La probabilidad 181 «confirmado», en el sentido de que podemos lograr verificar muchas, pocas o ninguna de sus consecuencias existenciales: de ahí que se encuentre, con respecto a los enunciados básicos, en una relación que, al parecer, es característica de los enunciados probabilitarios. Los enunciados de la forma indicada pueden ser Uamados «enunciados existenciales universalizados» o «.hipótesis existencialesy) (universalizadas). Lo que yo mantengo es que se puede entender la relación entre las estimaciones probabilitarias y los enunciados básicos —así como la posibilidad de que aquéllas estén más o menos bien «confirmadas» —parando mientes en el hecho de que de todas las estimaciones de probabilidad son deductibles lógicamente hipótesis existenciales. Lo cual hace pensar en la cuestión de si cabe que las estimaciones probabilitarias mismas tengan la forma de hipótesis existenciales. Toda estimación probabilitaria (hipotética) entraña la conjetura de que la sucesión empírica en cuestión es, aproximadamente, azarosa (o aleatoria): es decir, entraña la aplicabilidad (aproximada) de los axiomas del cálculo de probabilidades. Nuestra cuestión es, pues, equivalente a la de si tales axiomas representan lo que he llamado «hipótesis existenciales». Si observamos atentamente los dos requisitos propuestos en el apartado 64, veremos que el de aleatoriedad tiene realmente la forma de una hipótesis existencial^. El requisito de unicidad, por el contrario, no tiene tal forma: ni puede tenerla, ya que un enunciado de la forma «hay sólo un...y> ha de poseer a de un enunciado universal (pues cabe traducirle por «no hay más quo un...» o por «todos los... son idénticos»). Ahora bien; mi tesis acerca de la ciiestión es qvie lo único que establece una relación lógica entre las estimaciones probabilitarias y los enunciados básicos es lo que podría llamarse el «constituyente existencial» de aquéllas (y, por tanto, el requisito de aleatoriedad); de acuerdo con esto, el requisito de unicidad, como enunciado universal que es, no tendrá consecuencias extensionales de ninguna clase. Es cierto que puede «confirmarse» extensionalmente —aunque, desde luego, sólo de un modo provisional— que existe un valor p con las propiedades que se exigen para él, pero no que exista sólo un valor semejante. Este último enunciado, que es universal, solamente podría tener significación extensional si los enunciados básicos fueran capaces de establecer la existencia de más de uno de tales valores; pero como no lo son (pues recordamos (jue a la fórmula binomial está ligada la infalsabilidad), el requisito de unicidad ha de carecer de semejante significación *^. ' Puede ponérsele en la forma siguiente: Para todo « positivo, todo acervo-n predecesor y todo elemento con el número ordinal x, existe un elemento —seleccionado de acuerdo con una selección según predecesores— con el número ordinal y > « y tal que la frecuencia hasta el término y discrepa de un valor fijado p en una cantidad menor que '. *" La situación es enteramente distinta si se adopta el requisito (+2) de la nota *2 del apartado 64, el cual tiene significación empírica y hace fabables las hipótMia probabilitarias (tal como se afirma en lii nota *1 del apartado 65). http://psikolibro.blogspot.com
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180 <strong>La</strong> lógica <strong>de</strong> <strong>la</strong> investigación científica<br />
rificables. Pero no quedan excluidas con esto <strong>la</strong>s posibilida<strong>de</strong>s contrarias<br />
: pues pue<strong>de</strong> ocurrir: a) que tengan consecuencias verificablea<br />
uni<strong>la</strong>teralmente (consecuencias puramente existenciales o consecuencias<br />
<strong>de</strong> «hay»), o h) que sean consecuencia <strong>de</strong> enunciados universales<br />
uni<strong>la</strong>teralmente falsables (enunciados totales).<br />
<strong>La</strong> posibilidad b) difícilmente podrá ayudar al esc<strong>la</strong>recimiento <strong>de</strong><br />
<strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción lógica existente entre enunciados probabilitarios y básicos<br />
: pues es enteramente obvio que un enunciado no falsable •—o sea,<br />
uno que dice <strong>de</strong>masiado poco— pue<strong>de</strong> pertenecer a <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se consecuencia<br />
<strong>de</strong> uno falsable, y que, por tanto, dice más que aquél.<br />
Tiene más interés para nosotros <strong>la</strong> posibilidad a), que en modo<br />
alguno es trivial, sino que, realmente, resulta ser fundamental para<br />
nuestro análisis <strong>de</strong> <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción existente entre los enunciados probabilitarios<br />
y los básicos. Pero nos encontramos con que <strong>de</strong> todo enunciado<br />
probabilitario cabe <strong>de</strong>ducir ima c<strong>la</strong>se infinita <strong>de</strong> enunciados<br />
existenciales, pero no viceversa (así pues, aquél afirma más que ninguno<br />
<strong>de</strong> éstos). Por ejemplo: sea p una probabilidad estimada —hipotéticamente—•<br />
para cierta alternativa (siendo O ^^p ^7^ 1) ; <strong>de</strong> aquí<br />
po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>ducir, por ejemplo, <strong>la</strong> consecuencia existencial <strong>de</strong> que aparecerán<br />
ceros y unos en <strong>la</strong> sucesión (y, naturalmente, también pue<strong>de</strong>n<br />
seguirse consecuencias mucho menos simples: así, que aparecerán segmentos<br />
cuya discrepancia con respecto a /> será muy pequeña).<br />
Pero po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>ducir mucho más a partir <strong>de</strong> semejante estimación:<br />
por ejemplo, que «una y otra vez» aparecerá un elemento con<br />
<strong>la</strong> propiedad «1» y lo mismo otro con <strong>la</strong> propiedad «O»; es <strong>de</strong>cir, que<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un elemento cualquiera x <strong>de</strong> <strong>la</strong> sucesión se encontrarán<br />
también en ésta un elemento y que posea <strong>la</strong> propiedad «1» y un elemento<br />
z con <strong>la</strong> propiedad «O». Un envinciado <strong>de</strong> esta forma («para<br />
todo X existe un y con <strong>la</strong> propiedad observable —o contrastable extensionalmente—<br />
j3») es infalsable —<strong>de</strong>bido a no tener consecuencias<br />
falsables—• e inverificable •—ya que «todo» o «para cada» lo convierten<br />
en hipotético *^. A pesar <strong>de</strong> ello, pue<strong>de</strong> estar mejor o peor<br />
*' Como es natural, no pretendí nunca sugerir que toio enunciado <strong>de</strong> <strong>la</strong> forma<br />
«para todo x existe un y con <strong>la</strong> propiedad observable /?» gea infalsable, y, por tanto,<br />
no contrastable: es evi<strong>de</strong>nte que el enunciado «para toda tirada con una perra chica<br />
que da 1 existe un sucesor inmediato que da O» es falsable y resulta falsado. Lo que<br />
da origen a <strong>la</strong> infalsabilidad no es precisamente <strong>la</strong> forma «para todo x existe un y<br />
tal que ...», sino el hecho <strong>de</strong> que el «existe» esté ilimitado, esto es, que <strong>la</strong> aparición<br />
<strong>de</strong> y pueda ap<strong>la</strong>zarse más allá <strong>de</strong> todo límite; en el caso probabilístico, y pue<strong>de</strong> aparecer<br />
todo lo tar<strong>de</strong> que le p<strong>la</strong>zca, como si dijéramos: un elemento «O» pue<strong>de</strong> aparecer<br />
inmediatamente, o al cabo <strong>de</strong> mil tiradas, o tras un número cualquiera <strong>de</strong><br />
el<strong>la</strong>s; y éste es el hecho causante <strong>de</strong> <strong>la</strong> infalsabilidad. Por el contrario, si <strong>la</strong> distancia<br />
entre el lugar en que aparece y y el <strong>de</strong> aparición <strong>de</strong> x está lim.itada o acotada, entonces<br />
el enunciado «para todo x existe un y tal que ...», pue<strong>de</strong> ser falsable.<br />
Mi enunciación algo <strong>de</strong>sprevenida en el texto (que presuponía tácitamente el apartado<br />
15) ha llevado a "algunos, con gran sorpresa mía, a <strong>la</strong> creencia <strong>de</strong> que todos<br />
los enunciados —o «<strong>la</strong> mayoría» <strong>de</strong> ellos, cualquiera que sea lo que esto quiera<br />
<strong>de</strong>cir— <strong>de</strong> <strong>la</strong> forma «para todo x existe un y tal que ...» son infalsables; lo cual se ha<br />
empleado repetidamente para criticar el criterio <strong>de</strong> falsabilidad: véase, por' ejemplo.<br />
Mind 54, 1945, págs. 119 y sig. En mi Postscript, especialmente en los apartados *24<br />
y sig., discuto más extensamente todo el problema <strong>de</strong> estos «entmciados <strong>de</strong> todo y algún»<br />
[en ingl., all-and-some statements^ (término <strong>de</strong>bido a J. W. N. Watkins).<br />
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