Popper Karl - La Logica de la Investigacion Cientifica
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134 La lógica de la investigación científica der a ciertas posibles objeciones a la teoría de este autor por medio de nuestra distinción entre una reducción formal y una reducción mate* rial de la dimensión de una teoría (cf. el apartado 40): entre estas objeciones se encuentra la de que un conjunto de elipses cuyos semiejes se hallen en una relación determinada —-o cuya excentricidad tenga un valor numérico fijo— tiene^ exsctamente el mismo número de parámetros que un conjunto de círculos, aunque no cabe duda de que es menos «sencilla». Pero, sobre todo, nuestra teoría explica por qué es tan deseable la sencillez. Para comprenderlo no hay necesidad de que asumamos un «principio de economía del pensamiento» ni nada por el estilo: hemos de valorar más los enunciados sencillos que los menos sencillos, porque nos dicen Tnás, porque su contenido empírico es mayor y porque son mejor contrastables. 44. FIGURA GEOMÉTRICA Y FORMA FUNCIONAL Nuestra perspectiva del concepto de sencillez nos permite resolver cierto número de contradicciones que hasta ahora habían hecho dudar de si tal concepto era de alguna utilidad. Pocos considerarían que la figura geométrica de una curva logarítmica, digamos, sea especialmente sencilla; pero se acostumbra a pensar que una Zey que puede representarse por una función logarítmica es una ley sencilla. De modo parecido, se dice ordinariamente que una función sinusoidal es sencilla, aun cuando no lo sea tanto la figura geométrica de la curva sinusoidal. Podemos desembarazarnos de dificultades de este tipo si recordamos la relación existente entre el número de parámetros y el grado de falsahilidad, y si distinguimos entre las reducciones material y formal del número de dimensiones (hemos de recordar, asimismo, el papel de la invariancia en lo que respecta a las transformaciones de los sistemas coordenados). Si hablamos de la forma 'O figura geométrica de una curva, lo que pedimos es invariancia con respecto a todas las transformaciones pertenecientes al grupo de los desplazamientos, y podemos pedirla con respecto a las transformaciones de semejanza: pues no pensamos que la forma o figura geométrica esté ligada a una posición determinada. En consecuencia, si nos imaginamos la forma de una curva logarítmica con un solo parámetro (y = log^x) situada en cualquier sitio de un plano, tendrá entonces cinco parámetros (para tener en cuenta las transformaciones de semejanza), y no será —en modo alguno— una curva de extremada sencillez. Si, por otra rámetros; y únicamente al final igualé la elevada contrastabilidad con la elevada sencillez. Por tanto, mi tesis puede presentarte por medio del esquema: contrastabilidadt=^ elevada improbabilidad previa = parvedad de parámetros = sencillez. Puede verse que estos dos esquemas coinciden parcialmente; pero se encuentran en oposición directa en el punto decisivo (probabilidad frente a improbabilidad). Véase también el apéndice •VIII. http://psikolibro.blogspot.com
La sencillez 135 parte, xina teoría o ley está representada por una curva logarítmica, entonces las transformaciones de coordenadas del tipo mencionado no entran en juego : en tales casos, no liay que tener en cuenta rotaciones, desplazamientos paralelos o transformaciones de semejanza, ya que —por regla general— una curva logarítmica es una representación gráfica en la que no pueden intercambiarse las coordenadas (por ejemplo, el eje de las x puede representar presión atmosférica, y el de la y, altura sobre el nivel del mar) ; por esta razón, tampoco tienen importancia a(|iií las Iransformaciones de semejanza. Análogas consideraciones son oporlunas acerca de oscilaciones sinusoidales a lo largo de un eje eoncroto, [)or ejemplo, el eje de los tiempos, y también acerca do otros mucbos casos. 45. LA SENCILLEZ DE L/V GEOMETRÍA EUCLÍDEA Uno de los argumentos ([ue lian desempeñado un papel destacado en la mayoría de las discusiones sobre la teoría de la relatividad ha sido la sencillez de la geometría euclídea. Nadie ha dudado jamás de que ésta es, como tal, más sencilla que cualquier geometría no euclídea (ic curvatura constante —por no liablar siquiera de las geometrías no cuclíibías cuya curvatura varía de un punto a otro. A primera vista, el tipo de sencillez de que se habla con esto parece tener poco que ver con los grados de falsabiJidad. Pero si los enunciados en cuestión se formulan como hipótesis emjiiricas, encontramos que también en este caso coinciden los conceptos de sencillez y de falsabilidad. Paremos ahora mientes en qué argumentos pueden ayudarnos a contrastar la hipótesis, «en nuestro mundo tenemos que emplear cierta geometría métrica con tal y cual radio de curvatura». Solamente será posible llevar a cabo una contrastación si identificamos ciertas entidades geométricas con determinados objetos físicos: por ejemplo, las líneas rectas con rayos de luz, o los puntos con intersecciones de hilos. Si adoptamos semejante identificación (una definición coordinadora, o tal vez una definición ostensiva; cf. el apartado 17), puede hacerse ver que la liii)ótesis de la validez de una geometría euclídea del rayo de luz es falsable en mayor grado que cualquier otra de las hipótesis que —frente a ella— afirman la validez de una geometría no euclídea: pues si medimos la suma de los ángulos de un triángulo formado con rayos luminosos, cualquier desviación apreciable de los 180° falsará la hipótesis euclidiana, mientras que la de una geometría de Bolyai-Lobatschewski con curvatura constante dada será compatible con toda medida concreta que no exceda de los 180°; además, para falsar esta última hipótesis no sólo sería necesario medir la suma de los ángulos, sino también el tamaño (absoluto) de] triángulo —lo cual quiere decir que tendría que definirse otra uni, dad de medida (además de la de ángulos), tal como una unidad de área—. Así ]iucs, vemos que se necesitan más mediciones para llevar a cabo una íuisación, que la hipótesis es compatible con mayores vahttp://psikolibro.blogspot.com
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134 <strong>La</strong> lógica <strong>de</strong> <strong>la</strong> investigación científica<br />
<strong>de</strong>r a ciertas posibles objeciones a <strong>la</strong> teoría <strong>de</strong> este autor por medio <strong>de</strong><br />
nuestra distinción entre una reducción formal y una reducción mate*<br />
rial <strong>de</strong> <strong>la</strong> dimensión <strong>de</strong> una teoría (cf. el apartado 40): entre estas<br />
objeciones se encuentra <strong>la</strong> <strong>de</strong> que un conjunto <strong>de</strong> elipses cuyos semiejes<br />
se hallen en una re<strong>la</strong>ción <strong>de</strong>terminada —-o cuya excentricidad<br />
tenga un valor numérico fijo— tiene^ exsctamente el mismo número<br />
<strong>de</strong> parámetros que un conjunto <strong>de</strong> círculos, aunque no cabe duda <strong>de</strong><br />
que es menos «sencil<strong>la</strong>».<br />
Pero, sobre todo, nuestra teoría explica por qué es tan <strong>de</strong>seable<br />
<strong>la</strong> sencillez. Para compren<strong>de</strong>rlo no hay necesidad <strong>de</strong> que asumamos<br />
un «principio <strong>de</strong> economía <strong>de</strong>l pensamiento» ni nada por el estilo:<br />
hemos <strong>de</strong> valorar más los enunciados sencillos que los menos sencillos,<br />
porque nos dicen Tnás, porque su contenido empírico es mayor y porque<br />
son mejor contrastables.<br />
44. FIGURA GEOMÉTRICA Y FORMA FUNCIONAL<br />
Nuestra perspectiva <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> sencillez nos permite resolver<br />
cierto número <strong>de</strong> contradicciones que hasta ahora habían hecho<br />
dudar <strong>de</strong> si tal concepto era <strong>de</strong> alguna utilidad.<br />
Pocos consi<strong>de</strong>rarían que <strong>la</strong> figura geométrica <strong>de</strong> una curva logarítmica,<br />
digamos, sea especialmente sencil<strong>la</strong>; pero se acostumbra a pensar<br />
que una Zey que pue<strong>de</strong> representarse por una función logarítmica<br />
es una ley sencil<strong>la</strong>. De modo parecido, se dice ordinariamente que<br />
una función sinusoidal es sencil<strong>la</strong>, aun cuando no lo sea tanto <strong>la</strong> figura<br />
geométrica <strong>de</strong> <strong>la</strong> curva sinusoidal.<br />
Po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>sembarazarnos <strong>de</strong> dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> este tipo si recordamos<br />
<strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción existente entre el número <strong>de</strong> parámetros y el grado<br />
<strong>de</strong> falsahilidad, y si distinguimos entre <strong>la</strong>s reducciones material y formal<br />
<strong>de</strong>l número <strong>de</strong> dimensiones (hemos <strong>de</strong> recordar, asimismo, el papel<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> invariancia en lo que respecta a <strong>la</strong>s transformaciones <strong>de</strong><br />
los sistemas coor<strong>de</strong>nados). Si hab<strong>la</strong>mos <strong>de</strong> <strong>la</strong> forma 'O figura geométrica<br />
<strong>de</strong> una curva, lo que pedimos es invariancia con respecto a todas<br />
<strong>la</strong>s transformaciones pertenecientes al grupo <strong>de</strong> los <strong>de</strong>sp<strong>la</strong>zamientos,<br />
y po<strong>de</strong>mos pedir<strong>la</strong> con respecto a <strong>la</strong>s transformaciones <strong>de</strong> semejanza:<br />
pues no pensamos que <strong>la</strong> forma o figura geométrica esté ligada a una<br />
posición <strong>de</strong>terminada. En consecuencia, si nos imaginamos <strong>la</strong> forma<br />
<strong>de</strong> una curva logarítmica con un solo parámetro (y = log^x) situada<br />
en cualquier sitio <strong>de</strong> un p<strong>la</strong>no, tendrá entonces cinco parámetros<br />
(para tener en cuenta <strong>la</strong>s transformaciones <strong>de</strong> semejanza), y no será<br />
—en modo alguno— una curva <strong>de</strong> extremada sencillez. Si, por otra<br />
rámetros; y únicamente al final igualé <strong>la</strong> elevada contrastabilidad con <strong>la</strong> elevada sencillez.<br />
Por tanto, mi tesis pue<strong>de</strong> presentarte por medio <strong>de</strong>l esquema: contrastabilidadt=^<br />
elevada improbabilidad previa = parvedad <strong>de</strong> parámetros =<br />
sencillez.<br />
Pue<strong>de</strong> verse que estos dos esquemas coinci<strong>de</strong>n parcialmente; pero se encuentran en<br />
oposición directa en el punto <strong>de</strong>cisivo (probabilidad frente a improbabilidad). Véase<br />
también el apéndice •VIII.<br />
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