Popper Karl - La Logica de la Investigacion Cientifica
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118 La lógica de la investigación científica (o quizá complementarias). Podemos denominar con námbitoy)'^ de un enunciado la clase de los enunciados básicos permitidos por él; el ámbito que un enunciado concede a la realidad es algo así como la «holgura» (o el grado de libertad) que la otorga. Ámbito y contenido empírico (cf. el apartado 35) son conceptos contrapuestos (o complementarios), y, por ello, los ámbitos de dos enunciados están en la misma relación que sus probabilidades lógicas (cf. los apartados 34 y 72). _ He introducido el concepto de ámbito porque nos sirve para tratar ciertas cuestiones relacionadas con el grado de precisión de las mediciones. Supongamos que las consecuencias de dos teorías discrepan tan ligeramente en todos los campos de aplicación que no es posible detectar las pequeñísimas diferencias entre los eventos observables calculados, debido al hecho de que el grado de precisión que nuestros instrumentos pueden alcanzar no es suficientemente alto; entonces será imposible decidir entre las dos teorías mediante experimentos si antes no se mejora nuestra técnica de medición *^. Lo cual hace ver que la técnica de medición utilizada determina cierto ámbito, es decir, una región dentro de la cual la teoría permite discrepancias entre las observaciones. Así pues, la regla de que las teorías han de poseer el grado más elevado posible de contrastabilidad (y, por tanto, han de tolerar sólo el mínimo ámbito) entraña que se eleve cuanto sea posible el grado de precisión de las mediciones. Se dice con frecuencia que toda medición consiste en la determinación de coincidencias de puntos. Pero la determinación que así expresamos solamente puede ser correcta dentro de ciertos límites; en un sentido estricto, no hay coincidencias de puntos*^; dos «puntos» físicos —digamos, un trazo en una regla graduada y otro en el cuerpo que se ha de medir— pueden llevarse únicamente a una estrecha cercanía : no es posible que coincidan, esto es, que lleguen a coalescer en un punto. Por trivial que pueda parecer esta observación en otro contexto, no carece de importancia para la cuestión de la precisión de las mediciones, pues nos recuerda que el proceso de medida ha de describirse del modo siguiente. Nos encontramos con que el punto del cuerpo a medir se halla entre dos trazos o marcas de la regla graduada, o bien que —por ejemplo— la aguja de nuestro aparato de medida se sitúa entre dos trazos de la escala; podemos, ya ' Von Kries (1886) introdujo el concepto de ámbito [en ingl., range'] (Spiehaum), y en Bolzano se encuentran ideas parecidas. Waismann (Erkenntnis 1, 1930, págs. 228 y sigs.) trata de combinar la teoría del ámbito con la de la frecuencia; cf. el apartado 72. * KEYNES (Treatise, pág. 88) da «campo» [en ingl., field] como traducción de aSpielraum^, que aquí vertemos por «ámbito»; y utiliza también (pág. 224) «alcance» [en ingl., scope], que, en mi opinión, viene a decir exactamente lo mismo. *' Este punto, según creo, ha sido interpretado erróneamente por Duhem. Véase su Aim and Structure of Physical Theory, págs. 137 y sigs. " Obsérvese que estoy hablando aquí de medir, no de contar (la diferencia entre una operación y otra está ligada estrechamente a la existente entre los números reales y los racionales). http://psikolibro.blogspot.com
Grados de contrastabilidad 119 considerar dichos trazos o marcas como los límites óptimos de error, ya seguir adelante y apreciar la posición (digamos) de la aguja en el interior del intervalo de los trazos, pnra obtener un resultado más aproximado; este último caso puede describirse diciendo que a la aguja la damos por situada entre dos trazos imaginarios: y, por tanto, siempre queda un intervalo, un ámbito. Los físicos acostumbran a estimar este intervalo en toda medición (así, siguiendo a Millikan, dan para la carga elemental del electrón medida en unidades electrostáticas el valor e = 4,774 . 10"^", y añaden que el ámbito o margen de imprecisión es de ±0,005 . lO"'"). Pero esto plantea un problema: ; Qué finalidad puede Icner esta especie de sustitución de un trazo de la escala por dos —a saber, los dos extremos del intervalo— cuando para cada uno de ellos vuelve a surgir la misma cuestión de cuáles son los límites de aproximación de los extremos del intervalo? Es claro que no sirve para nada dar los extremos del intervalo a menos que sea posible fijarlos con un grado de precisión mucho mayor que el que esperamos para la medición orifüinal; queremos decir, fijarlos dentro de sus propios intervalos de imprecisión (que, por consiguiente, han de ser varios órdenes de magnitud más pequeños que el intervalo que determinan para el valor de la medición original). De esta manera llegamos a la idea de lo que podrían llamarse «extremos difusos» o «.extremos de condensacióny> del intervalo. Estas consideraciones no presuponen la teoría matemática de errores, ni la de la probabilidad, sino más bien al contrario : al analizar la idea de intervalo de medición nos proporcionan el fondo sin el cual apenas tiene sentido la teoría estadística de errores. Si medimos una magnitud muchas veces obtenemos valores que están distribuidos con diferente densidad sobre un intervalo (intervalo de precisión que depende de la técnica de medición utilizada); sólo podemos aplicar a estos valores la teoría de errores, y determinar los extremos del intervalo, si sabemos lo que estamos buscando —a saber, los extremos de condensación del intervalo *^. A mi entender, todo esto arroja alguna luz acerca de la superioridad de los métodos que em,plean mediciones sobre los m,étodos puramente cualitativos. Verdad es que —incluso en el caso de apreciaciones cualitativas, como la estimación del tono de un sonido musical— a veces cabe dar un intervalo de aproximación de la estimación hecha; pero si no interviene una medición, semejante intervalo solamente puede ser muy vago, pues en tales casos no es posible aplicar el concepto de extremos de condensación: concepto aplicable exclusivamente cuando podemos hablar de órdenes de magnitud, y, por ello, sólo cuando están definidos los métodos de medición. Volveré a utilizar el concepto de extremos de condensación de intervalos de precisión en el apartado 68, al hablar de la teoría de la probabilidad. *" Estas consideraciones tienen gran relación con algunos de los resultados que trato en los puntos 8 y sigs. de mi «tercera nota» (incluida aquí en el apéndice *IX), y se apoyan en ellos. Véase también el apartado *15 de mi Postscript acerca de la importancia de la medición para la «profundidad» de las teorías. http://psikolibro.blogspot.com
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Grados <strong>de</strong> contrastabilidad 119<br />
consi<strong>de</strong>rar dichos trazos o marcas como los límites óptimos <strong>de</strong> error,<br />
ya seguir a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte y apreciar <strong>la</strong> posición (digamos) <strong>de</strong> <strong>la</strong> aguja en el<br />
interior <strong>de</strong>l intervalo <strong>de</strong> los trazos, pnra obtener un resultado más<br />
aproximado; este último caso pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>scribirse diciendo que a <strong>la</strong><br />
aguja <strong>la</strong> damos por situada entre dos trazos imaginarios: y, por<br />
tanto, siempre queda un intervalo, un ámbito. Los físicos acostumbran<br />
a estimar este intervalo en toda medición (así, siguiendo a Millikan,<br />
dan para <strong>la</strong> carga elemental <strong>de</strong>l electrón medida en unida<strong>de</strong>s electrostáticas<br />
el valor e = 4,774 . 10"^", y aña<strong>de</strong>n que el ámbito o margen <strong>de</strong><br />
imprecisión es <strong>de</strong> ±0,005 . lO"'"). Pero esto p<strong>la</strong>ntea un problema:<br />
; Qué finalidad pue<strong>de</strong> Icner esta especie <strong>de</strong> sustitución <strong>de</strong> un trazo <strong>de</strong><br />
<strong>la</strong> esca<strong>la</strong> por dos —a saber, los dos extremos <strong>de</strong>l intervalo— cuando<br />
para cada uno <strong>de</strong> ellos vuelve a surgir <strong>la</strong> misma cuestión <strong>de</strong> cuáles son<br />
los límites <strong>de</strong> aproximación <strong>de</strong> los extremos <strong>de</strong>l intervalo?<br />
Es c<strong>la</strong>ro que no sirve para nada dar los extremos <strong>de</strong>l intervalo<br />
a menos que sea posible fijarlos con un grado <strong>de</strong> precisión mucho<br />
mayor que el que esperamos para <strong>la</strong> medición orifüinal; queremos<br />
<strong>de</strong>cir, fijarlos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sus propios intervalos <strong>de</strong> imprecisión (que,<br />
por consiguiente, han <strong>de</strong> ser varios ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> magnitud más pequeños<br />
que el intervalo que <strong>de</strong>terminan para el valor <strong>de</strong> <strong>la</strong> medición original).<br />
De esta manera llegamos a <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> lo que podrían l<strong>la</strong>marse<br />
«extremos difusos» o «.extremos <strong>de</strong> con<strong>de</strong>nsacióny> <strong>de</strong>l intervalo.<br />
Estas consi<strong>de</strong>raciones no presuponen <strong>la</strong> teoría matemática <strong>de</strong> errores,<br />
ni <strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> probabilidad, sino más bien al contrario : al analizar<br />
<strong>la</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> intervalo <strong>de</strong> medición nos proporcionan el fondo sin el<br />
cual apenas tiene sentido <strong>la</strong> teoría estadística <strong>de</strong> errores. Si medimos<br />
una magnitud muchas veces obtenemos valores que están distribuidos<br />
con diferente <strong>de</strong>nsidad sobre un intervalo (intervalo <strong>de</strong> precisión que<br />
<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> técnica <strong>de</strong> medición utilizada); sólo po<strong>de</strong>mos aplicar<br />
a estos valores <strong>la</strong> teoría <strong>de</strong> errores, y <strong>de</strong>terminar los extremos <strong>de</strong>l intervalo,<br />
si sabemos lo que estamos buscando —a saber, los extremos<br />
<strong>de</strong> con<strong>de</strong>nsación <strong>de</strong>l intervalo *^.<br />
A mi enten<strong>de</strong>r, todo esto arroja alguna luz acerca <strong>de</strong> <strong>la</strong> superioridad<br />
<strong>de</strong> los métodos que em,plean mediciones sobre los m,étodos puramente<br />
cualitativos. Verdad es que —incluso en el caso <strong>de</strong> apreciaciones<br />
cualitativas, como <strong>la</strong> estimación <strong>de</strong>l tono <strong>de</strong> un sonido musical—<br />
a veces cabe dar un intervalo <strong>de</strong> aproximación <strong>de</strong> <strong>la</strong> estimación hecha;<br />
pero si no interviene una medición, semejante intervalo so<strong>la</strong>mente<br />
pue<strong>de</strong> ser muy vago, pues en tales casos no es posible aplicar<br />
el concepto <strong>de</strong> extremos <strong>de</strong> con<strong>de</strong>nsación: concepto aplicable exclusivamente<br />
cuando po<strong>de</strong>mos hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> magnitud, y, por<br />
ello, sólo cuando están <strong>de</strong>finidos los métodos <strong>de</strong> medición. Volveré<br />
a utilizar el concepto <strong>de</strong> extremos <strong>de</strong> con<strong>de</strong>nsación <strong>de</strong> intervalos <strong>de</strong><br />
precisión en el apartado 68, al hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> <strong>la</strong> teoría <strong>de</strong> <strong>la</strong> probabilidad.<br />
*" Estas consi<strong>de</strong>raciones tienen gran re<strong>la</strong>ción con algunos <strong>de</strong> los resultados que<br />
trato en los puntos 8 y sigs. <strong>de</strong> mi «tercera nota» (incluida aquí en el apéndice *IX),<br />
y se apoyan en ellos. Véase también el apartado *15 <strong>de</strong> mi Postscript acerca <strong>de</strong> <strong>la</strong> importancia<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> medición para <strong>la</strong> «profundidad» <strong>de</strong> <strong>la</strong>s teorías.<br />
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