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Adolescentes en riesgo

Cuando usamos una droga tenemos la expectativa de obtener unos efectos determinados. En el caso de los chicos y chicas adolescentes, las expectativas de efectos tendrán más importancia que los propios efectos. Entusiasmo, imaginación, modas, publicidad, culturas, reacciones adultas, etc. se mezclan para crear un complejo mundo de expectativas. El uso de una droga suele enmarcarse en una ritualización determinada, en un ambiente ya institucionalizado. Nada tiene que ver usar drogas para obtener un mejor rendimiento laboral con hacerlo para pasar mejor un rato de ocio. Usarlas en relación con un determinado malestar o enfermedad poco tiene que ver con su uso en los tiempos destinados a la búsqueda del placer. Los usos de drogas tienen que ver con el conjunto de contextos y necesidades en los que se desarrolla la vida de cada día de una persona. Es razonable la preocupación de muchos padres y madres, los adolescentes, ocupa un lugar destacado el saber qué toman sus hijos cuando desaparecen por las noches de los fines de semana. La generalización y masificación de determinadas pautas de ocio juvenil: La concentración en el fin de semana, el predominio de la noche sobre el día, su asociación a determinados lugares, etc. La creación de diversas culturas juveniles, relacionadas con la diversión: La presión comercial hacia el consumo: El rechazo de determinadas drogas y determinadas formas de drogarse (el caso de la heroína), la atracción de otras, sometidas a modas. En esa nueva realidad, los adolescentes y jóvenes de finales de los 90 construyen nuevas maneras de relacionarse con el alcohol, acceden a la cocaína, se divierten con diversas pastillas de la familia de las anfetaminas, formalizan un cierto uso de la cannabis.

Cuando usamos una droga tenemos la expectativa de obtener unos efectos determinados. En el caso de los chicos y chicas adolescentes, las expectativas de efectos tendrán más importancia que los propios efectos. Entusiasmo, imaginación, modas, publicidad, culturas, reacciones adultas, etc. se mezclan para crear un complejo mundo de expectativas. El uso de una droga suele enmarcarse en una ritualización determinada, en un ambiente ya institucionalizado. Nada tiene que ver usar drogas para obtener un mejor rendimiento laboral con hacerlo para pasar mejor un rato de ocio. Usarlas en relación con un determinado malestar o enfermedad poco tiene que ver con su uso en los tiempos destinados a la búsqueda del placer. Los usos de drogas tienen que ver con el conjunto de contextos y necesidades en los que se desarrolla la vida de cada día de una persona.

Es razonable la preocupación de muchos padres y madres, los adolescentes, ocupa un lugar destacado el saber qué toman sus hijos cuando desaparecen por las noches de los fines de semana. La generalización y masificación de determinadas pautas de ocio juvenil: La concentración en el fin de semana, el predominio de la noche sobre el día, su asociación a determinados lugares, etc. La creación de diversas culturas juveniles, relacionadas con la diversión: La presión comercial hacia el consumo: El rechazo de determinadas drogas y determinadas formas de drogarse (el caso de la heroína), la atracción de otras, sometidas a modas.

En esa nueva realidad, los adolescentes y jóvenes de finales de los 90 construyen nuevas maneras de relacionarse con el alcohol, acceden a la cocaína, se divierten con diversas pastillas de la familia de las anfetaminas, formalizan un cierto uso de la cannabis.

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- Se media el C.I de las personas privadas de libertad lo que indica ya un error <strong>en</strong> los resultados.<br />

- En algunos estudios se utilizaba como indicador de intelig<strong>en</strong>cia el fracaso escolar, <strong>en</strong>trando la polémica si es o no<br />

un indicador apropiado.<br />

- Los test de intelig<strong>en</strong>cia fueron también cuestionados porque no median <strong>en</strong> realidad intelig<strong>en</strong>cia sino estatus<br />

socioeconómico.<br />

Se planteó la asociación <strong>en</strong>tre delito e intelig<strong>en</strong>cia ya que las personas con intelig<strong>en</strong>cia más baja ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a ser más<br />

impulsivos y a buscar la gratificación inmediata. Delitos más impulsivos como homicidio o asalto se relacionaron con<br />

intelig<strong>en</strong>cia baja. La intelig<strong>en</strong>cia alta se relacionó con delitos más elaborados, ing<strong>en</strong>iosos y más provechosos.<br />

• Personalidad:<br />

Fue uno de los factores más estudiados <strong>en</strong> la ci<strong>en</strong>cia criminológica. Una de las teorías mas importantes fue la de<br />

Eys<strong>en</strong>ck. Para él existían unos trazos de personalidad condicionados g<strong>en</strong>éticam<strong>en</strong>te que influy<strong>en</strong> <strong>en</strong> la conducta. Destaca 3<br />

variables continuas de personalidad:<br />

- Extraversión- introversión.<br />

- Neuroticismo- estabilidad emocional.<br />

- Psicoticismo.<br />

Los delincu<strong>en</strong>tes t<strong>en</strong>derían a dar altas puntuaciones <strong>en</strong> las 3 variables.<br />

Los introvertidos serían más susceptibles a condicionami<strong>en</strong>to aversivo, poco frecu<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la conducta de un<br />

delincu<strong>en</strong>te. En cambio los que dan altas puntuaciones <strong>en</strong> extraversión están m<strong>en</strong>os socializados, más prop<strong>en</strong>sos a realizar<br />

conductas inadaptadas y ti<strong>en</strong><strong>en</strong> una difícil condicionabilidad.<br />

Los altos <strong>en</strong> neuroticismo t<strong>en</strong>derían a reincidir <strong>en</strong> actos asociales debido a la ansiedad que manifiestan. El<br />

neurotismo junto con la introversión aum<strong>en</strong>tarían las conductas prosociales, mi<strong>en</strong>tras que con la extraversión, aum<strong>en</strong>taría la<br />

t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia antisocial.<br />

Altos valores <strong>en</strong> psicoticismo se asocia con la falta de s<strong>en</strong>sibilidad hacia las emociones de las demás personas. El<br />

psicoticismo estaría muy asociado a conductas antisociales con baja emotividad y car<strong>en</strong>cia de culpa.<br />

A Eys<strong>en</strong>ck se le criticó porque los resultados varían según la metodología y población elegida.<br />

Fundam<strong>en</strong>tada <strong>en</strong> la teoría de Eys<strong>en</strong>ck, Zuckerman añadió otro parámetro más: Lla búsqueda de s<strong>en</strong>saciones. Se<br />

trataba de una t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia propia de los extravertidos, ya que estaba relacionado con la necesidad de estimulación.<br />

Factores sociales:<br />

La presión del ambi<strong>en</strong>te no se puede ignorar, ya que incide <strong>en</strong> todos. Nos vemos afectados por costumbres y formas<br />

de vida. Además, los comportami<strong>en</strong>tos son apr<strong>en</strong>didos, no heredados, con lo que vamos recibi<strong>en</strong>do lo positivo y lo negativo<br />

del ambi<strong>en</strong>te que nos rodea.<br />

• El barrio y la vivi<strong>en</strong>da:<br />

El barrio como grupo homogéneo <strong>en</strong> el que se des<strong>en</strong>vuelve, condiciona sus relaciones, sus percepciones sociales e<br />

incluso el desarrollo de su personalidad, lo que más tarde se convertirán <strong>en</strong> actitudes. Shaw estudio la distribución<br />

geográfica de la delincu<strong>en</strong>cia, concluy<strong>en</strong>do:<br />

- La delincu<strong>en</strong>cia aum<strong>en</strong>ta desde el c<strong>en</strong>tro a la periferia de las ciudades.<br />

- La delincu<strong>en</strong>cia se localiza <strong>en</strong> las zonas industriales y comerciales de las ciudades.<br />

- Son las características de la zona las que determinan la delincu<strong>en</strong>cia.<br />

Así se puede difer<strong>en</strong>ciar, una barriada de clase media, donde proporcionaría una delincu<strong>en</strong>cia de drogas o fugas y<br />

una barriada de clase baja, donde se da más el hurto, el robo o el ataque vandálico.<br />

El delincu<strong>en</strong>te suele pert<strong>en</strong>ecer a un medio social y cultural difer<strong>en</strong>te del medio donde realiza sus delitos.<br />

• Desempleo:<br />

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