Número 11 de la revista iCruceros

Icruceros: Después de los años,
yo lo tengo desde 1984, vuelves
con “El síndrome de Rebeca.
Guía para conjurar fantasmas
amorosos”, ¿te ha quedado algún
fantasma por conjurar?
Carmen Posadas: Alguno queda porque
¡los fantasmas son muy contumaces!
Y los fantasmas amorosos más que
ninguno. Hacen que uno se equivoque
con la elección amorosa posterior; o
que no vuelva a enamorarse. Son un
incordio. Este libro lo que pretende es
identificarlos y explicar cómo acabar
con ellos. Es una especie de “cazafantasmas”.
Icr: con un Premio Planeta a tus espaldas,
¿crees que fue el momento de cerrar
alguna que otra boca?
C.P: Le debo mucho al Premio Planeta.
Antes de él estaba traducida a 3 ó 4
idiomas. Ahora lo estoy a 23 idiomas,
eso se lo debo al premio. También
me sirvió para cerrar muchas bocas.
La gente me empezó a tomar en serio
(¡por fin!)
Icr: este, por desgracia, es un país de
memoria selectiva, ¿te ha costado mucho
demostrar que detrás de la mujer,
de vida acomodada, se encuentra una
gran escritora?
C.P: Si, la gente cree que los prejuicios
solo los sufre personas con situaciones
de desventaja. Minorías étnicas,
religiosas, etc... Pero existen otro tipo
de prejuicios como los que tú señalas y
que son casi peores porque ni siquiera
cuentan con la simpatía de la gente.
Icr: en alguno de tus libros se dice que
detrás de los personajes se esconden
personas reales, sobre todo en los que
tratas de temas de sociedad, ¿que hay
de cierto en esto?
C.P: Es cierto. Yo cuando alguien me cae
mal lo convierto en un personaje de uno
de mis libros y lo mato de forma alevosa
(risas) Escribir es muy terapéutico se
conjuran muchos fantasmas también de
esta manera.