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ASTURIAS MIGUEL ANGEL. Senor Presidente

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M i g u e l Á n g e l A s t u r i a s<br />

E l s e ñ o r p r e s i d e n t e<br />

Y el Poeta fue recitando lo que recordaba del texto de Salomón.<br />

Canción de Canciones la cual es de Salomón.<br />

¡Oh si él me besara con ósculos de su boca!<br />

Morena soy, oh hijas de Jerusalén,<br />

Mas codiciable<br />

Como las tiendas de Salomón.<br />

No miréis en que soy morena<br />

Porque el sol me miró...<br />

Mi amado es para mí un manojito de mirra<br />

Que reposa entre mis pechos...<br />

Bajo la sombra del deseado me senté<br />

Y su fruto fue dulce a mi paladar.<br />

Llevóme a la cámara del vino<br />

Y la bandera sobre mí fue amor...<br />

Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén,<br />

Que no despertéis ni hagáis velar al amor,<br />

Hasta que quiera<br />

Hasta que quiera...<br />

He aquí que tú eres hermosa, amiga mía;<br />

Tus ojos entre tus guedejas como de paloma;<br />

Tus cabellos como manada de cabras;<br />

Tus dientes como manada de ovejas<br />

Que suben del lavadero,<br />

Todas son crías mellizas<br />

Y estéril no hay entre ellas...<br />

Sesenta son las reinas y ochenta las concubinas...<br />

El <strong>Presidente</strong> se levantó funesto. Sus pasos resonaron como pisadas del jaguar que huye<br />

por el pedregal de un río seco. Y desapareció por una puerta azotándose las espaldas con los<br />

cortinajes que separó al pasar.<br />

Poeta y auditorio quedaron atónitos, pequeñitos, vacíos, malestar atmosférico de cuando<br />

se pone el sol. Un ayudante anunció la cena. Se abrieron las puertas y mientras los caballeros<br />

que habían pasado la fiesta en el corredor ganaban la sala tiritando, el Poeta vino hacia<br />

Camila y la invitó a cenar. Ella se puso en pie e iba a darle el brazo cuando una mano le<br />

detuvo por detrás. Casi da un grito. Cara de Ángel había permanecido oculto en una cortina a<br />

espaldas de su esposa; todos le vieron salir del escondite.<br />

La marimba sacudía sus miembros entablillados atada a la resonancia de sus cajones de<br />

muerto.<br />

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