La Luna
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en el desarrollo vegetativo de los árboles frutales, retardándoles<br />
la fructificación, logrando su máxima expresión<br />
vegetativa en la luna llena.<br />
B) Mientras que tres días después de la luna llena hacia<br />
el cuarto menguante estimula y favorece la producción<br />
de frutos, retardando el desarrollo vegetativo de<br />
los árboles.<br />
En cuanto a los injertos<br />
y las podas, dado que tanto<br />
unos como otras representan<br />
un traumatismo o una<br />
herida en las plantas, las<br />
opiniones son diferentes, ya<br />
que mientras unos creen en<br />
la conveniencia de realizarlos<br />
en la fase de la luna menguante<br />
para evitar al máximo<br />
la pérdida de savia, otros<br />
consideran que los efectos<br />
purificadores del plenilunio<br />
(luna llena) evitan infecciones<br />
y favorecen la cicatrización.<br />
Sin embargo, señalamos<br />
que, en ese aspecto, influye<br />
mucho la especie o variedad<br />
del frutal.<br />
Cuando los árboles son<br />
pequeños y queremos que<br />
tengan un mayor desarrollo<br />
vegetativo, entonces se<br />
recomienda podarlos en<br />
plena luna nueva hasta los tres primeros días de la creciente,<br />
y cuando son muy vigorosos y queremos frenar<br />
esta calidad para estimularlos a la fructificación, se recomienda<br />
podarlos en el plenilunio o luna llena, principalmente<br />
en el período intensivo aguas arriba (Figura 34).<br />
Figura 34. <strong>La</strong>s fases lunares en la fruticultura<br />
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