elíptica la Tierra se aleja más del Sol (afelio) y en otro momento se aproxima (perihelio). Esta circunstancia, sumada a la inclinación del eje terrestre, es lo que hace que en una época del año (en el hemisferio norte), durante el afelio, los rayos del sol incidan perpendicularmente (solsticio de verano) y en el perihelio inclinadamente ( solsticio de invierno). Hay un momento en que la incidencia solar es perpendicular en el ecuador terrestre, entonces se dice que los días y las noches son iguales (equinoccios de primavera y otoño ). De esta forma es como se define el curso de las cuatro estaciones del año (Figura 2). Figura 2. Desplazamiento de la Tierra 21
LA LUNA “EL SOL NOCTURNO EN LOS TRÓPICOS Y SU INFLUENCIA EN LA AGRICULTURA” Origen de los meses y de los días de la semana del calendario actual Es indudable que la división del año en meses y semanas proviene de los movimientos de la <strong>Luna</strong>. Etimológicamente la palabra “mes” deriva del latín “mensis”, y éste, a su vez, se deriva del griego y quiere decir luna. Cada lunación comprende 29.53059 días, por lo que su duración media es de treinta días. Durante este lapso la <strong>Luna</strong> realiza cuatro fases, con intervalos aproximados de siete días: <strong>Luna</strong> nueva o novilunio, con una duración de 7 días, 9 horas, 11 minutos y 0.70 segundos. Cuarto creciente, con una duración hasta los 14 días, 18 horas, 22 minutos, 1.4 segundos, llegando a la luna llena o plenilunio, con una duración hasta los 22 días, 3 horas, 33 minutos y 2.1 segundos, y finalmente cuarto menguante, con una duración hasta los 29 días, 12 horas, 44 minutos y 2.8 segundos, lo que marca el término del mes sinódico, para iniciar otra lunación. Estos días de cada fase lunar corresponden a los siete días de la semana, a los cuales los romanos les asignaron los nombres del sol, la luna y los cinco planetas visibles a los que consagraban la primera hora de cada día. El ciclo metónico Por otro lado, fue el astrónomo ateniense Metón quien descubrió el ciclo lunar que lleva su nombre, adoptado por Grecia en el año 432 a.C. Dicho ciclo abarca un período de 19 años trópicos o 225 lunaciones, al final de los cuales las lunaciones se encuentran en las mismas fechas; es decir, que cada 19 años las fases de la luna se reproducen en los mismos días del año: así, si el día 1 de enero de 1976 hubo luna nueva, el 1 de enero 19 años más tarde (1995) también habrá luna nueva, como también la habrá el día 1 de enero de 2014. Para tener un punto de partida se acordó que el primer año del ciclo fuese aquel en que la luna nueva coincidiese con el día 1 de enero, lo que ocurrió el año 1 a. C. El número que nos indica el año del ciclo lunar en que nos encontramos en un momento dado se le denomina “número de oro” o “número áureo”. Finalmente, de forma análoga, también existe el ciclo solar, que es el período de 28 años al cabo del cual los días de la semana vuelven a caer a lo largo del año en las mismas fechas. Mientras que nuestro concepto del día depende del <strong>La</strong> palabra “mes” deriva del latín “mensis”, y éste, a su vez, se deriva del griego y quiere decir luna. 1. Lunes, a la <strong>Luna</strong> 2. Martes, a Marte 3. Miércoles, a Mercurio 4. Jueves, a Júpiter 5. Viernes, a Venus 6. Sábado, a Saturno 7. Domingo, al Sol (Arochi, 1987:213). ir y venir de la luz solar, la luna nos dio el concepto de mes a través de su gran ciclo lunar, con una duración de 29 días, 12 horas, 44 minutos y 2.8 segundos. Los calendarios de los pueblos y culturas de la antigüedad 1. Los fenicios: Su calendario lunar consideraba grandes fiestas para celebrar la llegada de cada luna nue- 22