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Prólogo:<br />
La biografía de Edith Stein,<br />
también conocida como Santa Teresa Benedicta de la Cruz O.C.D.<br />
la presentaremos con sus vivencias y comentarios personales, tratando de dar<br />
un panorama general de su vida, obras, pensamiento creencias y momento<br />
histórico, dada la singularidad de su biografía: Proviene de una familia judía, fue<br />
no creyente, feminista, filósofa, maestra, mística, religiosa carmelita, mártir y<br />
santa. Resulta asimismo imposible presentar su pensamiento filosófico sin el<br />
teológico y el vivencial pues en su vida forman un solo cuerpo de trabajo.
1891 Nace el 12 de octubre, en una familia judía, el día de Yom Kipur,<br />
en la entonces ciudad alemana de Breslau, hoy Wroclaw, capital de<br />
Silesia, que pasó a pertenecer a Polonia después de la Segunda Guerra<br />
Mundial. Fue la menor de los 11 hijos. Su padre era comerciante.<br />
Su padre muere antes de que ella cumpla los dos años, y su madre, una<br />
mujer muy religiosa, solícita y voluntariosa se encargó de dirigir el<br />
comercio y educar a sus hijos.<br />
De niña Edith se describió como una niña sensible, dinámica, nerviosa e<br />
irascible, por ser la hermana menor era sumamente consentida y su<br />
madre y hermanos le complacían, sobre todo cuando les pedía<br />
explicaciones o que le enseñaran a hacer las cosas. Sin embargo<br />
reconoce que a los siete años empezó en ella a madurar un<br />
temperamento reflexivo. Se destacó por su inteligencia y su capacidad<br />
de estar abierta a los problemas que la rodean.<br />
1905: En plena adolescencia deja la escuela y la religión porque no<br />
encuentra en ellas sentido para la vida "Con plena conciencia y por libre<br />
elección dejé de rezar”. Surgen sus grandes dudas existenciales sobre<br />
el sentido de la vida del hombre en general, y se percata de la<br />
discriminación que sufre la mujer. Desde ahí inicia su búsqueda,<br />
motivada por un sólo principio: "estamos en el mundo para servir a la<br />
humanidad".
1911-1913 Inicia estudios de germanística e historia en la universidad de Breslau,<br />
y entró a formar parte de “asociación Prusiana para el Derecho Femenino al Voto”<br />
1913-1916 ingresa a la Universidad de Gotinga, estudia fenomenología<br />
trascendental, con Edmund Husserl.<br />
1914 En Gotinga, se acerca por primera vez al cristianismo y al estallar la Primera<br />
Guerra Mundial, Edith sigue un curso de enfermería.<br />
1915 Interrumpe sus disertaciones y colabora en un hospital austriaco, donde le<br />
tocó atender a enfermos de tifus y ayudar en el quirófano. Sus palabras fueron:<br />
“Ahora mi vida no me pertenece. Todas mis energías están al servicio del gran<br />
acontecimiento. Cuando termine la Guerra, si es que vivo todavía, podré pensar<br />
de nuevo en mis asuntos personales. Si los que están en las trincheras tienen que<br />
sufrir calamidades, por qué he de ser yo una privilegiada?” El hospital donde<br />
servía fue cerrado un año después y reanuda sus estudios.<br />
1916 Publica su tesis de doctorado como "Sobre el problema de la Empatía", lo<br />
que originará su programa filosófico temprano. Posterior a su tesis, vienen los<br />
escritos "Causalidad Sentiente" e "Individuo y Comunidad", en donde busca<br />
justificar filosóficamente la nueva psicología naciente. La última obra<br />
correspondiente a su primer período es "Una investigación sobre el estado",<br />
culmen de su proyecto para elaborar una antropología fenomenológica que vaya<br />
del hombre singular a la persona como comunidad. La fenomenología de Husserl<br />
llevó sin quererlo a muchos de sus seguidores a la fe cristiana, cosa que influyó<br />
determinantemente en Edith.
La escuela fenomenológica de Gotinga<br />
Husserl la escoge como asistente, y llega a ser un miembro más de la<br />
escuela fenomenológica de Gotinga, que se había iniciado antes de la<br />
guerra y reunía alrededor de Husserl a filósofos como Max Scheler, Adolf<br />
Reinach, Hans-Theodor Conrad y la que más tarde sería su mujer,<br />
Hedwig Martius, o el polaco Roman Ingarden. Varios de los filósofos<br />
discípulos de Husserl se convierten al cristianismo.<br />
Dos de ellos dejaron especial huella en su vida. Max Scheler, judío<br />
convertido al catolicismo, en sus conferencias sobre religión le abrió un<br />
panorama insospechado. Ella misma recordaba así el efecto que le<br />
produjo: "Las barreras de los prejuicios racionalistas en los que me había<br />
educado sin saberlo, cayeron, y el mundo de la fe estaba, de pronto, ante<br />
mí”.<br />
El también católico Adolf Reinach, el más íntimo colaborador de Husserl,<br />
era una persona cordial que suavizaba las relaciones de los discípulos<br />
con el maestro, hombre distante y difícil de tratar. De su encuentro con<br />
Reinach diría Edith años más tarde: "Tenía la impresión de no haber<br />
conocido jamás a un hombre con una bondad de corazón tan pura”.
Por aquel tiempo le ocurrió un hecho importante: observó cómo una aldeana entraba en la<br />
Catedral de Frankfurt con la cesta de la compra, quedándose un rato para rezar<br />
"Esto fue para mí algo completamente nuevo. En las sinagogas y en las iglesias protestantes<br />
que he frecuentado los creyentes acuden a las funciones. Aquí, sin embargo, una persona<br />
entró en la iglesia desierta, como si fuera a conversar en la intimidad.<br />
No he podido olvidar lo ocurrido".
A finales de 1917 llegó la noticia de que Reinach había<br />
caído en el frente. Edith fue designada para hacerse cargo<br />
del legado filosófico del colega muerto. Tenía que pedir los<br />
papeles de Reinach a su mujer, y temía encontrarse con<br />
una viuda deshecha en lágrimas. Edith no era creyente.<br />
Pero en la esposa de Reinach vio, además de dolor, una fe<br />
robusta que daba serenidad y fortaleza. Años después,<br />
Edith escribiría:<br />
"Este ha sido mi primer encuentro con la cruz y con la fuerza divina que transmite<br />
a sus portadores... Fue el momento en que se desmoronó mi irreligiosidad y brilló<br />
Cristo". Más tarde escribirá: "lo que no estaba en mis planes estaba en los planes<br />
de Dios. Arraiga en mí la convicción profunda de que -visto desde el lado de Diosno<br />
existe la casualidad; toda mi vida, hasta los más mínimos detalles, está ya<br />
trazada en los planes de la Providencia divina y, ante los ojos absolutamente<br />
clarividentes de Dios, presenta una coherencia perfectamente ensamblada".<br />
Entonces empezó a leer el Nuevo Testamento.
En otoño de 1918, deja de ser asistente de Edmund<br />
Husserl porque deseaba trabajar independientemente.<br />
Edith Stein deseaba obtener la habilitación para la libre<br />
docencia, algo que era imposible para una mujer en<br />
esos tiempos.<br />
Husserl se pronunciaba así en un informe que redacta:<br />
"Si la carrera universitaria se hiciera accesible a las<br />
mujeres, la podría recomendar encarecidamente<br />
más que a cualquier otra persona para el examen<br />
de habilitación". Sin embargo, más tarde, se le niega<br />
la ser docente debido a su origen judío.<br />
Vuelve a Breslau, donde escribe artículos en defensa<br />
de la psicología y de las humanidades. Pero lee<br />
también el Nuevo Testamento, Kierkegaard y el<br />
opúsculo de los Ejercicios espirituales de Ignacio de<br />
Loyola. Concluye que un escrito como éste no se le<br />
puede simplemente leer, sino que es necesario ponerlo<br />
en práctica.
1921: En el verano de fue durante unas semanas a Bergzabern (Palatinado), a la<br />
finca de Hedwig Conrad-Martius y su esposo Hans-Theodor Conrad, discípulos de<br />
Husserl, conversos al catolicismo. Una tarde encuentra en la biblioteca la<br />
autobiografía de Teresa de Ávila, que leyó durante toda la noche. "Cuando cerré el<br />
libro, me dije: esta es la verdad". También lee a santo Tomás de Aquino.<br />
Considerando retrospectivamente su vida, escribía más tarde: "mi anhelo por la<br />
verdad era ya una oración".<br />
Al poco tiempo, entra en una Iglesia Católica, y después de la misa, busca al<br />
sacerdote para comunicarle su deseo de ser bautizada. El sacerdote asombrado<br />
pone en duda su preparación para recibir el sacramento y ser recibida en la iglesia<br />
Católica, ella simplemente le responde que la ponga a prueba.<br />
El día 1 de enero de 1922, es bautizada, añade a su nombre el de Hedwig, en honor<br />
a su amiga, madrina y quien fue instrumento en su conversión. El 2 de febrero se<br />
confirma.<br />
Reconoce que su inserción como Católica, lejos de robarle su identidad como judía,<br />
más bien le da cumplimiento y un sentido más profundo. Al ser católica se siente<br />
más judía; encuentra en Jesucristo el sentido de toda su fe y vida como judía. Este<br />
doble aspecto, crea en Edith un corazón auténticamente reconciliador entre las dos<br />
religiones.<br />
Deseaba entrar lo más pronto posible a la vida religiosa, pero su asesor espiritual le<br />
aconseja que espere, considerando que aún tenía mucho bien que hacer por medio<br />
de sus actividades “en el mundo”. Así empieza un tiempo de apostolado fecundo y<br />
de un alcance impresionante.
1922 a 1931 Deseaba entrar lo más pronto posible a la vida religiosa, pero su<br />
asesor espiritual le aconseja que espere, considerando que aún tenía mucho<br />
bien que hacer por medio de sus actividades “en el mundo”. Así empieza un<br />
tiempo de apostolado fecundo y de un alcance impresionante.<br />
Es profesora en el colegio de Santa Magdalena de las dominicas de Speyer.<br />
Además de sus clases, escribe, traduce, e imparte conferencias. Durante<br />
estos años realizó, además de otros trabajos menores, dos obras<br />
voluminosas: La traducción al alemán de las Cartas y diarios del Cardenal<br />
Newman, y la traducción, en dos tomos, de las Cuestiones sobre la verdad<br />
de Santo Tomás de Aquino. Este se convertirá en base fundamental para<br />
sus obras filosóficas, escritas luego en el Carmelo. También da varias<br />
conferencias y programas radiales dentro y fuera de Alemania, siendo<br />
reconocida notablemente por sus colegas.<br />
Aún en medio de tanta actividad apostólica, Edith busca siempre que puede,<br />
sobre todo en Semana Santa, la soledad y la paz de la abadía benedictina de<br />
Beuron. Su amor a la liturgia de la iglesia la lleva a pasar horas en la capilla y<br />
a celebrar las diferentes horas de oración junto con los benedictinos, detalle<br />
que influye a la hora de escoger un nombre religioso, decide agregarse el<br />
nombre de Benedicta, en reconocimiento de las muchas gracias que recibió<br />
durante sus horas con la orden benedictina.<br />
Escribía a su hermana Rosa en una ocasión: "Un cuerpo, pero mucho<br />
miembros. Un Espíritu, pero muchos dones. ¿Cuál es el lugar de cada uno?<br />
Ésta es la pregunta vocacional. La misma no puede ser contestada sólo en<br />
base de auto-examen y de un análisis de los posibles caminos. La solución<br />
debe ser pedida en la oración y en muchos casos debe ser buscada a través<br />
de la obediencia"
A partir de su conversión al cristianismo inicia una nueva etapa<br />
en su pensamiento filosófico. Se dedicará al intenso estudio de<br />
las obras de santo Tomás de Aquino y Duns Escoto. Sin negar<br />
su primera etapa como fenomenóloga estrictamente<br />
husserliana, y tomando como base filosófica sus primeras obras<br />
filosóficas de antropología, escribirá "Potenz und Akt" una<br />
primera obra de metafísica y ontología en la que dialogará con<br />
el pensamiento de Hedwig Conrad-Martius. Esta obra es un<br />
estudio profundo acerca de los primeros principios metafísicos<br />
del ser: el acto y la potencia y de qué manera se desvelan éstos<br />
en el ser humano.<br />
Posteriormente escribirá "Ser Finito y Ser eterno" (Endliches<br />
und Ewiges Sein), su obra magna, en la que desarrollará toda<br />
una metafísica inspirada en la filosofía de Santo Tomás y la<br />
fenomenología de Husserl, resultando así, una de las últimas<br />
tomistas más originales de la historia de la filosofía.<br />
1933: Después de dar cursos y conferencias sobre el tema de<br />
la mujer y la pedagogía, el 14 de octubre ingresa al Convento<br />
de las Carmelitas Descalzas de Colonia.
1933: El nuevo gobierno nazi ordena a los profesores no-arios que<br />
abandonen sus cátedras y teme por la situación cada vez más<br />
precaria para los judíos, y no habiendo nada que ya le impida su<br />
entrada al Carmelo, lo cual ha sido su sueño más constante durante<br />
los últimos 11 años, justo en el momento más fecundo de su<br />
profesión, cuando es una famosa y brillante conferencista católica,<br />
renuncia al mundo y voluntariamente pasa a ser parte del anonimato<br />
por tanto tiempo anhelado.<br />
1934 El 15 de abril, toma el hábito carmelitano y cambia su nombre<br />
a Teresa Benedicta de la Cruz. Son muchos quienes traducen su<br />
nombre como Teresa “bendecida por la cruz”. Ella no ha tomado su<br />
nombre a la ligera; ha entendido bien que abrazar la vida religiosa<br />
no tiene otro fin que la entrega generosa del alma en la cruz, para el<br />
bien de las almas.<br />
1935: El 21 de abril termina el año de noviciado.<br />
1938:Hace su primera profesión religiosa y el 21 de abril de 1938, su<br />
profesión solemne.
El 31 de diciembre, hecho el voto perpetuo, es enviada al<br />
Carmelo de Echt (Holanda), donde parece estar fuera de<br />
peligro de la persecusión nazi, por no ser conocida de la<br />
población ni de los ocupantes alemanes.<br />
1942: como represalia por la pastoral de los obispos<br />
holandeses contra la deportación de judíos practicada por los<br />
nazis, es arrestada el día 2 de agosto por la Gestapo junto a su<br />
hermana Rosa (también convertida al catolicismo) y llevada con<br />
otros religiosos al campo de concentración de Amersfoort, luego<br />
Westerbork y finalmente a Auschwitz. Fue llevada a la barraca<br />
36, y fue marcada con el Nº 44.074 de deportación.<br />
Murió el 9 de agosto como judía y mártir de la fe cristiana a los<br />
51 años de edad, víctima del tóxico Zyklon B (ácido<br />
cianhídrico), emanado en vez de agua de una instalación de<br />
duchas. Su cuerpo sin vida fue calcinado y los restos se<br />
arrojaron en el campo adyacente. Mujer de singular inteligencia<br />
y cultura, ha dejado numerosos escritos de elevada doctrina y<br />
de honda espiritualidad.
1962: El cardenal Höffner, arzobispo de Colonia introduce<br />
la causa de su beatificación.<br />
1987: Es beatificada en Colonia por Juan Pablo II, el 1 de<br />
mayo.<br />
1998: Es canonizada y nombrada copatrona de europa.<br />
Se le conmemora el 9 de agosto, aniversario de su<br />
muerte.<br />
"Nos inclinamos profundamente ante el testimonio de la<br />
vida y la muerte de Edith Stein, hija extraordinaria de Israel<br />
e hija al mismo tiempo del Carmelo, sor Teresa Benedicta<br />
de la Cruz; una personalidad que reúne en su rica vida una<br />
síntesis dramática de nuestro siglo. La síntesis de una<br />
historia llena de heridas profundas que siguen doliendo aún<br />
hoy...; síntesis al mismo tiempo de la verdad plena sobre el<br />
hombre, en un corazón que estuvo inquieto e insatisfecho<br />
hasta que encontró descanso en Dios"<br />
(Juan Pablo II con ocasión de la beatificación de Edith Stein<br />
en Colonia, el 1 de mayo de 1987)
El conjunto de las obras de Edith Stein no ha terminado de ser publicado.<br />
Sus escritos más importantes están reunidos en los dieciocho volúmenes de la Obra completa,<br />
publicada bajo la dirección de la doctora Lucy Gelber, del padre Romaeus Leuven, OCD, y del padre<br />
Michael Linssen, OCD.<br />
Los volúmenes I a VIII fueron publicados por las editoriales Nauwelaerts (Lovaina) y Herder (Freiburg);<br />
los volúmenes IX a XI por De Maas & Waler (Druten) y Herder (Freiburg); los últimos por Herder.
En esta obra armoniza los problemas de la filosofía y de la teología,<br />
buscando unir las dos fuentes que conducen al hombre al conocimiento de sí<br />
mismo y de la verdad: la fe y la filosofía. Fue publicada ocho años después de<br />
su muerte.<br />
• Aquí trata las preguntas más existenciales del hombre, reconoce la sed<br />
infinita que posee el hombre de conocer la verdad y de experimentar su<br />
fruto, entendido desde la realidad de lo eterno y lo trascendental.<br />
• Es una obra de madurez, densa y a menudo de difícil lectura; llena de<br />
meticulosos análisis ontológicos, situada en una auténtica encrucijada entre<br />
fenomenología y neotomismo,<br />
• Busca el diálogo entre la tradición que va de San Agustín o el Pseudo<br />
Dionisio hasta Duns Scoto (y tal vez sin nombrarlo F. Suárez) pasando<br />
naturalmente, por Santo Tomás, con la modernidad que representan<br />
Husserl, Scheler, Heidegger y otros.<br />
• Sin difuminar las diferencias, y sin desconocer la originalidad de cada uno,<br />
va perfilando una posición propia, una filosofía de la esencia como signo de<br />
lo eterno, "de la esencia en cuanto misterio", que sin pretender erigirse en<br />
sistema filosófico, paga un fuerte tributo a una sistematización a través de la<br />
cual pocos estarían dispuestos a seguirle hoy.
En 1941, su última y más ilustre obra: hecha por<br />
obediencia a sus superiores, más que una obra<br />
intelectual, es el fruto de su propio camino interior de<br />
inmolación en imitación al Jesucristo.
• Sobre el Problema de la Empatía. Tesis doctoral<br />
• La traducción al alemán de las cartas y diarios del Cardenal Newman<br />
• Traducción, en dos tomos, de las “Cuestiones sobre la verdad” de Santo<br />
Tomás de Aquino.<br />
• Ensayos sobre la base filosófica de la psicología y las humanidades,<br />
• Individuo y la comunidad<br />
• Introducción a la filosofía<br />
• Estrellas amarillas<br />
• Leal saber y entender<br />
• Ley y la potencia<br />
• La estructura de la persona humana<br />
• Naturaleza, libertad y gracia<br />
• La Mujer su naturaleza y misión<br />
• Caminos para el conocimiento de Dios;<br />
• Como llegue al Carmelo<br />
• Teresa de Jesús;<br />
• El Misterio de Navidad;<br />
• Las Bodas del cordero;<br />
• La oración de la Iglesia;<br />
• Ave Crux.<br />
Aún no han sido publicadas todas sus obras,<br />
sus escritos están bajo la tutela de la<br />
Orden Carmelita Descalzos.
"Es una experiencia sui generis, la experiencia del<br />
estado de consciencia de los otros en general... la<br />
experiencia que un yo en general tiene de otro yo<br />
similar a éste" explicación del término "empatía"<br />
que se traduce el alemán "Einfuhlung", en su tesis<br />
doctoral Problema de la Empatía<br />
En su ensayo Causalidad psíquica, Edith Stein, que aprendió de su maestro<br />
Husserl la fenomenología como ciencia de la consciencia, sostiene la<br />
autonomía, y por ende el carácter personal de la fuerza vital espiritual de cada<br />
uno. Ésa es la causa por la que no todos se abren a determinados valores<br />
con el mismo ímpetu y la misma capacidad receptiva.
Al tratar la imagen de la Trinidad en la creación,<br />
hacia el final de su obra “Ser finito y Ser eterno”,<br />
Edith, ya carmelita profesa, habla del alma en la cual<br />
el yo personal se encuentra en su propia casa,<br />
como de un espacio en el centro de esa totalidad<br />
que se compone del cuerpo, la psique y el espíritu.<br />
"El alma como „castillo interior‟, como la ha<br />
denominado nuestra Santa Teresa de Ávila, no es<br />
puntiforme como el yo puro, sino que es un espacio,<br />
un castillo con muchas habitaciones, donde el yo se<br />
puede mover libremente, bien yendo hacia el<br />
exterior, bien retirándose cada vez más hacia el<br />
interior. [...]<br />
El alma no puede vivir sin recibir. Se nutre de los<br />
contenidos que acoge espiritualmente, viviéndolos."
"Existe un estado de reposo en Dios, de total suspensión de todas las<br />
actividades de la mente, en el cual ya no se pueden hacer planes, ni tomar<br />
decisiones, ni hacer nada, pero en el cual, entregado el propio porvenir a la<br />
voluntad divina, uno se abandona al propio destino. Yo he experimentado un<br />
poco este estado, como consecuencia de una experiencia que, sobrepasando<br />
mis fuerzas, consumó totalmente mis energías espirituales y me quitó<br />
cualquier posibilidad de acción. Comparado con la suspensión de actividad<br />
propia de la falta de vigor vital, el reposo en Dios es algo completamente<br />
nuevo e irreductible. Antes era el silencio de la muerte. En su lugar se<br />
experimenta un sentimiento de íntima seguridad, de liberación de todo lo que<br />
es preocupación, obligación, responsabilidad en lo que se refiere a la acción.<br />
Y mientras me abandono a este sentimiento, poco a poco una vida nueva<br />
empieza a colmarme y -sin tensión alguna de mi voluntad- a invitarme a<br />
nuevas realizaciones. Este flujo vital parece brotar de una actividad y una<br />
fuerza que no son las mías, y que, sin ejercer sobre ellas violencia alguna, se<br />
hacen activas en mí. El único presupuesto necesario para un renacimiento<br />
espiritual de esta índole parece ser esa capacidad pasiva de recepción que se<br />
encuentra en el fondo de la estructura de la persona."
Escribe en 1938: "bajo la Cruz entendí el destino del pueblo de Dios que<br />
entonces (1933) comenzaba a anunciarse. Pensaba que entendiesen que<br />
se trataba de la Cruz de Cristo, que debían aceptarla en nombre de todos<br />
los demás. Es verdad que hoy entiendo mejor estas cosas, lo que significa<br />
ser esposa del Señor bajo el signo de la Cruz. Aunque ciertamente nunca<br />
será posible comprender todo esto, puesto que es un secreto"(misterio).<br />
Ella escribe: “Yo hablaba (en una ocasión) con el Salvador y le decía que<br />
sabía que era su Cruz la que ahora había sido puesta sobre el pueblo judío.<br />
La mayoría no lo comprendían; mas aquellos que lo sabían, deberían<br />
echarla de buena gana sobre sí en nombre de todos. Al terminar el retiro,<br />
tenía la más firme persuasión de que había sido oída por el Señor. Pero<br />
dónde había de llevarme la Cruz, aún era desconocido para mí.”
A lo largo de su obra manifiesta que la vocación de la mujer es natural y<br />
religiosa al mismo tiempo, en el mismo sentido que la vida, viendo a lo<br />
humano según su feminidad, y pasando a través de un entendimiento<br />
profundo con el hombre e interactuando con su vocación, conduce a la<br />
comunión con Dios y puede contribuir a la realización de su plan en la historia.<br />
"¡Que la mujer tiene capacidad para ejercer otras profesiones aparte de la de<br />
esposa y madre, sólo lo ha podido negar quien está „ciego‟ frente a la realidad!<br />
Ninguna mujer es sólo mujer: cada una tiene sus propias inclinaciones y los<br />
propios talentos naturales, como los hombres. Y estos talentos la capacitan<br />
para las distintas profesiones de carácter artístico, científico, técnico.<br />
La disposición individual puede orientar preferentemente hacia cualquier<br />
campo, incluso hacia los que parecen de por sí más lejanos de las<br />
características femeninas. [...] Pero si se quiere hablar de estas cosas en el<br />
sentido pleno del término, tienen que ser profesiones cuyos deberes objetivos<br />
sean compatibles con las características particulares de la feminidad.”
“El amor desea estar con el amado.” Decidida en su vocación a la Cruz a favor de su pueblo y<br />
de los pecadores, la Hermana Teresa hace una petición por escrito a su Priora, pidiendo<br />
permiso para ofrecerse como víctima: “Querida Madre, permítame Vuestra Reverencia, el<br />
ofrecerme en holocausto al Corazón de Jesús para pedir la verdadera paz: que la potencia del<br />
Anticristo desaparezca sin necesidad de una nueva guerra mundial y que pueda ser instaurado<br />
un orden nuevo. Yo quiero hacerlo hoy porque ya es medianoche. Sé que no soy nada, pero<br />
Jesús lo quiere, y Él llamará aún a muchos más en estos días.”<br />
Ella escribe: “Y es por eso que el Señor ha tomado mi vida por todos. Tengo que pensar<br />
continuamente en la Reina Ester que fue arrancada de su pueblo para interceder ante el rey<br />
por su pueblo. Yo soy una pobre e impotente pequeña Ester, pero el rey que me ha escogido<br />
es infinitamente grande y misericordioso. Esto es un gran consuelo.”<br />
“Yo sólo deseo que la muerte me encuentre en un lugar apartado, lejos de todo trato con los<br />
hombres, sin hermanos de hábito a quienes dirigir; sin alegrías que me consuelen, y<br />
atormentada de toda clase de penas y dolores. He querido que Dios me pruebe como a sierva,<br />
después de que Él ha probado en el trabajo la tenacidad de mi carácter; he querido que me<br />
visite en la enfermedad, como me ha tentado en la salud y la fuerza; he querido que me<br />
tentase en el oprobio, como lo ha hecho con el buen nombre que he tenido ante mis enemigos.<br />
Dígnate, Señor, coronar con el martirio la cabeza de tu indigna sierva.”
Algunos de los sobrevivientes dan testimonio de su paz interior:<br />
“Las lamentaciones en el campamento, y el nerviosismo en los recién llegados, eran<br />
indescriptibles. Edith Stein iba de una parte a otra, entre las mujeres, consolando,<br />
ayudando, tranquilizando como un ángel. Muchas madres, a punto de enloquecer, no se<br />
habían ocupado de sus hijos durante días. Edith se ocupaba inmediatamente de los<br />
pequeños, los lavaba, peinaba y les buscaba alimento.”<br />
“Había una monja que me llamó inmediatamente la atención y a la que jamás he podido<br />
olvidar, a pesar de los muchos episodios repugnantes de los que fui testigo allí. Aquella<br />
mujer, con una sonrisa que no era una simple máscara, iluminaba y daba calor. Yo tuve la<br />
certeza de que me hallaba ante una persona verdaderamente grande. En una conversación<br />
dijo ella: “El mundo está hecho de contradicciones; en último término nada quedará de<br />
estas contradicciones. Sólo el gran amor permanecerá. ¿Cómo podría ser de otra manera?”<br />
“Tengo la impresión de que ella pensaba en el sufrimiento que preveía, no en su propio<br />
sufrimiento, --por eso estaba bastante tranquila, demasiado tranquila, diría yo--, sino en el<br />
sufrimiento que aguardaba a los demás. Cuando yo quiero imaginármela mentalmente<br />
sentada en el barracón, todo su porte externo despierta en mí la idea de una Pietá sin<br />
Cristo.”
• Bouflet, Joachim, Edith Stein, Filósofa crucificada, Cantabria, España,<br />
Editorial Sal Terrae, 2001<br />
• Dupuis, Michel, 15 días con Edith Stein, España.<br />
Editorial Ciudad Nueva, 2002<br />
• Edith Stein, Escritos Esenciales, Introducción y edición deJohn Sullivan, OCD.<br />
Cantabria, España. Editorial Sal Terrae, 2002<br />
• INTERNET<br />
• http://es.wikipedia.org/wiki/Edith_Stein<br />
• Homilía de S.S. Juan Pablo II durante la Misa de la beatificación de Edith Stein, Ciudad:Estadio de Colonia-<br />
Müngersdorf, Fecha:1 de Mayo de 1987<br />
• Santa Edith Stein, (Teresa Benedicta de la Cruz), Mártir de Nuestra Orden.Santidad Carmelita<br />
http://santosocd.blogspot.com/search/label/Edith%20Stein<br />
• Edith Stein, Urbano Ferrer Santos http://www.philosophica.info/voces/stein/Stein.html<br />
• Beata teresa Benedicta de la Cruz, (Edith Stein)<br />
• De Los Santos Carmelitas by P. Rafael María López-Melús<br />
• http://carmelnet.org/chas/santos/teresa2.htm<br />
• Teresa Benedicta de la Cruz - Edith Stein (1891-1942) monja, Carmelita Descalza, mártir<br />
• http://www.vatican.va/news_services/liturgy/saints/ns_lit_doc_19981011_edith_stein_sp.html<br />
• Edith Stein, Ejemplo de libertad espiritual – 1, Licinia Faresin, Traducción de Eloy José Santos<br />
• http://www.gesuiti.it/moscati/Espanol/Esp_Edith_Far1.html<br />
• EDITH STEIN, Los manuscritos de Santa Edith Stein , Publicado por Santo Iván, Mora Pernía, Iván, ocd<br />
• http://www.carmelitaniscalzi.com/vercommunicationes.php?Id=1080<br />
Presentación realizada por Rossana Cabañas,<br />
reeditada por Gerardo Viau, Guatemala 30/9/2012
http://es.wikipedia.org/wiki/Edith_Stein<br />
Presentación realizada por Gerardo Viau,<br />
Guatemala 5/9/2012