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g o u r m e t
Mallorca Market
Cuarta generación
Mari Carmen Moreno y su hija Yolanda llevan en
las venas el gusto por la buena gastronomía. Y es
que desde hace más de 80 años su familia regenta
la madrileña pastelería Mallorca. Su última
propuesta, Mallorca Market, es un claro ejemplo de
establecimiento cosmopolita y contemporáneo que
tiene como objetivo encantar a sus compradores.
En la pastelería Mallorca llevan
80 años intentando agradar al
consumidor y ofreciéndole un
producto artesano, fresco y único,
hecho primorosamente a mano.
Su obrador trabaja diariamente
para realizar productos dulces y
salados de primerísima calidad
y para ofrecer un servicio agradable y ágil a todos sus
clientes. Mari Carmen explica que cuando “perteneces a
una familia que dirige y es propietaria de una empresa
familiar, los conceptos familia y empresa están absolutamente
ligados. Trabajar en una firma que lleva 80 años
en el mercado y se mantiene aún joven y en plena forma
es un orgullo”. Su filosofía la resume en hacer “un trabajo
honrado, con un producto reciente, fresco y único, ser
humildes para tratar de ser mejores cada día, escuchar
a los clientes, porque marcan las pautas para avanzar y
tratar de que todas las personas que trabajan en Mallorca
den lo mejor de sí mismos”. Muchos de sus recuerdos
de infancia están vinculados a Mallorca, como el olor de
la bollería recién salida del horno, los mostradores llenos
de tartas los domingos y la fila de clientes decidiendo
cuál iban a elegir. También recuerda con especial cariño
a las personas que trabajaban con ellos y que le enseñaron
“cómo había que hacer las cosas”. Su hija Yolanda
también tiene “dulces” recuerdos de cuando era niña.
“Yo me he pasado mi infancia recorriendo las tiendas
de la mano de mi madre, siempre había alguien que
Sus recuerdos de
infancia incluyen la
bollería recién salida del
horno y los mostradores
llenos de tartas
me entretenía un rato o me daba algún caramelo para
que mi madre pudiese trabajar tranquila. De pequeña,
nunca fue mi plan favorito de fin de semana, pero según
he ido creciendo, he ido entendiendo el esfuerzo y
sacrificio que hacía mi madre y que requiere tener tu
propia empresa”. La madre siempre tuvo claro que lo
suyo era trabajar en la empresa familiar y por ello estudió
y se formó en ese sentido. Además, para ella, éste
es “un negocio muy versátil y que te da la oportunidad
de desarrollar muchas ideas”. Su hija Yolanda considera
que hay pocas empresas en España que se encuentren
ya en la cuarta generación, “las estadísticas dicen que
no se suele superar la cuarta. Quizá nosotros logremos
ser la excepción”. Según ella, las nuevas generaciones
deben aportar novedad y para ello “es imprescindible
que estén más formadas que las anteriores y se estipule
un protocolo familiar de entrada. Yo he sido el último
miembro de esta familia en incorporarme a la empresa
y para poder hacerlo, he estudiado y trabajado mucho
dentro y fuera de casa”. Su madre opina que los relevos
generacionales se hacen poco a poco. “Yo he tenido
la gran suerte de trabajar con mi padre y ahora lo hago
con mis hijos. Eso facilita que se mantengan los valores
50• texto POR leonor carnicer • FOTOGRAFÍA POR Juan cabanillas
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y las bases del negocio, por mucho que cambien
las formas de vida”. En un negocio familiar, la
empresa es el tema de conversación habitual y
consigue que “apenas se pueda discernir lo personal
de lo profesional”. Mari Carmen es consciente
de la influencia que han ejercido sobre ella los
miembros de su familia y conserva recuerdos de
su padre, sus tíos e incluso de su abuela, la fundadora
de Mallorca junto a su marido, Bernardino
Moreno. Tanto madre como hija consideran su
trabajo muy gratificante. Para Yolanda lo más
interesante es sentir que su aprendizaje “no tiene
fin, al menos de momento”, y para su madre,
que es una labor que la obliga a ser creativa y a
reinventarse cada temporada, “es muy bonito ver
realizada una idea, ya sea en forma de producto o
de una nueva presentación. Me entusiasmo cada
Lo más interesante
es sentir que el
aprendizaje no tiene
fin, al menos de
momento
vez que se edita un nuevo catálogo, cada nueva
colección de regalos de Navidad, cada escaparate
que has pensado y ves montado. Y me llena de
alegría cuando ves que el resto del equipo también
disfruta con todo ello”. Otro de los recuerdos
que Mari Carmen atesora son los viajes que realizaba
con su padre “a ver pastelerías por todo el
mundo”, o las ferias internacionales para traer
cosas de otros países que por entonces no existían
en España. Yolanda por su parte tiene sentimientos
encontrados con respecto a la Navidad,
porque “aunque son muy duras, las recuerda con
cariño porque trabajamos para vender felicidad
y, aunque el día de Nochebuena estamos siempre
agotados después de un duro día de trabajo, nos seguimos
reuniendo para cenar y contarnos las anécdotas
del día”. Otro de los detalles que llaman la
atención de esta empresa familiar es el compromiso
que tienen con sus trabajadores y el cuidado que
ponen para que se encuentren a gusto, ya que aplican
jornadas continuas en la mayoría de los puestos
de trabajo, favorecen la conciliación, facilitan
la contratación de familiares, ayudan en la formación
de sus empleados y colaboran con numerosas
ONG. Su secreto para sobrevivir en un mercado en
tiempos difíciles es para Mari Carmen “escuchar a
la gente y estar muy atento a cómo va cambiando
la sociedad. Hay una forma bastante sencilla, que
es pensar en qué me gustaría a mí encontrar en
Mallorca, cómo me gustaría que me trataran o qué
servicios agradecería. Y si lo haces manteniendo tu
estilo y tus valores, la adaptación será un proceso
suave y natural, para que no cause sobresaltos en
tus clientes”. A pesar de que son más madrileños
que el oso, el madroño y el chotis, alguna vez se
han planteado traspasar las fronteras de la capital
del reino. “Claro que nos lo hemos planteado y en
algún momento lo haremos. Madrid es una ciudad
que recibe muchos visitantes y eso nos da la
ocasión de atender a muchas personas que viven
fuera. Además, muchos de nuestros productos se
pueden adquirir a través de nuestra tienda online”.
El nuevo concepto de negocio Mallorca Market ha
traído a España productos selectos de otros países,
un proyecto “muy pensado” que supone un paso
adelante. “Hay clientes que nos dicen que es una
tienda muy neoyorkina. Puede ser, siempre hemos
querido adaptarnos a las nuevas tendencias, tanto
de decoración, como de cocina. El resultado es
una tienda muy acogedora, donde podrá comprar
o pasar un rato agradable tomando algo de 9:00
a 21:00 horas”. Sin embargo, no renuncian a sus
orígenes, ya que se sienten orgullosos de sus productos,
“la bollería y la pastelería hechas a mano
y horneada en la tienda, los productos salados, los
bombones, la bodega y nuestra apuesta por el producto
gourmet”. Y es que su catering es uno de los
más solicitados para todo tipo de reuniones, una
garantía de acierto y éxito seguro. “Como en todo lo
demás, intentamos hacerlo lo mejor que sabemos.
Servir una boda o un gran evento empresarial o
deportivo es una gran responsabilidad, hay mucha
gente trabajando en cada servicio, profesionales
que se implican totalmente para que todo quede
perfecto”. De hecho, en las celebraciones familiares
no se cumple el dicho de ‘en casa del herrero, cuchillo
de palo’, sino que “nosotros somos nuestros
primeros fans, ya que fabricamos y seleccionamos
nuestros productos y por eso no faltan en nuestras
cenas”. Reconocen que es difícil decidirse por uno
sólo de sus productos, que no pueden olvidar que
son pasteleros y que por tanto destacan “la bollería
y la pastelería, y los bombones, que son los mimados
de la casa”.
Calle Génova, 12. Madrid
www.pasteleria-mallorca.com
Mallorca aplica
jornadas continuas,
favorece la
conciliación y ayuda
en la formación de
sus trabajadores
Algunos ejemplos
de los diferentes
papeles con los
que la pastelería
Mallorca ha
envuelto sus
deliciosos
productos durante
los últimos
80 años.
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